ARTE TORREHERBEROS: JAN VAN EYCK II. ADORACIÓN DEL CORDERO MÍSTICO
RICHARD ESTES. "Water Taxi, Mount Desert". Óleo sobre lienzo. Kemper Museum of Contemporary Art, Kansas City (Missouri).


BIENVENIDOS A TODOS Y TODAS. Este blog nace con la única pretensión de complementar y facilitar las tareas a los alumnos/as de Historia del Arte de 2º de Bachillerato del IES Torre de los Herberos de Dos Hermanas (Sevilla), así como hacer pasar un rato agradable a todos los amantes del arte. No tiene ninguna otra pretensión intelectual. De los textos es responsable el administrador del Blog, no así de las opiniones expresadas en los comentarios. Las imágenes o fotografías, videos y presentaciones están tomadas de internet mayoritariamente, citando la autoría siempre que ha sido posible; si en alguna de ellas no aparece, es por error o descuido, y ruego que me lo hagan llegar para subsanarlo. Casi todo lo que aparece en estas páginas es libre y abierto, y se puede descargar para otros fines, pidíéndose únicamente que se cite la procedencia.





domingo, 23 de enero de 2011

JAN VAN EYCK II. ADORACIÓN DEL CORDERO MÍSTICO


El Políptico del Cordero místico de San Bavón de Gante es una de sus primeras obras, tal vez la más conocida, pero no la más avanzada. Las dimensiones superan con mucho las que prefiere utilizar en otras ocasiones. Es algo para ser exhibido, mientras que otras muchas se hacen para una clientela escogida que las guardará en su casa o en el pequeño oratorio que en ellas tiene.
Esta tabla tiene una inscripción puesta, en versos leoninos latinos, en el marco del Políptico, pero ilegible en parte, y dice: "El pintor Hubert de Eyck, mayor que ningún otro, comenzó esta obra, que Jan, su hermano, el segundo en su arte se encargó de conducir, a instancia de lodocus Vydt... quedando colocada el día 6 de mayor del año 1432".
 El primer autor de la obra es Hubert, quién recibe el encargo de Jocodus Vyd para la catedral que se está construyendo en Gante. Se sabe que en Hubert Van Eyck estaba en Gante en 1424 y que en 1426 había muerto. Entonces, se hace con el encargo de terminarla su hermano Jan. Jodocus Vyd y su esposa tomaron la decisión de poseer una capilla propia en la que entonces era la iglesia de San Juan Bautista, luego Catedral de San Bavón, que se estaba levantando a principios del siglo XV. Aquí es donde se insertará el políptico, ocupando todo el lienzo del muro. Dicho políptico (varias tablas unidas) es una obra extraordinaria, de unas dimensiones muy considerables que alcanza los 350 x 223 cm con los laterales cerrados y 350 x 461cuando se presenta en su máxima extensión. Algunos autores creen que la obra es toda de Jan Van Eyck, pro lo que sí es cierto es que la diferencia de estilo es muy pequeña y todo el políptico guarda un conjunto de gran calidad. Es posible que la tabla central superior (Dios padre con la Virgen y el Bautista) fuera lo que pintó Hubert, pero fue retocado por Jan.
En tiempos de la Revolución francesa, el polítpitico fue llevado a París, pero despues fue devuelto a su lugar. Las puertas pintadas no se colocaron y el cabildo decidió venderlas, llegando a ser propiedad del Emperador de Prusia. Tras la I Guerra Mundial, el Tratado de Versalles obligó a Alemania a devolver estas tablas, y en 1920 quedó completo el políptico en la Ilgesia de San Bavón, hoy Catedral de Gante, en el lugar para el cual había sido pintado. Pero en 1934 fue robada la tabla de los Jueces Justos (la tabla de abajo de la izquierda, cuando el políptico está abierto en toda su extensión. El gobierno belga no entró en el chantaje de los ladrones y la tabla hoy ha sido sustituida por una copia fiel de la original.



Analicemos ahora las pinturas del políptico, partiendo de las tablas cerradas, para luego comentar todo el interior abierto.
Cerradas las alas del retablo, todo está mucho más compartimentado, como si viéramos nichos o huecos que se llenan con estatuas. En las puertas o postigos están pintados los retratos de Jocodus Vijd y su esposa Isabella Borluut, los donantes o encargantes del políptico, que dirigen su oración a los santos Juanes (Bautista y Evangelista). Sobre ellos, en la parte central, la Anunciación a María ante una ventana abierta por la que se contempla la perspectiva de una calle de Gante. En lo alto de las puertas cerradas los dos profetas (Zacarías y Miqueas) y dos sibilas (la Cumana y la Eritrea), que son como la premonición de lo que habrá de encontrarse realizado en el interior: la venida del Cordero Místico que dredimirá al mundo. Los donantes han sido retratados sin concesiones. Ho hay asomo de belleza o signos de noble dignidad en ninguno de los dos. Son rostros duros, sobre todo el femenino, pintados implacablemente. Como se les ha situado en nichos iguales a los otros y, sn embargo, son bastantes más grandes qu los santos, apenas disponen de espeacio. En general, son muestras caracterísiticas del retrato realista que nos ofrecerá continuamente Jan Van Eyck. 



Al abrir los postigos, el espacio se duplica y se despliega una visión magnífica, dividida en dos pisos: arriba Dios entronizado, acompañado por la Virgen y San Juan; abajo la adoración al Cordero. Aunque siempre se menciona al cordero místico al hablar del título, no es el protagonista absoluto.  La zona superior o piso de arriba está dividido en siete tablas: en el centro está representado el padre eterno, Dios majestad entronizado, cubierta su cabeza con la tiara papal y bendiciendo con su diestra, acompañado por la Virgen María y por San Juan Bautista. Es lo que en Oriente se conocía como la Deesis, en la que María y Juan son intercesores ante Cristo Juez. En Occidente, en ell Juicio Final, se sustituye a al Bautista por el Evangelista. Hoy se cree que las tres figuras son obra de Hubert y sólo retocadas por Jan.
En los laterales aparecen dos soberbios grupos de angeles, los que cantan y los que tocan instrumentos musicales, manifestando su alegría por la obra de la Redención del pecado. 


 En los dos extremos del piso superior aparecen las magníficas figuras de Adán y Eva, que siempre causaron una profunda impresión (incluso en algún momento fueron alabados por encima de otras tablas).  Aparecen desnudos, pintados con admirable realismo, donde la fuerte carnación con ese otro elemento volumétrico les confiere una extraordinaria corporeidad. Estos cuerpos no guardan relación con los que ya se hacen en la Florencia humanística. En vez de las formas proporcionadas, donde lo anatómico se ha estudiado cuidadosamente a fin de crear cuerpos atléticos y bellos, dentro del idealismo, son dos figuras tomadas de la realidad, con cuerpos comunes y vulgares, no muy grandes de talla, anatómicamente bien estudiados, pero sin deseo de mejorarlos. Eva sobre todo destaca por las deformaciones del grueso vientre, sin disimular el vello púbico y con cara vulgar.






El piso inferior, compuesto por cinco tablas,  tiene un carácter mucho más unitario, pues se trata de Todos los Santos e Instituciones que adoran al Cordero Místico, divididos en diversos grupos, tal como aparence en el Apocalipsisis, pero una visión transfigurada y humanizada por siglos y siglos de cristiana meditación y convertida ahora en una escena de pura adoración. Parece que en el políptico se representa el texto de San Juan en Patmos, que dice: "Después de estas cosas miré, y he aquí una gran compañía, la cual ninguno podía contar, de todas estas genetes y linajes y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero vestido de ropas blancas y palmas en sus manos".
El centro del piso inferior está ocupado con un rico paisaje o lugar ideal, el "locus amoenus", prado lleno de árboles, frutos y flores, absolutamente convencional, todo pintado con delicado detalle. El verdadero centro de la obra es la imagen del Cordero, que está de pie sobre un altar con telas rojas. De su costado brota un chorro de sangre que se recoge en un cáliz, de modo que así queda clarificada su función en el ciclo. Doce angeles están en torno al altar que es también el trono, portando las armas de Cristo y otros moviendo los incensarios. Entre la figura del Cordero y la del Dios Padre del piso superior, la blanca paloma del Espíritu Santo aletea sobr un cielo de una azul purísimo y deslumbrante. Más abajo, ópticamente relacionada con el Cordero, está la Fuente de la vida, o fuente que hace una clara referencia al tema del bautismo. Son bastante importantes los personajes que rodean a la Fuente de la Vida. Los que visten mantos claros, a la derecha, casi todos arrodillados, son los apóstoles canónicos. Los que se encuentran en el lado contrario en actitud similar son los profetas. Tras los primeros, una muchedumbre de eclesiásticos, encabezados por papas que serían los obispos y confesores. Junto a los profetas, los patriarcas y toros miembros de la sinagofa, a la que se han añadido personajes no cristianos, pero muy valorados, tal es el caso de Virgilio, el rey David o Noé.


Más atrás salen de la espesura grupos de mártires, a la izquierda y de vírgenes, a la derecha. Lo demás es ese paisaje inmenso, verde por completo, lleno de plantas y frutos. Las suaves colinas semiocultan las iudades del fondo, las cuales se han querido identificar con ciudades reales (Utrecht, Gante...). Lo más normal es que los artistas no quisieran representar ninguna ciudad en concreto, sino ciudades en general y que sus edificios se puedan asemejar más o menos a este o a queél, pero no se hicieron por lo general con ese propósito.


De los cuatro ángulos del recuadro central acuden, para adorar al Cordero, cuatro grupos: todos los santos, en las cuatro tablas laterales inferiores. A la derecha se identifican con letrero los ermitaños y los peregrinos. Los ermitaños visten con ropas muy similares y la mayoría son hombres, destacándose en primer término San Antonio Abad con el bastón. Detrás asoman dos mujeres, una de las cuales es sin duda la Magdalena, por el perfume que lleva. En el otro grupo destaca la figura gigantesca de San Cristóbal, vestido con un enorme manto rojo, con su gran bastón en la mano. Las torres de los templos destacan sobre el horizonte luminoso, simbolizando la iglesia universal reunida por la fe.
Los laterales de la izquierda están ocupadas por los caballeros y los jueces justos. Los primeros son los "Christi milites", los soldados de Cristo, tan frecuentes en el arte medieval, donde destaca la imagen de San Jorge. La tabla exterior izquierda es la que se perdío, tras el robo de 1934. Aquí es donde se han querido ver representados a los mismos pintores, a altos personajes de la nobleza contemporánea, como los sucesivos Duques de Borgoña, etc. Hoy parece que eran, ni más ni menos, que los jueces justos.



Para el arte, aparte de la significación cristiana, lo importante es el milagro de la belleza, de la luz, del color e inspiración con que está ejecutada el gran retablo. Es una obra grandiosa, pues abierto el políptico ocupa toda la parede de una capilla de la Catedral de Gante. La luz le llega de lado y los tonos son tan intensos y cálidos, rojos, azules, verdes brillantes, casi metálicos, que parecen irradiar el color y que se enciendan las escenas como si estuvieran bañadas en la atmósfera transparente del Mediodía de Europa.  La técnica empleada prece haber sido el óleo. También es visible que se hizo uso abundante de las veladuras, estas finísimas capas de pintura, situadas sobre un fondo más denso y de color más profundo, que matizan ese color, que periten que se vea por transparencia, qu sobre el color de la carne se distinga una zona más rubicunda, y, sobre todo, que se obtenga el efecto de que la pintura brilla y tiene profundidad real. Esta será la característica de la futura escuela flamenca.
Aunque esta obra culmina el ciclo teológico medieval, el nuevo humanismo de Jan Van Eyck excluye todo elemento visionario: aquí está presente la humanidad, tan concreta como es, y la naturaleza con toda su requeza de formas; rocas, árboles, caballos y flores aparecen libres de significación simbólica. La adoración del cordero ocurre sobre la tierra, una tierra deslumbrante de belleza, contemplada sin nostalgia ni remordimiento del pecado.





Bibliografía:

-- Bozal, Valeriano: "Jan Van Eyck". Historia 16. Col. El arte y sus creadores, 5. Madrid, 1993.
-- Historia del Arte Salvat. Vol 7: "El Arte Gótico". Salvat. Madrid, 2005.
-- Yarza, Joaquín y Melero, Marisa: "Arte medieval II". Historia 16. Col. Conocer el arte, 65 Madrid, 1996.
-- Wikipedia.

20 comentarios:

Cayetano dijo...

Los retablos como el que aquí nos tres, y éste es una obra maestra, constituyen todo un repertorio, todo un catálogo temático completo con mil detalles y apreciaciones sobre un motivo central. Es una pintura con vocación de libro, tremendamente narrativa y descriptiva.
Mi favorito ya sabes que es "El jardín de las delicias" y me encanta de vez en cuando volver al Prado y hacer la parada obligada. Siempre descubro algún detalle nuevo.
Un saludo.

J. Eduardo V. G. dijo...

Una preciosidad de cuadro, gracias por describirlo tan bien.
Un saludo.

Katy dijo...

Tuve la suerte de verlo personalmente y extasiarmente delante de el un buen ratito. Un amaravilla. Claro que no me lo explicaron tan bien como tú. Hago una `pequeña referencia en esta entrada mia al cuadro. Si te apetece verlo. Pero no esperes mucho.
http://katy-ciudadanadelmundo.blogspot.com/2010/06/brusela-gante-lier-lovaina-belgica-ii.html

Un abrazo y feliz semana

CAROLVS II, HISPANIARVM ET INDIARVM REX dijo...

Una obra impresionante sin duda esta adoración del cordero...e interesante saber que no fue toda obra de Jan, aunque ambos hermanos presenten un estilo similar...el Tratado de Versalles hizo justicia en los artítico parece, y una vez más Napoleón y sus tropas robando por doquier...que manía oiga!

Un abrazo amigo.

Rosalía Navarro dijo...

Sin ninguna duda, estas obras que hoy nos acercas a los que no la conocíamos, están cargadas de símbolos religiosos. Las únicas tablas desplegables que conocía eran las del Bosco. Me encantaría que dedicarás alguna entrada a él Paco. Leer he leído mucho pero no bajo el punto de vista que tu tratas al arte.
Besos amigo.

RITMO RANCIO dijo...

Amigo Paco Hidalgo:
Todo un placer disfrutar con tu explicación del retablo de la adoración del cordero místico.

Este repaso y ampliación detallada, sin duda, nos han hecho gozar, en esta tarde de domingo.
Un abrazo

Miuris dijo...

Mi apreciado amigo Paco, reafirmo mi opinión de que entrar en tu blog, es asistir a la mas depurada enseñanza sobre arte.

Esta entrada además de ilustrativa, nos enseña o recuerda en el caso de quienes ya lo conocen, su relevancia y misticismo.

Abrazos

Unknown dijo...

Gracias Paco. Este poliptico daría para escribir un libro ,por su riqueza descriptiva.La técnica de veladuras da unos colores transparentes, limpios, de mucha calidad.Un saludo.

Diana de Méridor dijo...

Lastima lo del robo de la tabla. A veces no ceder al chantaje sale caro, pero bueno, tal vez así se evite que otros intenten lo mismo después.
Una entrada preciosa y completisima, monsieur.

Feliz domingo

Bisous

Xibeliuss dijo...

Fantástico análisis de una obra grandiosa. Gracias, Paco. Lo he disfrutado mucho

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Siempre la figura del donante me ha llamado la atención. Siempre me ha parecido una exhibición de vanidad compensada con su postración y su actitud orante. Muy buen análisis, como siempre. Un abrazo, Paco.

elena clásica dijo...

Querido Paco:

He aquí una obra mística donde las haya, el triunfo de la espiritualidad a través de la luz y del color que tanto impresionan. El estudio que realizas es clarificador, minucioso, pormenorizado, y extraordinario.
Toda la vida, la humana y la del mas allá, está presente, toda ella a través de personajes simbólicos. Todos se postran ante el Cordero místico. Fascinante el realismo propio de los Van Eyck en el políptico, aplicado al pueblo, a los ángeles, a los santos, a Cristo Rey, a la Virgen, a Adán y Eva.
Y me sorprende como comenta desdelaterraza, la mezcla de seres divinos y humanos como los donantes, incluidos en la pintura.

Impresionante viaje en el tiempo y en el espíritu, y maravilloso estudio.

Un abrazo, Paco.

Pedro de Mingo dijo...

Fantástica y detalladísima la explicación que nos ofrece. Su análisis me han hecho comprender mejor el significado y valor de estas magníficas obras.

Todo un placer disfrutar de su lectura en este blog.

Un cordial saludo y gracias por enseñarnos tanto.

Colotordoc dijo...

Una descripción impresionante Paco. Con un detalle como este se valora mejor el cuadro y el sentido que tiene.
Aprendo mucho viniendo aquí

Saludos

FLORESTEBANEZ / ELVIAJEROSINPRISA dijo...

Paco: No hay duendes es que he tenido una semanita larga de vacaciones pendientes que he aprovechado para visitar un poquito de Jaén y una joya especial de Córdoba que se llama Zuheros que me ha dejado impactada, sobretodo en estos días que enero nos ha regalado, soleados y sin aglomeraciones que es como me gusta viajar.
Gracias por visitarme y pronto le tocará el turno a Sevilla, tu tierra. Pero eso sí, en tiempo de calma y temperaturas primaverales, es decir en invierno.
Tus entradas siempre me enriquecen. ¡Gracias por ello!.

casss dijo...

Un excelente y nutritivo examen de esta obra. Me detengo en tu frase final: "una tierra deslumbrante de belleza, contemplada sin nostalgia ni remordimiento del pecado".... casi un estado de gracia al que nos permites arrivar.
Un fuer abrazo, Paco.

Raíces dijo...

Fantástico comentario a esta obra magna del arte

Unknown dijo...

¡Tienes un blog muy interesante y original! Te importa que “te siga”? Un saludo y encantada de haberte conocido.

Balovega dijo...

Buenas noches..

Paso a curiosear un ratito tu rincón, ahora que tengo un chance...

Besotes de lindos sueños

PACO HIDALGO dijo...

Muchas gracias a todos y todas por vuestros comentarios, siempre tan generosos, y, especialmente a los nuevos comentaristas, como Raíces y L. Atienza, a quién pasaré a visitar y darle mi más cálida enhorabuena. Salud a todos.

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