ARTE TORREHERBEROS: marzo 2010
RICHARD ESTES. "Water Taxi, Mount Desert". Óleo sobre lienzo. Kemper Museum of Contemporary Art, Kansas City (Missouri).


BIENVENIDOS A TODOS Y TODAS. Este blog nace con la única pretensión de complementar y facilitar las tareas a los alumnos/as de Historia del Arte de 2º de Bachillerato del IES Torre de los Herberos de Dos Hermanas (Sevilla), así como hacer pasar un rato agradable a todos los amantes del arte. No tiene ninguna otra pretensión intelectual. De los textos es responsable el administrador del Blog, no así de las opiniones expresadas en los comentarios. Las imágenes o fotografías, videos y presentaciones están tomadas de internet mayoritariamente, citando la autoría siempre que ha sido posible; si en alguna de ellas no aparece, es por error o descuido, y ruego que me lo hagan llegar para subsanarlo. Casi todo lo que aparece en estas páginas es libre y abierto, y se puede descargar para otros fines, pidíéndose únicamente que se cite la procedencia.





martes, 30 de marzo de 2010

CURIOSIDADES Y ARTE ORIGINAL


Para que os relajéis un poco, ahora que estamos en  vacaciones, os dejaré algunos videos y enlaces curiosos y divertidos, ya que todo no va a ser estudio, trabajos, comentarios, exámenes... Deja los altavoces concetados.

En primer lugar, tenemos un video de un tema de un grupo franco-americano donde se hace un repaso a varias cuadros de la historia del arte. El grupo se llama Hold Your Horses y la canción 70 million. Lo he descubierto gracias a Gonzalo Durán, quién lo ha colgado en su blog Línea Serpentinata:




Ahora podemos ver unas espectaculares fotografías panóramicas en 360º de París, en especial de la Torre Eiffel y vistas del Sena. En la misma página se puede también contemplar imágenes de Bruselas. Pulsa en el enlace bajo la fotografía:




Siguiendo con París, es imposible no quedarse maravillado viendo esta espectacular fotografía de fotografías, de 26 gigapixeles:


Hasta el 22 de abril se puede visitar en Madrid en la Fundación Mapfre (Paseo de Recoletos, 23) la exposición "Impresionismo. Un nuevo renacimiento", con obras cedidas por el Museo D´Orsay de París. Quién no pueda visitarla, puede hacerlo viendo este magnífico recorrido virutual:




Ahora veamos una presentación sobre unas iglesias originales y distintas, bien explicadas.

sábado, 27 de marzo de 2010

SABINA (Y 2)


Esta entrada será el complemento a la que hicimos anteriormente sobre versos de amor de Joaquín Sabina. En ella se recogen reflexiones, pensamientos y, casi, sentencias del cantante andaluz sobre la vida, la gente, la realidad cotidiana, salvo las referencias amorosas. No es esta la temática habitual de un blog dedicado a la historia del arte y, probablemente, no haya más post del mismo tipo. La génesis de estas entradas se deben (además de mi debilidad por Sabina, sobre todo por sus letras, por sus malabarismos lingüísticos, auténtico titiritero de las palabras, pero también por su autenticidad, su compromiso y por llamar a las cosas por su nombre), por una promesa hecha a una amiga de muchos años, tan fan o más que yo de él. En vacaciones podemos permitirnos tales lujos.
Como en la anterior entrada, la iniciamos con una serie de frases del cantante en entrevistas en prensa, para pasar luego a dejar los versos de sus canciones.



La monarquía es un déficit democrático que sufrimos por herencia.



Sólo echo de menos la droga cuando me pongo a escribir una canción y a las cuatro horas tengo sueño…


Las musas no cobran derechos de autor. Yo sí.


Soy un anarquista que nunca se salta un semáforo en rojo.


Está bien tener sombrero, por si se presenta una buena ocasión para quitárselo.


No existe una vida más lujosa que la de vivir sin teléfono y sin coche.


Mi única creencia es en la Diosa Razón.


Los gimnasios están llenos, las librerías siguen vacías.


Soñaba con ser Shakespeare y me he quedado en Machín.


Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: No estoy de acuerdo.


Yo amo el alcohol y las drogas, pero detesto a los borrachos y a los drogadictos.

Con Benjamín Prados, Almudena Grandes, Ángel González y Luís García Montero

 Me considero un rojo sin diminutivos. No soy un rojillo, soy un rojo, un rojazo. Y eso no quiere decir comunista, ni socialista, ni anarquista, quiere representar esa hermosísima ideología de hace unos años, que hacía creer que esta infamia de mundo podía cambiar de alguna manera.

Hay que condenar todas las muertes, incluso la natural.

La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse.

Lo único que le debemos a Colón es que trajera el tabaco a España.

No soy adicto a los divos de la ópera; cultivan el músculo de las cuerdas vocales y me parecen más deportistas que artistas.

El otro día mi novia me dijo muy feliz que era el primero en Youtube o no se qué descargas ¿iTunes? Como no me sonaba de nada no me pude alegrar.

Yo siempre quise ser Peter Pan, y a base de irresponsabilidades lo estoy consiguiendo.

Soy mucho mejor fumador que cantante.

Hay que envejecer sin madurar.

¿Quién coño desea el equilibrio?

Bastante trabajo me ha costado cometer mis pecados, como para malbaratarlos en arrepentimientos vanos.

Hay una globalización y estandarización no de la cultura, sino de la incultura.

En una entrevista:

- Joaquín , empiezas a tener problemas de garganta, ¿Quizás tengas que dejar de fumar para seguir cantando?

- No, no, ni loco. En todo caso dejaré de cantar para seguir fumando.

La poesía huye, a veces, de los libros para anidar extramuros, en la calle, en el silencio, en los sueños, en la piel, en los escombros, incluso en la basura. Donde no suele cobijarse nunca es en el verbo de los subsecretarios, de los comerciantes o de los lechuginos de televisión.

Empezamos viendo el videoclip de "Lágrimas de plástico azul", canto a la realidad cotidiana diaria.




Seguimos con los versos de las canciones:

Bailar es soñar con los pies.
(Jugar por jugar)


Que se mojen las balas (…)
Que se muera el olvido.
que se escondan las llaves de los juzgados,
que se acuerde Cupido de los maridos abandonados.
(Esta noche contigo)


Porqué invertir en latas de sopa boba, es como barnizar el propio ataúd.
(Vámonos pal sur)


Más de cien palabras, más de cien motivos
 para no cortarse de un tajo las venas.
Más de cien pupilas, donde verse vivos,
más de cien mentiras que valen la pena .
(Más de cien mentiras)


Me enamoro de todo, me conformo con nada;
un aroma, un abrazo, un pedazo de pan
y lo que buenamente me den por la Balada
de la vida privada... de Fulano de Tal.
(Siete crisantemos)

Ahora que está tan sola la soledad.
(Ahora que…)


Las mejores promesas son esas que no hay que cumplir.
(Yo también sé jugarme la boca)


Tú que eras un maestro en el difícil arte
de no mojarte bajo un chaparrón (…)
Que no hay ser humano que le eche una mano
a quien no se quiere dejar ayudar.
(Conductores suicidas)


Qué pequeña es la luz de los faros de quien sueña con la libertad.
(Pájaros de Portugal)


Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.
(Noches de Boda)


También en el infierno llueve sobro mojado,
lo sé porque he pasado más de una noche allí.
(siete crisantemos)


Aunque, gracias a Dios, yo no soy creyente.
(Como te digo una "co" te digo la "o")


Corre, dijo la tortuga,
atrévete, dijo el cobarde,
estoy de vuelta, dijo un tipo
que nunca fue a ninguna parte,
sálvame dijo el verdugo,
sé que has sido tú,
dijo el culpable,
no me grites, dijo es sordo,
hoy es jueves, dijo el martes.
(Corre dijo la tortuga)


Más antes que después he de enfrentarme al delicado momento
de empezar a recogerme, de sentar la cabeza,
de resignarme a dictar testamento (perdón por la tristeza).
(A mis cuarenta y diez)


Siempre que me confieso me doy la absolución.
(Con dos camas vacías)

¿Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar?
(Peces de ciudad)

Si lo que quieres es vivir cien años, no vivas como vivo yo.
(Pastillas para no soñar')

Qué voy a hacerle yo, si me gusta el whisky sin soda, el sexo sin boda
 y las penas con pan.
(Whisky sin soda )


Más vale que no tengas que elegir
entre el olvido y la memoria...
entre la nieve y el sudor...
Será mejor que aprendas a vivir
sobre la línea divisoria
que va del tedio a la pasión(…)
Y sal ahí
a defender el pan
y tu alegría.
Y sal ahí
para que sepan
que esta boca es mía, que esta boca es mía.
(Esta boca es mía)


"Esta boca es mía", canción para sacar coraje, redaños y autoestima

Qué poco rato dura la vida eterna.
(Nos sobra los motivos)

Ahora que tocan los ojos,
que miran las bocas,
 que gritan los dedos...
(Ahora que)


Puestos a desangrarnos tú contra yo, ¿por qué no hacemos las paces? (…)
Mientras la tierra gire y nade un pez hay vida todavía.
(Pie de guerra)


La vida no es un block cuadriculado
sino una golondrina en movimiento
que no vuelve a los nidos del pasado
porque no quiere el viento.
Hacen falta cosquillas para serios,
pensar despacio para andar deprisa.
(jugar por jugar)


Que no te quiten la vez los que hablan sin respirar
(Me pido primer)


Paso de la falsa belleza igual que el sabio
que no cambia París por su aldea.
(Besos en la frente)


La muerte es sólo la suerte, con una letra cambiada.
(Embustera)


Tiene la vida un lánguido argumento
que no se acaba nunca de aprender;
sabe a licor y a luna despeinada,
que no quita la sed (…)
Han pasado los días como hojas
de libros sin leer.
(Dos horas después)


Cuando me hablan del destino, cambio de conversación.
(Cuando me hablan del destino)

El día del juicio final puede que dios sea mi abogado de oficio.
(A mis cuarenta y diez)


Canta la canción de las noches perdidas,
quema como el gas azul de los mecheros,
sirve para echar vinagre en las heridas,
miente como mienten todos los boleros.
(La canción de las noches perdidas)


Y el sol es una lágrima en un ojo que no sabe llorar.
(Dos horas después)


Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver.
(Peces de ciudad)

La madrugada no tiene corazón.
(Vámonos pa´l sur)


Las niñas ya no quieren ser princesas
y a los niños les da por perseguir
el mar dentro de un vaso de ginebra,
pongamos que hablo de Madrid.
(Pongamos que hablo de Madrid)


"Todos menos tú", donde se hace un repaso a toda la fauna nocturna a
altas horas de la madrugada.

Que el diccionario detenga las balas (…)
Que gane el quiero la guerra del puedo,
que los que esperan no cuenten las horas,
que los que matan se mueran de miedo.
(Noches de boda)

La noche que yo amo tiene dos mil esquinas (…)
La noche que yo amo no amanece jamás.
(Negra noche)

Y la vida siguió como siguen
las cosas que no tienen mucho sentido;
una vez me contó un amigo común
que la vio donde habita el olvido.
(Donde habita el olvido)

Cuando estalle la guerra estaré en la trinchera contigo.
(Resumiendo)

Como si llegaran a buen puerto mis ansias,
como si hubiera donde hacerse fuerte,
como si hubiera por fin destino para mis pasos,
como si encontrara mi verdad primera.
(como un dolor de muelas)

Cuando siento piedad por sentir lo que siento,
cuando no sopla el viento en ninguna ciudad,
cuando ya no se ama ni lo que se celebra,
cuando la nube negra se acomoda en mi cama.
(Nube negra)

El club del desengaño de madrugada está superpoblado.
(Zumo de neón)

Esta necesidad de necesitarte,
este llamarte sin quererte llamar,
este olvidarme del deber de olvidarte.
(Nos sobran los motivos)

No permita la virgen que tengas poder
Sobre lágrimas, egos, haciendas.
(No permita la virgen)

Si la derrota tuviera vacuna,
si se dejara engañar la fortuna,
si el corazón descubriera un camino
Que desmintiera la ley del destino.
(Pisando charcos)

Cuando las cartas salen malas y van los dioses a lo suyo.
(Como unos viejos calcetines)

La muerte es una amante despechada
que juega sucio y no sabe perder.
(Todavía una canción de amor)

Tolito tiene un corazón que le sale por la camisa (...)
Su oficio es retorcerle el cuello a la pena
y abrir una ventana a la fantasía.
(Tolito)

Por fin, con veinte años
se la llevó un extraño
y no perdí una hija,
gané un cuarto de baño.
(Pero qué hermosas eran)

miércoles, 24 de marzo de 2010

JOSÉ RIBERA, "LO SPAGNOLETTO"

José Ribera, en un grabado del siglo XIX de la Biblioteca Nacional de Madrid

En pintura, la primera mitad del siglo XVII en España se caracteriza por el realismo y el tenebrismo, de influencia directamente italiana. En este momento, las novedades del realismo y la iluminación nocturna que ya habían empezado tímidamente en El Escorial, invadirán toda España y se enriquecerán por la aportación caravaggiesca. Los focos más importantes son Castilla, con la corte de Madrid (Vicente Carducho, Eugenio Cajés y Juan Bautista Maino) y Toledo (Luis Tristán, Juan Sánchez Cotán y Pedro Orrente) como centros, Andalucía con Sevilla (Juan de Roelas, Francisco Pacheco y Herrera el Viejo), y Valencia. El foco más definido de esta primera mitad es el Valenciano, el cual arranca ya del siglo anterior con Ribalta y Ribera.

La escuela valenciana es la más importante en España a principios de siglo. Un gran pintor de principios de siglo es Francisco Ribalta (1565-1628), que inicia su andadura pictórica desde una influencia de Navarrete y otros pintores del círculo del Escorial. Su obra representa el vínculo entre el último manierismo y las nuevas corrientes barrocas. Así, su estilo va avanzando en la dirección realista, hasta desembocar en obras enteramente tenebristas con un magnifico conocimiento de lo real, una iluminación muy contrastada y una preferencia muy marcada por modelos feos, nada estilizados. Participa plenamente del espíritu contrarreformista, haciendo obras visionarias, sobrenaturales, pero muy creíbles para el espectador, gracias a su sencillez y realismo cercano, sin embellecimientos supérfluos.
En su Visión de San Francisco hace patente que su fin principal no es resaltar la belleza de sus figuras sino el realismo y la expresividad de las mismas, las cuales llegan a impresionar por su vigor. En su Crucificado abrazando a San Bernardo, la fuerza del dibujo, la sólida anatomía del cuerpo de Cristo, los espléndidos pliegues del hábito y la luz lateral son el fruto de la madurez artística del pintor.

Francisco Ribalta. Cristo abrazando a San Francisco. Óleo sobre lienzo (158 x 133 cm.). 1625. Museo del Prado. Madrid.

José Ribera ( 1591-1662) es un artista fundamental en el Barroco español. Nacido en Játiva, se sabe muy poco de sus primeros años, estando, al parecer, en el taller de Ribalta. Muy pronto, a los diecisiete años se traslada Italia, primero a Milán y Parma, más tarde a Roma, donde recogerá el influjo de Caravaggio, e incluso de Reni y Carracci, y después se traslada a la Corte de Nápoles donde triunfa a las órdenes de los Virreyes de España (entre ellos, el Duque de Alba). Precisamente allí será conocido como el “Spagnoletto”, debido a su origen español y a su pequeña estatura. Allí, sus principales clientes serán las instituciones religiosas napolitanas y los virreyes españoles, que le protegen, teniendo al principio mucha fama como grabador, técnica que dominó con maestría. El apoyo de los virreyes y de otros altos cargos de origen español explica que sus obras llegasen en abundancia a la Península Ibérica. Así,  actualmente,  el Museo del Prado posee más de cuarenta cuadros suyos. Ya en vida era famoso en su tierra natal y prueba de ello es que Velázquez le visitó en Nápoles en 1630.
En Roma Ribera admiró a Caravaggio y entró en contacto con sus discípulos. Sus primeros cuadros son enteramente tenebristas, pero su pintura evolucionó hacia una personalísima interpretación del naturalismo, exagerando, a veces, los elementos de crispación y dureza, pero, a la vez, estudiando la pintura veneciana, incluso a Rubens, e introduciendo elementos coloristas, dinámicos y sensuales en sus composiciones. Su pintura se caracteriza por la profunda emoción religiosa de sus temas, el dominio del color y de la luz bajo un prisma tenebrista, pero con una riqueza cromática que supera a la de Caravaggio y que Ribera aprendió de los venecianos. Su sentido de la realidad, de las calidades de las cosas, se traducen en una técnica espesa, que casi consigue el relieve de las arrugas de la piel o de los pliegues de las telas.
Por su situación privilegiada de un pintor de los virreyes, es uno de los pocos pintores españoles que cultiva el género mitológico, en cuadros como Apolo desollando a Marsias o Sileno borracho, ambas escenas muy realistas. También hace una versión del mito de Ixión.


Sileno borracho. Óleo sobre lienzo (185 x 229 cm.). 1626. Museo de Capodimonte. Nápoles.
Apolo desollando a Marsias. Óleo sobre lienzo (182 x 232 cm.). Museo de Capodimonte. Nápoles.

 Pero en su obra no faltan cuadros realistas y sociales, inspirados por su vivencia bohemia en Roma, como El niño patizambo, quien sonríe mostrando la suciedad de sus dientes ajeno a la tragedia de su pie destrozado. Ribera muestra la figura del lisiado de manera casi monumental, con tonos casi monocromos y una estructura compositiva simple, siendo fiel testimonio de una crítica a la cultura científica y a la miseria humana.    
Un cuadro naturalista hecho para el Virrey, el Duque de Alcalá, es La mujer barbuda. Ribera conoció la noticia de que a una mujer le creció de improviso la barba y bello por el cuerpo, y el pintor decide pintarla, en compañía de su esposo y de un hijo pequeño a quién amamanta. En este cuadro tan insólito se ve el drama de la mujer transformada en hombre (por padecer hirsutismo) y la resignación de su marido.

























El niño patizambo. Óleo sobre lienzo (164 x 92 cm.). 1642. Museo del Louvre. París.
La mujer barbuda. Óleo sobre lienzo (126 x 194 cm.). 131. Fundación Casa Ducal Medinaceli. Toledo.

Ribera es un pintor obsesionado con la realidad, en representar todo aquello que se de en la naturaleza, aunque sea desagradable, raro o feo. Incluso se complace en representar lo violento y lo repugnante de la naturaleza, siendo mucho tiempo considerado pintor de martirios y carnes maceradas. El género religioso ocupa la parte central de su actividad. Sus apósteles, donde destaca el San Andrés del Museo del Prado, y sus ermitaños (San Pablo, La Magdalena penitente...), que hacen penitencia en cuevas oscuras, iluminadas al fondo por una entrada que permite ver un tronco desnudo o una composición triangular, traducen su religiosidad heroica, que beben en la sensibilidad de los primeros cristianos, y su inclinación a los cuerpos arruinados por la vejez o el hambre (Arquímedes). En todas estas obras Ribera toma como modelo tipos realistas de la calle, como ya hizo Caravaggio y como hará, más adelante, Velázquez con sus mendigos.






San Andrés. Óleo sobre lienzo (123 x 95 cm.). 1630. Museo del Prado. Madrid.
Magdalena penitente. Óleo sobre tabla (185 x 195 cm.). 1641. Museo del Prado. Madrid. 

 
Arquímides. Óleo sobre lienzo (125 x 81 cm.). 1630. Museo del Prado. Madrid.

Afán constante de su estilo es la representación de la ruina del cutis humano; es el pintor de las frentes arrugadas, los dedos ásperos, los muslos delgados, que permiten la visión de los huesos. Su sensibilidad dramática le inclina hacia el tema de los anacoretas y penitentes y en sus cuerpos demacrados por los efectos de la abstinencia. Lord Byron decía de Ribera que pintaba con la sangre de los Santos, por su intensidad en el trazo, por su desgarrada anatomía. Si en la riqueza del color y en la maestría de la composición podría ser considerado un pintor italiano, por la emoción religiosa y por su realismo intenso constituye uno de los exponentes más altos del barroco español.
Entre los cuadros realistas religiosos destaca El martirio de San Andrés. Pertenece a su primera etapa tenebrista. La inspiración de Caravaggio se demuestra en la composición y en las figuras pero la técnica es minuciosa y los colores más sombríos. La luz ilumina al desnudo anciano que es atado a la cruz para sufrir el martirio. Su cabeza, de barba blanca, se vuelve al sacerdote inclinado hacía él que sostiene una estatuilla de Júpiter, queriendo obligar al santo mártir a venerar los dioses paganos. Impresionante también es El martirio de San Felipe, considerado erróneamente durante mucho tiempo como Martirio de San Bartolomé. Pertenece a su segunda etapa, donde aparecen colores más claros y una influencia veneciana. Sigue siendo una pintura realista pero realizada más suavemente. En las obras de martirios, Ribera no representa el acontecimiento en el momento en que se produce sino la preparación al suplicio. El santo aquí es suspendido del mástil donde va a ser desollado pero no hay sangre ni violencia. Lo que Ribera quiere señalar es la impasible atención del coro de espectadores (incluso una madre con su hijo), el esfuerzo muscular de los que tiran de las cuerdas para elevar el cuerpo del Santo y la profunda resignación del mártir que se entrega a la muerte. El aspecto dramática recalcado es la violencia de los verdugos y el sufrimiento del mártir. La escena está compuesta a base de dos triángulos cuyo lado común es el cuerpo del Santo marcando una diagonal y el madero es la base de otro doble triángulo. Tonos claros, luminosidad de la escena, todo ello son características de la escuela veneciana.



















Martirio de San Andrés. Óleo sobre lienzo (285 x 183 cm.). 1628. Museo Magiar de Bellas Artes. Budapest.
Martirio de San Felipe. Óleo sobre lienzo (234 x 234 cm.). 1639. Museo del Prado. Madrid.

Entre sus grandes composiciones religiosas destaca El Calvario, que se conserva en la Colegiata de Osuna (Sevilla), de su primera época, donde se aprecia su iluminación tenebrista y el gran claroscuro caravaggiesco, aunque la obra se compensa con aspectos clasicistas, como el rostro de Cristo, tomado de Reni y el cuerpo del crucificado, inspirado en Miguel Ángel. El tratamiento de la escena está cargado de patetismo, destacando los gestos de tristeza de san Juan, la Virgen y la Magdalena. La composición se organiza a través de un triángulo invertido y diversas diagonales que aportan ritmo y dramatismo al conjuntoTambién obra religiosa de gran devoción es La Trinidad del Prado; en esta obra combina el estilo tenebrista de sus años juveniles, la cual se aprecia en la violenta iluminación del cuerpo de Cristo, con un pictoricismo preciosista. 























El Calvario. Óleo sobre lienzo (336 x 230). 1620. Colegiata de Osuna (Sevilla).
La Trinidad. Óleo sobre lienzo (226 x 118 cm.). 1635. Museo del Prado. Madrid.

Otra obra religiosa es El Sueño de Jacob, donde insiste en su preocupación por la fuerza, en la visión de ese hombre pesado y fornido que yace dormitando. Es un tema del Antiguo Testamento, según el cual, Jacob al dormir tiene un sueño donde aparecen unas escaleras por dondo suben y bajan ángeles, interpretado como símbolo de la vida contemplativa, pero Ribera insiste en la humanidad del pastor. Se aprecia su culto al color, de raigambre veneciana, la fuerza escultórica de un personaje que reposa sin perder la tensión de las manos, el tronco desnudo que fija poderosamente una de las diagonales de la composición. Por último, excepcional es su Inmaculada Concepción, que el virrey destina al retablo del Monasterio de Monterrey en Salamanca. Trata el tema de manera tradicional y viste a la Virgen con manto azul y túnica blanca e incorpora a los ángeles a su alrededor. Pero llama la atención por su desusado formato y su exuberancia cromática. Destaca el dinamismo de las figuras y el abandono de cualquier referencia al tenebrismo de Caravaggio, iniciando una etapa caracterizada por el pictoricismo y el luminismo, dentro del más absoluto barroco colorista. Esta imagen, colorista, vital, luminosa, renovará el tema iconográfico de la Concepción en España e influirá sobre las Purísimas de Murillo y Alonso Cano.



El sueño de Jacob. Óleo sobre lienzo (179 x 127 cm.). 1639. Museo del Prado. Madrid.
Inmaculada Concepción. Óleo sobre lienzo (502 x 329 cm.). Museo del Convento de Agustinas Recoletas. Salamanca.

Ribera es una de las figuras capitales de la pintura, no sólo de la española, sino de la europea del siglo XVII y, en cierto modo una de las más influyentes ya que sus formas y modelos se extienden por toda Italia, Centro de Europa y a la Holanda de Rembrandt y ni que tiene que decir de la huella que dejará en España. A lo largo de sus obras, podemos visualizar que Ribera no va a ser un pintor con un único registro, sino que su lenguaje va a ceñirse con admirable precisión a cada uno de los hechos acaecidos. Superando el tenebrismo inicial, volverá a los intensos contrastes de luz y de sombra cuando ciertos asuntos lo exijan o cuando la iconografía lo reclame.
Podemos decir que es un creador extraordinario ya que posee la capacidad de crear imágenes palpitantes de pasión verdadera al servicio de una exaltación religiosa, que no es sólo española, sino de toda la Contrarreforma católica y mediterránea; su maestría colorista, que recoge toda la opulencia sensual de Venecia y de Flandes, a la vez que es capaz de acordar las más refinadas gamas planteadas del más recogido lirismo; y su inagotable capacidad de «inventor» de tipos humanísticos que prestan su severa realidad a santos y filósofos antiguos con idéntica gravedad, hacen de él una de las cumbres de su siglo.

domingo, 21 de marzo de 2010

SABINA ESCRIBE AL AMOR


Para conmemorar el día Internacional de la Poesía (21 de marzo), además de la llegada de la primavera, ArteTorreherberos va a hacer una excepción y va a recoger algunas de los versos de amor de uno de los más importantes cantautores o músico-poetas de nuestro país: Joaquín Sabina, el cantante de Úbeda. Calificado de provocador, irónico, soez, rebelde o noctámbulo, nos encontramos ante un artista que disecciona y refleja como nadie en sus canciones la realidad cotidiana, haciendo auténticas crónicas de sociedad y de sentimientos, con los versos justos, directos e hirientes, que muchos piensan y sufren, pero que pocos dicen. Y le corresponden muchos de esos calificativos, porque él mismo se los ganó a pulso, aconseja malvivir y pecar, él que ha conocido todos los placeres y sinsabores de la noche y de las madrugadas (La madrugada no tiene corazón, dice en una canción), de tantos garitos  de Lavapiés y Malasaña, además de todos los vicios imaginables.
Pero además de todo eso, de su imaginación han salido baladas y canciones de amor que los mejores poetas hubieran querido firmar, y que forman parte de nuestras vidas y vivencias personales ("Nunca soñe con que iba a cantar... siempre quería escribir"). Y sus letras, más que poesías, son auténticas novelas, muchas de ellas con entrada, nudo y desenlace (él mismo afirma que más que cantante es contante). Y, como su admirado Quevedo, es además capaz de vivir en propia piel las increíbles y brillantes historias que relata.
Sus versos se caracterizan por rima fina y directa, sus hallazgos verbales, por sus metáforas frías y comparaciones inimaginables, por su peculiar manera de levantar universos líricos a base de juntar locuciones adverviables, frases hechas y las negaciones de aquellas. Pero además, sus canciones son inteligentes, astutas, socarronas, divertidas y, en muchos casos, contradictorias, ya que le gusta como a nadie escalar hacia la palabra y rima más hermosa, como dejarse caer y resbalar al ripio y ordinariez más alarmante. Ahí reside la clave de su éxito (sigue siendo el artista español que más vendió en 2009 y cuando escribió su libro de poemas "Ciento volando de catorce", éste se colocó entre los libros más vendidos del pais), en el juego dual, en la gracia y la sutileza, en el juego de los contrastes, en los enunciados y negaciones constantes, en las retahílas interminables.

Con Jimena

Su poesía bebe de los poetas del dolor y del fracaso: César Vallejo, Pablo Neruda, Cernuda, Gil de Biedma, Leonard Cohen... Y, precisamente, al dolor, al fracaso, al desamor es a lo que más ha cantado, pero también a la pasión desenfrenada y al sexo, a los maridos abandonados, a los que viven una doble vida,  a las aves de paso o magdalenas, que nos dan lo mejor de sí "cuando el alma necesita un cuerpo que acariciar"...
El universo poético y amoroso de Sabina es inagotable. Pero sus versos son profundos y sinceros y, aunque hayan salido de su cabeza y de su imaginación, hoy nos pertenece a todos y están en la memoria de todos nosotros, como suele ocurrir con las grandes obras literarias, los mejores lienzos o las mejores partituras. Pero dejemos hablar al maestro jiennense, que se bajó en Atocha y se quedó en Tirso de Molina.
Empezamos dejando el video de una de sus grandes canciones de amor, interpretada en directo:
"Y sin embargo".



En primer lugar expondremos algunas de las frases de Sabina sobre el amor en entrevistas y artículos, para pasar a recoger los mejores versos de amor para el que escribe (probablemente no estén todos, pero sí las que me gustan; los lectores en los comentarios pueden complemetarlos o señalar sus favoritos).

El amor es una epidemia que se acaba con el tiempo

Me dicen: ¿no ves que hay tías que sólo quieren ligarse a Sabina por ser famoso? Para eso, entre otras, he escrito más de 300 canciones en mi vida.

Los hombres engañan más que las mujeres; las mujeres, mejor.

No lo puedo remediar, me gustan todas las mujeres. Me enamoro con mucha facilidad, pero con la misma facilidad me desenamoro, y eso sólo tiene una cosa buena: me permite hacer muy buenas canciones.

No soporto a las mujeres que tienen una obsesión terrible por la limpieza, porque por debajo de eso hay siempre miedo u odio por el sexo.

Cada vez escribo más historias de amor, será porque cada vez ligo menos.

Soy un estupendo consolador de viudas.

Alicia Koplowitz me pondría cachondo aunque fuera una pastorcilla de pueblo.

Soy muy mal novio, un pésimo amante y peor marido. Pero soy un estupendo amigo.

Las canciones deben ser tristes, porque deben hablar del desamor, del fracaso; cuando estás en ese momento, tan escaso en la vida, de pasión compartida y felicidad, no se escribe, se vive.

Yo soy heterosexual muy a mi pesar.

Me gusta que haya religiones, porque me encanta pecar.

Versos de amor 

Lo bueno de los años es que curan heridas,
lo malo de los besos es que crean adición.
(Siete crisantemos).

Los besos que perdí por no saber decir "te necesito".
Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido,
una vez me contó un amigo común que la vió
donde habita el olvido.
(Donde habita el olvido)

No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.
(Con la frente marchita).

Y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres;
porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan
nunca mueren.
(Contigo)


Tú que tanto has besado, tú que me has enseñado,
sabes mejor que yo que hasta los huesos,
sólo calan los besos que no has dado
los labios del pecado.
(Y sin embargo)

Entre dos curvas redentoras, la más prohibida de las frutas
te espera hasta la aurora,
la más señora de todas las putas,
la más puta de todas las señoras (...)
la Magdalena...
(Una canción para la Magdalena)

Siempre tuvo la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta.
(19 dias y 500 noches)

Con ella descubrí que hay amores eternos que duran lo que dura un corto invierno.
(Amores eternos)

Puedo ponerme humilde y decir: que no soy el mejor,
que me falta valor para atarte a mi cama;
Puedo ponerme digno y decir: -toma mi dirección
cuando te hartes de amores baratos, de un rato… me llamas-.
(A la orilla de la chimenea)

Hay caprichos de amor que una dama no debe tener.
(Peor para el sol)

El tren es un microbús que solo cruza una vez esta absurda y breve comedia; Y yo no soy Mickey Rourke ni tú Kim Basinguer, ni tengo nueves semanas y media.
La buena reputación es conveniente dejarla caer a los pies de la cama;
hoy tienes una ocasión de demostrar que eres una mujer además de una dama.
(Y si amanece por fin)


Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
(Noches de boda)

Cuando, al punto final de los finales,
no le siguen dos puntos suspensivos.
(Agua pasada)


El universo era más ancho que sus caderas.
(Mentiras piadosas)


Y yo que nunca tuve más religión que un cuerpo de mujer.
(Medias Negras)


 Ahora que, sin saber, hemos sabido,
querernos como es debido, sin querernos todavía (…)
Ahora que los sentidos sienten sin miedo.
Ahora que me despido pero me quedo.
(Ahora que)

Luego todo pasó, de repente
tu dedo en mi espalda dibujó un corazón
y mi mano le correspondió debajo de tu falda.
(Y nos dieron las diez)

De sobras sabes que eres la primera,
que no miento si juro que daría
por ti la vida entera, por ti la vida entera;
y, sin embargo, un rato, cada día,
ya ves, te engañaría con cualquiera,
te cambiaría por cualquiera.
(Y sin embargo)


Ella le pidió que la llevara al fin del mundo;
el puso a su nombre todas las olas del mar.
(Ruido).

Yo no quiero un amor civilizado, con recibos y escena del sofá;
yo no quiero catorce de febrero ni cumpleaños feliz.
Yo no quiero cargar con tus maletas; yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero domingos por la tarde; yo no quiero columpio en el jardín;
lo que yo quiero, corazón cobarde, es que mueras por mí.
(Contigo)




Y en otros ojos me olvidé de tu mirada
y en otros labios despisté a la madrugada
y en otro pelo
me curé del desconsuelo
que empapaba mi almohada (...)
Y una mañana
comprendí que a veces gana
el que pierde a una mujer.
(Como un explorador)
En asuntos de amor, siempre pierde el mejor.
(seis tequilas)

Las más explosivas damas,  me dejaban en la cama congelado.
Ten cuidado al desnudarme, no vayas a estropearme mi peinado.
(Besos en la frente)

Y cada vez peor,
y cada vez más rotos,
y cada vez más tú,
y cada vez más yo,
sin rastro de nosotros.
(Amor se llama el juego)


Y me envenenan los besos que voy dando,y, sin embargo,
cuando duermo sin ti contigo sueño y, con todas, si duermes a mi lado.
(Y sin embargo)


Yo te miro crecer con la baba mojando zaguanes,
y me quedo a dos velas,
con tan poquita tela que cortarte, malditos don juanes (…)
Sufro tu adolescencia como una insolencia
que disfruta volviéndome loco.
(Ay Rocío); a su hija.



La pasión, por definición, no puede durar´.
(Mentiras piadosas)


Algunas veces duermo y dejo la puerta
de mi habitación abierta
por si acaso se te ocurre regresar;
más raro fue aquel verano
que no paró de nevar.
(Que se llama soledad)


Opino, con Sade, que al deseo los frenos le sientan fatal.
(Whisky sin soda)


Me echó un cable la lluvia, yo andaba con paraguas y ella no
-¿A donde vamos rubia? -A donde tú me lleves. - Contestó.
Así que fuimos hasta mi casa. -Que es el polo.
-Le advertí. -Con un colchón nos basta; de estufa, corazón, te tengo a tí.
(Medias negras)


Quién hará mi trabajo debajo de tu falda,
la boca que era mía de que boca será (…)
Ya no cierro los bares ni hago tantos excesos,
Cada vez son más tristes las canciones de amor.
(Camas vacías)

Ponle un par de cuernos a tu depresión.
(Cuernos)

Inútil como un sello por triplicado,
como el semen de los ahorcados,
como el libro del porvenir,
violento como un niño sin cumpleaños,
como el perfume del desengaño (...)
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
(Así estoy yo sin ti)

De ti depende y de mí que entre los dos siga siendo ayer noche,
 hoy por la mañana.
(Y si amanece por fin)


Contigo he comprendido que la humedad es algo que se seca y se olvida,
Gracias a ti he sabido que la verdad es sólo un cabo suelto de la mentira (…)
Las mujeres que se van, se quedan en el camino.
(Embustera).


Me han traído hasta aquí tus caderas, no tu corazón.
(Peor para el sol).


Hay mujeres que buscan deseo y encuentran piedad (…),
Hay mujeres que van al amor como van al trabajo.
(Mujeres fatal)


Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna,
lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de la falda de alguna
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.
(Tan joven y tan viejo)


Así que no andes lamentando lo que pudo pasar y no pasó:
aquella noche que fallaste, tampoco fui a la cita yo.
(Tratado de impaciencia nº 10)


Algunas madrugadas me desvelo
y ando como un gato en celo
patrullando la ciudad.
En busca de una gatita
en esa hora maldita
en que los bares… a punto están de cerrar.
Cuando el alma necesita
un cuerpo que acariciar
(Que se llama soledad)


Que en la frontera de los treinta quema menos el amor,
pero aún calienta.
(Mónica)

Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas.
(Agua pasada)




Me falta una mujer, me sobran seis tequilas.
(Seis tequilas)

No corras si te llamo de repente,
no te vayas si te digo "piérdete":
a menudo los labios más urgentes
no tienen prisa dos besos después.
(Todavía una canción de amor)


Ayer no me querías, hoy no te quiero; mañana no tendremos a quién querer.
(Vámonos p´al sur)

Conmigo no contaba el porvenir,
de ti no se acordaba el verbo “amar”.
(El rocanrol de los idiotas)

Y dile que la echa de menos cuando aprieta el frío,
cuando nada es mío, cuando el mundo es sórdido y ajeno,
que no se te olvide, es de esas que dan
siempre un poco más que todo y nada piden.
(Cuando aprieta el frío)


No abuses de mi inspiración, no acuses a mi corazón,
tan maltrecho y ajado que está cerrado por derribo,
por las arruga de mi voz se filtra la desolación
de saber que estos son los últimos versos que te escribo.
Para decir condios a los dos nos sobran los motivos.
(Cerrado por derribo)

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