Monasterio de San Clemente de Tahull. Valle de Boí (Lleida). S. XII
En esta segunda entrada, dedicada a la arquitectura románica, nos vamos a centrar en las características de los monasterios medievales, en sus partes y estancias principales.
El desarrollo del Monacato se inicia con la Orden benedictina, que fue fundada por San Benito de Nursia en el 529 en el monasterio de Monte Casino (Campania italiana). Sus normas eran muy estrictas y obligaban a residir en comunidad en el monasterio frente a la vida errante de los ascetas primitivos; también exigía cumplir los votos de pobreza, castidad y obediencia al abad. Dio mucha importancia al trabajo manual, equiparable a la oración como instrumento para alcanzar la santificación personal: esto se tradujo en la máxima de San Benito de “Ora et labora”. Así, los monasterios, construidos en los campos, debían ser autónomos en la cobertura de sus necesidades y, al mismo tiempo, centros de evangelización y los únicos centros culturales de la época. Durante los siglos X y XI se produjo un fuerte impulso reformista en la vida monástica. En el monasterio de Cluny en la Borgoña francesa (fundado en el 910 por la donación del Duque de Aquitania Guillermo III el piadoso al monje Bernón) se propugnó por una dependencia exclusiva de la jerarquía eclesiástica, fundamentalmente del Papa, abandonando la dependencia de los señores feudales, intensificando la implantación de una disciplina. En estos siglos, coincidiendo con el auge de las peregrinaciones, Cluny extendió su reforma a más de 200 monasterios dispersados por toda Europa, desde España hasta Escocia y Polonia.
Planta y reconstrucción del Monasterio de Clny en la Borgoña francesa
Al difundirse la costumbre de venerar las reliquias de los santos se instauraron las Peregrinaciones mediante las cuales se unificó la cultura y el arte europeos. Los hombres de la Edad Media vivían en contacto estrecho con lo sobrenatural, tenían una fe inmediata sobre el milagro que había de venir. Al ser los santuarios y monasterios lugares especiales y apropiados para que estos milagros sucedieran, todos los peregrinos que allí se dirigían lo hacían con la absoluta confianza de encontrarse con lo que buscaban, es decir, con la manifestación divina que curara sus penas materiales y espirituales. En el siglo XI, los monjes negros de Cluny, los cluniacenses, favorecen el culto a las reliquias y crearan monasterios e iglesias de peregrinación en las granes rutas devocionales, beneficiándose enormemente de este movimiento de gente y de ideas. Ellos impulsan el arte románico y lo difunden, fomentando estas riadas humanas por las ventajas económicas que estas visitas colectivas comportaban..
Los grandes centros de peregrinación de la cristiandad medieval nacieron alrededor de sepulcros. Jerusalén, con la tumba vacía de Cristo, era objeto de la fascinación y atracción del cristiano. Roma, lugar de residencia del Papado, contaba con los sepulcros de San Pedro y San Pablo. Por último estaba el sepulcro del apóstol Santiago en Compostela, El peligro a viajar a Tierra Santa y el impulso de los monasterios cluniacenses hicieron que se impusiese en los peregrinos europeos el viaje al Finisterre galaico. A parte de estas tres cabezas de peregrinación hubo otros lugares que atraían a peregrinos por conservar reliquias de santos, como la Madeleine de Vezelay, San Marcial de Limoges, Santa Fe de Conques o San Saturnino de Toulouse.
Planta y Claustro del Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos). S. XI
Una variedad del templo románico es el templo claustral o Monasterio, el cual se organiza en torno a un patio central que está rodeado por un corredor cubierto o claustro, sostenido por arcos de medio punto y columnas, casi siempre pareadas. Esta obra es donde el Románico presenta sus mejores características arquitectónicas y escultóricas. El Claustro es el lugar más importante del monasterio: es el lugar de paseo, de recogimiento, de meditación, de lectura y de rezo. Simboliza el paraíso terrenal y además es el órgano distribuidor de las dependencias monásticas. Por su importancia para los monjes se cuida mucho en su decoración escultórica (machones, capiteles...). Sobre los muros del claustro se abren todas las dependencias del monasterio: iglesia, refectorio, sala capitular, sacristía, cocina, biblioteca, celdas, etc. Su distribución es siempre idéntica, con el propósito que cualquier monje venido de fuera se sienta como en su propia casa nada más entrar, al reconocer la localización de todos y cada uno de los edificios que integraban el complejo monástico.
Estancias en planta de un monasterio medieval
El núcleo germinal es la iglesia, en uno de los lados del claustro. Las iglesias cluniacenses tenían cabeceras semicirculares con protuberantes absidiolos y girolas anulares que se comunicaban con las naves, a las que tenía acceso el pueblo. Por su parte, las iglesias cistercienses prohibieron la entrada a los seglares y optaron por el testero plano. Además utilizaron rejas para separar el templo en dos mitades: la parte orientas para los monjes profesos y el área de los pies o naves para los hermanos seglares o religiosos que no cantaban misas y se encargaban del servicio y otras tareas laborales.
Otra parte del claustro es la que daba a la Sala Capitular, donde se congregaba la comunidad, presidida por el abad para discutir los asuntos del monasterio. Al lado se construía la biblioteca, el locutorio para hablar en privado con el abad, la sala de trabajos manuales, las letrinas, la sala de novicios y dos accesos: el pasillo abovedado que salía al huerto, y la caja de escaleras que ascendía al dormitorio común, alojado en la planta alta (sólo el abad tenía dormitorio aparte).
Esquema con las distintas partes de un monasterio
En otro lado del cuadrado (contrapuesto a la iglesia), estaba el refectorio o comedor con banco corrido a lo largo de todo su frente. Junto a él estaba la cocina (con horno de pan) y el calefactorio (con chimenea para los rigores del invierno).
El otro ala estaba ocupado por la cilla o local de oficinas de la administración monástica y la sala para comer y descansar los hermanos legos.
Dentro del recinto amurallado que acotaba la “Ciudad de Dios” que era el monasterio medieval, se habilitaron otros establecimientos, como la enfermería, el cementerio, las bodegas y lagares, los establos y cuadras, el molino, la fragua y los talleres artesanales. A la entrada del monasterio, junto a la portería, se elevaba una hospedería para transeúntes y viajeros, así como una capilla para el pueblo.
Monasterio de San Pedro de la Rúa en Estella (Navarra). S. XI
Se puede consultar esta gran entrada para conocer el Monasterio de Cluny, de Manuel Torres Zapata en su blog "En el valle"
Terminamos con tres videos de Artehistoria, dos sobre la importancia y la vida en los monasterios medievales, y otro sobre el monasterio de Cluny:
13 comentarios:
Que maravilla el monasterio de Cluny, que barbaridad. Claro, en principio podria resultar extraño que surgiera tanta vocacion ante los votos de pobreza, castidad y obediencia y el ora et labora, cosas que no parecen el colmo de la juerga. Pero es que luego veían el monasterio y tenia que parecerles que habian llegado al cielo.
Esos claustros me roban el alma.
Deliciosa descripcion, monsieur.
Feliz fin de semana, y largo puente.
Bisous
En mi visita al Pirineo catalán, tuve la suerte de hacer una excursión al valle del Boí y visitar San Clemente y Santa María de Tahull, lástima que el Pantocrator del abside de la iglesia es una réplica, ya que el original lo tienen custodiado en el museo nacional de arte de Barcelona para evitarle daños. Es un románico primitivo, rural, sencillo... Tiene toda la belleza de la ingenuidad y de la arquitectura más rudimentaria. Subí a la torre y todo. Me encantó la experiencia.
Un saludo.
Que belleza.
Me ha recordado "El nombre de la Rosa", de Ecco.
Que hermosa e impactante arquitectura.
Excelente reseña.
Un abrazo.
En la Comunidad Valenciana tenemos tres monasterios cistercienses muy interesantes :Monasterio de Benifassá, Porta Celi y Simat de Valldigna.Este último está en plena restauración por ser el más catigado tras la desamortización.
Muy interesante el tema de hoy. Saludos, Paco.
Muy buena exposición sobre lo que es un monaterio es la que acabo de leer. Don Paco es Vd. un buen Profesor, y está claro que, si algún alumno no aprueba la asignatura, la culpa es del alumno. Como Profesor de Latín que soy, conozco la ignorancia de los alumnos en Lenguas Clásicas. Consecuentemente yo habría tomado la precaución de traducirles el lema de San Benito:
Ora et labora [Ora y trabaja].
Otra cosa: veo que en su lista de seguidores escribe Vd.:
MIS FIELES SEGUIDORES QUE ME DAN MUCHA ÁNIMO...
¿Se trata de una errata en MUCHA, o es una expresión sevillana?
En mi blog le contesto al comentario que ha tenido a bien hacer sobre libido y lívido.
Reciba un abrazo, y retenga esta máxima:
Cuando aprueban todos los alumnos, es que tienen un buen profesor, y lo propio de un buen profesor no es suspender, sino aprobar.
Fue lo que contestó un colega mío de Griego que aprobaba a todo el mundo, cuando le preguntaron que por qué no suspendía a nadie.
Otro abrazo,
Antonio
Admirar la paz, tranquilidad y sosiego, el valor del silencio, sentir la trascendencia histórica del lugar, contemplar el arte por el arte, el ponerse los pelos de punta pensando en los pies que anduvieron ese mismo suelo hace siglos, todo eso sólo he sentido en un sitio: el monasterio de Silos.
Besos
Fantástico posrt. Tuve la suerte de estar el año pasado en Monte casino y com'ocer el monasterio in situ. Y conozco bastante iglesias del Cister. Pero el de Cluny está poendiente, aunque como lo has exlicado dudo que lo mejoren:)
Un abrazo
Que belleza San Clemente de Tahull, al igual que Gaucho he recordado "El nombre de la rosa" leyendo tu entrada, ¡uno que es un poco peliculero!.
Saludos.
Paco, que agradable sorpresa. No sabes la de veces que he paseado alrededor del monasterio de San Clemente en Taull, Lleida. ¿Has ido a verlo? Un lugar privilegiado en el pirineo leridano. Es una de tus entradas que más me han gustado.
Besos y feliz puente, tanto si trabajas el martes como si no.
Una vez más aprendiendo hoy en absoluto recogimiento monacal, con respeto y en silencio. Me quedo con la similitud entre el claustro y el paraíso terrenal.
Un abrazo y buen fin de semana.
Tengo la suerte de conocer el románico catalán y disfrutarlo.
Hago voto de silencio en lo de la vida monástica, que al final todo se sabe.
Un abrazo
¡Hola Paco!
Muy interesante la explicación y esquemas sobre los monasterios de las distintas órdenes.
Me ha gustado el detalle que tenían de hacer idénticas las distribuciones del claustro y dependencias a fin de que los monjes nuevos no se encontraran extraños en su reciente lugar.
Creo que en nuestra vida moderna nos vendría bien algo de la filosofía de estos monjes, pues cuando las vacas son gordas nos mueven a consumir con exceso y les hacemos caso, pero cuando son flacas muchas personas lo pasan muy mal y nadie se acuerda de ellas. Me encanta la iglesia de Bohí que he visto en alguna ocasión. Gracias y un abrazo.
¡Hola, Paco! Conozco relativamente bien la zona de los Pirineos y este tipo de iglesias como la de San Clemente de Tahull, aunque más pequeñas abundan en Andorra. Son preciosas, las de estilo lombardo, como la de Santa Coloma y...como aguantan el paso del tiempo pese a lo riguroso del clima.
Por cierto, gracias por tu visita. Y ya que mencionaste los pasteles, decirte que todas las fotografías que pongo también son mías y claro la de los pasteles del artículo también. Los compre ayer y te será facil suponer donde acabaron, y sin causar daño. Un abrazo, amigo.
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