Jean François Millet. Las espigadoras. Óleo sobre lienzo (84 x 11 cm.). 1857.
Museo d´Orsay. París.
El siglo XIX fue un siglo contradictorio, de profundos cambios sociales que repercuten en el mundo artístico, especialmente en la pintura. Las tendencias artísticas se suceden con rapidez: el Neoclasicismo es reemplazado por el Romanticismo (hacia 1830); a éste le sucede el Realismo (hacia 1848) y se impone finalmente el Impresionismo (hacia 1875) que señala el comienzo del arte moderno. Es difícil clasificar a los artistas en estos estilos, principalmente en lo que a romanticismo y realismo se refiere. París se convierte en el principal centro artístico.Son importantes las Exposiciones que reciben el nombre de Salones se convocan concursos y premios que modifican las relaciones de los artistas con el público.
Tampoco el panorama escultórico europeo del siglo XIX fue muy brillante, si se exceptúan algunos artistas muy determinados como Rodin. Dos factores pueden ser considerados como causas del retraso de la escultura en relación con la pintura:
-- Mayor control de las Academias sobre los escultores: la escultura se convierte en un arte formalista, carente de sentido por completo.
-- Las limitaciones inherentes a la propia escultura: no hay una evolución continua y se puede comprobar un cierto aislamiento histórico-evolutivo.
La tendencia dominante fue la impuesta por la estética neoclásica. Los autores se mueven dentro de un cierto eclecticismo que dificulta su adscripción a un movimiento determinado.
El Realismo es una tendencia pictórica que desplaza al Romanticismo a partir de 1848 aproximadamente; se mantiene hasta 1875. Por tanto, es una especie de puente entre el Romanticismo y el Impresionismo. Hay varios factores que contribuyen a su aparición:
* Las transformaciones económico-sociales producidas por la Revolución Industrial, así como la implantación definitiva de los ideales burgueses.
* La difusión de la filosofía positivista de Comte, que defiende la experiencia y la observación como única fuente de conocimiento; influirá decisivamente en los avances científicos.
* El nuevo sentido práctico de la vida y la coincidencia de los artistas de los terribles problemas sociales de la industrialización.
* El cansancio provocado por las exageraciones románticas.
* El desencanto por los fracasos revolucionarios de 1848. El arte abandona de inmediato los temas políticos, como La libertad guiando al pueblo o La marsellesa, por los temas sociales.
Theodore Rousseau. Mercado en Normandía. Óleo sobre lienzo (29 x 38 cm). 1845-1848. Ermitage. San Petersburgo.
Frente al exaltado idealismo romántico y sus deseos de evasión, los artistas defienden a la realidad concreta como auténtico fundamento del arte. Los artistas toman conciencia de los problemas que afectan a las clases obreras: la pintura se carga de contenido social y los pintores asumen el sufrimiento y las aspiraciones de la clase obrera.. El carácter polémico y de crítica social de muchas de estas pinturas hace que los artistas se aparten del llamado arte oficial propugnado por las Academias.
Desde el punto de vista técnico, el realismo no introduce novedades sino que revitaliza la técnica de los grandes maestros barrocos, especialmente de los españoles. El realismo barroco, en cuanto al estudio de la luz y de las calidades, vuelve a tener vigencia. La pincelada es firme, el contorno preciso.
El Realismo reacciona contra los grandes temas mitológicos, históricos, religiosos, heroicos, que habían sido tratados con apasionamiento en el romanticismo (ya no es necesario pintar a los héroes y dioses de la antigüedad o a los grandes personajes bíblicos para ser un gran artista). Se utilizan nuevos temas, especialmente los que se refieren a los problemas de la sociedad contemporánea con lo que la pintura adquiere, en muchas ocasiones, un carácter de denuncia político-social. Los personajes son tomados preferentemente de las clases sociales menos favorecidas: campesinos, obreros, emigrantes; es el mundo del trabajo en toda su miseria. Los temas tradicionales son tratados con todo realismo y objetividad: paisajes tomados del natural, hechos históricos del pasado o contemporáneos. Su preocupación por el enfoque real de los temas se ve favorecida por la aparición de la fotografía, que ayuda a fijar la imagen con mucho detalle.
Francia
En Francia la el realismo pictórica tomará dos caminos: 1) El paisaje realista, que seguirán los pintores de la Escuela de Barbizón y Camille Corot. 2) El realismo social, de Courbet, Millet y Daumier.
La Escuela de Barbizón.
Son los iniciadores del paisaje realista. Esta escuela existe como tal desde 1830 hasta 1850. Barbizón es una pequeña localidad cercana a París donde se reúnen un grupo de pintores que quieren poner en práctica las ideas de Rousseau sobre la vuelta a la Naturaleza. Por tanto, defienden el tema del paisaje con una concepción basada en la observación directa de la naturaleza, sin idealizaciones, hasta tal punto que algunas de sus obras parecen fotografías; no les interesa la visión fugaz del impresionismo. Los temas de estos pintores son el bosque, los prados y los arroyos, estudiando los cambios atmosféricos, los efectos de lejanía, y los efectos producidos por la luz al filtrarse entre los árboles. El maestro de todos y jefe indiscutible es Theodore Rousseau (1812-1867). Pintor melancólico y solitario, fue el creador de la escuela, quien mantiene una radical oposición al arte oficial. Centra su atención en el paisaje prescindiendo de los elementos humanos o animales. Gusta de representar luces matizadas por las sombras, los reflejos de la vegetación, los ambientes brumosos con pinceladas pequeñas y vibrantes. Ej. Linde del bosque con Fointenebleau, El roble de la roca.
Otros pintores de esta escuela son E. Jongkind, Ch. F. Daubigny y Narciso Díaz de la Peña.
Camille Corot. La catedral de Chartres. Óleo sobre lienzo (64 x 51 cm.). 1830.
Museo del Louvre. París.
Camille Corot (1796-1875). Aunque su fomación fue clásica se forma como paisajista en sus estancias en Italia, en donde practica la pintura directamente de la naturaleza. El paisaje llega a alcanzar tanta importancia que puede ser considerado como precedente directo del paisaje impresionista. Sus paisajes poseen un sentido moderno, superando la concepción del paisaje histórico que practicó en sus comienzos. Estuvo muy influido por los paisajistas ingleses Constable y Turner.
Se inspira en la realidad pero no la copia, sino que realiza una recreación poética de ella; se advierte una tendencia ligeramente idealizadora de la naturaleza. Su colorido es suave: decía que el color es un encanto suplementario del cual hay que usar con discreción. Se basa en los valores cromáticos, es decir, en las gradaciones tonales debidas a la luz y a la distancia. La auténtica protagonista del cuadro es la luz: son los efectos lumínicos los que determinan estéticamente las formas de la naturaleza; mediante gradaciones de la luz consigue dar a los colores mayor o menor profundidad, obteniendo de esta forma la espacialidad del cuadro. Por otro lado, la luz hace que los contornos se desdibujan, como si los envolviese la bruma, creando un efecto de atmósfera.
Defiende la pintura al aire libre para poder captar los cambios de luz: esto le convierte en un precursor del impresionismo. Ej.: Lectura interrumpida, Castillo de Sant´Angelo, Catedral de Chartres. Puente de Narni.
El Realismo social
Gustave Courbet (1819-1877) fue el principal representante del Realismo, del que también fue un teórico, y uno de los más destacados pintores europeos del siglo XIX. Era un auténtico socialista, defendiendo estas ideas políticas toda su vida, siendo rechazado por ello por la sociedad burguesa de su época, siendo sus cuadros constantemente rechazados de los Salones oficiales. Su vida artística siempre estuvo mezclada con la política: concibe los cuadros como manifiestos de carácter político-social.
En cuanto a su técnica, pinta a base de grandes manchas con gruesos toques de negro. Realizó estudios sobre los efectos de la luz y los reflejos en los paisajes. Por tanto, es considerado como precedente de Manet y los impresionistas. Tiene una gran variedad temática: destacan los de carácter socializante y crítico pero, según algunos críticos, sus mejores obras son aquellas en las que pinta la naturaleza. De acuerdo a sus ideales, pinta los temas cotidianos de la gente sencilla, hombres concentrados en sus trabajos, mujeres en sus labores, destacando siempre su tristeza e incomunicabilidad. Sus últimos años los pasó exiliado en Suiza, pintando paisajes, por haber participado en la Comuna de Paris de 1871.
Gustave Courbet. Los picapedreros. Óleo sobre lienzo (165 x 257 cm.). 1849.
Gemäldegalerie. Dresde.
Su obra más reconocida fue Entierro en Ornans (1850), que causó sensación por la implacable objetividad en la representación de personajes reales que asisten a un entierro. En su obra El taller del pintor (1855), expuesta en una muestra paralela a la de la Exposición Universal de 1855. En esa obra nos muestra su mundo social: sus amigos y artistas, su musa, la verdad desnuda, y los miserables y explotados, así como sus explotadores. Otras obras son Buenos días, Sr. Courbet (El encuentro), Señoritas al borde del Sena (prostitutas), Los picapedreros...
Para conocer en más profundidad la obra El Taller del pintor, consultar esta entrada con un comentario de dicha obra de Courbet.
Jean François Millet (1814-1875). Pintor de la vida rural, refleja la existencia dura y difícil del campesino, que él mismo conoció. Su pintura posee un hondo sentimiento religioso y conjuga poesía con sentido social. Realizó magníficos estudios del ambiente y de la luz del campo preparando el camino del impresionismo. Se adscribió a la Escuela de Barbizón pero da más importancia a la figura humana que al paisaje. Infunde en sus cuadros una sencillez y calma que el propio pintor afirma encontrar tan sólo en los bosques y en los campos. Un espíritu de fraternidad humana inspira sus temas, incluso cuando reflejan el esfuerzo del trabajo, conjugando poesía con sentido social. Horizontes amplios, colores terrosos: el conjunto parece aumentar la sensación de fatiga y resignación que manifiestan las obras. Ej.: El Ángelus. Las espigadoras, La pastora, Sembradores de patatas, etc.
Jean François Millet. El aventamiento. Óleo sobre lienzo (79 x 59 cm.). 1846-1847.
Museo d´Orsay. París.
Honoré Daumier (1808-1879). Para él la pintura tiene una intencionalidad político-social de carácter crítico y satírico. Trabajó como ilustrador de la prensa política, haciendo litografías y caricaturas, siempre al servicio de la causa republicana y contra el orden establecido. Los temas, frecuentemente, son de tipo costumbrista reflejando tanto el aspecto de marginación como el de la revuelta social. Sus cuadros se caracterizan por el dibujo incisivo y vigoroso: las figuras están trazadas a base de perfiles sinuosos y cortantes, con aspecto caricaturesco, de gran expresividad. Su profundo realismo coincide con unos fuertes juegos de luz y sombra lo que le convierte en un predecesor del expresionismo. Ej.: El vagón de tercera, El motín, La lavandera, Crispin y Scarpin, El coleccionista de estampas...
Honoré Daumier. El vagón de tercera. Óleo sobre lienzo (67 x 93 cm.). 1862.
National Gallery of Canada. Ottawa.
Inglaterra
Aquí el realismo se manifiesta de un modo muy peculiar y contradictorio. Se va a crear una asociación de pintores llamada “Hermandad prerrafaelista” que criticará al retórico arte oficial y el modo de vida burgués. Es un movimiento místico-religioso y pictórico, contemporáneo del realismo que surge en Inglaterra hacia 1848 y cuyo principal teórico fue el crítico John Ruskin. Defendían la vuelta a un arte primitivo, sin convencionalismos, simple imitación de la naturaleza, como el que habían realizado los maestros italianos anteriores a Rafael. Defienden también los valores religiosos medievales en oposición a la nueva mentalidad surgida con la aparición de la sociedad industrial, acercándoles al romanticismo sentimental. Para ellos la pintura debe poseer un carácter trascendente, místico y religioso, que eleve moralmente al espectador: se apartan de este modo de la concepción que de la pintura tenían los seguidores de la tendencia realista. Su técnica es minuciosa y detallista, subordinando el color al dibujo y a la línea. Los temas serán muy variados: paisajes, retratos, religiosos, asuntos medievales, etc.
Dante Gabriel Rossetti (1828-1882) es el fundador de la hermandad. Hace figuras muy lánguidas, por su temperamento enfermizo. Su obra define todo el refinamiento arcaizante y melancólico del Prerrafaelismo. Ej. Venus verticordia, Ecce ancilla domini...
Dante Gabriel Rossetti. Ecce ancilla domine (La anunciación). Óleo sobre lienzo. 1850.
Tate Britain. Londres.
John Everett Millais (1829-1896). En el se aprecian las contradicciones del Prerrafaelismo, como el realismo y el detalle por un lado, frente a la concepción general literaria, blanda y sensibilera. Ej. La joven ciega.
Ford Madox Brown (1821-1893). Hace un cántico al poder del hombre para transformar la realidad. Ej. El trabajo, El último de Inglaterra.
En Alemania, el mejor representante es Adolf Menzel, muy influido por Constable, es un gran paisajista, siempre buscando los efectos de luz (Cuarto del balcón).
En Italia, destaca Giuseppe Palliza di Volpedo, autor del famoso cuadro El cuarto estado.
Giuseppe Palliza di Volpedo. El cuarto estado. Óleo sobre lienzo (293 x 545 cm.). 1901. Civica Galleria d'Arte Moderna. Milán.
España
En España el Realismo adoptó dos posturas o tendencias: 1) el detallismo y la minuciosidad; 2) la pintura de historia.
Realismo detallista costumbrista.
Mariano Fortuny (1838-1874). Anticipa el impresionismo. Hereda parte de la temática romántica, pero su lenguaje y técnica pictórica es minuciosa y efectista. Fue una gran colorista: destaca en su pintura la brillantez y luz del color, consiguiendo efectos de luz casi impresionistas en la pintura al aire libre. Aplica la materia mediante pinceladas menudas; al final de su vida predomina la luz y el color aplicado a base de grandes manchas.
Siempre trata de dar una visión poética e idealizada de la realidad. Trata temas de historia, costumbristas, retratos, etc., introduciendo el elemento exótico. Ej.: Batalla de Wad-Ras, Batalla de Tetuán, Fantasía sobre Fausto, El aficionado a estampas, La Vicaría (1870), cuadro costumbrista hecho a manchas (influencia de Goya), muy detallista.
Mariano Fortuny. La vicaría. Óleo sobre lienzo (60 x 93,5 cm.). 1870. Museo Nacional de Arte de Cataluña. Barcelona.
Ramón Marí Alsina. (1826-1894). Refleja en su pintura la vida cotidiana de las clases bajas y el pueblo trabajador (Ej. La siesta, Otoño...).
En este grupo puede citarse a los paisajistas como el ya estudiado Carlos de Haes (1829-1898), quién Introduce el paisaje realista en España, evitando los aspectos folclóricos y románticos (Ej. Picos de Europa o Rompientes).
También citar a Agustín Riacho y a Casimiro Sainz.
Pintores de historia
Los temas de historia son los más representativos del realismo español. Suelen ser cuadros de grandes proporciones con numerosas figuras y excesivos detalles secundarios que llegan, en ocasiones, a desvirtuar el asunto principal. Interesa más la representación del tema que la calidad artística: gran erudición y documentación en la preparación y ambientación del tema por lo que el cuadro de historia pierde la exaltación y el idealismo del romanticismo, y suelen ser más minuciosos y detallistas. A este tipo de pintura se le suele llamar Realismo retrospectivo, por aplicar al pasado técnicas similares que otros artistas emplean par pintar tipos y acontecimientos del presente.
Eduardo Rosales (1836-1873). Sensación de atmósfera real en sus cuadros. Pintor de gran calidad, cuya pincelada valiente y entonación clara preludia el impresionismo. Ej.:Testamento de Isabel la Católica, La Muerte deLucrecia, de gran intensidad dramática.
Eduardo Rosales. Testamento de Isabel la Católica. Óleo sobre lienzo. 1864. Museo del Prado. Madrid.
Francisco Parrilla (1841-1921). Ej.: Doña Juana la Loca.
José Casado de Alisal (1832-1886). Hace lienzos de gran tamaño y con una notable verosimilitud general. Ej.: Rendición de Bailén, con actitudes solemnes en los personajes y gran detallismo.
ANTONIO GISBERT. Rindió tributo a la causa liberal, como en Fusilamiento de Torrijos.
Antonio Gisbert. Fusilamiento de Torrijos. Óleo sobre lienzo. 1888. Museo del Prado. Madrid.
La escultura realista centra su interés en la realidad circundante: la naturaleza sirve de inspiración al escultor, la cual debe reflejar de manera minuciosa y precisa. Los temas son de contenido social: tipos populares, mundo del trabajo, retratos..
Jean Baptiste Carpeaux (1827-1875) puede ser considerado como iniciador del Realismo. Este escultor francés rompe con el clasicismo academicista, resucitando un arte gracioso, basado en el Rococó francés. Se observa en sus bustos gran veracidad en las representaciones. Se preocupa por captar el movimiento Ej.: La Danza. La opera; El pescador de la caracola.
Constantin Meunier (1831-1905 ) es el mejor escultor del realismo social. Nació en Bélgica y fue el gran cantor del trabajo y del esfuerzo. Sus tipos humanos tienen una grandeza sorprendente. Prescinde de la anécdota inútil para valorar el volumen. Sustituye a los dioses y personajes antiguos por los proletarios anónimos, por los nuevos héroes trabajadores de la sociedad industrial, destacando la tensión miguelangelesca y la riqueza de planos que anticipan a Rodin. Obras suyas son el Cargador del muelle, el Forjador, el Pudelador.
Constantin Meunier. El cargador del muelle. Bronce. 1890. Museo d´Orsay. París.
En España, los escultores que en el último tercio del siglo XX son asimilables a la corriente naturalista son más abundantes:
Agustín Querol (1860-1909), sigue a Rodin pero le falta su fuerza y expresividad. Hace un modelado blando, donde las formas se desvanecen. Ej.: Monumento a Quevedo en Madrid; Tumba de Cánovas del Castillo, en el Panteón de Atocha de Madrid.
Mariano Benlliure (1862-1947) es el escultor más destacado de finales de siglo, considerándosele puente entre esta corriente y las que se irán prodigando con el inicio de nuestra centuria. Practica un realismo casi impresionista, con un modelado grácil, pleno de incurvaciones y de anécdotas, destacando la gran calidad técnica, el detallismo, la expresividad y el movimiento. Hace muchos monumentos públicos, serenos y perfectos: Ej.: Monumento al General Martínez Campos en el Retiro, Mausoleo de Joselito en el cementerio de Sevilla; la Estatua de Goya (Museo del Prado) o el Busto de Antonio Maura.
Otros escultores realistas son Jerónimo Suñol Y José Llimona.
Mariano Benlliure. Monumento al General Martínez Campos. Piedra caliza, mármol y bronce. 1907. Parque del Retiro. Madrid.
Para que todo quede más visual, insertamos un video de Artecreha sobre el Realismo:
Bibliografía:
-- Historia del Arte Salvat: "El realismo. El impresionismo". Salvat. Col. Historia del arte, 15. Barcelona, 2006.
-- Nochlin, Linda: "El realismo". Alianza Ed. Madrid, 1991
-- Rodríguez, Delfín: "Del Neoclasicismo al Realismo". Historia 16. Col. Conocer el arte, 8. Madrid, 1996.
-- Wikipedia.
17 comentarios:
Paco: esta entrada me la guardo como un tesoro. Me va a venir de perlas para repasar un tramo de la historia de la pintura. Aunque es cierto que me gusta me inviten a soñar, a imaginar, admiro profundamente el Realismo. Donde trabajo hay un cuadro de Antonio López tan meticuloso con la realidad que parece que hasta me ha pintado el aire.
Genial post, reconozco que el realismo es mi debilidad, así que me quedo con todo lo que has publicado. La extensa explicación que has dado es estupenda. Si tengo que quedarme con un cuadro: el de Giuseppe Palliza, toda una narración en una imágen.
Gracias y un abrazo.
Un soplo de aire fresco con respecto a aquel abuso de temas heroicos y mitologicos por parte del romanticismo, que daba la impresión de que los artistas iban algo estreñidos.
No me había detenido a pensar en la influencia de la fotografía, pero tiene usted razón al señalarla. Un instrumento revolucionario.
Y por supuesto me encanta la hermandad prerrafaelista y cuanto surgió a partir de ahí, que espero ver en una próxima entrada suya :)
Buenas noches, monsieur
Bisous
Corot, Courbet y Millet siempre me han gustado. Volveré a repasarla cuando disponga de mejor conexión, es decir allá por Mayo, espero. Un fuerte abrazo.
Magnífico estudio que abarca la evolución de la Pintura del s. XIX.
Pienso que cada corriente y cada estilo parecen marcar o coronar una cima, en su momento, que se ve irremediablemente superada, diría más bien "sustituida", por otra visión que aporta nuevos valores pero que, con la objetividad que da el tiempo, no necesariamente tienen que ser mejores que los anteriores pero sí distintos.
Digo ésto porque no hace mucho conocí en la ampliación del Prado los grandes lienzos de la Pintura Hisrtórica, que no conocía porque han estado guardados bastantes años. Pues me causaron gran curiosidad y admiración pero también me pasó otro tanto con los pequeños paisajes de Italia de Corot, que pude ver en el Thyssen en otra ocasión o el cuadro de Courbet y el de Constable.
Y es que cada "cosa" tiene su mérito por no hablar también de nuestro Carlos de Haes o el mismo Sanchez Perrier, muy cercano a nosotros.
Enhorabuena por "refrescarnos" las ideas que de vez en cuando, como le digo también a Ana Leal, es conveniente y hasta necesario.
Saludos y enhorabuena. Reyes
Hola Paco, estoy con Julia, no sabes como te agradezco esta entrada, he gozado con las pinturas y tus sabias explicaciones, solo con lo que nos dices ya nos haces vivir en la época y su pintor.
Te dejo mi ternura
Sor.Cecilia
Paco, este realismo me recuerda al "realismo sucio" que existe en la literatura, un estilo de escritura ruda sin palabras superfluas que describe la realidad más cotidiana.
Besos amigo.
La verdad es que no me llama mucho la atención esta época de l pintura. Estuve en el Museo de Orsay de París que recoge algunas obras de este período y la verdad es que me aburrí un poco, ya sabes que soy un amante del Barroco, de esas pinturas en las que siempre hay algún tesoro escondido,a lguna alegoría o metáfora religiosa o política que desenmascarar.
Aún así, excelente entrada sobre esta época de transición (bajo mi punto de vista) hacia los monstruos del XX como Picasso.
Courbet, Millet... realismo puro y duro. La segunda mitad del siglo XIX en pintura y también en literatura nos muestra grandes obras, sin duda, pero lejos del aparato escenográfico y el gran poder imaginativo de la época romántica. Un arte correcto pero no uno de mis preferidos. Me pasaba algo similar con el Neoclasicismo, correcto y equilibrado pero sin la agitación y la exageración del Barroco. Decía Machado: "¿Soy clásico o romántico? No lo sé."
A mí me pasa como a Carolvs: me estremezco más ante la metáfora, la insinuación o la agitación de otros momentos del arte.
Un saludo.
Sìiiiii!
"Mujer joven, defendièndose de cupido", de Bouguereau, es mi pintura favorita!!
Un abrazo.
¡Cuántas cosas aprendo en esta página! Debe ser maravilloso ser alumno tuyo: primero por la edad, segundo por la captación de conocimientos.
¡Felicidades, tocayo!
Courbet desafió el academicismo y todo los ideales establecidos de la pintura y del arte. Cuando me contaron que en us lienzo, "Entierro en Ornans", no existía ningún muerto al que enterrar me dí cuenta de que sobre este pintor me quedaba mucho pr aprender.
En cuanto a los españoles me decanto por el fresco y pre- impresionista estilo de Fortuny (¿a cuánto habría llegado si la muerte no se lo hubiese llevado tan joven?) a la teatralidad y el idealimso de la pintura de Historia.
Saludos
Cuando estudiaba secundaria, me toco hacer un comentario sobre las espigadoras...
Me gustaba mucho el estilo de John Everett. Tenemos una copia de la Ciega en casa.
Saludos
Impresionante una vez más, máxime tratando un periodo con tantos cambios y matices. Un abrazo y hasta pronto.
el siglo XIX es un momento de gran efervescencia de todo tipo (social, política, cultural) y a eso no fue ajeno, nunca lo es, el mundo del arte. Ahí se generaron y convivieron movimientos muy diversos pero cada con una aportación esencial a la historia del arte, como muy bien has resumido aquí.
Un abrazo!!
Una hermosa selección de cuadros con una reseña y explicación impecable como a la que nos tienen acostumbrados. Me encanta quedarme un rato en tu espacio.
El Monumento al General Martínez Campos de Mariano Benlliure es casi de la familia.
Un abrazo
En este sentido me recuerdan estas obras a unos cuadros que hay en el ayuntamiento de Toulouse de gran realismo y formato, la sala de Henri Martín si bien su estilo se encuadra dentro del impresionismo. A mi me causó impresión su naturalismo, las escenas cotidianas y la luz que recoge en su obra. Mire usted este ejemplo :
http://www.jacobins.mairie-toulouse.fr/patrhist/edifices/textes/capitole/HM_2.htm
Fabulosa entrada la suya, muchas gracias :-)
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