Mezquita de Córdoba: arcos entrecruzados.
En cuanto a las características generales de la arquitectura islámica, es necesario comenzar diciendo que los edificios suelen tener poca altura; es constante la sensación de armonía con el paisaje, es decir, la adecuación o adaptación de los edificios con el paisaje circundante, sea la ofrecida por los palacios con el desierto circundante, sea una situación elevada tan esbelta como la Alhambra granadina.
La piedra, por su exigencia de mayor trabajo, es menos usada que el ladrillo, el tapial o el mampuesto (salvo en Córdoba, lugar con buenas canteras), mientras el yeso y la madera son utilizados de forma general. Así, se ve una preferencia por materiales pobres y efímeros, y ello es consecuencia de esa vida nómada de los musulmanes. No existe un gran interés por los problemas constructivos en la arquitectura islámica. Columnas y pilares generalmente delgados soportan techumbres ligeras. Suelen ser cortos por lo que se exige superposiciones (normalmente dos). Los musulmanes prestarán mucha más importancia a los interiores que a los exteriores de los edificios, los cuales aparecerán ricamente decorados.
Mezquita de Córdoba. Columnas cortas corintias, superposición de arcos y alternancia de materiales (piedra y ladrillo).
Las bóvedas usadas pertenecen a tipos diversos, siendo abundantes las de crucería con la peculiaridad de que los nervios no se cruzan en el centro, sino que dejan un espacio cuadrado o de varias figuras poligonales; son frecuentes también las cúpulas gallonadas o de media naranja, así como las bóvedas caladas, llenas de fantasía. Otras bóvedas utilizadas son las esquifadas, muy apuntadas y con cerámica vidriada, típicas en la India y Persia, y la de mocárabes, propia del reino Nazarí de Granada.
También se utilizará la techumbre plana de madera en muchos edificios, con una labor de taracea y marquetería riquísima, a modo de mosaicos de madera.
También se utilizará la techumbre plana de madera en muchos edificios, con una labor de taracea y marquetería riquísima, a modo de mosaicos de madera.
Mezquita de Córdoba: bóveda de crucería y bóveda gallonada.
Mezquita de Tremecén (Argel). Bóveda calada.
Alhambra de Granada. Bóveda de mocárabes.
Cúpula bulbosa con cerámica vidriada de la Mezquita de Isfahan (Írán)
Cúpula bulbosa con cerámica vidriada de la Mezquita de Isfahan (Írán)
En cuanto a los arcos los más usados en el Mediterráneo son los apuntados, ligeramente peraltados, mientras que en Al-Andalus, por herencia visigoda, se adopta el arco de herradura, sobre todo en el período cordobés. Sin embargo, durante el período Nazarí de Granada, el arco de herradura califal es sustituido por el arco peraltado de silueta acampanada. Desde el siglo X abundan también los arcos de herraduras apuntados o túmidos, polilobulados, mixtilineos y angrelados. También, desde la llegada de los almorávides y almohades a la península, se utiliza el arco en cortina, que en el Reino de Granada se mezcla con los mocárabes. Otra característica es que también se utilizan los entrecruzamientos y superposiciones de arcos. Desde Córdoba se extiende el uso de dovelas que alternan de color y de material, rojo (ladrillo) y blanco (piedra), o de superficie, una decorada y otra lisa.
Capilla de San Batolomé (Córdoba). Arco peraltado
Mezquita de Córdoba. Arco de herradura.
Aljaferia de Zaragoza. Arco mixtilíneo. Alhambra de Granada. Arcos en cortina angrelados o de mocárabes.
En Al-Andalus se puede seguir una evolución en los tipos de capiteles. Al principio, durante el emirato independiente, utilizaron capiteles corintios reutilizados de edificios anteriores, así como otros capiteles del tipo corintio, muy estilizados. En la época del Califato de Córdoba (S. X) son característicos los llamados capiteles de avispero, también con motivos vegetales pero agujereados a trépano. En la época Almohade (S. XII-XIII) utilizan un nuevo tipo de capitel llamado encintado, con hojas de acanto y volutas y unas cintas onduladas en la parte inferior. Por fin, durante el período Nazarí de Granada (S. XIV-XV) construyen con unas columnas de fuste cilíndrico muy delgado con dos tipos de capiteles, uno, el llamado de atauriques, que tiene dos cuerpos, el inferior decorado con una cinta y otro superior con ataurique (con piñas y veneras); el otro es el capitel de mocárabes.
Un elemento muy importante en el arte musulmán es la decoración y la rica ornamentación que adornan y enmascaran los pobres materiales arquitectónicos; hay una especie de horror vacui, no debe quedar nada sin decoración. Es común al gusto musulmán dedicar un mayor cuidado a la decoración interior, con riquísimos mosaicos, yeserías, placas de mármol, cerámica esmaltada, etc., mientras que las fachadas exteriores ofrecen una sorprendente simplicidad, que sólo se abandona en portadas y recubrimiento de cúpulas. La influencia bizantina es palpable en la elección de temas decorativos. Ya hemos que se excluyen los temas animados (el monoteísmo islámico condena la impiedad de los ídolos) y gozan de predilección los de carácter vegetal presentados de forma estilizada, los atauriques, los de trazado epigráfico (con trazos rectos o cúficos y trazos cursivos o nesijíes), y los motivos geométricos, a modo de estrellas, polígonos y lazos combinados con soluciones infinitas (lacería). Además, un recurso muy utilizado es reiterar y repetir los elementos decorativos, que se multiplican hasta el infinito. La repetición unida a la densidad ornamental contribuyen a crear ese efecto de movilidad y agitación. Muy normal son las ventanas de piedra caladas con motivos geométricos o vegetales, llamadas celosías. También, en el exterior de los edificios se utiliza la cerámica vidriada, que posee un peculiar brillo metálico.
Capitel corintio simple y capitel de avispero califal
Capitel encintado almohade
Capiteles nazaríes de ataurique y de mocárabes
También anotar que en Al-Andalus, durante el dominio almohade (1146-1236), es característico el uso de una abundante decoración que llega a enmascarar el nítido esquema constructivo empleado (esta decoración es importada del norte de África). Son característicos los llamados "Paños de sebka", peculiares redes de rombos que se prolongan infinitamente y cubren todos los espacios lisos.
Mezquita de Córdoba Paño de mármol con decoración de atauriques. Decoración epigráfica en alfiz del Minhrab.
Azulejo con decoración de lacería.
Giralda de Sevilla: paños de sebka.
Celosía
En cuanto al urbanismo musulmán, las ciudades eran laberínticas y con un plano totalmente irregular. En el centro neurálgico de las ciudades se alzaba la Mezquita, lugar de reunión de la comunidad musulmana, además de lugar de oración, centro de enseñanza islámica y tribunal de justicia. Su estructura era muy sencilla y se inspiraba en la casa del profeta Mahoma en Medina. El más difundido (sobretodo en Occidente) es el modelo sirio, también más antiguo, y constaba de tres partes fundamentales ordenadas en eje longitudinal:
-- A) Patio o Sahn, a cielo descubierto, como queriendo evocar la extensión del desierto, rodeado de pórticos y alquerías, con su centro ocupado por una fuente para las abluciones, donde los fieles se purifican antes de entrar en el recinto sagrado.
-- B) Alminar o Minarete, situado en uno de los lados del Sahn, torre que puede tener diversas plantas, siendo las más frecuentes la cuadrada, octogonal o circular. El alminar pone el acento vertical a la horizontalidad de la mezquita, y desde su azotea el muecín llama a la oración a los creyentes cinco veces al día.
-- C) Haram o gran sala de oración, sala cubierta dividida en numerosas naves que se orientan perpendicularmente hacia el muro llamado Qibla, que siempre mira hacia el este, es decir al santuario de la Kaaba en La Meca. En el muro de la qibla aparece en su centro un nicho vacío, el Minhrab, que suele concentrar el mayor lujo decorativo, por ser el lugar santo de la mezquita. Ante el minhrab se sitúa la Macsura, un recinto habitualmente cercado por estar destinado al califa o al imán. Junto a la macsura se sitúa el mimbar o púlpito, que suele ser movible.
Esquema simple de una mezquita de tipo sirio
Vista aérea de la Mezquita de Kairouan (Túnez). S. IX. En primer término, Muro de la Quibla.
La oración para los musulmanes puede hacerse individualmente en cualquier lugar, pero el viernes, a la hora del mediodía, los varones deben acudir a la mezquita, donde el imán dirige un sermón a la comunidad desde el púlpito. La concentración masiva de fieles durante el fin de semana islámico obligó a que, junto a las mezquitas de barrio, se levantara en el centro urbano la gran mezquita aljama, con aforo suficiente para acoger a todos sus habitantes, incluido el califa en las capitales imperiales.
En la arquitectura abbasida es característica la aparición del divan o iwan en las mezquitas, dando paso al modelo persa. Pero serán con los turcos selyúcidas (S. XI) cuando se cree el nuevo tipo de mezquita de patio central, abierto al aire libre, con cuatro iwanes en el centro de sus lados, aunque son elemenos de tradición persa. El iwan es una gran sala abovedada abierta por el frente y con gran cúpula, que se utilizó en primer lugar en los palacios y que ha de pasar más tarde a la organización de mezquitas desarrolladas en torno a un patio con los iwanes en los ejes del rectángulo.
Planta de la Mezquita de Isfahán (Irán). S. XI.
Patio con iwanes de la Mezquita de Samarcanda (Uzbekistán). S. XVI
La última aportación destacable a la rica tipología de mezquitas musulmanas es la realizada por los turcos otomanos desde finales del siglo XIII en adelante. Este pueblo estará muy influenciado por la arquitectura bizantina y elabora un tipo de mezquita de planta central, cubierta con una gran cúpula sobre pechinas, contrarrestadas por otras cupulas más pequeñas.
Mezquita turca del sultán Ahmed. Estambul. S. XVII.
Interior de la Mezquita de Solimán el Magnífico. Estambul. S. XVI.
Las ciudades musulmanas gozaron de otros edificios públicos que prestan belleza y embrujo a la población. Al lado de la gran mezquita aljama se emplaza el mercado, que los árabes llamaron zoco y los turcos bazar. Las tiendas se distribuían según el prestigio de los artículos, los más caros próximos a la mezquita y más alejados los artículos más normales, como alimentos y utensilios domésticos. Los géneros caros, como joyas, telas bordadas y productos de lujo se venden en la Alcaicería, un recinto cerrado dentro del mercado, cubierto y custodiado.
También son importantes los palacios (Alcázares) o residencias de los califas y sultanes, todas muy lujosas y ricamente decoradas, donde mejor se aprecia la adecuación de la arquitectura civil musulmana a la naturalez, con frondosa vegetación, grandes patios con estanques y fuentes, etc. Suelen ser palacios-ciudad, pues no se limitaban sólo a ser la residencia del monarca, sino que formaban una auténtica ciudad, pues allí estaban los salones y estancias oficiales, las oficinas de los ministros y gobernadores, así como sus viviendas y la residencia de los servidores, criados, oficiales del ejército... con sus baños, mezquitas, mercado, etc. Buen ejemplo de ello son el Palacio de Medina Azahara en Córdoba (S. X), o la Alhambra de Granada (S. XIII-XV).
También son importantes los palacios (Alcázares) o residencias de los califas y sultanes, todas muy lujosas y ricamente decoradas, donde mejor se aprecia la adecuación de la arquitectura civil musulmana a la naturalez, con frondosa vegetación, grandes patios con estanques y fuentes, etc. Suelen ser palacios-ciudad, pues no se limitaban sólo a ser la residencia del monarca, sino que formaban una auténtica ciudad, pues allí estaban los salones y estancias oficiales, las oficinas de los ministros y gobernadores, así como sus viviendas y la residencia de los servidores, criados, oficiales del ejército... con sus baños, mezquitas, mercado, etc. Buen ejemplo de ello son el Palacio de Medina Azahara en Córdoba (S. X), o la Alhambra de Granada (S. XIII-XV).
Vista de la Alhambra de Granada y reproducción de los palacios nazaríes.
S. XIII-XV
Otros edificios muy populares eran las Madrasas o escuelas teológicas cerámicas, y solían estar muchas veces dentro de las mezquitas, en los pórticos del patio. También destacan en todas las ciudades el hospital o Maristán y los baños públicos o Hamman. Se trataba de un servicio gratuito, en virtud de la obligación cerámica de lavarse antes de orar. Con el tiempo este mandamiento cerámico se tiñó de placer y surgieron los baños turcos, auténticos palacios de agua construidos sobre manantiales termales, cuyo vapor calma el espíritu y suaviza la piel, además de tener estas aguas sulfuradas propiedades curativas (Alhamas).
Madrasa de Palmero (Túnez) // Baños árabes de Jaén
Entre los mausoleos, el tipo más funcional fue la Qubba, una sala cuadrada cubierta con cúpula. Con los turcos selyúcidas se va imponiendo un tipo simple de edificio cuadrado cubierto por una gran cúpula, de tipo bulbosa y con gran decoración externa, especialmente cerámica vidriada con formas geométricas. Por otro lado, el compromiso corámico con la guerra santa motivó que en zonas fronterizas y puertos estratégicos se construyera el convento fortificado o Ribbat, provisto de patio de armas y baluartes en los ángulos, además de las murallas bastante resistentes. Las fortificaciones almohades en la Península se organizaban con dobles murallas, llamándose barbacana a la exterior. Muchas ciudades fronterizas de Al-Andalus pasaron a tener castillos o Alcazabas, dominando todo el espacio desde lo alto. En las entradas de las murallas destacan las entradas o puertas acodadas y las Corachas, lienzos de murallas que parten del recinto amurallado hasta las torres de vigilancia o Torres Albarranas.
Mausoleo de Ismail en Buchara (Uzbekistán). S. IX
Mausoleo de Tamarlán en Samarkanda (Uzbekistán). S. XV.
Alcazaba de Málaga. S. XI.
Torre albarrana de las murallas de Badajoz. S. XIII
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13 comentarios:
Y que buena muestras de arte musulmán que tenemos en España: La Alhambra, la mezquita de Córdoba, la Giralda, etc etc...todo impresionante, al igual que el hecho que con elementos tan efímeros hayan llegado hasta nuestros días...una pena la pérdida de Medina Azahara...
Un abrazo Paco.
PD: una pregunta mocárabe y mozárabe es los mismo?
Buenos días, Majestad. No, no tienen nada que ver un término con otro. Mozárabe es el cristiano que vive en territorios conquistados por los musulmanes en Al-Andalus (el caso contrario es el mudejar, el musulmán que vive en tierras reconquistadas, también se les llama moriscos). En cambio, mocárabe se le llama a las molduras colgantes decorativas que impusieron los musulmanes en los interiores de los arcos y de las bóvedas, una especie de estalactitas de yeso colgantes y arracimadas. Era propia del Norte de África y la introdujeron en Al_Andalus los almohades a finales del siglo XII. Así, es característica del período nazarí de la Alhambra y del arte mudejar. Espero haber resuelto sus dudas. Saludos.
Buena colección de arte islámico. Creo que no falta nada, ni siquiera los "paños de sebka" ni las ventanas ajimezadas, ni los mocárabes. Estos artistas eran unos "manitas" en los detalles, en los trépanos, en la decoración...
Un saludo.
Me gusta eso de que las construcciones fueran bajas. Ojala volvieran a ponerse de moda.
Magnifica profusión de arcos, capiteles, bovedas y rica ornamentacion en todos los edificios. Tengo especial debilidad por la sencillez del arco peraltado.
Y su descripcion de los baños publicos y esos palacios de agua, monsieur, ha sido de lo mas tentadora. Una pena no poder hacer una excursion de domingo a aquellos tiempos.
Feliz dia
Bisous
Amigo, un placer este paseo magistral por el arte islámico. Sin contar con las maravillas de Al-Andalus, he tenido la suerte de ver algunos "in situ". El ejemplo de Madrasa más exquisito lo vi en Fez, la Bou Inania, trabajos en talla de madera, mármoles y estucos, s. XIV. Sin lugar a dudas Isfahán ofrece una gama infinita de azules. En Anatolia, sobretodo Istambul, la obra de Sinán refleja la influencia de Santa Sofia, entre otras obras bizantinas. La mezquita de Damasco, omeya s.VIII, con su musivaria en dorados y verdes, se construyó sobre un templo romano, y según dices se aprovecharon allí también, elementos como columnas y capiteles. Lo mismo vi en Kairouan, la mayoría de columnas del átrio porticado son romanas. Un hammam intacto y curioso se puede visitar en Girona, románico s. XII, pero calcado del modelo árabe, en el apodyterium o vestidor, las columnas y capiteles de la pileta son musulmanas, la planta del edificio sigue el ejemplo. En otro aspecto, el arte mozárabe tiene muchas reminiscencias árabes, los arcos de herradura y celosías en San Miguel de la Escalada, León, y el Mudejar en Teruel y en otras zonas, lo mismo. La verdad es que tenemos el privilegio de contar con un Patrimonio de la Humanidad único en Europa que refleja la cultura musulmana. Gracias amigo por esta provechosa lección, te sigo de cerca, tus alumnos deben disfrutar a base de las imagenes y textos que les ofreces.
Este lunes subiré una entrada del Museo Arqueológico de Napoles, tema escultura greco-latina, más adelante otra sobre pintura pompeyana. Por si te interesa darle un vistazo.
!Ave! un besito y hasta ahora.
Entrada, como siempre, muy completa. Como otros comentaristas también conozco buena parte de los ejemplos con que nos ilustras.
De nuevo, interesante.
Contemplar in situ la mezquita de Córdoba produce una impresión tremenda. No sólo es aspirar el sentimiento religioso que emana de la luz, sino admirar la capacidad de los artistas que la construyeron inspirándose en la arquitectura romana y concretamente en el acueducto de los Milagros de Mérida. Algo que también llama mucho la atención es la reutilización de capiteles de distnitas épocas, lo cual incide en la idea del gusto por el mundo clásico.
Besos
Estaba leyendo tu estupendo artículo sobre el arte islámico mientras pensaba en los buenos ejemplos que hay en España y se me ha ocurrido compararlo con el arte cristiano, que religioso y civil van paralelos, y me hago la siguiente pregunta: ¿Hay paralelismo en la evolución del arte islámico a lo largo del tiempo, como lo hay en el cristiano, que paso del románico al racionalismo casi actual, pasando por el gótico, el renacentista, el barroco, ….y los neo…posteriores?, porque aparte el impacto que nos produce la belleza de los monumentos árabes que tan bien conocemos, las diferencias entre ellos no parecen tan abismales como al que podemos observar entre la catedral de Jaca, la de Burgos o el Pilar de Zaragoza. Un saludo.
Suelo entrar a tu blog cuando mi espíritu busca sociego, me quedo extasiada en las imágenes luego de leer los textos.
Esta vez he salido doblemente premiada, ya que me has hecho evocar las visitas a la Alhambra y a la Mezquita de Córdoba, gracias, tu blog es parte de mi terapia.
Abrazos amigo
Perdón, SOSIEGO, no sociego,
MUERA EL ESTRESSSSS!
Chao!
.....Pues no veo el momento de ver toda esta maravilla en vivo en directo y guiada por todo lo que por aquí dices con tanta maestría.
Un placer realmente pasearme por la historia y encontrar la explicación y el orígen de estas obras de arte.
Un abrazo.
Entrada muy densa, pero como todas, ilustrativa 100%.
Saludos, Paco
Hola Paco:
He estado en algunos de los edificios que nombras aquí. Nunca lo he visto desde esa perspectiva que traes aquí.
Interesante muestra del paso árabe por España
Saludos
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