No existen muchas muestras de películas que recrean la civilización bizantina, y bastantes menos el arte bizantino. Tal Vez Su carácter oriental y el rigor, hieratismo y el simbolismo de esta Sociedad, no ha atraído a las grandes productoras y directores, a pesar del enorme desarrollo del llamado "Cine de Romanos" o "Peplum" de los Años cincuenta y sesenta. Una de las más representativas y escasas películas del mundo bizantino sea la que vamos a comentar: "Teodora, emperatriz de Bizancio", de Riccardo Freda.
La Película narra la fascinante historia de Teodora, prostituta y actriz, y su ascensión desde los subterráneos de la calle y el circo hasta la púrpura y el lujo de ser la emperatriz de Bizancio.
La ficha técnica de la Película es la Siguiente:
Director: Riccardo Freda
Intérpretes: María Canale Gianna (Teodora), Georges Marchal (Justiniano), Rober Pigaut (Andrés) , Irene Papas (Faidia), Renato Baldini (Arcal), Henri Guisol (Juan de Capadocia).
Productora: Lux Film.
Guión: R. Cochetti, Riccardo Freda, René Wheeler, Accursi Claude.
Música: Renzo Rossellini
Fotografía: Rodolfo Lombardi.
Género: Histórico, aventuras.
Año: 1954
Nacionalidad: Italia-Francia.
Metraje: 90 minutos.
El argumento o sinopsis lo podemos resumir en lo siguiente:
Justiniano, Emperador de Bizancio, amigo de mezclarse con el pueblo, conoce en una de sus incursiones a Teodora, bailarina-vagabunda-prostituta, que intenta robarle, y de la que se enamora al verla bailar. El emperador trata inútilmente de conquistarla. Conducida a su presencia acusada de robo, la condena a que le sea cortada la mano derecha. Ella escapa de la prisión y se reúne con Alcar, auriga del bando popular a quien narcotiza, suplantándolo en las carreras y logrando ser invitada a palacio por Justiniano. Convencido éste de la inutilidad de sus esfuerzos y de lo insano de sus deseos, se casa con Teodora. Un patricio difama a la nueva emperatriz y una sublevación popular, apoyada por el general Belisario, la pone en el trono. La emperatriz consolida el poder y la fama de Justiniano, venciendo al partido de los nobles y destruyendo sus intrigas.
Tenemos que decir que la película se inicia con los títulos de crédito que se sobreimpresionan sobre el mosaico de San Vital de Rávena, que representa a Teodora y su corte. La primera escena es el emperador Justiniano, ya anciano, mira el ábside de la basílica donde está representado el Señor sobre la bola del mundo que y recuerda su relación con Teodora en un extenso flash-back que durará toda la película. Dentro del flash-back podemos distinguir dos etapas: una primera etapa que refleja la ascensión de Teodora hasta que consigue casarse con Justiniano, y una segunda que se refiere a su actividad como gobernante al frente del imperio. Al final, La acción vuelve a la basílica de San Vital del comienzo de la película y junto al rostro de Justiniano aparece el de Teodora ya vieja. Justiniano da gracias a Dios por la mujer que le salvó a él y a su pueblo.
Uno de los muchos tópicos de los peplum, seguidos en esta película, es que tiene que haber una historia de amor. Y precisamente aquí la historia de amor es el eje central de la película, centrada en los dos personajes capitales: Justiniano y Teodora. La evolución de este amor marca la diferencia entre una primera parte de deseo y ambición y una segunda de establecimiento de un amor sincero y una puesta a prueba del mismo. Justiniano se representa en el terreno amoroso como pasional en la primera parte, mientras que en el terreno político parece manejado por su ministro Juan de Capadocia y por el Patriarca de Bizancio. En la segunda parte aparece como personaje débil que no confía en la firmeza de Teodora.
Teodora se presenta en la primera parte como ambiciosa y lasciva. Por ello contemplamos la escena de la danza, que haría reír a Procopio por su mojigatería, pero no debemos olvidar que para la época de rodaje del film esta danza era ya un atrevimiento. La Teodora de la segunda parte es una mujer cambiada y de dotes políticas.
Teodora se presenta en la primera parte como ambiciosa y lasciva. Por ello contemplamos la escena de la danza, que haría reír a Procopio por su mojigatería, pero no debemos olvidar que para la época de rodaje del film esta danza era ya un atrevimiento. La Teodora de la segunda parte es una mujer cambiada y de dotes políticas.
También, al servicio de esta historia de amor se han creado personajes secundarios como Andrés, el jefe de la guardia y mano derecha del ministro Juan de Capadocia; Arcal, el amante desgraciado de Teodora que propicia los equívocos en la pareja y permite la introducción de Teodora en una carrera de cuadriga; la hermana de Teodora, que con su maldad constante sirve de contrapunto a la conversión de la emperatriz. Juan de Capadocia es un caso de personaje histórico exagerado, pues aunque fue un ministro corrupto a más no poder y malévolo, la película lo convierte en el tópico de villano y malo malísimo de la historia.
Como casi toda película histórica, ésta cuenta con varias incorrecciones o errores históricos. Quizás la mayor de ellas es que Teodora y Justiniano no se conocieron siendo éste emperador, sino que ambos se casaron antes de que Justiniano vistiese la dignidad imperial. Además, la revuelta de los verdes del final de la película es un lejano eco de la revuelta popular conocida como Niká (532 d.C.).
A pesar de estos defectos, si podemos encontrar referencias históricas verosímiles y hacernos una buena idea de cómo se vivía en el Imperio bizantino en la época de Justiniano. Así, la escena del mercado de Bizancio refleja bien la idea de la pobreza del pueblo llano en un Imperio cuyos señores vivían en el lujo más opulento, como testimonian en el film los decorados de interiores de los Palacios imperiales de tonos luminosos, frente a los tonos marrones de la taberna y de los subterráneos del hipódromo; también, el rico y lujoso colorido de las vestimentas, los mosaicos, el mobiliario, la escenografía en general, etc. Todo ello nos ayuda a hacernos una idea del poderío, lujo, magnificencia y grandeza del Imperio bizantino.
El hipódromo juega en la película un papel relevante. Es el lugar de origen de Teodora, y la pasión que despertaba las carreras era incluso mayor que las carreras de cuadrigas del imperio Romano. Allí se formaban bandos o grupos partidarios de aurigas que tomaban distintos colores. Así, los azules eran los partidarios de la nobleza, mientras que los verdes eran las clases populares. De todas maneras la distinción de verdes como equipo del pueblo (comerciantes y artesanos) y azules como equipo de los aristócratas está bien conseguida, incluso la identificación de la política aristocrática con los azules y el emperador, nos ayuda a intuir que los equipos eran algo más que simples asociaciones deportivas.
El que el propio emperador, Justiniano, corra para que el pueblo le vea puede reflejar de lejos la gran relación que tenían el hipódromo y el poder. El hipódromo era el lugar donde el soberano entraba en contacto con su pueblo. Allí también se producía la aclamación popular y surgían tanto las alabanzas como las protestas y revueltas. Las secuencias de la carrera de cuadrigas eran cita obligada en las películas "de romanos". La de esta película presenta un aceptable hipódromo, con una buena carrera, aunque no también conseguida como las del circo de "Ben Hur".
El último dato referente al hipódromo es que los guionistas parece que se inspiraron vagamente en la Revuelta de la Niká, del año 532, para construir el final de la película, con la revuelta de los verdes y la presencia del general Belisario, quién consigue devolver la paz al Imperio. Aunque en la película se da una visión simplista de la citada rebelión, si guarda relación la visión de la película con la realidad. Parece que la revuelta fue provocada por la subida de impuestos y el cobro de los mismos a cargo de los ministros de Justiniano, entre los que se encontraba Juan de Capadocia. El Imperio necesitaba dinero para cubrir los gastos de la capital y las guerras exteriores. Tomó su nombre del grito lanzado por los rebeldes: «Niká», que significa "Victoria" en griego. La Niká estalló como fruto de una creciente tensión social en el Imperio bizantino. Una intrascendente discusión sobre carreras de cuadrigas se transformó en un estallido popular sin precedentes que hizo tambalear el trono de Justiniano. Sólo la serenidad de su esposa, Teodora, impidió que Justiniano huyera de la capital, y permitió que la rebelión fuera finalmente sofocada por el general Belisario. La revuelta comenzó en el hipódromo, donde se encontraban los emperadores, y se extendió a toda la ciudad, pero Belisario y Narsés, fingiendo negociar, rodearon a los rebeldes en el hipódromo y los masacraron. Se calcula que murieron cerca de 30.000 personas. Paradójicamente, gracias a las destrucciones ocasionadas se levantó una nueva iglesia de Santa Sofía de Constantinopla, la que hoy conocemos.
Teniendo en cuenta el origen social bajo de Teodora, ésta se muestra en la película siempre partidaria del pueblo, de los verdes, por lo que el director quiere transmitirnos un sentido de la justicia y unos valores morales muy propios del cine de aquellos años.
Mosaico de Teodora y su séquito. Iglesia de San Vital de Rávena. S. VI d.C.
En cuanto a la interpretación, teniendo en cuenta que no son primeras figuras, se nota que falta intensidad en algunos momentos, siendo la interpretación simplemente correcta. El director, Riccardo Freda, era italiano de origen egipcio. Dirigió bastantes películas de aventuras, de tema clásico, como dos versiones de Maciste, "Sins of Rome" y "Gigantes de Tesalia", con lo cual se movía bastante bien en este género, prueba de ello es esta película. También hizo películas de terror y thrillers. Para hacer esta película se basó en versiones anteriores del mismo tema, especialmente, la Théodore de Henry Pouctal (1912) y la versión de Leopoldo Carlucci (1922).
En el terreno artístico, podemos destacar las imágenes de la Iglesia de San Vital y sus coloristas mosaicos, especialmente el Cosmocrátor o Cristo efebo entregando la corona a San Vital, de la cúpula del ábside de la iglesia, o los cortejos del emperador Justiniano y el de su esposa Teodora en los muros laterales de la nave central. También nos hacemos una idea de cómo era el palacio imperial, el hipódromo, continuación del circo romano, donde están rodadas varias escenas. Por último, el mobiliario, el vestuario, los decorados imperiales nos muestran el lujo y la riqueza en la que pretendía vivir esta sociedad, heredera de las dos grandes civilizaciones clásicas, Grecia y Roma.
En definitiva, aunque estemos ante una película convencional, que pretende distraer y no ceñirse a la realidad histórica pura y dura, sí es bastante aprovechable desde el punto de vista didáctico, sobre todo por la escasez de recreaciones de esa época.
Escena en el hipódromo
12 comentarios:
Excelente reseña.
Vi ambas, "Ben Hur" y èsta.
Todavia recuerdo a "Messala".
Un abrazo.
Ay pues mire, monsieur, esta no la habia visto,mire qué bien para el fin de semana.
Y encima dice usted que tiene referencias historicas verosimiles, y todo? Eso habra que verlo. Me gustan esas viejas peliculas que al final son mas de aventuras que otra cosa.
Feliz dia
Bisous
Curiosa la historia de Teodora. En su día le dediqué también una entrada, no tan "peliculera" como ésta. El ascenso de una mujer con un pasado turbio. Parece ser que iba con un grupo de cómicos ambulantes. Mientras ellos hacían sus números, ella hacía el "numerito" enseñando sus partes al personal. Luego conoció a Justiniano y se moderó. Procopio de Cesarea la tilda de ninfómana y pervertida. No creo que fuera imparcial.
Un saludo.
Sin embargo, hasta donde sé, aunque procedía de las clases bajas, pues su padre fue un cuidador de fieras en el hipódromo, en el poder olvidó sus raíces y se decantó a favor de los azules; también hubiera sido mucho pedir que se tratara la discrepancia que tenía con el Basileo en cuestiones religiosas. Ella partidaria del monofisismo, él más o menos sujeto al orden romano. Aún así, voy a procurar ver esta peli. Estas de romano hechas por italianos suelen ser de escasa calidad, pero muy distraidas…y divertidas. Gracias por presentarla, no la conocía. Un saludo.
Recuerdo haberla visto, pero, la verdad, no guardo memoria de mucho detalle. Otra recomendación a la lista.
Buen fin de semana, Paco
Pues no conocía la existencia de esta pelícla. Aunque parezca mentria y a pesar de los errores típicos d elos peplum, en egenral son películas que me gustan. Sin ir más lejos Ben-Hur es una de mis favoritas. No tendrán efectos especiales, pero no importa, son más auténticas y las interpretaciones bastante mejores que las películas históricas actuales.
Saludos
A mí sin embargo siempre me ha fascinado el imperio bizantino.
No he visto esta película y me encantaría verla, pues lo que cuentas de ella merece la pena.
Procuraré hacerme con ella.
Un abrazo
Pues es cierto que deben haber pocos films dedicados a Bizancio, tanto es así que no recuerdo ninguno. Tendremos que buscar esta peli, porque además, la emperatriz Teodora es un personaje muy atrayente, salió de la nada y llegó a la púrpura.
Saludos, Paco.
(Si la pillo y la voe, te digo algo)
Es cierto, casi no hay ninguna pelicula sobre Bizancio, y esta que me cuentas es la primera que conozco...
Un abrazo
Excelente entrada, me ha animado a ver Teodora, a ver si la encuentro
Un abrazo Paco
Pues habrá que verla. Si necesitas en castellano el texto de partes de la mezquita, avísame. Saludos
Paco:
Gracias por la información, no conocía este film, así que espero poder encontrarla y verla. En abrazo y saludo cordial
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