Jean Fouquet. Construcción del templo de Jerusalen. Miniatura. 1470-1475. Biblioteca Nacional de París (Richelieu).
Bastante más tardíamente el término gótico se extendió también a las artes plásticas, adquiriendo además un sentido positivo derivado inicialmente de una cierta melancolía romántica hacia el pasado medieval. Pero la valoración historiográfica de dicho período se ha producido más recientemente, una vez que los estudios críticos se han liberado del lastre que supuso durante siglos una visión idealista de la historia del arte, visión que tenía como modelo de perfección máxima el arte de la Antigüedad y su recreación renacentista.
Giorgio Vasari
Desde el punto de vista cronológico, el límite inferior o inicio del gótico fue diferente según las zona. Así, mientras que en la Isla de Francia podemos hablar de hacia 1140 como fecha de inicio de la arquitectura, en otros lugares de Francia y especialmente fuera de ella la fecha de inicio debe retrasarse considerablemente. En la Península Ibérica durante la segunda mitad del XII se siguió construyendo y decorando bajo los cánones del románico, mientras que el gótico llegó en el siglo XIII y en ocasiones no fue la arquitectura la pionera, sino la escultura que se adosó a edificios románicos. En definitiva, puede decirse que, salvo ciertas partes de Francia donde en la segunda mitad del XII ya puede hablarse de gótico sin ninguna duda, fue el siglo XIII el momento en que el gótico se generalizó por Europa occidental. Los límites finales pueden situarse en la primera mitad del siglo XVI, salvo en Italia, que ya en 1400 inicia el estilo renacentista.
Los oficios mecánicos estaban englobados dentro del grupo de las "artes mecánicas", contra las cuales había ciertos prejuicios en el pensamiento eclesiástico y eran consideradas de inferior categoría que las "artes liberales", a pesar de que Honorio de Autun acabase incluyendo la mecánica como novena arte y rehabilitando sus actividades entre las que estaban la pintura, escultura, etc. En cierto modo, el desprecio por el trabajo manual, en el que se incluía también el artístico, derivaba de ver el trabajo como un castigo impuesto por Dios a los hombres después de la caída de Adán y Eva, idea que acabó constituyendo la vía de su rehabilitación en el pensamiento eclesiástico, ya que, en cierto modo, implicaba un carácter penitencial. Pero, además, hay que tener en cuenta que el auge de los nuevos oficios urbanos y el potencial económico y social que se derivaría de ello supuso una fuerza que la iglesia no pudo frenar. Poco a poco, como otras tradiciones paganas que se fueron cristianizando, los oficios fueron cambiando su sentido negativo hacia una valoración positiva.
En este sentido, Jacques Le Goff indica que la transformación de la sociedad en los albores del gótico afectó a todos sus trabajadores y dio sentido a las nuevas estructuras económicas y sociales de la época, lo que determinó la nueva imagen del hombre como colaborador en la creación de Dios y la naturaleza, imagen reflejada en el pensamiento de Guillermo de Conches, quien identifica al hombre como artesano que imita la naturaleza.
Esto supuso la rehabilitación del trabajo. Así, los antes despreciados, es decir, los obreros, se integraron en la nueva ciudad humana que era imagen de la ciudad divina. Este cambio de la mentalidad de la iglesia frente a la valoración del trabajo manual también afectó a los oficios artísticos, pero la valoración positiva desde el punto de vista del pensamiento eclesiástico no supuso un cambio en el status social del artesano, que todavía durante los siglos del gótico tanto social como económicamente continuó perteneciendo a las capas más bajas de la sociedad. Por supuesto, esto no excluye casos excepcionales de artesanos admirados o mimados por ciertos estamentos sociales, pero ello fue la excepción y no la norma, aun cuando ya desde la etapa románica el artesano mostró en ocasiones su satisfacción profesional ante el trabajo propio, satsfacción plasmada mediante firmas e inscripciones autolaudatorias.
Fue mucho más valorado los arquitectos que el resto de artistas, es decir, escultores, pintores, orfebres, cristaleros, etc.; pero ello dependió en parte de su calidad dedirector y en cierto modo gestor de las grandes empresas constructivas de la época y tambien, en parte, de la formación intelectual requerida, siendo un aspecto destacado de ella su estudio de la geometría.
Los maestros que proyectaron estas grandes catedrales tan sorprendentes, fueron conscientes en seguida de su preparación científica y explotaron su talento en beneficio personal: viajaron por toda Europa, se organizaron en logias de masonería, alardearon de su independencia ante los clientes, reclamaron un sueldo elevado y no dudaron en ir a la huelga en demanda de reivindicaciones. El predicador dominico Nicolás de Biard les comparó con los grandes prelados ociosos por recibir elevadas remuneraciones sin ensuciarse las manos de cal y en un sermón de 1261 deplora el método de trabajo que utilizaban: "En estas grandes construcciones, de ordinario hay un maestro principal que dirige con la palabra y casi nunca trabaja con las manos. Los maestros de los albañiles,, con la regla y el compás en la mano, dicen a los demás: "Talla aquí". No trabajan, pro reciben los salarios más altos". Cuando fallecen, se entierran en las catedrales y los epitafios ensalzan el prestigio profesional que gozaron en vida. La lápida funeraria de Pierre de Montreuil, autor del transepto de Notre-Dame de París, proclama que fue un "doctor en cantería", y la de Petrus Petri, maestro de obras de la catedral de Toledo, recuerda que, al haber hecho "este edificio de manera tan admirable, puede tener confianza al presentarse delante de Dios".
Los oficios mecánicos estaban englobados dentro del grupo de las "artes mecánicas", contra las cuales había ciertos prejuicios en el pensamiento eclesiástico y eran consideradas de inferior categoría que las "artes liberales", a pesar de que Honorio de Autun acabase incluyendo la mecánica como novena arte y rehabilitando sus actividades entre las que estaban la pintura, escultura, etc. En cierto modo, el desprecio por el trabajo manual, en el que se incluía también el artístico, derivaba de ver el trabajo como un castigo impuesto por Dios a los hombres después de la caída de Adán y Eva, idea que acabó constituyendo la vía de su rehabilitación en el pensamiento eclesiástico, ya que, en cierto modo, implicaba un carácter penitencial. Pero, además, hay que tener en cuenta que el auge de los nuevos oficios urbanos y el potencial económico y social que se derivaría de ello supuso una fuerza que la iglesia no pudo frenar. Poco a poco, como otras tradiciones paganas que se fueron cristianizando, los oficios fueron cambiando su sentido negativo hacia una valoración positiva.
En este sentido, Jacques Le Goff indica que la transformación de la sociedad en los albores del gótico afectó a todos sus trabajadores y dio sentido a las nuevas estructuras económicas y sociales de la época, lo que determinó la nueva imagen del hombre como colaborador en la creación de Dios y la naturaleza, imagen reflejada en el pensamiento de Guillermo de Conches, quien identifica al hombre como artesano que imita la naturaleza.
Reproducción del libro de Vasari, "Le vie dei più eccellenti Pittori, Scultori e Architettori".
Fue mucho más valorado los arquitectos que el resto de artistas, es decir, escultores, pintores, orfebres, cristaleros, etc.; pero ello dependió en parte de su calidad dedirector y en cierto modo gestor de las grandes empresas constructivas de la época y tambien, en parte, de la formación intelectual requerida, siendo un aspecto destacado de ella su estudio de la geometría.
Los maestros que proyectaron estas grandes catedrales tan sorprendentes, fueron conscientes en seguida de su preparación científica y explotaron su talento en beneficio personal: viajaron por toda Europa, se organizaron en logias de masonería, alardearon de su independencia ante los clientes, reclamaron un sueldo elevado y no dudaron en ir a la huelga en demanda de reivindicaciones. El predicador dominico Nicolás de Biard les comparó con los grandes prelados ociosos por recibir elevadas remuneraciones sin ensuciarse las manos de cal y en un sermón de 1261 deplora el método de trabajo que utilizaban: "En estas grandes construcciones, de ordinario hay un maestro principal que dirige con la palabra y casi nunca trabaja con las manos. Los maestros de los albañiles,, con la regla y el compás en la mano, dicen a los demás: "Talla aquí". No trabajan, pro reciben los salarios más altos". Cuando fallecen, se entierran en las catedrales y los epitafios ensalzan el prestigio profesional que gozaron en vida. La lápida funeraria de Pierre de Montreuil, autor del transepto de Notre-Dame de París, proclama que fue un "doctor en cantería", y la de Petrus Petri, maestro de obras de la catedral de Toledo, recuerda que, al haber hecho "este edificio de manera tan admirable, puede tener confianza al presentarse delante de Dios".
20 comentarios:
Es curioso que las novedades artísticas y estéticas en general surjan acompañadas de términos peyorativos: gótico, impresionistas, modernistas..., cuando supusieron en su momento una renovación cultural.
El Gótico es la expresión de un gran avance dentro de la mal llamada Edad Media.
Un saludo.
Coincido con Cayetano. Sobre todo en arquitectura, el gótico supuso además un salto enorme (quizás el más grande de la historia) sobre las técnicas constructivas anteriores. Cuando los maestros empezaron a dominar las fuerzas y liberaron los muros de su papel sustentador del edificio todo cambió radicalmente.
Abrazos, Paco.
Vamos, que los maestros que construyeron esas grandes catedrales podrían equipararse a los actuales controladores aereos, no?
Caramba con Vasari, que se permitía despreciar el gótico y además por razones que tan poco tenían que ver con el arte. No lo deja en muy buen lugar el asunto.
Feliz domingo, monsieur
Bisous
Paco, un placer refrescar y seguir aprendiendo contigo. Una abrazo!
Ya volvemos a la brecha amigo.
Admiro el gótico y sin embargo me atrae enormemente el románico, algo instintivo, sentido práctico me imagino. Volveré más tarde a leerlo con atención, así repaso. ;)
Sinceramente todos los artes me gustan y admiro y me pregunto como pudieron hacer tantas maravillas cuando me paseo por estas magnificas catedrales.
Un abrazo Paco
Y seguramente la construcción de una catedral gótica implicaba también una pequeña revolución social en la ciudad. Centenares de familias de los canteros, apredices, oficiales y maestros vivirían junto a la obra y traerían nuevas costumbres y relaciones. El privilegio de ser enterrados era una gloriosa manera de dejar constancia de su trabajo.
Hola Paco:
Como a Emejota, me gusta el gótico, pero el románico tienen un algo...
Me ha recordado mucho los pilares de la tierra esta entrada. Me refiero por lo de la catedral.
Saludos
Sorprende pensar que el nombre de gótico le fuera aplicado de forma despreciativa, cuando hoy lo consideramos como un estilo elegante y de gran belleza.
Me ha llamdo también la atención la poca consideración hacia los artesanos por parte de la iglesia, por eso de considerar el trabajo como un castigo. Quizás de ahí venga el poco aprecio al trabajo en los países católicos.
Me ha interesado mucho esta entrada.
Un saludo.
"En estas grandes construcciones, de ordinario hay un maestro principal que dirige con la palabra y casi nunca trabaja con las manos. Los maestros de los albañiles,, con la regla y el compás en la mano, dicen a los demás: "Talla aquí". No trabajan, pro reciben los salarios más altos".
Pues totalmente actual solo que ya no quedan casi obreros
Yo prefiero el Románica por su sencillezy paredes desnudas.
Bss y feliz semana
Gracias a tu visita he descubierto tu magnífico blog, iré leyendo tus artículos poco a poco... también tendré que leer "Riña de gatos".
Saludos desde Madrid.
¡Bienaventurados los bárbaros! Me quedo, evidentemente, con la mirada romántica del arte gótico al que admiro y rindo pleitesía, especialmente en esas espectaculares catedrales francesas que bien valen una misa o dos (o un concierto de órgano del que fui testigo en esa espectacular y mágica catedral de Chartres).
Excelente tu artículo, que te agradezco por alguna duda que tenía en cuanto a la cronología del gótico.
Siempre es un placer y lujo asistir a tu clase.
Un abrazo, Paco.
Afortunadamente el término de Vasari, en su aspecto negativo, fue superado, y hoy es usado con toda propiedad, por más que algunos autores sigan prefiriendo usar el de arte ojival. Como se comenta más arriba, que gran adelanto arquitectónico de grandes consecuencias: altura, luz, belleza. Un abrazo Paco.
PD. email.
Poco a poco la personalidad del artista se fue afirmando pasando de ser considerado como un artesano que trabajaba a mayor gloria de Dios, a tener consideración social como artista, como persona creadora de belleza y a tener individualidad.
Gran artículo.
Buena semana!!!
Despues de darme de alta para votarte en La Blogoteca, no he podido hacerlo pues me dice:
"Debes tener un blog validado en el concurso para participar en la votación."
Un saludo.
Resumiendo de forma injusta, calificaría el Gótico como "luz". Paco, si habitualmente me gustan mucho tus entradas, la de hoy me ha parecido sumamente interesante. Es una perspectiva que, sinceramente, no me había parado a valorar.
Muchas gracias!.
Un abrazo.
Paco aprendo y re-aprendo contigo datos olvidados gracias amigo por conservar mis recuerdos, saludos
:) Yo también he pensado en "Los Pilares de la Tierra" y en la Catedral de León, donde vivo, cuando la iluminan desde dentro algunas noches de verano y dejan a oscuras la plaza que la rodea y así ,desde lejos, con los hermosos vitrales que parecen suspendidos en el aire parece un sueño de luz...
Un beso, Paco
Que belleza!
Al mirar éstas imponentes construcciones siempre he pensado que los ángeles han colaborado...
Me encantó este detallado post, y cuanto aprendo Paco!
la nueva pintura "Water Taxi, Mount Desert" es magnífica.
Abrazos.
Hermoso blog y muy interesante contenido. Aquí se aprende. ¡Felicitaciones de la Sociedad Argentina de Escritoresa Filial Villa María- Córdoba- Argentina!
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