Iglesia de San Tirso de Sahagún (León). S. XII.
El arte Mudejar, estilo genuinamente español que se desarrolla entre los siglos XII y XV, con el trabajo de los alarifes musulmanes bajo el dominio de los reinos cristianos españoles, ha sido periodizado siguiendo dos criterios: El criterio tradicional lo dividía en función del estilo artístico cristiano imperante:
A) Románico-Mudéjar, desde mediados del siglo XII a mediados del XIII. Aquí el mudéjar se da fundamentalmente en el área castellana, en tierras del Duero, el llamado “Románico de ladrillo”. Aquí los alarifes moriscos ejecutan la traza románica, empleando materiales baratos como el ladrillo.
B) Gótico-Mudéjar, desde mediados del siglo XIII a principios del XVI. Se produce el gran auge del mudéjar, por la fuerte islamización de las costumbres, fundiéndose las formas almohades y nazaríes con los motivos estructurales y decorativos góticos (arcos apuntados, bóvedas de ojivas, vidrieras...). Ahora se multiplican los focos mudéjares.
Últimamente se tiende a dividir el arte mudéjar en dos: A) Mudéjar popular, de manifestación del pueblo y pobre, B) Mudéjar cortesano o de Court et de luxe, auténtica moda importada del territorio español, todavía musulmán, realizada a veces por alarifes traídos de fuera.
Para tener una aproximación a lo que fue el arte mudejar, consultar esta entrada anterior.
En esta entrada abordaremos el estudio del llamado Mudéjar popular:
MUDÉJAR POPULAR
El mudéjar popular se desarrolla a partir de los precedentes islámicos locales, sin la intervención de especialistas forasteros. La parroquia urbana o rural, basada en la funcionalidad litúrgica y sin grandes pretensiones oficiales, es el mejor exponente para detallar las variantes geográficas del mudéjar popular: castellano-leonés, toledano, aragonés y andaluz. En todas estas variantes suele darse unas mínimas características arquitectónicas que, al principio, lo emparienta con el románico: pilares de ladrillos, ábsides semicirculares abovedados, techumbres sencillas de madera y en el exterior arquerías dobladas de medio punto en las cabeceras.
1.1 Castilla-León
Es comúnmente aceptado que la aparición del mudéjar hay que datarla en el siglo XII en la (por entonces- poderosa ciudad de Sahagún). Esta población leonesa del Camino de Santiago se convirtió en un fuerte centro religioso y económico en los siglos XII y XII. El mudéjar se consolida en el siglo XIII y es exportado hacia el sur y sureste, a tierras todas ellas llanas y con escasas canterías de piedra (Zamora, Salamanca, Valladolid, Ávila, Guadalajara, Madrid y oeste de Segovia, sin afectar apenas a Burgos, Palencia y Soria). Dado el ascendente románico de este arte, se le ha denominado tradicionalmente por muchos autores como "ROMÁNICO MUDÉJAR" e incluso "románico de ladrillo". La planta de la mayoría de los edificios será la habitual de los templos rurales románicos, es decir de una sola nave rectangular engarzada a una cabecera, que a su vez se articula en tramo presbiteral ábside semicircular de menor diámetro. La cabecera, dirigida a oriente de manera canónica, tiene tramo recto abovedado con medio cañón (en ocasiones apuntado) y rematado en hemiciclo con bóveda de cuarto de esfera al modo románico habitual. En las mejores muestras del "mudéjar castellano leones" se emplean, para decorar los muros tanto exteriores como interiores de la cabecera, franjas o cuerpos superpuestos de arcos ciegos de medio punto, normalmente doblados, también se combinan con pisos de recuadros. Estos arcos y recuadros están rodeados por alfiz.
Las iglesias de San Tirso y San Lorenzo de Sahagún (León), con sus ábsides abovedados y torres con arquerías dobladas, son el claro exponente de estas características del mudéjar popular castellano o mudéjar de ladrillo. De Sahagún, esta arquitectura se extiende a lugares castellanos cercanos como Arévalo (Ávila), destacando las iglesias de La Lugareja, San Martín o San Nicolás; Cuellar (Segovia), con las iglesias de San Esteban o El Salvador, Toro (Zamora), iglesia de San Salvador, o Salamanca (San Juan de Alba de Tormes). Como muestra de arquitectura militar castellana debe reseñarse los Castillos de La Mota y de Arévalo, así como el Alcázar de Segovia.
Iglesia de San Juan de Alba de Tormes (Salamanca). S. XIII.
1.2. Toledo
A la llegada de los conquistadores castellanos a tierras toledanas (1085), la primera medida tomada es emplear ciertas mezquitas musulmanas y convertirlas al culto cristiano. Pasada esta primera época de asentamiento y alejada la amenaza almorávide, comienzan a edificarse nuevas iglesias "exnovo". Estos edificios cumplen con las formas arquitectónicas que los conquistadores y repobladores de los siglos XI y XII llevan a la ciudad, que no son otras que las del románico. Sin embargo, la población musulmana mayoritaria, la estética imperante en cualquier esquina de las calles de Toledo y el uso de mano de obra autóctona permite que el resultado se desvíe más del canon románico que lo visto en el apartado del mudéjar castellano-leonés. Este primer mudéjar toledano (románico-mudéjar) se extiende desde Talavera de la Reina hasta Guadalajara. La antigua Mezquita del Cristo de la Luz califal se amplió con un ábside mudéjar. La tipología más antigua de iglesia mudéjar toledana es la de planta basilical de tres naves separadas por arquerías de herradura. Sobre las arquerías se alza en la nave central una segunda serie de vanos de medio punto (cuerpos superpuestos). En alzado el ábside será poligonal de paños. Característico también de Toledo será el empleo del arco tumido doblado por lobulado. En las torres se aprecia mucha más decoración que en el austero mudéjar castellano-leonés (Ejemplo el campanario de Santo Tomé).
Las iglesias más típicas de esta etapa son las de San Román y la de Santiago del Arrabal (s. XIII). Esta iglesia tiene torre exenta, cuadrada, a la manera del románico italiano, tres ábsides poligonales y otras tantas naves. Las cubiertas son de carpintería y en la decoración exterior proliferan tres series superpuestas de arquillos ciegos (la inferior de medio punto, la segunda polilobulada, y la tercera de herradura).
Mezquita del Cristo de la Luz. Toledo. S. XIII.
Las iglesias más típicas de esta etapa son las de San Román y la de Santiago del Arrabal (s. XIII). Esta iglesia tiene torre exenta, cuadrada, a la manera del románico italiano, tres ábsides poligonales y otras tantas naves. Las cubiertas son de carpintería y en la decoración exterior proliferan tres series superpuestas de arquillos ciegos (la inferior de medio punto, la segunda polilobulada, y la tercera de herradura).
En la propia Toledo se advierte un segundo momento, que ya enlaza con las construcciones gótico-mudéjares, caracterizado por el empleo de arcos apuntados y lobulados, así como la aparición de las bóvedas de cañón apuntado y de ojivas, como en la cabecera del Cristo de la Vega.
En Toledo y su provincia quedan muestras notorias de arquitectura civil: palacios, casas, así como de puertas y restos de murallas, en los que el ladrillo ha sustituido a la piedra, sobresaliendo como ejemplo de arquitectura militar la Puerta del Sol, puerta albarrana destacada de la línea de fortificación, del siglo XIV.
Puerta del Sol de Toledo. S. XIV.
1.3. Aragón
En Aragón la influencia del arte taifa de la Aljaferia se funde con las formas estructurales del gótico mediterráneo, en cuanto a que interesan los grandes espacios. El mudéjar aragonés presenta ciertas peculiaridades que lo distinguen de los otros tres focos (Castilla, Toledo, Andalucía). El tipo de planta de las iglesias aragonesas se asemeja mucho a las cistercienses: nave única con capillas laterales y con ábside poligonal, la nave de salón abovedada con crucería de ladrillo y pequeños sectores de bóveda de cañón. Su aspecto es de iglesia- fortaleza y suelen tener un pasadizo o tribuna por encima de las capillas laterales abiertas al exterior que recorren el perímetro de la iglesia, al estilo de un paseo de ronda. Otras notas distintivas son que no suelen presentar atauriques de yeso, sino que las paredes del interior de las iglesias se suelen pintar o esgrafiar; La decoración mural exterior de ladrillo es mucho más compleja y barroca que el mudéjar de otras partes de España, creando verdaderos entramados de "encaje" de ladrillo a base de frisos de esquinillas, espinas de pez y sobre todo rombos, arquerías murales a base de arcos mixtilíneos o de herradura entrecruzados, lacerías, etc. La cerámica vidriada es uno de los sellos de interés de la arquitectura mudéjar en Aragón. Ejemplo de este tipo de iglesias lo podemos observar en la Iglesia de Santiago el Mayor, en Montalbán (Teruel) y en la Magdalena de Zaragoza.
Tal vez lo más interesante y las joyas del mudéjar aragonés sea las torres campanarios de sus parroquias. Si por algo especial es reconocido popularmente el mudéjar aragonés es por su magnífica colección de espectaculares campanarios. La mayoría de los campanarios de estilo mudéjar de Aragón son del tipo llamado "alminar", es decir, de planta cuadrada con un machón central y entre éste y la los muros perimetrales, escaleras cubiertas por bóvedas por aproximación de hiladas. Por encima de esta estructura típica de alminar almohade se construía un cuerpo de campanas. Los campanarios fueron al principio de sección cuadrada, pero por la influencia italiana causada por los dominios aragoneses en aquellas tierras, se construyeron también de planta poligonal, en concreto octogonal (San Andrés de Calatayud). Otra variedad es la torre que se eleva como un prisma cuadrangular pero rematada con cuerpo de campanas octogonal. En todos los casos se revisten de azulejería esmaltada y policromada (blanco, verde, rosado...), proporcionándoles estas piezas de cerámica vidriada el efecto de espejos multicolores; destaca la labor de dechado o sucesivas fajas horizontales con infinidad de motivos decorativos. Los campanarios de Teruel agregan, además, una peculiar nota urbanística, pues se elevan sobre un gran arco apuntado, que permite el paso bajo la torre de carruajes y viandantes. Ejemplo de esto son las Torres cuadradas de San Martín y El Salvador en Teruel. También habría que citar los cimborrios de ladrillo con bóvedas de influencia islámica y muy decoradas, tal como se aprecia en la Seo de Zaragoza y en las Catedrales de Teruel y Tarazona.
Torres de las iglesias de El Salvador y San Martín de Teruel. S. XIV.
Tal vez lo más interesante y las joyas del mudéjar aragonés sea las torres campanarios de sus parroquias. Si por algo especial es reconocido popularmente el mudéjar aragonés es por su magnífica colección de espectaculares campanarios. La mayoría de los campanarios de estilo mudéjar de Aragón son del tipo llamado "alminar", es decir, de planta cuadrada con un machón central y entre éste y la los muros perimetrales, escaleras cubiertas por bóvedas por aproximación de hiladas. Por encima de esta estructura típica de alminar almohade se construía un cuerpo de campanas. Los campanarios fueron al principio de sección cuadrada, pero por la influencia italiana causada por los dominios aragoneses en aquellas tierras, se construyeron también de planta poligonal, en concreto octogonal (San Andrés de Calatayud). Otra variedad es la torre que se eleva como un prisma cuadrangular pero rematada con cuerpo de campanas octogonal. En todos los casos se revisten de azulejería esmaltada y policromada (blanco, verde, rosado...), proporcionándoles estas piezas de cerámica vidriada el efecto de espejos multicolores; destaca la labor de dechado o sucesivas fajas horizontales con infinidad de motivos decorativos. Los campanarios de Teruel agregan, además, una peculiar nota urbanística, pues se elevan sobre un gran arco apuntado, que permite el paso bajo la torre de carruajes y viandantes. Ejemplo de esto son las Torres cuadradas de San Martín y El Salvador en Teruel. También habría que citar los cimborrios de ladrillo con bóvedas de influencia islámica y muy decoradas, tal como se aprecia en la Seo de Zaragoza y en las Catedrales de Teruel y Tarazona.
Catedral de Teruel. S. XIII-XIV.
1.4. Andalucía
La incorporación de Andalucía a Castilla en el siglo XIII favoreció la islamización de gustos y costumbres. Tres centros regionales configuran el mudéjar andaluz: Córdoba, Sevilla y Granada, basado en la base islámica local. Así, en el momento de incorporarse a la Corona de Castilla la tradición hispanomusulmana de Córdoba era califal, la de Sevilla almohade y la de Granada nazarí. La piedra se utilizó en Córdoba, el ladrillo en Sevilla y Granada alzó sus edificios con cajones de mampostería y ladrillo revocados de cal. El único material común es la madera que se ensamblan los alfarjes que techan las naves de los templos. Las construcciones religiosas si bien en planta y estructuras siguen modelos góticos, se enriquecen con labores de yeserías y techumbres de gran belleza.
En Córdoba se construyen iglesias en el que se mezclan la tradición califal de construir con piedra y las estructuras góticas burgalesas. Son iglesias de tres naves, de arcos apuntados, con tres ábsides en la cabecera, tres portadas en los pies y tres rosetones de iluminación perforando la fachada. La forma de aparejar los sillares a soga y tizón, las estrellas concéntricas que forman los rosetones y la techumbre de madera pueden interpretarse como técnicas mudéjares, mientras que la huella de los canteros del norte se constata en los ábsides de tracería gótica. Ejemplos son las Parroquias de San Pablo y San Lorenzo de Córdoba.
En Córdoba se construyen iglesias en el que se mezclan la tradición califal de construir con piedra y las estructuras góticas burgalesas. Son iglesias de tres naves, de arcos apuntados, con tres ábsides en la cabecera, tres portadas en los pies y tres rosetones de iluminación perforando la fachada. La forma de aparejar los sillares a soga y tizón, las estrellas concéntricas que forman los rosetones y la techumbre de madera pueden interpretarse como técnicas mudéjares, mientras que la huella de los canteros del norte se constata en los ábsides de tracería gótica. Ejemplos son las Parroquias de San Pablo y San Lorenzo de Córdoba.
Iglesia de San Lorenzo. Córdoba. S. XIII.
En Sevilla se impone un patrón con fuertes acentos almohades (red de rombos) e influencias cistercienses, que penetró en Huelva y en el sur de Extremadura durante los siglos XIV y XV. Las iglesias sevillanas son de tres naves separadas con arcos apuntados, construidas en ladrillo, la torre, en el testero occidental también de ladrillo, se hace como una réplica de la Giralda, con abundante decoración de sebka. La madera se utiliza en las techumbres de las naves (armadura de par y nudillo en la nave central y de colgadizo en las laterales) y la piedra aparece en la bóveda del ábside y en la portada. Otra característica del mudéjar sevillano son las capillas funerarias que se adosan a los templos, imitando los mausoleos islámicos. Muestra de iglesias sevillanas son las Parroquias de San Marcos, Santa Marina, San Juan de la Palma o la de Omnium Sanctorum. Huelva reelabora alguna de estas fórmulas y, en su deseo de trazar un muestrario original, construye las portadas en ladrillo. Ejemplo son las iglesias de Palos de la Frontera y la de Villalba del Alcor.
Iglesia del Omnium sactorum. Sevilla. S. XIII-XIV.
Iglesia de Santa Marina. Sevilla. S. XIII.
En Granada el mudéjar se difunde en el siglo XV (debido a su tardía conquista), conjugándose en sus parroquias las técnicas de albañilería y carpintería nazarí con algunos elementos del gótico final, como los arcos diafragma, los cuales soportan la techumbre de madera a dos aguas. Los paramentos se hacen con cajones de mampostería y ladrillo, unidos con cal. La iglesia de Santiago de Vélez-Blanco (Almería) resume esta propuesta arquitectónica del mudéjar granadino.
Al grupo andaluz se puede incluir por características estructurales (aunque con ciertas influencias toledanas), el magnífico Claustro del Monasterio de Guadalupe (Cáceres), con arcos de herradura en la parte inferior, y tumidos en las arquerías superiores. En el centro del claustro destaca el original templete central, con estructura gótica, rematado con tres bolas metálicas (como en los alminares de las mezquitas), destacando los arcos apuntados de la parte inferior.
Monasterio de Guadalupe. Guadalupe (Cáceres). S. XIV-XV.
16 comentarios:
Un placer y una alegría recordar de tu mano estos sitios conocidos y emblémáticos. Córdoba, Teruel, Sevilla, Cáceres y sobre todo Toledo.
Graciqas por seguir enseñando.
Un abrazo
Me encanta el mudéjar por lo que tiene de mestizo, aunando elementos del arte cristiano y del arte musulmán. Lo que menos me gusta de él es la connotación de arte enjaulado, poco libre, sometido a juicio, vigilado... por ser de gente clasificada bajo sospecha. Algo parecido a lo que en literatura pasaba con las jarchas mozárabes, aquí eran cristianos los que debían disimular y sobrevivir.
Un saludo.
Yo he visitado algunos de los que comentas, y especialmente me quedé por ser tan recientes en mi retina, con las Torres de Teruel, grandiosas y excelentes. Me gustaría visitar Cáceres, pero el tiempo....
Un saludo¡
Ni conocía, ni había visto nunca fotografías de la iglesia de San Tirso de Sahagún (León), es impresionante esa foto, preciosa.
Un saludo.
Creo que el mudejar que mejor conozco es el de Toledo, y el del monasterio de Guadalupe.
Me gustó eso de Court et de luxe, monsieur. Suena muy distinguido! :)
Feliz domingo
Bisous
Muy buena entrada Paco.Esto nos puede servir para ampliar lo que ya tenemos de apuntes de clase.
Conseguiste que comentara.
Es un estilo cuya estética siempre me ha atraído junto al románico. Ignoro la razón. Magníficas fotos. Un fuerte abrazo.
Mucho existe de este arte en España, pero como bien dice Javier más arriba, Teruel tiene muy buenos ejemplos. Una ciudad excelente para hacer una excursión y disfrutar de las torres, la catedral... y de paso ver el torico, los amantes... y comer bien. Para que luego digan que Teruel no existe. Existe, pero se le hace poco caso. Un saludo Paco.
Completa, completa, completa esta entrada, sí señor. No es un estilo que me encante pero me sorprendió gratamente la iglesia de san Lorenzo de Córdoba (no la recordaba, sinceramente)
Como dices probablemente el único arte genuínamente español. Merece la pena ir a Teruel sólo para ver esas maravillosas muestras de arte múdejar...
PD: no sé que te parece pero yo creo que el Barroco, aunque italiano, en su vertiente española también es muy genuino (irradiando incluso a las Indias)...es una opinión personal que conste :)
No conocía este arte, o el nombre que se le da. La iglesia de San Lorenzo en Córdoba la visité con catorce años. Y me ha gustado la de Lugareja. Son trazos muy limpios.
Besos Paco.
(gracias por tu apoyo y por siempre estar ahí)
Coincido con Cayetano en el gusto por su aire mestizo, sí: yo creo que es lo primero que te llama la atención cuando te sitúas frente a cualquiera de sus muestras.
Un abrazo, Paco
Aun hoy existen grandes debates entre los historiadores del arte sobre el mudéjar. ¿A qué llamamos mudéjar? ¿a todas las construcciones en ladrillo con aire islámico? ¿sólo a las edificadas por manos musulmanas? ¿es mudéjar el arte contruído en el siglo XIX imitando el arte musulmán? ¿dejamos a éste fuera por ser el mudéjar sólo medieval? ¿qué pasa con aquellas arquitecturas que continúan la tradición mudéjar que se siguen construyendo en el siglo XVII o XVIII? ¿son mudéjares? ¿es lo mismo mudéjar que tradición mudéjar?
Sin pretender que me contestes a todo, te dejo las preguntas para lanzar aquí el problema que desde hace tiempo mantienen los historiadores del arte, tus colegas.
Saludos
Este ano iré por las tierras extremeñas. No pasaré por alto el monasterio de la Guadalupe. Me ha gustado mucho esa descripción que has hecho. En general de todo este arte español.
El de Toledo es prácticamente parte de mi cotidaniedad.
Saludos Paco.
Hace unos meses estuve en Teruel y pude admirar la maravillosa Catedral de Santa María de Teruel, un ejemplo magnífico del mudéjar aragonés. Por cierto una de las cosas que más me impresionó fue su artesonado original y policromado de madera repleto de figuras, animales, alegorías, escenas costumbristas, verdaderamente algo único en el mundo.
Una vez más gracias por sus entradas que tanto nos enseñan.
Un saludo.
Hola, buenos días.
Me ha encantado el blog.
Seguro que el artesonado mudéjar de la Iglesia de san Bernabé apóstol, en Lagunaseca (Cuenca)no lo conocéis. Se encuentra en el límite de la provinciade Cuenca, conlindante con la de Teruel y Guadalajara. Ha sido recientemente restaurado. Os dejo un link y os animo a que vengáis a visitarlo.
http://artesonadomudejarenlagunaseca.blogspot.com/
Un saludo.
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