Paul Cézanne. Bodegón con manzanas y naranjas. Óleo sobre lienzo. 1895-1900. Museo Orsay. París.
Bajo el
término de Postimpresionismo (término acuñado por el crítico Roger Fry tras una exposición celebrada
en Londres con pinturas de Cezanne, Van Gogh y Gaugin) se reúne a una serie de
pintores que se forman en el impresionismo, pero superan sus investigaciones y
contribuyen a importantes avances en el arte del siglo XX. Su cronología va
desde 1886, última exposición impresionista, hasta 1907, fecha en que la obra
de Picasso, Señoritas de Avignon inicia el rumbo del Cubismo. Estos pintores no
forman un grupo propiamente, pero están relacionados por afinidades
ideológicas, centros de interés semejantes, y sobre todo, por su amistad. Son
cuatro grandes personalidades de la pintura: Van Gogh, Toulouse Lautrec,
Cezanne y Gaugin.
Todos ellos
parten de la pintura impresionista, en cuyo círculo se inician, llegando a
participar en sus exposiciones. Pero los cuatro luego se plantean pronto la
necesidad de buscar nuevos planteamientos formales ante las insatisfacción que
les provoca la visión impresionista del arte, indagando una salida en la
recuperación de la forma. Por tanto, es un movimiento vinculado en un principio
al impresionismo pero después se convierte en una revisión de sus ideas.
Reacciona contra el abandono de la forma y del volumen que el impresionismo
había practicado y quiere recuperar el dibujo aunque sin renunciar al color.
Quiere captar no solamente la luz sino también la expresividad de las cosas y
personas iluminadas: buscan el análisis de aquello sobre lo que la luz incide.
Con sus aportaciones prepara el camino para los movimientos pictóricos del
siglo XX: ellos son el verdadero puente ente la pintura de los siglos XIX y XX.
Toulouse Lautrec anuncia el arte-comunicación y el mundo de los carteles y la
publicidad; Cezánne es el pionero del Cubismo; Gaugin anuncia el primitivismo y
el ingenuismo (arte naif y pintura nabi) de las culturas no occidentales; Van
Gogh con su expresividad y dramatismo exacerbado preludia el Expresionismo. En este artículo nos centraremos en el padre de la pintura moderna, Paul Cézanne.
Paul Cézanne. El asesinato. Óleo sobre lienzo. 1870. Walker Art Gallery. Liverpool.
Paul Cézanne (1839-1906) fue un pintor de sólida formación pictórica, estuvo en la Academia Suiza y admiró a Velázquez y Caravaggio en el Museo del Louvre. Hoy es considerado para
muchos el padre de la pintura moderna, ya que su obra marca la transición entre la pintura decimonónica y la del siglo XX, radicamente diferente. Es precursor de la pintura del siglo XX, especialmente del
constructivismo y del cubismo. Tal vez haya sido el pintor que mayor
influencia ha ejercido en el siglo XX (admirado por Matisse, Picasso y los
nabis). Sin
embargo, mientras vivió fue un pintor ignorado que trabajó en medio de un gran
aislamiento, incluida su familia, aunque no pasó por necesidades económicas. Desconfiaba de los críticos y apenas tuvo eco entre el público. Exponía ocasionalmente y sólo fue admirado por los pintores impresionistas (con quienes llegó a exponer) y, al final de su vida, por la generación de nuevos pintores, los Nabis o Escuela de Pont Aven. A
partir de 1885 vive retirado hasta su muerte en la Provenza, solitario y
desconocido.
Se inició en el
Impresionismo (muy influenciado por Pisarro, expuso varias veces con los
impresionistas), pretendiéndolo hacer sólido y duradero.
Cézanne intentó conseguir una síntesis ideal de la representación naturalista,
la expresión personal y el orden pictórico. Al igual que Zola con el
realismo literario, Cézanne manifestó un interés progresivo en la
representación de la vida contemporánea, pintando el mundo tal como se
presentaba ante sus ojos, sin preocuparse de idealizaciones temáticas o
afectación en el estilo. Luchó por desarrollar una observación auténtica
del mundo visible a través del método más exacto de representarlo en
pintura que podía encontrar. Con este fin, ordenaba estructuralmente
todo lo que veía en formas simples y planos de color. Su afirmación «Quiero hacer del impresionismo algo sólido y perdurable como el arte de los museos», subraya su deseo de unir la observación de la naturaleza con la
permanencia de la composición clásica. Ello queda en evidencia
igualmente con su pretensión de «revivir a Poussin del natural».
Paul Cézanne. Vista de Auvers. Óleo sobre lienzo. 1874. Art Institut of Chicago.
Cézanne se esforzó por comprender y reflejar la complejidad de la
percepción visual humana. Quería ofrecer una visión auténtica de la
realidad, y para ello observa los objetos desde distintos puntos de
vista, lo que le lleva a representarlos desde perspectivas diferentes
simultáneamente. La obra de madurez de Cézanne muestra el desarrollo de
un estilo de pintura solificado, casi arquitectónico. La intensidad de
sus colores, unida al aparente rigor de la estructura compositiva,
indican que, a pesar de la frecuente desesperación del propio artista,
había sintetizado los elementos básicos de representación y expresividad
de la pintura de un modo
Reacciona contra el
impresionismo que había practicado entre 1872 y 1882, revalorizando la forma y
la estructura, el volumen del objeto representado, ya que intenta reconstruir
las formas, las líneas y el volumen como un escultor, a la vez que conjuga
estas investigaciones con la búsqueda de la belleza. Afirma que el contorno
debe ceder para que las formas emergiesen. Así lo que le interesa es la
estructura subyacente y permanente de la naturaleza, y no la fugacidad y los efectos cambiantes de luz de los impresionistas.
Necesitaba cambiar la imprecisión por la solidez, no importando el tiempo
necesario, ya que creía que así era la naturaleza.
Según él, bajo
las apariencias de los objetos de la naturaleza subyacen formas geométricas, (esfera, cono, cilindro) que es donde,
fundamentalmente, radica la belleza. Esto explica la apariencia geométrica que
presentan los cuerpos en sus cuadros: "Todo en la naturaleza se modela según la esfera, el cono, el
cilindro. Hay que aprender a pintar sobre la base de estas figuras
simples; después se podrá hacer todo lo que se quiera". Por ejemplo, un tronco de árbol puede concebirse como un cilindro, una cabeza humana como una esfera.
Paul Cézanne. El muchacho del chaleco rojo. Óleo sobre lienzo. 1888-1889. Foundation E.G. Bührle Collection. Zurich.
Piensa que hay que partir de la
naturaleza, pero no copiarla sino objetivizarla a través de su descomposición
en volúmenes geométricos. Para evitar que el objeto se desdibuje recalca los perfiles
mediante una fuerte línea oscura. Por otro lado, compone como un clásico, de
manera clara y ordenada, buscando en sus cuadros la claridad lógica y la
simplicidad de los objetos reducidos a su esencia. La repetición en el
tratamiento de los temas le permite estudiar las construcciones elementales, la
forma, el color, la materia y el volumen. Por eso repite tanto un mismo tema,
estudiándolos pacientemente, desde todas las posiciones para obtener una
síntesis de visión.
Utiliza los contrastes
de color para diferenciar las figuras y los planos. Emplea las sombras de tono
violáceo renunciando al negro y gris tradicionales. Decía: "la línea no
existe, un cuadro no representa más que colores". Por tanto, construía con
el color y con una pincelada muy suelta y libre. Utiliza los contrastes del
colorido y las líneas de contorno para destacar las estructuras. También su
pincelada fue evolucionando hacia las geometrizadas manchas de color. Este
color lo aplica mediante fuertes y gruesas pinceladas, como si fuesen
restregones, siendo el dibujo algo totalmente secundario. Son muy características y fácilmente reconocibles sus pinceladas, a
menudo repetitivas, sensibles y exploratorias. Estas pequeñas pinceladas
y planos de color se conjugaban para formar campos complejos,
expresando al mismo tiempo las sensaciones del ojo que observa y una
abstracción de la naturaleza observada.
En cuanto a los temas, éstos parten de la realidad: paisajes, bodegones,
retratos, naturalezas muertas, flores. No le interesa el tema en sí sino la esencia geométrico de lo
representado. Entre sus muchas obras podemos destacar las series de los Jugadores de cartas, Las Bañistas, Paisaje
de L'Estaque, Bodegones, La Montaña Sainte Victoire, El
muchacho del chaleco rojo, Mujer con cafetera...
Paul Cézanne. La mujer de la cafetera. Óleo sobre lienzo. 1890-1894. Museo Orsay. París.
Paul Cézanne. Los jugadores de cartas. Óleo sobre lienzo. 1892-1895. Courtauld Institute. London
Estas obras se han dividido tradicionalmente en cuatro períodos:
A) Período Oscuro. París. 1861-1870. Se trata de un periodo caracterizado por colores oscuros y un intenso uso del negro, con pigmentos espesos, muy empastado. Son obras muy diferentes a las que hará posteriormente, de temática antisocial, violenta y erótica. Cabe destacar, entre otras, La orgía, Pastoral o El asesinato.
B) Período Impresionista. Provenza y París. 1870-1878. Cuando Cézanne marchó a L'Estaque en 1870, cambió sus temas para dedicarse principalmente al paisaje. Al instalarse en Auvers, comenzó su estrecha relación de trabajo con Pissarro, quien vivía en la cercana Pontoise. Bajo la influencia de Pissarro, Cézanne comenzó a abandonar las normas
académicas y la paleta sombría y fuertemente empastada que le
caracterizaba. Sus lienzos se hicieron mucho más brillantes, con colores
claros, eligiendo los colores primarios y sus complementarios, además de forzarle a observar atentamente la realidad. Su tema favorito son paisajes. En este período cabe destacar obras como Vista de Auvers, Bañistas, Señora Cézanne en la butaca roja o Naturaleza muerta del jarrón y las frutas.
Paul Cézanne. Las grandes bañistas. Óleo sobre lienzo. 1906. Museum of Art. Filadelfia.
C) Período de madurez. Provenza. 1878-1890. Cuando Cézanne fijó su residencia definitivamente en Provenza, a principios de los años 1880,
se independizó de los impresionistas, centrados en París, y demostró su
preferencia por el sur, su país natal y su paisaje. El aislamiento y la
concentración, así como la singularidad de su búsqueda, podrían
señalarse como los responsables de la increíble evolución que sufrió su
estilo durante las décadas de 1880 y 1890. Obras de esta época son El puente de Maicy, Rocas en L´Estaque, Martes de carnaval o Arlequin.
D) Período final. Provenza. 1890-1906. En 1895
hizo una visita germinal a las canteras de Bibémus y ascendió la montaña
Sainte-Victoire. El paisaje laberíntico de las canteras debieron
impresionarle particularmente, pues alquiló una cabaña allí en 1897. Se
cree que estas formas inspiraron el estilo cubista en embrión. Cézanne se concentró en unos pocos géneros, en los que era hábil por igual: bodegones, retratos (y autorretratos), paisajes y estudios de bañistas (desnudos en el paisaje). Cézanne continuó pintando directamente del natural con brillante
colorido de tipo impresionista, pero fue simplificando de modo gradual
la aplicación de la pintura hasta el punto de que parecía lograr
expresar el volumen con sólo unas cuantas pinceladas de color
yuxtapuestas. Más adelante los expertos llegarían a afirmar que Cézanne
había descubierto un modo de representar tanto la luz como las formas de
la naturaleza simplemente mediante el color. En esta etapa están las obras más célebres de Cézanne: Los jugadores de cartas, La mujer de la cafetera, las series de Las grandes bañistas o La montaña Sainte-Victoire.
Paul Cézanne. La montaña Sainte-Victoire. Óleo sobre lienzo. 1904-1906. Sammlung C. S. Tyson. Filadelfia.
Para terminar, dejamos dos videos sobre la obra de Cézanne:
Importante pintor de su tiempo y de la la escuela impresionista pero no es de los que más me gusta.
ResponderEliminarTengo el ordenador estropeado y no se el tiempo que tardarán en arreglarlo.
Si no me paso es porque estoy sin el.
Un abrazo y feliz semana
Imprescindible. Un precursor de nuevas tendencias este Cezanne. Cuando el impresionismo da paso a las vanguardias, este pintor se convierte en una de las llaves que abre ese proceso.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Paco:
ResponderEliminarMe has recordado mucho mis clases de artística...Hice un trabajo de fin de curso sobre Cézanne hace muchos años. Mi profesora también era muy fanática de su pintura.
La pintura es como la ciencia: Evoluciona a partir de una idea.
Saludos
Qué maravilla. Ha sido todo un deleite el paseo que nos ha dado por la obra de este pintor. Consiguió algo más que sus cuadros fueran "como el arte de los museos": consiguió que fueran "el arte de los museos".
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
De lo más interesante, por más que me resulte difícil seguir la línea que afirma que el contorno cede el paso a las formas, para luego remarcar el perfil con una línea obscura. Excelente artículo sobre un gran autor, en una época de gran efervescencia artística, intelectual en general, la de fines del XIX y principios del XX; la de todos aquellos ismos de los que hablabas en el anterior artículo, que sin ser estilos, creo que acabaron siéndolo, todos mezclados y coexistentes, a diferencia de lo sucedido en los siglos anteriores, bien definidos los estilos y con una larga existencia en el tiempo. Bueno, eso piensa este lector tuyo, que tiene poca idea de estos asuntos, y que puede esté equivocado; pero que va aprendiendo mucho aquí. Un abrazo Paco.
ResponderEliminarUn verdadero disfrute. No conocía el cuadro de las Grandes Bañistas. Los vídeos los dejo para más tarde disfrutarlos tranquilamente. Bss.
ResponderEliminar:)Como se ve la evolución. La Montaña Sainte-Victoire ya es puro siglo XX
ResponderEliminarUn abrazo, Paco
Paco, eres la enciclopedia del arte, el relleno que colmata mis lagunas.
ResponderEliminar¡Felicidades!
Profesor, en esta clase siempre se cumple el viejo aforismo de aprender deleitando.
ResponderEliminarHay artistas, como es el caso de Cezánne que intuyen certeramente dónde radica la belleza, en la simplicidad vista desde el espejo de la naturaleza.
Un abrazo.
Un maestro de los grandes y que, en contra de lo que pueda parecer, junto a Van Gogh y Tolouse, a los que se ha clasificado juntos en el cajón de generación artística, trabajaban al mismo tiempo que los grandes impresionistas. ¿Neoimpresionismo? Puede ser, pero coetáneo del impresionismo.
ResponderEliminarSaludos
Me gusta el muchacho del chaleco rojo, esas variedades del blanco son fascinantes, sobresalen de la pantalla.
ResponderEliminarLos jugadores de cartas... habra imaginado Cezanne siquiera que algun dia valdria 250 millones de dolares..? jaja ni en su mas loco sueño. Abrazos.
Você deve ser um professor bastante dedicado... impressiona como demonstra seu saber... gosto de vir aqui conhecer mais e mais cada dia sobre uma arte que não tenho conhecimento nenhum... obrigada por nos ensinar.
ResponderEliminar(Muitas das vezes me lembro da querida clariana...)
Boa semana.
Beijo carinhoso.
Desde mi punto de vista la denominación de postimpresionismo les viene muy bien a estos pintores deudores todos ellos de los caminos abiertos por los impresionistas con los que convivieron, para luego llevar un paso más allá sus presupuestos estéticos y alumbrar así algunos de los movimientos más potentes de los albores del siglo XX.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Vale la pena cruzar el oceano y visitarte.
ResponderEliminarUn lujo el paseo.
Saludos
Paco: acabo de ver esta entrada de Cézanne (estoy preparando la mía) y observo que han desaparecido las imágenes. En mi blog ocurrió lo mismo y tuve que revisar todas las entradas. De paso que te felicito por tu trabajo te aviso de este problema.
ResponderEliminarSaludos