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jueves, 11 de noviembre de 2010

ARTE PALEOCRISTIANO HASTA EL EDICTO DE MILÁN


Crismón hallado en Argel. S. III d. C. Museo del Louvre. París.

CONTEXTO HISTÓRICO Y CARACTERÍSTICAS GENERALES

Entre la caída definitiva de Roma y la plena instalación de una cultura cristiano-germánica en Europa, transcurren tres siglos dominados por un arte espiritualmente en alza pero económicamente en decadencia: el arte paleocristiano. El arte paleocristiano nace con los orígenes del cristianismo dentro del Imperio Romano pero se manifiesta en su fase de esplendor a partir del 313, del Edicto de Milán, cuando la religión oficial del Imperio va a ser el cristianismo. Este arte se acaba con las invasiones germánicas, desarrollándose en los cinco primeros siglos de nuestra era, trasmitiendo todo el legado clásico en decadencia y va a influir en los artes toscos y primitivos de los invasores germánicos.
Durante los últimos años del reinado de Tiberio y los primeros de Calígula (37-40 d.C) aparece el cristianismo. Poco después, el cristianismo comienza a desarrollarse sin dificultad. En el año 100 se extiende por ciudades y pueblos a pesar de una organización deficiente y de contar con una mayoría de adeptos procedentes de las clases bajas. Por todo ello, las congregaciones eran sencillas y operaban dentro de un ámbito doméstico. Más tarde, desde fines del S.II d.C, aparecen los grandes Padres de la Iglesia: Tertuliano, Hipólito, Clemente y Orígenes. El cristianismo comienza a propagarse con intensidad, pero sigue sin cumplir las exigencias del Estado romano. Surgen, así, las primeras persecuciones sangrientas.
A comienzos del s.IV d.C., con el reinado de Constantino, se proclama el Edicto de Milán (313) que concede la libertad religiosa a los cristianos y, más tarde, el Edicto de Tesalónica (380), dado por Teodosio, convierte al cristianismo en la religión oficial del Imperio. La Iglesia asume un poder que se asocia al político del imperio. Los principales centros eclesiásticos se localizan ya en Alejandría, Roma y Constantinopla, seguidos de Cartago, Tréveris, Aquileia y Antioquía.
En el año 395, el emperador Teodosio divide el imperio en Oriente y Occidente. Los dos tendrán destinos muy diferentes. A principios del S. V., Occidente padece las invasiones bárbaras, al tiempo que Roma se convierte en capital administrativa y espiritual de la Iglesia. Por su parte, Oriente consigue mantenerse unido gracias a un fuerte ejército, durante toda la Edad Media, con el Imperio Bizantino.
Desde los orígenes del cristianismo, esta religión había segregado sus propias formas artísticas a partir de la tradición clásica grecorromana y oriental. El realismo clásico es sustituido por el expresionismo cristiano. A la perspectiva y al modelado sustituyen las figuras planas y sin fondos. La realidad espiritual a la física, la iconografía al peso estético.

El hecho de que el cristianismo se difundiera primero por las provincias romanas de Oriente va a suponer una influencia anticlásica de un arte tradicionalmente simbólico y expresivo (Egipto, Persia, etc.). Además el hecho de que esta nueva religión se difundiera antes entre las clases sociales más bajas, conlleva la necesidad de usar un lenguaje más claro y fácilmente comprensible por los fieles. Como la liturgia cristiana exige la congregación de todos los fieles, las paredes de sus catacumbas primero y de sus basílicas después, se llenarán de imágenes y escenas elocuentes cuya narrativa no ofrezca lugar a dudas.
Si unimos estas dos características: simbolismo y sencillez iconográfica, al retroceso cultural general, al proceso de esclerosis artística, de regresión y primitivismo al que se ve condenado todo el Imperio Romano a partir del siglo III por motivos económicos y políticos, todo ello nos da como resultado lo que va a ser la tónica general del arte cristiano-occidental hasta el despertar del naturalismo gótico en el siglo XIII.

Evolución de las zonas cristianizadas en El Mediterráneo



ARQUITECTURA

En general se mantienen las estructuras y formas de la arquitectura clásica (hormigón, órdenes, estructura de edificios...), sólo alteran el contenido y la funcionalidad de las obras. Antes del Edicto de Milán del 313 d.C. no hay una arquitectura oficial que defina el nuevo espíritu. Las primitivas comunidades cristianas se congregaban en casas   particulares, en los jardines de los nobles, pero al aumentar el número de creyente tuvieron que recurrir a las  Catacumbas:   pasadizos   secretos   y subterráneos  donde  se  celebraba  la  liturgia.  Catacumba significa agujero y era el nombre de un distrito periférico de Roma, cerca de la Via Apia, con un cementerio subterráneo donde se trasladaron provisionalmente los restos de San Pedro y San Pablo en el siglo III. Posteriormente, en la época medieval, se designó con esta palabra a todos los hipogeos funerarios excavado extramuros de la ciudad eterna (Domitila, Lucila, Calixto, San Sebastián...). El origen de las catacumbas se encuentra en los arenarios o canteras subterráneas excavadas por los romanos para extraer materiales de construcción. Cuando se agotaban la abandonaban, siendo aprovechadas por los cristianos, transformándolas en cementerios y añadiendo nuevos túneles.
Corredor de la Catacumba de San Calixto en Roma. S. III D.C.

El cementerio o catacumba se organizaba en un laberinto de estrechas galerías, llamadas cripta o ambulacrum. En determinados lugares (en el cruce de galerías) estos pasillos se ensanchaban formando cámaras cuadradas o poligonales, los cubículae, donde se realizaban algunas ceremonias litúrgicas y se daba sepultura a los mártires cristianos (quemados, apaleados o destrozados en los anfiteatros). El resto de tumbas se distribuían por las galerías, adoptando la forma de nichos longitudinales, los loculi, o bajo un arco semicircular, arcosolium. Cuando el terreno escaseaba se superponían varios pisos. La oscuridad y el silencio reinaban en estos hogares de la muerte. Por el contrario, la decoración pictórica que cubría criptas y cubículos expresaba un mundo diferente, luminoso y optimista. Las catacumbas se completaban al exterior con una edificación al aire libre, a modo de templete (cella memoriae) indicativa de un resto de reliquias que gozaban de especial veneración.
Las catacumbas mejor conocidas se encuentran en Roma, destacando como Tituli o casa de patricios, citando como ejemplos Domitila o Priscila. Como arenarios destacan las catacumbas de San Calixto y San Sebastián, así como la Catacumba de Tarragona en España.


Arcosolio y cubícula de la Catacumba de San Calixto en Roma. S. III d.C.

ARTES FIGURATIVAS

La iconografía escultórica es víctima también de la tradición hebraica que prohíbe la representación de la divinidad. La tardanza en la representación gráfica de los temas de los testamentos viene explicado por Tertuliano: “Dios prohíbe toda reproducción de la realidad y con más razón la reproducción de su imagen”. Por eso, hasta bien entrado el siglo IV, no va a haber escultura de bulto redondo. Sin embargo en los sarcófagos se mantiene la línea escultórica romana siendo a veces imposible de distinguir unos de otros.

Tanto en la pintura como en la escultura, la valoración de los primitivos cristianos se dirige al significado de las representaciones más que a la estética de las mismas, se concede la máxima valoración a la significación de la representación en detrimento de la belleza formal, imponiéndose el carácter simbólico y alegórico. En la pintura, el lenguaje gráfico representado por los primeros cristianos procede en gran medida de Oriente, e inicialmente fueron temas del mundo animal y vegetal, a los que se otorga un significado místico. Técnicamente encontramos una pérdida de las proporciones, con respecto a la plástica romana; los ojos muy abiertos y expresivos de las figuras tienen un claro carácter simbólico, tratan de plasmar el alma del creyente. Hay un búsqueda de sencillez y ello conlleva el esquematismo. Lo que realmente importa es el significado cristiano de la imagen, no la perfección formal.


Mosaicos con pavo real del Musoleo de Santa Constanza. Roma. S. IV d.C.
 Fresco con el pan y los peces de la Catacumba de San Calixto en Roma. S. III D.C.

Este repertorio de temas se inicia en representaciones pictóricas en los muros de las catacumbas. Algunos de estos temas simbólicos son la paloma, que simboliza el alma o el espíritu, el pavo real es el símbolo de la eternidad, la vid y la espiga es la sangre y cuerpo de Cristo (eucaristía), el cordero es el sacrificio de Cristo por la comunidad cristiana, o el pez, cuya palabra griega formaba las iniciales de Jesús Cristo de Dios Hijo Salvador (ICTIOS). Entre estos símbolos, empieza a destacar el del Crismón, monograma formada por las dos primeras letras griegas del nombre de Cristo, XR, junto a la Alfa y la Omega (primera y última letra del alfabeto griego, que simboliza el principio y el fin). A estas letra se solía añadir la cruz y todo ello era encerrado en un círculo. La combinación del círculo con el monograma y la cruz representa a Cristo como síntesis espiritual del universo, como la luz que alumbra las tinieblas del paganismo grecorromano sobra las que triunfa.


Frescos Con Adán y Eva, de las Catacumbas de San Marcelino y San Pedro en Roma. S. III D.C.  Fresco con el tema del Buen Pastor. Catacumba  Priscila en Roma. S. III D.C.

Paulatinamente se irán incorporando imágenes en las que existe una fuerte Influencia Pagana. Entre ellas destaca sobremanera la figura del Buen pastor, asociada al dios Apolo y al "moscóforo" griego, alegoría de Cristo Como conductor del rebaño, es decir, de la Iglesia y sus fieles. Con el tiempo aparecen escenas del Antiguo Testamento, con las figuras de Adán y Eva (Alegoría del Pecado), Moisés, El arca de Noé, el Sacrificio de Isaac (la obediencia a Dios). Muchas veces, estas escenas como alegorías de la muerte de Cristo y de Su resurrección (como cuandoJonás estuvo tres dias en el estomago de la ballena). También va a ser muy habitual en las catacumbas el tema de los Orantes, personajes con los brazos en alto en actitud de rezo o súplica, que representan a la Iglesia.

La Iglesia como Orante, en fresco de la Catacumba de Priscila en Roma. S. III D.C.

Las más destacables son las pinturas del Buen Pastor y la Iglesia como orante de la catacumba de San Calixto en Roma. Digno de ser resaltadas también la representación de Dios en un nimbo con el alfa y la omega de la catacumba Domitila, y la virgen con el niño del Cementerio Mayor de Roma, así como Cristo como maestro, orante y virgen con el niño de la catacumba Priscila, todos del siglo III.


Para finalizar, dos videos Sobre la Plástica paleocristiana y el pecado Recorrido Por la Catacumba de Priscila.



8 comentarios:

  1. Monsieur, creo que ha habido algun problema al cargar este texto, porque aparecen parrafos confusos, frases incluso ininteligibles, como "El Cristianismo comienza El Pecado Dificultad desarrollarse las Naciones Unidas". Y ademas la palabra pecado se cuela por todas partes. Parece cosa del demonio!

    Se lo advierto para que revise a ver cual pudo ser el problema.

    Feliz dia, monsieur

    Bisous

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  2. Paco: Sí, algo ha pasado en el texto. Me temo que te ha cogido código.
    Abrazos

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  3. Paco una excelente entrada, como siempre. me encanta este arte de transición, y la verdad es que en Roma, donde viví 7 meses, hay magníficos ejemlos. Creo que uno de ellos es el Baptisterio de San Juan de Letrán, que si no me equivoco es donde fue coronado Carlomagno.

    Un saludo.

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  4. Creo que el editor de textos se ha vuelto loco. A lo mejor no quiere oír hablar de Constantino "el aprovechadillo".
    Espero que puedas solucionar ese problema.
    Un saludo.

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  5. Tengo que pedir disculpas a todos los que hayan entrado a leer esta entrada y se hayan encontrado con una larga lista de palabras y frases inconexas y sin sentido alguno. El editor del bloger me juega muy malas pasadas y parece que no quiere que nadie me lea. Con esfuerzo y tiempo, he podido rehacer y reescribir el post de nuevo; es posible que falte o esté cambiado algo de la entrada original, pero es lo que hay. Gracias a la Dama Masquée, Xibeliuss, Carolus II y Cayetano por ponerme sobre aviso de tal disparate. Un saludo a todos.

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  6. Parece que ya has podido con los "duendes" que habitan en el blog y así ofrecernos el texto de la entrada que antes daba "saltos". Enhorabuena.
    Un saludo.

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  7. He visto el video. Realmente así vistas no son tan tétricas como siempre se ha pensado, aunque supongo que gracias a la iluminación artificial. A la luz de una antorcha la cosa debía ser bien distinta. Otro buen artículo sobre el arte antiguo, como siempre. Un saludo.

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  8. Paco, en este momento no me puedo detener un rato, como seria lo suyo, a disfrutar de esta seguro maravillosa entrada en la que San Vital y sus maravillosos mosaicos parecen tener un papel protagonista. Si aprovecho para comentarte que me encantaron aquellas en que nos trasladaste a los tiempos de Adriano y su asimismo fantastica villa de Tivoli, asi como que el busto de Augusto de la penultima me ha resuelto en dos ocasiones los regalos de Reyes de dos personas muy queridas por mi, a quienes regale respectivamente un par de apuntes hechos con lapiz acuarelable por mi propia mano.

    Perdona, por favor, mi dispersion de los ultimos tiempos y ten un muy feliz fin de semana.

    Un abrazo.

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