Interior de la Basílica de Santa Sabina. Roma. S. V dC
A Luis García Berlanga, in memoriam.
Si con anterioridad a la libertad religiosa del Imperio, decretada por Constantino tras su revelación en el Punte Milvio en el 313 d.C., los cristianos eran unos poscritos y tenían ocultos sus lugares de reunión (Catacumbas) y tenían una plástica simbólica y alegórica, en el año 313, con el Edicto de Milán, se acaba la clandestinidad y los cristianos salen de las catacumbas. Entonces los cristianos buscan edificios para practicar sus cultos, y como no pueden aprovechar los templos romanos, al ser muy pequeños sólo para albergar la estatua del Dios, toman la Basílica romana (la gran sala pública de reuniones, utilizada como tribunal de justicia y lonja comercial) para sus fines religiosos porque era el edificio que mejor se adaptaba a sus necesidades y a las grandes concentraciones de fieles. Tras un breve período de adaptación, los cristianos abandonaron las basílicas romanas y comenzaron a construir otras de nueva planta, cuya tipología ha llegado a nuestros días.
Su estructura es la de un edificio alargado que organiza su espacio generalmente en tres naves separadas por columnas (aunque las puede haber de cinco). La nave central (con techumbre de doble vertiente) era algo más alta que las laterales, de única vertiente, sobre cuyos muros se levantan ventanas para la iluminación interior. En las basílicas más grandes su cabecera se estructuraba con una nave transversal llamada transepto, separada de la nave central por un gran arco de triunfo, formando así la cruz latina.
Planta básica de una basílica paleocristiana
La cabecera tenía un ábside cubierto con bóveda de cuarto de esfera bajo la que se albergaba el altar y la cátedra del obispo, el presbiterio. En los lados presbiterio se construyeron dos dependencias, el diaconum o sacristía y la prótesis, donde se preparaban las especies eucarísticas. Al edificio basilical se accedía a través de un atrio porticado o patio rectangular, con una fuente en el centro (fial), que conducía hasta el nartex o sala transversal, situada a los pies de las naves, desde donde seguían la liturgia los catecúmenos, ya que solo los bautizados podían penetrar en la basílica, en la naves, separándose la parte sacra o privada de los sacerdotes por el arco de triunfo y transepto.
Junto a la basílica, siempre al esto o levante, se construía el baptisterio, edificaciones de planta poligonal (normalmente octogonal), que tenían en su interior una gran pila para realizar los bautizos por inmersión.
Las más importantes basílicas se construyeron en tiempos de Constantino, en el siglo IV, y con sus sucesores. Una de las primeras fue la Basílica de San Juan de Letrán, el primer templo cristiano, de cinco naves, con un gran baptisterio de planta octogonal conservado. También del siglo IV es la Basílica de San Pabla Extramuros, de tres naves y doble transepto, así como la Basílica de San Pedro, actualmente destruida para construir en el siglo XVI el actual templo del Vaticano. La Basílica de Santa Sabina es del siglo V y consta de tres naves, columnas corintias, arcos peraltados y mosaicos bizantinos, la cual se conserva muy fiel a su origen. De este mismo siglo es la Basílica de Santa María la Mayor.
Junto a la basílica, siempre al esto o levante, se construía el baptisterio, edificaciones de planta poligonal (normalmente octogonal), que tenían en su interior una gran pila para realizar los bautizos por inmersión.
Las más importantes basílicas se construyeron en tiempos de Constantino, en el siglo IV, y con sus sucesores. Una de las primeras fue la Basílica de San Juan de Letrán, el primer templo cristiano, de cinco naves, con un gran baptisterio de planta octogonal conservado. También del siglo IV es la Basílica de San Pabla Extramuros, de tres naves y doble transepto, así como la Basílica de San Pedro, actualmente destruida para construir en el siglo XVI el actual templo del Vaticano. La Basílica de Santa Sabina es del siglo V y consta de tres naves, columnas corintias, arcos peraltados y mosaicos bizantinos, la cual se conserva muy fiel a su origen. De este mismo siglo es la Basílica de Santa María la Mayor.
Interior de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma. S. V d.C.
En Oriente es más característico los edificios de planta central, circulares o poligonales, así como la cruz griega. En Tierra Santa, la estructura de la basílica se fundió con una rotonda abovedada o Martiryum en la cabecera, que solía guardar las reliquias palestinas de Cristo. De este modo, los peregrinos podían orar en las navas y luego visitar las reliquias en el santuario del martiryum. Estas construcciones inspirarán luego los edificios bizantinos. Ejemplos de martiryum son la Iglesia de la Natividad en Belén y la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén del Siglo IV, así como San Esteban Rotondo. De cruz griega es el Monasterio de San Simeón el Estilita, del siglo V. Sus cuatro lados se componen de tres naves comunicadas por arquerías con dos registros. El superior exhibe ventanas para la iluminación. Uno de los lados se remata con cabecera tripartita, con tres ábsides semicirculares.
Otro tipo de edificaciones son los Mausoleos o enterramientos, que siguen la tradición romana; así el Mausoleo de Santa Constanza es de planta central con bóvedas, del siglo IV, mientras que el Mausoleo de Gala Placidia en Rávena, es de planta de cruz griega.
Otro tipo de edificaciones son los Mausoleos o enterramientos, que siguen la tradición romana; así el Mausoleo de Santa Constanza es de planta central con bóvedas, del siglo IV, mientras que el Mausoleo de Gala Placidia en Rávena, es de planta de cruz griega.
Reconstrucción de la Iglesia de la Natividad de Belén Planta y de la
Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén.
En cuanto a la plástica paleocristiana, en el siglo IV, tras la Paz de la Iglesia, empiezan a surgir por influencia pagana los episodios del Antiguo y Nuevo Testamento, y con éstos últimos, la imagen del Señor y de la Virgen, en muchas ocasiones tomando modelos iconográficos paganos, pero dándoles un sentido cristiano. Al querer realizar la imagen de Cristo, nadie recordaba como era el rostro de Cristo y no quedaban descripciones literarias. Ante esta situación, los pintores de las catacumbas tuvieron que inventar su iconografía, apareciendo así el tema del Buen Pastor (tomado del Moscóforo griego, pero sustituyendo el ternero por una oveja), que simboliza a Jesús (imberbe y con túnica corta) salvado el alma del infiel. Otra nueva representación fue la del Jesús como Maestro que imparte la divina sabiduría, apareciendo como filósofo romano enseñando a sus apóstoles y discípulos. La Virgen María también comienza a ser representada como madre, sentada con el niño entre sus brazos. Por último, el símbolo de la iglesia le corresponde a una mujer orando con los brazos abiertos, aludiendo a la plegaria universal de la cristiandad.
La pintura abandona el procedimiento del fresco para acogerse al más duradero y refinado del mosaico. En las escenas las figuras humanas aparecen en claro protagonismo sobre un paisaje esquemático y accesorio. Paulatinamente nos alejamos de los patrones clásicos, desaparece el relieve y el modelado para dar paso al color plano y la línea gruesa, la cual resalta más la expresividad del fervor religioso. Formas compositivas jerarquizadas y simétricas, frontalismo para las figuras importantes y rostros hieráticos e inexpresivos en señal de respeto hacia ellos.
La pintura abandona el procedimiento del fresco para acogerse al más duradero y refinado del mosaico. En las escenas las figuras humanas aparecen en claro protagonismo sobre un paisaje esquemático y accesorio. Paulatinamente nos alejamos de los patrones clásicos, desaparece el relieve y el modelado para dar paso al color plano y la línea gruesa, la cual resalta más la expresividad del fervor religioso. Formas compositivas jerarquizadas y simétricas, frontalismo para las figuras importantes y rostros hieráticos e inexpresivos en señal de respeto hacia ellos.
Sarcófago de Junio Baso. S. IV dC
En la escultura la mejor muestra la tenemos en los relieves de los sarcófagos. Se continúan los tipos romanos de sarcófagos continuos, con medallones y columnados, apreciándose una evolución, desde el que solamente decora su frente con molduras sinuosas y cóncavas (estrigilados como el Sarcófago de los Leones de Tarragona), a la organización en friso o cobijando las figuras y escenas bajo arcadas. Los temas de los sarcófagos se referirán a la vida de Cristo y escenas del Antiguo Testamento (Daniel entre los leones, sacrificio de Abraham, Adán y Eva, etc.). Entre los sarcófagos columnados destacan el Sarcófago de la Pasión y el del Museo de Letrán, ambos del siglo IV, así como el Sarcófago de Junio Baso, de dos pisos, arriba adintelado y abajo con arcos y frontones. Por su parte, el Sarcófago de la Trinidad es el más destacado entre los de relieve continuo.
En fechas avanzadas empieza a aparecer los mosaicos en las basílicas, hasta enlazar con el arte bizantino, con el cual llegará a confundirse, como es el caso de los mosaicos del Mausoleo de Gala Placidia, con el tema de la pastoral celeste.
En fechas avanzadas empieza a aparecer los mosaicos en las basílicas, hasta enlazar con el arte bizantino, con el cual llegará a confundirse, como es el caso de los mosaicos del Mausoleo de Gala Placidia, con el tema de la pastoral celeste.
Sarcófago de Astorga. S. V dC
Para que todo quede más claro, ahí os dejo un video sobre la basílica paleocristiana:
Tengo la suerte de ir muy a menudo a Rávena y de conocer todos sus monumentos: San Vitale, Gala Placidia, Baptisterio de los Arrianos, Baptisterio Neoniano, San Apolinar... Me casé allí... Qué recuerdos... Es un estilo que me inspira, regio, eterno, soberbio, pero a la vez evoca sencillez en materiales y estructuras arquitectónicas.
ResponderEliminarPaco, enhorabuena por el post. El arco iris tiene el negro pero también son más los colores alegres en él.
Un abrazo desde Madrid
Yo tambien he estado en Ravena, precisamente en busca del rastro de Gala Placidia, de modo que conozco el mausoleo. La sobriedad del estilo desprende espiritualidad y paz, pero no se, no apetece animarlo un poquito?
ResponderEliminarFeliz sabado, monsieur
Bisous
Una pena que todas esas basílicas que citas: San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros, ...fuse remodeladas en el XIX y ya poco guarden de su aspecto original, a parte de la base y algunas pinturas...una pena bajo mi punto de vista, de hecho cuando vivía en Roma San Giovanni in Laterano (San Juan de Letrán) me decpcionó un poco pues me esperaba algo más del templo más antiguo de Roma, primera sede del Papado, de ese Papado medieval enfrentado a los Sacro Emperadores (los Otones, Federico II, Barbarroja,..) pero bueno...
ResponderEliminarUn saludo.
Ya te comenté, Paco, en un artículo anterior que no he estado en Romá aún; lo que sé de ella es por la lectura, fotografía y cine, y ahora por lo que estoy aprendiendo aquí. Me parecen preciosas estas basílicas cristianas con su aspecto clásico anteriores a la imposición, creo, bastante aceptada, de la planta en cruz latina, con todo su simbolismo, propuesta durante la Contrareforma, que por lo demás también ha conseguido auténticas maravillas arquitectónicas.
ResponderEliminarMuchas gracias también por tu visita. Celebro que te haya gustado el paseo por Salamanca. Un saludo.
Una entrada que nos muestra cláramente como las construcciones paganas se convierten en templos cristianos, y con dos ejemplos muy significativos.
ResponderEliminarUn saludo, Paco.
Buenas noches..
ResponderEliminarUna maravilla, no la conozco personalmente, pero virtualmente, la he visto infinidad de veces.. Una extraordinaria entrada...
Un abrazo de buen fin de semana
Estos cristianos lo aprovechaban todo, hasta los centros paganos y de negocios. Y se llevaban piedras y mármoles de otros edificios. Es lo que tiene el salir de la clandestinidad y convertirse en la religión oficial.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Hola Paco!
ResponderEliminarMe ha gustado este post sobre el Arte Paleocristiano, y cómo empezaron introduciéndose en las Basilicas y posteriormente construyendo sus propias iglesias. Es muy rico en términos artísticos que interesan a nuestro conocimiento y lo que es más importante al de tus alumnos. Espero que sepan aprovecharlo.
También los esquemas y dibujos que acompañas son muy interesantes. Un abrazo y buen domingo.
Poco queda ya de la idea original qeu inspiró la construcción de estos magníficos ejemplos de basílicas paleocristianas. Tanto cambio en el siglo XIX hicieron que se parecieran poco a las orginales, pero pasa tanto durante la hsitoria del Arte. Catedrales que se inican en un estilo, pasan por dos y tres y terminan en otro muy distinto. O por ejemplo el caso de la catedral de Valencia, edificada en estilo gótico y transformada muy mucho durante el siglo XVIII, de tal manera que era imposible jurar sise había comentado en la Edad Media...
ResponderEliminarBesos