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sábado, 6 de octubre de 2012

RESUMEN ARQUITECTURA EGIPCIA

Gran pirámide de Keops. Piedra y caliza. 2570 a.C (Imperio Antiguo). Valle de Guizeh (Egipto).



Egipto es un país que tiene unos condicionamientos naturales que se van a dejar notar en su arquitectura, tales como: vida alrededor del valle del Nilo y clima seco desértico; abundancia de piedra (caliza, granito, alabastro, basaltos, etc.); ausencia de madera, pero abundancia de especies vegetales relacionadas con el Nilo (papiro y loto) o con los oasis del desierto Arábigo y Líbico (palmeras). Por ello en sus edificios abundan las columnas, recuerdo de los bosquecillos que crecían en las orillas del Nilo; es un país horizontal, así es también su arquitectura, tan llana como las terrazas acantiladas que encuadran el Nilo; el aislamiento geográfico confiere al arte egipcio un continuismo en los elementos artísticos fundamentales, frente a la gran diversidad que presentan otras civilizaciones próximas (Mesopotamia).
El rasgo más evidente de la arquitectura egipcia es el colosalismo; la edificación resulta desproporcionada en relación con la función. Ni se precisaban tal volumen para enterrar en una pirámide el cadáver del faraón ni en los templos se congregaban muchedumbres que reclamaran espacios tan vastos. Se trataba aquí de una dimensión consciente, de un propósito definido. El egipcio está obsesionado por la presencia de fuerzas sobrenaturales y por el sueño de la supervivencia; en consecuencia el edificio desborda la escala humana, se impone por su grandeza al ánimo del espectador y suscita sentimientos de temor. El colosalismo se inicia ya en la medida de los sillares, cuyo volumen hacía más incómodo el trabajo. En resumen, monumentalidad, grandiosidad y belleza de la razón matemática de las proporciones.
La primera aportación de la arquitectura egipcia estriba en que se trata de construcción en piedra, labrada de manera geométrica (sillares), se trata de piezas de medidas precisas, con la que se pueden elevar muros sin salientes y edificios de perfiles rectilíneos. Las piedras utilizadas son básicamente la arenisca y el basalto, uniendo los sillares perfectamente aparejados, sin argamasa entre ellos. Los muros son extraordinariamente gruesos y en talud, mientras que los volúmenes son totalmente geométricos.
Por otro lado, nos encontramos ante una arquitectura arquitrabada o adintelada, basada exclusivamente en líneas horizontales y verticales o, como mucho, en diagonal, pero siempre líneas rectas. El máximo problema de la arquitectura arquitrabada es la elevación del edificio, pero el egipcio con la grandeza de los sillares y la disposición diagonal de la pirámide obtuvo medidas hasta entonces nunca alcanzadas.
En los templos, la cubierta plana exigió la multiplicación de elementos sustentantes, que fueron las columnas. Éstas, además de ser elemento sustentante, juega un importante papel como elemento decorativo.  En un principio las columnas fueron simplemente haces de troncos, luego se sustituyeron por los fustes de piedra, pero con una disposición de estrías verticales que recordaba los fustes vegetales. Luego el fuste liso señaló un distanciamiento de los orígenes. No obstante el recuerdo del árbol perdura en los capiteles, diseñados con hojas de loto (lotiformes), de papiro (papiriformes) o de palma (palmiformes). Otros capiteles tienen forma humana, como la cabeza de la diosa Hathor (hathoriformes).

Columnas lotiforme, papiriforme y palmiforme egipcias.

La tumba

Es  lógico  pensar  que  en  una  civilización  donde  se  le concede   tantísima   importancia  a   la   muerte-vida,   el   edificio principal debería ser la tumba. En ellas se aprecia una evolución desde la mastaba simple hasta la pirámide o el hipogeo. Estas construcciones aparecen unidas a un conjunto de creencias religiosas referidas a la vida de ultratumba y a la necesidad de garantizar la conservación del cuerpo del difunto y de una imagen suya o "doble" (ka).
Tres son los tipos de construcciones funerarias en Egipto: mastabas, pirámides e hipogeos.

Es en la época Tinita cuando se desarrollan las primeras construcciones funerarias: Las mastabas (tumba-casa), cuyo nombre es árabe y significa banco, debido al parecido a los asientos de ladrillo adosados a las fachadas de las viviendas musulmanas actuales. Es la tumba de los personajes notables, sacerdotes o nobles y de los primeros faraones. Las mastabas son construcciones de planta rectangular y en forma de tronco de pirámide (muros en talud). Originalmente era un pozo donde reposaba el difunto cubierto con pequeños túmulos de adobe y junco. Posteriormente empezaron a añadir provisiones, ajuares, y otras ofrendas familiares, lo que obligó a aumentar el número de cámaras. En la parte superior se reproducía la vivienda del señor, por lo que las fachadas se pintan de colores alegres, imitando las esteras que la adornaban cuando aquel se hallaba en el mundo. Generalmente había una mastaba para el cabeza de familia y alrededor otra serie de enterramientos pequeños para familiares y sirvientes.


 Esquemas constructivos de una mastaba.
Su estructura interna era la siguiente: Cámara mortuoria (dormitorio): en ella reposa el difunto en un sarcófago y los tesoros más apreciados por éste. Sobre las momias depositaban amuletos (representaciones  de palabras mágicas)ya que tenían el convencimiento de que éstos ejercían un poder benéfico sobre quién los llevara consigo. Capilla para ofrendas: allí se encontraba la estela funeraria a modo de puerta falsa. Serdab: lugar donde reside el "doble" (ka), que es una representación del difunto. Estas estancias estaban bajo tierra, accediéndose a través de un pozo. También podía haber almacenes o estancias con provisiones para garantizar la alimentación del difunto en su peregrinar por el más allá.
Las primeras construcciones funerarias se encontraron en Abidos, y presentan características muy rudimentarias. Las mastabas perfectamente desarrolladas corresponden a la época menfita (la capital del Estado se trasladó a Menfis, en el Delta) durante las primeras dinastías del Imperio Antiguo (a partir del 2700 a.C.). La mayor concentración de ellas se encuentra en el complejo funerario de Sakkara.
Si construimos varias mastabas superpuestas obtenemos como resultado la pirámide escalonada, como la del faraón Zoser, de la III Dinastía y residente también en Sakkara, el cual contrató los servicios de Imhotep para realizar su tumba, algo que iba a convertirse en una costumbre: el faraón moraría para siempre en su tumba-casa eterna La pirámide está formada por la superposición de 6 mastabas en orden decreciente, posiblemente para que el faraón esté más cercano a Ra. Está situada dentro de un recinto funerario de planta rectangular diseñado para que el ka del faraón siga desempeñando ciertos cometidos por toda la eternidad. En la IV dinastía también se construye la pirámide acodada del faraón Snefru en Dashur, transición hacia la pirámide perfecta o regular, ya que es de aspecto romboidal.

 Imhotep. Pirámide escalonada del Faraón Zoser. Piedra. 2650 a.C. Necrópolis de Saqqarah.

A partir de la IV dinastía la pirámide distingue la tumba faraónica de la de los grandes dignatarios. Su nombre es griego, pyramis, debido al parecido geométrico de un pastel de harina de trigo que se consumía en la Hélade. La pirámide es  una construcción funeraria concebida para que en ella repose eternamente el faraón y los objetos que permitían la vida de ultratumba. La pirámide puede considerarse una prolongación de la mastaba, puesto que conserva la misma distribución interna. La pirámide tenía un gran valor simbólico: resalta el poder del faraón, las cuatro aristas representan los rayos de Ra y suponen un gran artificio numérico. A medida que iba disminuyendo el poder del faraón, las pirámides disminuirán en tamaño (Conjunto de Abusir) y por lo tanto en majestuosidad y colosalismo. Normalmente la pirámide no es sólo una tumba, sino todo un complejo funerario y ceremonial que tiene un templo del valle, a orillas del Nilo, levantado sobre el muelle de descarga de los materiales, una calzada que conduce al río, un templo funerario cercano a la pirámide, y pirámides menores para los miembros de la familia real.
Las más importantes pirámides se encuentran en la Necrópolis de Gizeh (localidad cercana a El Cairo), que está formada fundamentalmente con las Pirámides de KEOPS, KEFRÉN y MICERINOS y sus respectivos templos funerarios, tres cementerios de mastabas y en el acceso al recinto la Gran Esfinge (imagen de Kefrén).
 Este conjunto se inició con el faraón Keops y, teniendo en cuenta los restos que nos han llegado, se puede afirmar que con él culminó el concepto de Dios-Rey. La gran Pirámide de Keops es la mayor de todas las pirámides construidas;  se cimenta sobre un área cuadrada de 230 m. de lado o base y 146 m. de altura. Según Heródoto, las obras duraron veinte años, trabajando permanentemente artistas especializados y colaborando el pueblo en número de cien mil obreros, en la época en que no había agricultura. Es todo un ejemplo de precisión matemática. Estaba recubierta en su superficie (como el resto de pirámides) con placas de alabastro y en su interior había varias cámaras y corredores. Una de estas cámaras era el sepulcro del monarca, otra de la reina, y las otras eran provisionales o falsas. Para intentar evitar el saqueo se diseñaban pasadizos laberínticos y las cámaras se sellaban con enormes bloques de piedras.

 Pirámides de Keops, Kefrén y Mikerynos. Imperio Antiguo (IV dinastía). Necrópolis de Guizeh.

Más tarde, en el Imperio Medio se abandona la pirámide y aparece la costumbre de enterrar los faraones en complejos que son mezcla de tumbas y de templos, con una parte excavada en la roca, que es la tumba, y otra exterior con pórticos arquitrabados y salas con pilares. Ello en parte es debido al traslado de la capital de Menphis a Tebas en el valle medio, donde no hay tanta piedra y tienen que aprovechar los acantilados del río. En griego se conocen estos complejos funerarios como Hipogeos. Los corredores y cámaras se decoran con relieves pintados que repiten hasta la saciedad las fórmulas del Libro de los muertos. Todo egipcio quería residir en su muerte cerca del Nilo y por eso los hipogeos más importantes están  en el Valle de los Reyes y Valle de las Reinas (dinastías XVII-XIX), frente a Tebas (capital desde el Imperio Medio): Ramses, Seti, Tutmosis, Tutankamón, Amenofis III, Nefertiti o Hatsepsut. Todas estas tumbas fueron saqueadas, excepto la de Tutankamón, de ahí su importancia. El hipogeo, en su interior, tiene los mismos compartimentos que la mastaba y la pirámide: Cámara mortuoria, serdab, capilla. La capilla, en ocasiones, sale al exterior formándose un verdadero templo.
Importantes son los Hipogeos de Beni Hassam, de la XI dinastía.

Acceso a un hipogeo del Valle de los Reyes. Imperio Nuevo.


El templo

El otro edificio importante es el templo. Nace como una copia en piedra de lo que antes se hacía en madera y los más antiguos son el de  Zoser, dedicado a Ra en Abusir. Pero el Templo  clásico,  con  todos  sus  elementos  nace  en  el  Imperio Nuevo. Los templos son construcciones religiosas inicialmente asociadas a los conjuntos funerarios, pero que a mediados del Imperio Medio empiezan a adquirir una identidad propia como lugar de culto y reunión. Fue también a mediados del Imperio Medio cuando empiezan a definirse las distintas partes del templo egipcio que alcanza en el Imperio Nuevo (Dinastía XVIII) su máxima expresión. Generalmente no eran obra de un solo faraón, sino de varios. El templo es el triunfo de la arquitectura adintelada en piedra, pudiéndose calificar de "megalítica" por el tamaño de las piezas. Sus características fundamentales serían: simetría, regularidad y repetición de elementos (columnas). Generalmente estaban protegidos por una muralla y los fieles sólo tenían acceso a las estancias previas (hasta el patio porticado). El resto era de uso reservado a los sacerdotes, cuyas estancias se ordenaban alrededor de la "naos" o cámara del dios. No existían imágenes divinas, sólo algún símbolo (Barca de Osiris) y el nombre de la divinidad grabado en el muro. Los soportes, habitualmente columnas de tamaños colosales, alcanzaron la mayor riqueza y diversidad durante el Imperio Nuevo (Dinastía XVIII). Sus formas están inspiradas en la vegetación del Valle.

 Esquema de la planta de un templo clásico egipcio.


El esquema más generalizado es el siguiente: a él se accede mediante una avenida de esfinges, la cual   conduce a los  pílonos, dos muros trapezoidales muy gruesos que flanquean una puerta también trapezoidal (idea de solidez y perdurabilidad); los muros solían estar decorados con relieves alusivos a las gestas del faraón que los costeaba. Delante de estos pílonos solía haber obeliscos o estatuas sedentes del Faraón. Al  entrar  al  Templo  accedemos  a  la  sala Hípetra o patio,   una   sala   abierta   con   columnas alrededor donde se aprecia la visión cósmica de este edificio, las columnas sostienen el cielo y lo unen a la Tierra. Después se accede a unas salas cubiertas y sostenidas por columnas que se llaman en griego salas Hipóstilas. Más adentro todavía estaba la Naos o Ken Shekem, (Sala de la nave, muy reservada) donde se situaba la imagen del Dios al que se dedicaba el templo y en los lados los  Adyton o estancias de los sacerdotes. El acceso al templo era jerárquico, cada clase social podía entrar sólo hasta un lugar determinado (en general el pueblo no pasaba de la sala hipóstila). Los techos también descendían en altura a medida que se progresa en su interior y la iluminación va haciéndose opaca, hasta el punto de reinar las tinieblas en la capilla o naos. Sólo un rayo de sol rompía la oscuridad, al caer por una tronera sobre la estatua divina.
Este es el esquema de un templo sencillo pero algunos continuaban indefinidamente añadiendo elementos como el templo de Karnak en Tebas,  un templo de un kilómetro de longitud y medio   de   anchura.   En   este   templo   dedicado   a   Amón colaboraron  casi  todos  los  faraones  del  Imperio  Nuevo añadiendo  cada  uno  un  elemento  más, aunque lo inició Tutmosis III.  Las  columnas  son papiriformes y palmiformes. 

 Pilono del templo de Edfu. Período helenístico (237-57 a.C.).

 Interior del templo de Amon Ra en Luxor (Tebas). Imperio Nuevo (XVIII y XIX dinastías).

Unido al de Karnak por una avenida de esfinges está el templo de  Luxor, construido también por varios faraones (especialmente Amenofis III y Ramses II, aunque sufrió luego varias modificaciones, y con características semejantes (columnas papiriformes).
Otro templo muy interesante es el templo de Horus en Edfu, construido en el Bajo Imperio, época Ptolomeíca (Siglos III-I a.C.). El plano del edificio mantiene el ideal clásico, aunque introduce algunas modificaciones de influencia griega como es la esbeltez de las proporciones o el aligeramiento de las columnatas.
Pero   a   partir de aquí la tipología de templo se amplía. Surgen los Speos  o Semispeos, templo excavado en la roca con elementos funerarios. Los Speos están totalmente excavados en la roca, mientras los Semispeos tienen parte al aire libre y otra parte dentro de la roca. Se dan en el Imperio Nuevo y constan de un enorme pílono tallado en una ladera y con columnas o gigantescas esculturas en su frente, las cuales dan acceso a la sala hipóstila excavada en la roca. Entre todos ellos destaca el de Abu Simbel.
El primero de ellos es el templo de Hatsepsut en Deir-El-Badari, semispeo formado por varias terrazas comunicadas mediante rampas, a través de las cuales se accede a la capilla de ofrendas. Los muros están decorados con bellos relieves relacionados con la vida de la reina Hatsepsut, mientras que los pórticos de acceso están sostenidos por columnas estriadas consideradas predóricas.

 Gran speo de Ramsés II y pequeño speo de Nefertari. 1284-1264 a.C. (XIX dinastía). Abu Simbel.

El más importante es el Gran Speo de Ramsés II y el Pequeño Speo de Nefertari, su esposa, en Abu Simbel, dedicado a su persona para conmemorar su victoria contra los nubios. La fachada del gran Speos, excavada en la roca, forma un talud decorado con dos dobles imágenes del faraón en altorrelieve. La puerta de acceso es adintelada. En el interior la distribución se asemeja a un templo clásico, variando el sistema de iluminación, que era artificial. Aquí los arquitectos del Imperio Nuevo condesaron sus conocimientos técnicos y astronómicos. La orientación de la fachada hacia el este fue tan precisa que, en los dos días equinocciales del año, el 20 de octubre (inicio de la germinación de la cosecha) y el 20 de febrero (inicio de la recolección), los primeros rayos del amanecer penetraban 60 metros en el interior del macizo rocoso para bañar las imágenes titulares.
En la época de dominación romana son característicos los Kioscos o Templetes. Son construcciones rectangulares y en ellas ha desaparecido la organización del templo clásico, como en el Pabellón de Nectanebo de la isla de Filé.




Terminamos con un interesante video sobre la arquitectura egipcia: 

 

9 comentarios:

  1. Fascinante siempre el antiguo Egipto.
    El colosalismo era una característica de su imponente arquitectura. Eran tiempos donde el hombre no era la medida de todas las cosas, como sí vendría después con el arte grecorromano que heredamos el mundo occidental. Por eso, sorprende que en pleno siglo XXI se sigan maquinando obras "faraónicas" que sorprendan y anonaden a los boquiabiertos ciudadanos. Solo que la originalidad y grandeza de antaño se sustituyan por muestras horteras, reiterativas y hasta de mal gusto, como ese proyecto paleto de "Eurovegas" que se pantea en Madrid.
    Un saludo.

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  2. Imponente edificios que no solo tuvieron precisión matyemática, sino además el esfuerzo de gente que tenía escasa tecnología.

    Imhotep no fue solo un gran arquitecto, también fue el primer médico les dejo el link, por si hay tiempo de pasar por ahí

    http://docmanuel.blogspot.com.es/2012/07/el-primer-medicoy-algo-mas.html

    Saludos

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  3. Fantástico, me estás haciendo recordar toda la belleza de Egipto.
    Un abrazo y feliz semana.

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  4. Y después de tanta fantasía arquitectónica y tanta belleza, muchos siglos después, Emvisesa se olvida de todo y hace las viviendas que hace (cuando las hacía).

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  5. Amei o post, sempre aprendo quando leio suas aulas.

    Bom domingo!
    Boa semana!

    °º✿♫
    °º✿ Beijinhos do Brasil!
    º° ✿♥ ♫° ·.

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  6. Que maravilla Paco!
    a veces me pregunto...habrán sido los dioses que colaboraron en tan gigantesca obra?

    Te dejo un fuerte abrazo.

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  7. Sólo he visto al natural el templo de Debod, miniatura de aquél kilométrico de Karnak, pero, vaya, para hacerse una idea, aunque sea igual de redicida, puede servir. El video, muy interesante.
    Un abrazo.

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  8. Fantástico post. Es tal vez la arquitectura y arte que más me ha apasionado por su antigüedad.
    Aún conservo el recuerdo vivo de mi viaje a Egipto.
    El video bellísimo.
    Un abrazo y buena semana

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  9. Un verdadero disfrute participar de esta clase, video incluído.
    Voy a buscar el origen de la palabra Kiosko, por lo que veo, muy diferente al que le damos ahora...

    Un fuerte abrazo, amigo Paco.

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Deja tu opinión; me es muy válida. Gracias.