Gran pirámide de Keops. Piedra y caliza. 2570 a.C (Imperio Antiguo). Valle de Guizeh (Egipto).
Egipto
es un país que tiene unos condicionamientos naturales que se van a dejar notar
en su arquitectura, tales como: vida alrededor del valle del Nilo y clima seco
desértico; abundancia de piedra (caliza, granito, alabastro,
basaltos, etc.);
ausencia de madera, pero abundancia de especies vegetales relacionadas
con el Nilo (papiro y loto) o con los oasis del desierto Arábigo y Líbico
(palmeras). Por ello en sus edificios abundan las columnas, recuerdo de los
bosquecillos que crecían en las orillas del Nilo; es un país horizontal, así es
también su arquitectura, tan llana como las terrazas acantiladas que encuadran
el Nilo; el aislamiento geográfico confiere al arte egipcio un continuismo en
los elementos artísticos fundamentales, frente a la gran diversidad que presentan
otras civilizaciones próximas (Mesopotamia).
El rasgo más
evidente de la arquitectura egipcia es el colosalismo; la edificación resulta
desproporcionada en relación con la función. Ni se precisaban tal volumen para
enterrar en una pirámide el cadáver del faraón ni en los templos se congregaban
muchedumbres que reclamaran espacios tan vastos. Se trataba aquí de una
dimensión consciente, de un propósito definido. El egipcio está obsesionado por
la presencia de fuerzas sobrenaturales y por el sueño de la supervivencia; en
consecuencia el edificio desborda la escala humana, se impone por su grandeza
al ánimo del espectador y suscita sentimientos de temor. El colosalismo se
inicia ya en la medida de los sillares, cuyo volumen hacía más incómodo el
trabajo. En resumen, monumentalidad, grandiosidad y belleza de la razón
matemática de las proporciones.
La primera
aportación de la arquitectura egipcia estriba en que se trata de construcción
en piedra, labrada de manera geométrica (sillares), se trata de piezas de
medidas precisas, con la que se pueden elevar muros sin salientes y edificios
de perfiles rectilíneos. Las piedras utilizadas son básicamente la arenisca y
el basalto, uniendo los sillares perfectamente aparejados, sin argamasa entre
ellos. Los muros son extraordinariamente gruesos y en talud, mientras que los
volúmenes son totalmente geométricos.
Por otro lado,
nos encontramos ante una arquitectura arquitrabada o adintelada, basada
exclusivamente en líneas horizontales y verticales o, como mucho, en diagonal,
pero siempre líneas rectas. El máximo problema de la arquitectura arquitrabada
es la elevación del edificio, pero el egipcio con la grandeza de los sillares y
la disposición diagonal de la pirámide obtuvo medidas hasta entonces nunca
alcanzadas.
En los templos,
la cubierta plana exigió la multiplicación de elementos sustentantes, que
fueron las columnas. Éstas, además de ser elemento sustentante, juega un
importante papel como elemento decorativo. En un principio las columnas fueron
simplemente haces de troncos, luego se sustituyeron por los fustes de piedra,
pero con una disposición de estrías verticales que recordaba los fustes
vegetales. Luego el fuste liso señaló un distanciamiento de los orígenes. No
obstante el recuerdo del árbol perdura en los capiteles, diseñados con hojas de
loto (lotiformes), de papiro (papiriformes) o de palma (palmiformes). Otros
capiteles tienen forma humana, como la cabeza de la diosa Hathor (hathoriformes).
La tumba
Es lógico pensar que en una civilización
donde se le concede tantísima importancia a la muerte-vida, el edificio principal debería ser la tumba. En ellas se aprecia una evolución
desde la mastaba simple hasta la pirámide o el hipogeo. Estas construcciones aparecen unidas a un
conjunto de creencias religiosas referidas a la vida de ultratumba y a la
necesidad de garantizar la conservación del cuerpo del difunto y de una imagen
suya o "doble" (ka).
Tres son los tipos de construcciones funerarias en Egipto: mastabas,
pirámides e hipogeos.
Es en la época
Tinita cuando se desarrollan las primeras construcciones funerarias: Las
mastabas (tumba-casa),
cuyo nombre es árabe y significa banco, debido al parecido a los asientos de
ladrillo adosados a las fachadas de las viviendas musulmanas actuales. Es la
tumba de los personajes notables, sacerdotes o nobles y de los primeros
faraones. Las mastabas son
construcciones de planta rectangular y en forma de tronco de pirámide (muros en
talud). Originalmente era un pozo donde reposaba el difunto cubierto con
pequeños túmulos de adobe y junco. Posteriormente empezaron a añadir
provisiones, ajuares, y otras ofrendas familiares, lo que obligó a aumentar el
número de cámaras. En la parte superior se reproducía la vivienda del señor,
por lo que las fachadas se pintan de colores alegres, imitando las esteras que
la adornaban cuando aquel se hallaba en el mundo. Generalmente había una
mastaba para el cabeza de familia y alrededor otra serie de enterramientos
pequeños para familiares y sirvientes.
Esquemas constructivos de una mastaba.
Su estructura interna era la siguiente: Cámara
mortuoria (dormitorio): en ella reposa el difunto en un
sarcófago y los tesoros más apreciados por éste. Sobre las momias depositaban
amuletos (representaciones de palabras
mágicas)ya que tenían el convencimiento de que éstos ejercían un poder benéfico
sobre quién los llevara consigo. Capilla
para ofrendas: allí se encontraba la estela funeraria a modo de puerta
falsa. Serdab: lugar
donde reside el "doble" (ka), que es una representación del difunto.
Estas estancias estaban bajo tierra, accediéndose a través de un pozo. También podía haber almacenes o estancias
con provisiones para garantizar la alimentación del difunto en su peregrinar
por el más allá.
Las
primeras construcciones funerarias se encontraron en Abidos, y presentan
características muy rudimentarias. Las mastabas perfectamente desarrolladas
corresponden a la época menfita (la capital del Estado se trasladó a Menfis, en
el Delta) durante las primeras dinastías del Imperio Antiguo (a partir del 2700 a.C.). La mayor
concentración de ellas se encuentra en el complejo funerario de Sakkara.
Si construimos
varias mastabas superpuestas obtenemos como resultado la pirámide
escalonada, como la del faraón Zoser, de la III Dinastía y
residente también en Sakkara, el cual contrató los servicios
de Imhotep para realizar
su tumba, algo que iba a convertirse en una costumbre: el faraón moraría para siempre
en su tumba-casa eterna La pirámide
está formada por la superposición de 6 mastabas en orden decreciente,
posiblemente para que el faraón esté más cercano a Ra. Está situada dentro de
un recinto funerario de planta rectangular diseñado para que el ka del faraón siga desempeñando ciertos
cometidos por toda la eternidad. En la
IV dinastía también se construye la pirámide acodada del faraón
Snefru en Dashur, transición hacia la pirámide perfecta o regular,
ya que es de aspecto romboidal.
Imhotep. Pirámide escalonada del Faraón Zoser. Piedra. 2650 a.C. Necrópolis de Saqqarah.
A
partir de la IV
dinastía la pirámide
distingue la tumba faraónica de la de los grandes dignatarios. Su nombre es
griego, pyramis, debido al parecido geométrico de un pastel de harina de trigo
que se consumía en la
Hélade. La pirámide es una construcción funeraria concebida para que
en ella repose eternamente el faraón y los objetos que permitían la vida de
ultratumba. La pirámide puede considerarse una prolongación de la mastaba,
puesto que conserva la misma distribución interna. La pirámide tenía un gran
valor simbólico: resalta el poder del faraón, las cuatro aristas representan
los rayos de Ra y suponen un gran artificio numérico. A medida que iba
disminuyendo el poder del faraón, las pirámides disminuirán en tamaño (Conjunto
de Abusir) y por lo tanto en majestuosidad y colosalismo. Normalmente la
pirámide no es sólo una tumba, sino todo un complejo funerario y ceremonial que
tiene un templo del valle, a orillas del Nilo, levantado sobre el muelle de
descarga de los materiales, una calzada que conduce al río, un templo funerario
cercano a la pirámide, y pirámides menores para los miembros de la familia real.
Las
más importantes pirámides se encuentran en la Necrópolis de Gizeh
(localidad cercana a El Cairo), que está formada fundamentalmente con las Pirámides
de KEOPS, KEFRÉN y MICERINOS y sus respectivos templos funerarios,
tres cementerios de mastabas y en el acceso al recinto la Gran Esfinge (imagen
de Kefrén).
Este conjunto se inició con el faraón
Keops y, teniendo en cuenta los restos que nos han llegado, se puede afirmar
que con él culminó el concepto de Dios-Rey. La gran Pirámide de Keops
es la mayor de todas las pirámides construidas;
se cimenta sobre un área cuadrada de 230 m. de lado o base y 146 m. de altura. Según
Heródoto, las obras duraron veinte años, trabajando permanentemente artistas
especializados y colaborando el pueblo en número de cien mil obreros, en la
época en que no había agricultura. Es todo un ejemplo de precisión matemática.
Estaba recubierta en su superficie (como el resto de pirámides) con placas de
alabastro y en su interior había varias cámaras y corredores. Una de estas
cámaras era el sepulcro del monarca, otra de la reina, y las otras eran
provisionales o falsas. Para intentar evitar el saqueo se diseñaban pasadizos
laberínticos y las cámaras se sellaban con enormes bloques de piedras.
Pirámides de Keops, Kefrén y Mikerynos. Imperio Antiguo (IV dinastía). Necrópolis de Guizeh.
Más
tarde, en el Imperio Medio se abandona la pirámide y aparece la costumbre de
enterrar los faraones en complejos que son mezcla de tumbas y de templos, con
una parte excavada en la roca, que es la tumba, y otra exterior con pórticos
arquitrabados y salas con pilares. Ello en parte es debido al traslado de la
capital de Menphis a Tebas en el valle medio, donde no hay tanta piedra y
tienen que aprovechar los acantilados del río. En griego se conocen estos
complejos funerarios como Hipogeos.
Los corredores y cámaras se decoran con relieves pintados que repiten hasta la
saciedad las fórmulas del Libro de los muertos. Todo egipcio quería residir en
su muerte cerca del Nilo y por eso los hipogeos más importantes están en el Valle de los Reyes y Valle de las Reinas
(dinastías XVII-XIX), frente a Tebas (capital desde el Imperio Medio): Ramses,
Seti, Tutmosis, Tutankamón, Amenofis III, Nefertiti o Hatsepsut. Todas estas
tumbas fueron saqueadas, excepto la de Tutankamón, de ahí su importancia. El
hipogeo, en su interior, tiene los mismos compartimentos que la mastaba y la
pirámide: Cámara mortuoria, serdab, capilla. La capilla, en ocasiones, sale al
exterior formándose un verdadero templo.
Importantes
son los Hipogeos de Beni Hassam, de la XI dinastía.
El templo
El otro edificio importante es el templo. Nace como una
copia en piedra de lo que antes se hacía en madera
y los más antiguos son el de Zoser, dedicado
a Ra en Abusir.
Pero el Templo
clásico, con todos
sus elementos nace en
el Imperio Nuevo. Los templos son construcciones religiosas
inicialmente asociadas a los conjuntos funerarios, pero que a mediados del
Imperio Medio empiezan a adquirir una identidad propia como lugar de culto y reunión.
Fue también a mediados del Imperio Medio cuando empiezan a definirse las
distintas partes del templo egipcio que alcanza en el Imperio Nuevo (Dinastía
XVIII) su máxima expresión. Generalmente no eran obra de un solo faraón, sino
de varios. El templo es el triunfo de la arquitectura adintelada en piedra,
pudiéndose calificar de "megalítica" por el tamaño de las piezas. Sus
características fundamentales serían: simetría, regularidad y repetición de
elementos (columnas). Generalmente estaban protegidos por una muralla y los
fieles sólo tenían acceso a las estancias previas (hasta el patio porticado).
El resto era de uso reservado a los sacerdotes, cuyas estancias se ordenaban
alrededor de la "naos" o cámara del dios. No existían imágenes divinas,
sólo algún símbolo (Barca de Osiris) y el nombre de la divinidad grabado en el
muro. Los soportes, habitualmente columnas de tamaños colosales, alcanzaron la
mayor riqueza y diversidad durante el Imperio Nuevo (Dinastía XVIII). Sus
formas están inspiradas en la vegetación del Valle.
Esquema de la planta de un templo clásico egipcio.
El
esquema más generalizado es el siguiente: a él se accede mediante una avenida de esfinges, la cual
conduce a los pílonos, dos muros trapezoidales muy gruesos
que flanquean una puerta también trapezoidal (idea de solidez
y perdurabilidad); los muros solían estar decorados con relieves
alusivos a las gestas del faraón que los costeaba. Delante de estos
pílonos solía haber obeliscos o estatuas sedentes
del Faraón. Al entrar al Templo accedemos a la sala
Hípetra o patio, una sala abierta con columnas alrededor donde se aprecia la visión
cósmica de este edificio, las columnas sostienen el cielo y lo unen a la Tierra. Después se accede a unas salas cubiertas y sostenidas por columnas que se llaman
en griego salas Hipóstilas. Más adentro todavía
estaba la
Naos o Ken Shekem, (Sala de la nave, muy
reservada) donde se situaba la imagen del
Dios al que se dedicaba
el templo y en los lados los
Adyton
o estancias de los sacerdotes. El acceso al templo
era jerárquico, cada clase social podía entrar sólo hasta un lugar determinado (en general el pueblo no pasaba de
la sala hipóstila). Los techos también descendían en altura a medida que se
progresa en su interior y la iluminación va haciéndose opaca, hasta el punto de
reinar las tinieblas en la capilla o naos. Sólo un rayo de sol rompía la
oscuridad, al caer por una tronera sobre la estatua divina.
Este es el esquema de un templo sencillo pero algunos
continuaban indefinidamente añadiendo elementos como el
templo de Karnak en Tebas, un templo de un kilómetro de longitud y medio de anchura. En este templo dedicado a Amón
colaboraron casi todos los faraones del Imperio Nuevo añadiendo cada uno un elemento más,
aunque lo inició Tutmosis III. Las columnas son papiriformes y palmiformes.
Pilono del templo de Edfu. Período helenístico (237-57 a.C.).
Interior del templo de Amon Ra en Luxor (Tebas). Imperio Nuevo (XVIII y XIX dinastías).
Unido al de Karnak por una avenida de esfinges está el
templo de Luxor, construido también por varios faraones (especialmente Amenofis III y
Ramses II, aunque sufrió luego varias modificaciones, y con características semejantes
(columnas papiriformes).
Otro
templo muy interesante es el templo de Horus en Edfu,
construido en el Bajo Imperio, época Ptolomeíca (Siglos III-I a.C.). El plano del edificio mantiene el ideal clásico,
aunque introduce algunas modificaciones de influencia griega como es la
esbeltez de las proporciones o el aligeramiento de las columnatas.
Pero a partir de aquí la tipología de templo se amplía. Surgen los Speos o Semispeos, templo excavado en la roca con elementos funerarios. Los Speos están totalmente excavados en la roca, mientras los Semispeos
tienen parte al aire libre y otra parte dentro de la roca. Se dan en el Imperio Nuevo y constan
de un enorme pílono tallado
en una ladera y con columnas o gigantescas esculturas en su frente, las cuales dan acceso a la sala hipóstila excavada
en la roca. Entre todos ellos
destaca el de Abu Simbel.
El primero de ellos es el templo de Hatsepsut en Deir-El-Badari,
semispeo formado por varias terrazas comunicadas mediante rampas, a través de
las cuales se accede a la capilla de ofrendas. Los muros están decorados con
bellos relieves relacionados con la vida de la reina Hatsepsut, mientras que
los pórticos de acceso están sostenidos por columnas estriadas consideradas
predóricas.
Gran speo de Ramsés II y pequeño speo de Nefertari. 1284-1264 a.C. (XIX dinastía). Abu Simbel.
El
más importante es el Gran Speo de Ramsés II y el Pequeño Speo
de Nefertari, su esposa, en Abu Simbel, dedicado a su
persona para conmemorar su victoria contra los nubios. La fachada del gran
Speos, excavada en la roca, forma un talud decorado con dos dobles imágenes del
faraón en altorrelieve. La puerta de acceso es adintelada. En el interior la
distribución se asemeja a un templo clásico, variando el sistema de
iluminación, que era artificial. Aquí los arquitectos del Imperio Nuevo
condesaron sus conocimientos técnicos y astronómicos. La orientación de la
fachada hacia el este fue tan precisa que, en los dos días equinocciales del
año, el 20 de octubre (inicio de la germinación de la cosecha) y el 20 de
febrero (inicio de la recolección), los primeros rayos del amanecer penetraban 60 metros en el interior
del macizo rocoso para bañar las imágenes titulares.
En
la época de dominación romana son característicos los Kioscos o Templetes. Son construcciones rectangulares y en
ellas ha desaparecido la organización del templo clásico, como en el Pabellón
de Nectanebo de la isla de Filé.
Fascinante siempre el antiguo Egipto.
ResponderEliminarEl colosalismo era una característica de su imponente arquitectura. Eran tiempos donde el hombre no era la medida de todas las cosas, como sí vendría después con el arte grecorromano que heredamos el mundo occidental. Por eso, sorprende que en pleno siglo XXI se sigan maquinando obras "faraónicas" que sorprendan y anonaden a los boquiabiertos ciudadanos. Solo que la originalidad y grandeza de antaño se sustituyan por muestras horteras, reiterativas y hasta de mal gusto, como ese proyecto paleto de "Eurovegas" que se pantea en Madrid.
Un saludo.
Imponente edificios que no solo tuvieron precisión matyemática, sino además el esfuerzo de gente que tenía escasa tecnología.
ResponderEliminarImhotep no fue solo un gran arquitecto, también fue el primer médico les dejo el link, por si hay tiempo de pasar por ahí
http://docmanuel.blogspot.com.es/2012/07/el-primer-medicoy-algo-mas.html
Saludos
Fantástico, me estás haciendo recordar toda la belleza de Egipto.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Y después de tanta fantasía arquitectónica y tanta belleza, muchos siglos después, Emvisesa se olvida de todo y hace las viviendas que hace (cuando las hacía).
ResponderEliminarAmei o post, sempre aprendo quando leio suas aulas.
ResponderEliminarBom domingo!
Boa semana!
°º✿♫
°º✿ Beijinhos do Brasil!
º° ✿♥ ♫° ·.
Que maravilla Paco!
ResponderEliminara veces me pregunto...habrán sido los dioses que colaboraron en tan gigantesca obra?
Te dejo un fuerte abrazo.
Sólo he visto al natural el templo de Debod, miniatura de aquél kilométrico de Karnak, pero, vaya, para hacerse una idea, aunque sea igual de redicida, puede servir. El video, muy interesante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fantástico post. Es tal vez la arquitectura y arte que más me ha apasionado por su antigüedad.
ResponderEliminarAún conservo el recuerdo vivo de mi viaje a Egipto.
El video bellísimo.
Un abrazo y buena semana
Un verdadero disfrute participar de esta clase, video incluído.
ResponderEliminarVoy a buscar el origen de la palabra Kiosko, por lo que veo, muy diferente al que le damos ahora...
Un fuerte abrazo, amigo Paco.