Salón de Embajadores del Real Alcázar de Sevilla.
Continuando la entrada anterior sobre el Real Alcázar de Sevilla, ahora nos centramos en el palacio mudéjar y los jardines.
PALACIO MUDÉJAR:
Por el lado occidental del almohade Patio del Yeso, Alfonso XI ordena construir la Sala de Justicia a mediados del siglo XIV, tras su victoria en la batalla del Salado, y poco tiempo después su hijo el rey Pedro I el Cruel, construye su palacio entre los años 1364 y 1366 con alarifes y carpinteros de origen musulmán, procedentes de Sevilla, Granada y Toledo. Su construcción se realiza con materiales perecederos como son la cerámica, el yeso, la madera... Por tanto, nos encontramos con un edificio históricamente cristiano y artísticamente musulmán, siendo, probablemente, el más bello ejemplo del Mudéjar Cortesano.
En una superficie de 2250 m2 aproximadamente se resuelve su planta baja, siguiendo el esquema de la popular casa-patio, separando la parte oficial en torno al Patio de las Doncellas y las estancias privadas alrededor del Patio de las Muñecas. En el piso alto tan sólo se construyen dos piezas, el despacho y el dormitorio del rey. Toda la decoración del conjunto se sustenta en la riquísima y suntuosa simetría islámica a través de elementos vegetales y geométricos, reunidos fundamentalmente en los paños cerámicos.
Patio y Puerta de la Montería. Entrada al Palacio Mudéjar.
La fachada principal del palacio mudéjar cierra el testero de fondo del Patio de la Montería. La fachada está organizada en dos cuerpos laterales de doble altura, el inferior con arcos de medio punto enmarcados por alfices, mientras que el superior está compuesto por un gran arco central, también de medio punto, sustentado por pilares de ladrillo y adornado en sus enjutas por atauriques. En el cuerpo central, la piedra labrada, la cerámica, la madera tallada y el ladrillo se combinan unitariamente a pesar de ser ejecutado por artesanos de distintas tradiciones decorativas.
Espacialmente el palacio en su planta baja dispone de vestíbulo, patio de las Doncellas y Patio de las Muñecas, alcoba real, Salón del techo de Carlos V, del techo de Felipe II, del techo de los Reyes Católicos, Cuarto del Príncipe, dormitorio de las Infantas, piezas colaterales y Salón de Embajadores o del Trono. Ésta última pieza es el centro del área pública; tiene planta cuadrada y está cubierta con una cúpula lignaria de tracería mudéjar respondiendo a la tipología islámica de la Qubba. Su interior recibe la decoración más suntuosa y delicada del palacio mudéjar: arrancando con los zócalos de alicatado, los paramentos poseen arabescos, atauriques y epigrafía con riquísima variación cromática, en la que destacan las elegantes arquerías de herradura sobre columnas califales. En la parte superior se sitúa la galería de efigies de los reyes de Castilla desde tiempos de los godos hasta Felipe III, cincuenta y seis en total, además de treinta y dos damas. El espacio se cierra por la cúpula citada, que parte de una estrella de doce puntas y descansa sobre trompa de mocárabes.
Vista de la Cúpula del Salón de Embajadores.
Patio de las Doncellas y Patio de las Muñecas.
El Palacio de las Doncellas, por su parte, es el espacio oficial, posee planta rectangular y está rodeado de galerías en sus cuatro lados con veinticuatro arcos polilobulados los de planta baja, peraltados sólo los centrales, y treinta y seis de medio punto los situados en la planta alta.
La zona privada del palacio se reune en torno al Patio de las Muñecas. Es de pequeña dimensión, pero de gran belleza por la proporción y minuciosidad como está trabajado. De construcción mudéjar la planta baja, fue remodelado y ampliado en el siglo XIX, añadiéndosele el entresuelo, la galería superior y la montera.
De la planta alta del palacio, sobresale el despacho y el Dormitorio del rey Don Pedro, de construcción coetánea con la planta baja, además del Oratorio de los Reyes Católicos con el extraordinario altar cerámico realizado pro Niculoso Pisano en 1504, primer paño ejecutado en Sevilla con azulejería lisa polícroma.
Oratorio de los Reyes Católicos con la cerámica de Nicoluso Pisano.
El siglo XVI proporcionaría a nuestro recinto el mayor enriquecimiento conocido de su historia, por los grandes bienes llegados a la ciudad en el comercio con América, que aumentan considerablemente las rentas alcazareñas y permiten la ejecución de importantes obras, sobre todo en la parte alta del palacio mudéjar. Asimismo, el necesario control de todos los enseres, cuentas y bienes procedentes del nuevo mundo, hace que la reina Isabel la Católica decida crear la Casa de la Contratación de las Indias en 1503. De toda aquella edificación, en terrenos del Alcázar, sólo queda la Sala de Audiencias y un espacio rectangular conocido como Cuarto del Almirante.
La Sala de Audiencias es una pieza cuadrada cubierta con una rica techumbre de madera de labores geométricas del siglo XVI, pintada y decorada. Sus muros muestran los escudos de los almirantes desde que Fernando III fundara en Sevilla la Real Armada de Castilla, hasta el escudo del almirante Cristóbal Colón. El espacio está presidido por un altar-retablo con la Virgen de los Mareantes o de los Navegantes, obra de Alejo Fernández, procedente de la desaparecida capilla y en donde se identifica a Cristóbal Colón y al emperador Carlos V, entre otros. Posee el valor histórico de ser la primera expresión gráfica conocida que representa el descubrimiento de América.
Sala de Audiencias y Retablo de la Virgen de los Navegantes, de Alejo Fernández.
Por su parte, el Cuarto del Almirante es una sala rectangular cubierta con un entramado de madera espléndida. Actualmente sirve como espacio de uso cultural y oficial, decoradas con cuadros del siglo XIX y XX, propiedad de Patrimonio Nacional. En prolongación a esta sala se encuentra otra más reducida, donde está expuesta una colección de 37 abanicos del siglo XIX y XX de estilo oriental y europeo, donado a la ciudad por Doña Gloria Trueba.
En el siglo XVII donde España empieza a dar muestras de decadencia, nuestro recinto se verá enriquecido por nuevas e importantes obras efectuadas para una anunciada visita del rey Felipe III que nunca se llegaría a realizar. Bajo las trazas del milanés Vermondo Resta se construye por un lado, el nuevo zaguán y el Apeadero y se levantan las nuevas caballerizas en el Callejón del Agua, mientras que por otro lado, se ordena el Patio de la Montería y se realizan las nuevas cocinas. El arquitecto Resta continuaría trabajando para el Real Alcázar, centrándose sus actividades fundamentalmente en los jardines y en el remozamiento general de los edificios. También, entre 1625 y 1626 se instala en el espacio que actualmente ocupa el Patio del León, el mayor teatro que tuvo la ciudad, el Corral de la Montería, que fue pasto de las llamas a final de la centuria.
Vista del Cuarto del Almirante desde el patio y vista interior de la sala de exposiciones.
En el siglo XVIII, con la llegada de los Borbones, el recinto si gozará de momentos de esplendor, especialmente con Felipe V, motivado por la estancia de la familia real y toda su corte durante cuatro años (1729-1733), quedándonos como muestra relevante la ampliación de la portada del apeadero y la construcción de la Armería Real, hoy sala municipal de exposiciones. En el reinado de Fernando VI se produce el conocido Terremoto de Lisboa que causa importantes estragos en diversas zonas del Alcázar, siendo necesario apuntalar la Galería de Grutescos y los Baños de Doña María de Padilla en el subterráneo del Crucero.
En el reinado de Isabel II el conjunto servirá de residencia a los duques de Montpensier durante algún tiempo y para ello se tuvieron que realizar importantes obras de restauración, siguiendo los modelos imperantes en aquella época desarrollados por Viollet le Duc. De estas intervenciones son el actual entresuelo y la galería superior del Patio de las Muñecas.
Salón de los Tapices de Carlos V y azulejo del Palacio Gótico.
JARDINESEn una extensión de algo más de siete hectáreas se reunen los impresionantes jardines del actual conjunto monumental, los cuales habría que diferenciarlos espacial y cronológicamente, cosa que no podremos hacer aquí, dada su extensión e importancia.
El paseo por los Jardines del Alcázar constituye uno de los más agradables de Sevilla, donde se aúnan caracteres árabes, renacentistas y modernos. Están dispuestos en terrazas, de vegetación verdeante, multitud de naranjos y palmeras, con fuentes y pabellones donde se respira frescor y quietud, lugar para el sosiego y descanso en la ciudad. La parte más próxima al palacio, realizada en época renacentista, se encuentra compartimentada por muros decorados con fuentes y portadas manieristas, sin ninguna vinculación entre ellos, lo que los enlaza con la herencia musulmana, al igual que la proliferación de fuentes bajas forradas de azulejos y la práctica de cubrir los muros con naranjos en espaldera
Salvo los correspondientes al período almohade, los jardines del Alcázar se fueron desarrollando de un modo expansivo, es decir, por irradiación desde el conjunto palatino a expensas de las huertas que originariamente colmaban el recinto, sin obedecer a un conjunto unitario y siendo, por ello, resultado de una serie de intervenciones a lo largo de varios siglos, con criterios tan variados como los que van desde los recoletos patios de raigambre musulmana hasta los que consideran el jardín como un espacio abierto sin delimitación de bordes, siguiendo el habitual trazado del parajismo inglés.
Con todo ello, los jardines del Alcázar constituyen un auténtico conjunto de belleza y armonía donde se mezclan las influencias islámicas, cristianas, renacentistas, neoclásicas, y adquieren un magnífico disfrute para la vista, el oído y el olfato sus fuentes, parterres, setos, arboledas, estatuas, estanques, azulejos, laberintos, etc. Sólo nombrar los mas importantes: Jardín del Príncipe, Jardín de las Flores, Jardín de Troya, Jardín de las Damas, Jardín de la Danza, Jardín subterráneo del Patio del Crucero, Estanque de Mercurio, Galería de Grutescos, Huerta y Cenador de la Alcoba, Cenador del León o el Jardín neoclásico.
Terminamos con un video sobre los jardines del Alcázar:
Una maravilla pasear por esos salones y recrearse luego en la magia de los jardines. Un remanso de paz.
ResponderEliminarSaludos.
Madre mía, una no sabe con qué rincón quedarse. Esa sala de embajadores quita el aliento, y el oratorio es un primor. Pero la cúpula es simplemente asombrosa! Mirando la foto, parece que se mueve :)
ResponderEliminarFeliz domingo
Bisous
Hola, he llegado a tu blog, por el comentario que has hecho en el de Rosa Cáceres.
ResponderEliminarTu Spot, me ha gustado pero que mucho, es un trabsjo muy detallsdo y documentado, sobre el Alcazar, que los Sevillanos tenemos qoe agradecerte.
Ya nos veremos en el Ateneo el próximo día 15.
Saludos, manolo
marinosinbarco.blogspot.com
ETERNAMENTE UNIDOS
Muy buena entrada, y un gran sitio. Debes ser grandioso poder pasar por esas instalaciones, ya me anoto el lugar para cuando visite España.
ResponderEliminarPor cierto, muy linda todas las imágenes, y muy bien descripto el lugar.
Un Abrazo.
Uriel
Con lo me gusta Sevilla y yo por estos rumbos...
ResponderEliminarUn Monumento impresionante con muchos detalles que demuestran su glorioso pasado y que ahora disfrustamos
Deslumbra. Y una iría a pasear los jardines, detener el paso para admirar y sentir esa magnifica construcción, ahora o en cualquIer época del año.
ResponderEliminarEstuve hace bastantes años y apenas lo recordaba. Me has refrescado la memoria y enriquecido con tu post como siempre.
ResponderEliminarBss y buena semana
Sobre los jardines ya dije, adelantándome, lo preciosos que son. La verdad es que hice una visita bastante apresurada para lo que requiere el lugar, pasarse todo el día dentro, pero no sé si es que no estaba abierto al publico o se me escapó, pero no recuerdo haber visto el oratorio de los Reyes Católicos y cuanto lo siento.
ResponderEliminarUn saludo.
Ante tanta belleza no hay palabras.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola: te mando un saludo desde Madrid
ResponderEliminarMe he quedado un buen rato Paco....es que no me podía despegar de tan bellas imágenes y tan detallados textos.
ResponderEliminarUn verdadero lujo, pero no sólo material, imagino que en cada piedra, en cada columna, en cada arcada y jardin, deben estar impregnadas tantas historias...
Felicitaciones amigo y gracias por ofrecernos con tanta generosidad éstas maravillas.
Buen comienzo de semana.
a uno le resulta imposible quedarse con un solo lugar de los alcázares, aunque yo si he de votar lo haría por los jardines...
ResponderEliminarCreo que al igual que la Alhambra, es un espacio para sentir...
ResponderEliminarUn saludo
Esa araña, esas habitaciones, esas salas, esos jardines, esos mil detalles extraordinarios... ¿existira la posibilidad de mudarme alli mismo?
ResponderEliminarBesos.
El arte mozárabe es un lujo en cuanto a detalles, vistosidad y colorido de su rica arquitectura.
ResponderEliminarUn trabajo minucioso del Palacio y los Jardines.
Enhorabuena!!! Gracias por compartirlo!
Un abrazo, Paco
je, esta vez no me agarraste en la ignorancia, conozco Sevilla de cuando fui a visitar unos familiares, grandísimos recuerdos.
ResponderEliminarGracias!
Es una delicia poder revivir mi paseo por los Reales Alcázares de Sevilla a través de estas entradas tan bien ilustradas.
ResponderEliminarUn saludo
Hace unos años que visité Sevilla: inolvidable belleza en tantos rincones, en especial en lo que nos muestras hoy, que he ido paladeando en imágenes, disfrutando del recuerdo aun vivo de tal concentración de arte y de atmosfera poética.
ResponderEliminarUna maravilla reconocida por todo el mundo. No es necesario elogiar más lo que se enaltece con su sola existencia.
Wow que buena foto. Éxitos en el Concurso 20Blogs
ResponderEliminarTe invito a que visites mi blog en la Sección de Cine, se llama “Cine para usar el Cerebro”
http://cineparausarelcerebro.blogspot.com/
Dos excelentes artículos los que has dedicado a este magnifico conjunto artístico.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Veo con tristeza que mis comentarios anteriores no han quedado reflejados :((
ResponderEliminarEsto es lo que nos haría falta. Un Renacimiento, y el nuevo florecimiento del arte y los valores espirituales. Un lujo pasear por tus post.
ResponderEliminarBss
Ahí estuve hace dos años: una maravilla. Gracias por el vídeo, recordé todo tal y como lo vi. Espero volver algún día.
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