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domingo, 27 de marzo de 2011

MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA COLEGIO DE SAN GREGORIO DE VALLADOLID


Fachada del Colegio de San Gregorio. Valladolid. 1488-1496.

El Museo Nacional Colegio de San Gregorio es uno de los museos españoles más representativos por la calidad de su colección de escultura, la belleza del edificio del siglo XV, que alberga su exposición permanente, y el valor histórico de los inmuebles que completan el conjunto museístico: el Palacio de Villena, la Casa del Sol y la iglesia de San Benito el Viejo. El Museo es de titularidad estatal y gestión exclusiva del Ministerio de Cultura, dependiendo administrativamente de la Subdirección General de Museos Estatales. Alberga esculturas desde la Baja Edad Media hasta inicios del Siglo XIX, así como un buen número de pinturas de gran calidad (Rubens, Zurbarán o Meléndez, entre otros). Es la colección escultórica española más importante de la Península, y una de las más destacadas europeas de este ámbito temático. Llamado, por ello, Museo Nacional de Escultura hasta julio de 2008, en que se amplió y modernizó y cambio su nombre al actual, desde su reapertura en septiembre del 2009.

HISTORIA

El conjunto está ubicado en el entorno monumental más relevante de la ciudad, en el centro de Valladolid, creado en los siglos XV y XVI. La calle cadenas de San Gregorio, de origen medieval y reconfiguración renacentista, estaba atravesada originariamente, de lado a lado, por las "cadenas de San Gregorio" que la dieron nombre: una línea de columnas ante el edificio de la que colgarían posiblemente tales cadenas.
Aunque fundado a mediados del siglo XIX (1842) como Museo Provincial de Bellas Artes, en 1933 se convirtió en el Museo Nacional de Escultura. En 1982 emprendió un proceso de ampliaciones espaciales y reformas que ha culminado en 2009, abriendo sus puertas bajo un nuevo nombre: Museo Nacional Colegio de San Gregorio.
Como otros muchos museos provinciales, este Museo fue el resultado de la Desamortización impulsada por el ministro Mendizábal, que en 1836 nacionalizó los tesoros artísticos de los conventos en el marco de la reforma liberal del Estado. Dichos bienes fueron secularizados, entregados a la tutela estatal y destinados al disfrute y la educación públicos, creándose así los denominados Museos Provinciales de Bellas Artes.
El de Valladolid fue instalado en 1842 en el Colegio de Santa Cruz, albergando ya entonces una colección de mil pinturas y doscientas esculturas aproximadamente. En 1879, se desgajó una parte de sus fondos y dio origen al Museo Provincial de Antigüedades, ahora llamado Museo de Valladolid. Durante el siglo XIX, el Museo mantuvo una precaria trayectoria. Su supervivencia fue posible gracias a la dedicación y el estudio de algunos de sus responsables.

Emblema de D. Alonso de Burgos. Detalle de la Fachada del Colegio de San Gregorio. Valladolid. Siglo XV.

Desde comienzos del siglo XX, el Museo se convirtió en un foco de atracción para intelectuales, eruditos y amantes del arte, en un momento de indagación en las fuentes históricas, populares y literarias de "lo español". En 1933 la II República resolvió elevarlo a la categoría de Nacional. Esa decisión se acompañó de un reforzamiento intencionado de su especialidad, que se hizo explícita en su nuevo nombre: Museo Nacional de Escultura. Como parte del mismo proyecto, el Museo fue trasladado al Colegio de San Gregorio. La colección se enriqueció con obras del Museo del Prado y se presentó en una instalación museográfica modélica, acorde con las tendencias internacionales más avanzadas.
En la posguerra, el Museo padeció las carencias impuestas por la situación cultural y por el aislamiento internacional propios de la Dictadura. Pero también hubo mejoras, así, en 1968, la colección de pintura pasó a exponerse en la desafectada Iglesia de la Pasión.
Los años del asentamiento democrático, en la década de los ochenta, dieron un impulso renovador a los museos en España. En este contexto, el Estado afrontó una reforma integral del Museo, centrada en una creciente dotación de recursos y equipamiento técnico, en una política de difusión educativa y en la mejora de las infraestructuras.
El Colegio de San Gregorio es, desde el año 2009, la sede de exposición de las colecciones del Museo, tras la rehabilitación del edificio y la modernización de sus equipamientos. Consciente de la necesidad de adaptarse a las nuevas funciones demandadas por la sociedad, el Museo ha destinado el Palacio de Villena a labores de investigación, restauración y difusión, albergando la biblioteca, los talleres de fotografía y restauración, las exposiciones temporales, el Belén napolitano del siglo XVIII y el salón de actos. La siguiente fase prevé la reforma de la Casa del Sol o Palacion del Conde de Gondomar, junto con su anexo, la iglesia de San Benito el Viejo. En 1999 el Ministerio de Cultura adquirió estos dos edificios, integrados en la misma manzana urbanística en la que se ubica el Colegio de San Gregorio. Su rehabilitación se acometerá en breve plazo.

Patio de los Estudios. Colegio de San Gregorio. Valladolid. Siglo XV.
 

EDIFICIOS

El Colegio de San Gregorio, fue fundado a finales del siglo XV por el dominico Alonso de Burgos, personaje muy vinculado a los Reyes Católicos, como centro de estudios teológicos, en un momento de reformas espirituales y políticas en todo Europa. Aquí se formaron los teólogos, místicos, juristas o inquisidores como Bartolomé de las Casas, B. Carranza, Luis de Granada o Francisco de Vitoria. En el siglo XVIII con la llegada de los vientos ilustrados de los Borbones, el Colegio de San Gregorio fue perdiendo la influencia y el esplendor intelectual de los primeros tiempos. El siglo XIX marca el final de la institución, con la ocupación de las tropas napoleónicas y la exclaustración de Mendizábal en 1835. Hasta que en 1933 se convierte en sede del Museo, el edificio se siguió utilizando otorgándole los usos más dispares: presidio, Instituto de Bachillerato, Escuela Normal de maestros o cochera de tranvías. A pesar de ello la construcción no perdió, en lo esencial, su estructura formal.
El Colegio se edificó entre 1488 y 1496, alrededor de un patio de dos pisos unidos con una bella escalera. Ambos presentan elementos decorativos propios del gótico flamígero tardío: motivos con yugos y flechas, hojarascas que invaden todas las superficies. El primer piso del claustro se resuelve con arcos de medio punto apeados sobre columnas helicoidales y el segundo, mediante ventanales con antepechos calados y tracerías de gran belleza, realizados en piedra. Alrededor del patio, antes se encontraban celdas, capilla y comedor. La fachada, un retablo en piedra, incluye elementos figurativos complejos. Se cree ver en ella la mano de Gil de Siloé. Es una preciada muestra del estilo Gótico Isabel, en la que empiezan a apuntarse rasgos del Plateresco. El cuerpo bajo presenta un arco carpanel que acoge la portada, que está flanqueada por esculturas de salvajes: en el segundo cuerpo se muestra esculpido el árbol de la vida, junto con varios escudos de Fray Alonso de Burgos.

Francisco de Salamanca. Palacio de Villena. Valladolid. Siglo XVI.

El Palacio de Villena es una resistencia aristocrática construida por el arquitecto Francisco de Salamanca a mediados del siglo XVI, enfrente del Colegio de San Gregorio. Así, después de su primer dueño, la propiedad del edificio recayó por sucesivas herencias. Hasta 1982 el palacio sirvió de sede al Gobierno Civil. Ofrece un proporcionado patio del siglo XVI, con dos pisos, arcos de medio punto apeados sobre columnas jónicas y medallones en las enjutas, al que abre la escalera principal, de tres tramos, abierta al claustro. Sobre la portada de entrada, renacentista y con arco de medio punto, podemos observar una regia ventana con las armas del propietario. Hoy alberga la Biblioteca, la sala de conferencias, los talleres de restauración, el depósito y el Belén napolitano.

Palacio de los Condes de Gondomar o Casa del Sol. Valladolid. Siglo XVI.

La Casa del Sol (también conocida como Palacio del Conde de Gondomar) es un palacio del siglo XVI obra de Sancho Díaz de Leguizamo, que destaca a comienzos del XVII por la personalidad influyente de su nuevo propietario, el Conde de Gondomar, embajador de Felipe III en Inglaterra, poseedor de una de las bibliotecas más notables en la época. La residencia integró desde el siglo XVI la iglesia de San Benito el Viejo como capilla familiar. En el siglo XIX el conjunto abandonó su carácter de residencia privada y pasó a desempeñar otras funciones hasta que fue adquirido por el Estado en 1999, para integrarlo en el proyecto de ampliación del Museo. Su fachada está construida en piedra de sillería. Posee dos pisos, con grandes huecos protegidos por buenas rejas. Destaca la portada, en arco de medio punto flanqueado por dos pares de columnas corintias, con balcón encima de ella y coronada por una peineta, añadida hacia 1600, con el escudo del Conde de Gondomar y un Sol que da nombre a la casa. La decoración es de estilo plateresco, con grutescos. A los lados de la fachada aparecen sendas torres que dan rango palacial al edificio.

Sala Barroca del Museo Colegio de San Gregorio. Valladolid.

FONDOS

La colección del Museo tiene su origen en la Desamortización decimonónica de los conventos españoles y en la nacionalización de sus tesoros artísticos, que fueron secularizados, entregados a la tutela del Estado y ofrecidos al disfrute y la educación públicos mediante la creación de los primeros Museos Provinciales. Sus fondos se caracterizan por:
-- La preeminencia de la escultura, que sigue siendo la médula de la exposición permanente.
-- La pluralidad de tipologías y formatos, que no sólo comprende escultura exenta, sino retablos, sillerías, sepulcros, relieves.
-- Su temática religiosa. Las obras de la colección fueron concebidas como objetos sagrados, investidos de una función ritual y devocional que, en parte, siguen cumpliendo, al prestar anualmente sus conjuntos a las cofradías de Semana Santa.
-- Su especialización en la fase más rica y variada de la escultura española, la Edad de Oro de los siglos modernos, desde el XV hasta el XVIII, con grandes creadores como Berruguete, Juan de Juni, Gregorio Fernández o Pedro de Mena.
-- Su especialidad la técnica de la talla en madera policromada. En este sentido, resulta especialmente interesante la técnica del estofado, que consiste en la combinación de la aplicación de oro con el color.
-- Su representatividad nacional. En el curso de su existencia, las colecciones han ido completando una panorámica lo más rica posible de las distintas escuelas y talleres españoles, así como sus conexiones europeas y americanas.

Jorge Inglés. Retablo de San Jerónimo (de Mejorada de Olmedo). 1455.

La disposición de la exposición permanente propone dos itinerarios. El primero y más amplio es el itinerario histórico, cuyo recorrido abarca siglo XV, Renacimiento y Barroco. El segundo itinerario es de carácter temático y expone de manera monográfica aspectos particulares de la colección y del propio museo.
En la capilla funeraria de Alonso de Burgos, patrocinador del colegio, se exponen obras de Felipe Bigarny, Alonso Berruguete y Pompeo Leoni, que evocan la magnificencia original.
Del siglo XV see exponen una serie de obras de transición al Renacimiento, realizadas en su mayoría por artistas como Jorge Inglés (Retablo de San Jerónimo), Rodrigo Alemán (Sillería de Coro) y Alejo de Vahía.
Durante los primeros años del Siglo XVI conviven dentro del espíritu renacentista distintos estilos como el clasicismo italiano, la tradición flamenca y el Manierismo de Alonso Berruguete. Dentro de la colección artística de este siglo, se puede contemplar la Sagrada Familia, de Diego de Siloé o la Virgen con el Niño de Felipe Vigarny.


Alonso Berruguete. Adoración de los Reyes Magos y Sacrificio de Isaac. Retablo de San Benito el Real de Valladolid. 1532.

El retablo procedente de la Iglesia del Monasterio de San Benito el Real de Valladolid, ocupa tres salas del Colegio, las antiguas aula de Artes, la cocina y el refectorio. El retablo fue encargado a Alonso Berruguete. Debido a su gran volumen y la ausencia de algunas piezas el conjunto se presenta fragmentado. Entre las piezas que se conservan destacan la Adoración de los Reyes Magos, el Martirio de San Sebastián y el Sacrificio de Isaac.
También, dentro del Renacimiento, destaca la obra del escultor francés Juan de Juni. Reseñable es el Entierro de Cristo, procedente del desaparecido Convento de San Francisco, y está formado por siete esculturas de tamaño mayor que el natural, en el centro de la escena se encuentra la figura de Cristo yacente, mientras que el resto de los personajes proceden a su amortajamiento; retirando espinas, perfumando el cuerpo o limpiando las heridas. Otras obras del maestro francés son El Calvario procedente del palacio de los Águila de Ciudad Rodrigo, la escultura de San Antonio de Padua y una excelente Santa Ana.


Juan de Juni. Entierro de Cristo (procedente del Convento de San Francisco de Valladolid). 1541-1544.

En el Barroco, las artes plásticas se convierten de este modo en arma de propaganda primordial de la Iglesia católica y del espírtu contrarreformista, representando éxtasis, visiones celestes, el suplicio sangriento, la renuncia mundana o la ansiedad espiritual. De la colección del Museo Nacional Colegio de San Gregorio destacan asimismo las obras de Gregorio Fernández, escultor castellano máximo exponente del naturalismo barroco castellano, como Paso de la Piedad y, en especial, el Cristo yacente.

Gregorio Fernández. Piedad. 1616.

También se exhiben obras de Alonso Cano (S. Juan Bautista, S. Jerónimo penitente), Juan Martínez Montañes (S. Juan Evangelista), Pedro de Mena (la destacada Magdalena penitente) o José de Mora (Virgen de la soledad). Hay pinturas y esculturas de Pedro López de Gámiz (San José con el Niño) o Esteban Jordán (Entierro de Cristo—) Destacan, además, dos pinturas excepcionales, una Verónica de Francisco de Zurbarán y una tabla de Pedro Pablo Rubens (Demócrito y Heráclito).
La escultura tardobarroca del siglo XVIII está representada en el Museo por Francisco Salzillo (San Francisco), Pedro de Sierra o Luis Salvador Carmona.

Pedro de Mena. Magdalena penitente. 1644.

Las procesiones de Semana Santa reúnen lo más característico de la religiosidad barroca, la teatralidad, manifestada en una intensa expresión de los sentimientos. Su principal elemento era el "paso", un grupo de figuras colocadas sobre una plataforma que escenifican episodios de la Pasión, como si fuese un melodrama en su momento crucial. El Museo Nacional Colegio de San Gregorio custodia y conserva buena parte de la escultura procesional de Valladolid. Como un hecho singular museístico desde 1922 accede al préstamo de varios conjuntos escultóricos a las cofradías de la Semana Santa vallisoletana. El museo acoge entre otros los pasos La elevación de la Cruz de Francisco de Rincón, Sed Tengo, y Camino del Calvario de Gregorio Fernández o El Santo Sepulcro o paso de Los Durmientes de Alonso de Rozas.

Rubens. Demócrito y Heráclito. 1603.

DATOS ÚTILES

Dirección y teléfono

 

Calle Cadenas de San Gregorio, 1-2. 47011. Valladolid.
Teléfono: 983250375

Horarios

Del 21 de marzo al 30 de septiembre:
De martes a sábado, de 10.00 a 14.00 h. y de 16.00 a 21.00 h.
Del 1 de octubre al 20 de marzo: De 10.00 a 14.00 h. y de 16.00 a 18.00 h.
Domingos y festivos, de 10.00 a 14.00 h.

Tarifas

Normal: 2,40 €.
Reducida: 1,20 € (familia numerosa y estudiantes, con acreditación, y grupos, mínimo 15 personas, con cita previa).
Gratuita: menores de 18 años, mayores de 65 años, jubilados y miembros del ICOM (International Council of Museums), con acreditación, sábados tarde, domingos mañana, 18 de mayo, 12 de octubre y 6 de diciembre.Acceso:

Autobuses urbanos de Valladolid; Líneas 2 y 18.

Anónimo. Belén napolitano. 1701-188. Palacio de Villena. Valladolid.


Bibliografía:

-- Guia del Museo Nacional de San Gregorio. Ministerio de Cultura. Madrid, 2010.
-- museosangregorio.mcu.es
-- Wikipedia.


Terminamos con dos videos sobre el nuevo Museo de Escultura de Valladolid:



    23 comentarios:

    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Muy interesante y útil la información que nos das, incluyendo dirección y teléfono, por si algún día me pierdo por Valladolid. Desconocía que allí hubiera obras de Gregorio Fernández y Martínez Montañés. Voy a guardar el contenido de esta entrada por si me fuera de utilidad más adelante.
      Feliz domingo.
      Un saludo.

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    3. Gracias Paco. No lo conozco pero tengo prevista la visita a mediados de mayo con un grupo de amigos/as atletas y "golfos". Es una guía estupenda.

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    4. Valladolid es una de mis lagunas y, donde sólo estuve de paso. Tras esta muestra me urge visitarla y empaparme de sus muchas riquezas. Gracias por este espléndido estudio.

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    5. Muy interesante. Si alguna vez voy a Valladolid ya se por donde "perderme".
      Ademas no es muy caro si lo comparamos con otros lugares de interes artistico o turistico.

      Que tenga un buen dia.

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    6. Me quedo con la impactante fachada del colegio de San Gregorio. Es nítida y hermosa. No he estado nunca en Valladolid. ¡Asignatura pendiente Paco!
      Besos

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    7. Es impresionante la colección que allí se guarda, el 90% de lo que usted nos muestra aparece en los libros de arte, lo cual lo convierte en una visita obligada, especialmente para mi que nunca he estado en Valladolid :-(

      Con su permiso, me guardo esta entrada para una excursión futura.

      Un saludo.

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    8. ¡Excelente entrada! En cuanto pueda, iré a Valladolid a ver esas maravillas.

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    9. HOLA PACO, QUÉ BLOG TAN INTERESANTE TIENES, LLENO DE LUGARES INTERESANTES QUE ESTOY CONOCIENDO GRACIAS A TI...OJALÁ ALGÚN DÍA PUDIERA VIAJAR!!!!

      BESITOS DESDE ARGENTINA!!

      PATRY

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    10. Estamos pensando ir a Valladolid en semana santa.
      Mira que bien me ha venido todo esto.

      Saludos Paco,

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    11. He tenido la suerte de visitarlo. Pero tu post me ha refrescado la memoria, colocando cada escultura en su sitio.
      Un abrazo y una buena semana

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    12. Paco fabulosa información gracias por su visita y por su votación.
      Un Cordial Saludo desde Creatividad e imaginación fotos de José Ramón

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    13. Lo vi por fuera, magnífico, y como dices situado en una zona privilegiada, muy cerquita del palacio de Pimentel, donde nació Felipe II; pero no pude verlo por dentro. Ya sé lo que no debo perderme cuando vuelva por Valladolid. Un saludo.

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    14. Un museo de visita obligada para todo aquelque pase por Valladolid y para todos los interesados en la ecultura y el arte en general. Lo conozco y desde luego no decepciona.

      Un abrazo.

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    15. Hace años que no visito Valladolid con ojos artísticos! Una excelente invitación la tuya, que, si me permites, completo con una visita a por ejemplo Cuéllar y Peñafiel, a conocer el Museo del Vino y el magnífico castillo con perfil de barco.
      Un abrazo.

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    16. Siempre consigues ponernos los dientes largos. ¡Cuantos rincones bellos por conocer! En lugar de ruedas necesitaríamos unas buenas alas.
      Nuevo formateo y aún no las tengo todas conmigo.
      Besote.

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    17. Apreciado amigo Paco
      Maravillosas imágenes e imperdibles crónicas sobre episodios y monumentos pasados.
      Sabes, pienso que fui en otra vida muyyyy pasada, una de esas damas atrevidas y destacadas, algo imperdonable en esa época, me mi época favorita es el medioevo, así que me sitúo estratégicamente en alguna de esas hazañas (incruentas)para ser su heroína, tendría que haber hecho aparecer mucho antes el miriñaque para vestirme con esos ropajes que tanto me agrada ver.

      Un saludo de primavera, mas moderno y con sumo afecto.

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    18. Caramba, la sección de datos utiles resulta de lo más practico. Por completo no queda, eh?
      Esta vez conocía esos tesoros de Valladolid, pero igualmente ha valido la pena volver a visitarlos virtualmente con usted.

      Buenas noches

      Bisous

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    19. Gracias por tantos datos, los aprovecharé cuando visite Valladolid, que puede que no tarde tanto. Un fuerte abrazo.

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    20. El edificio del colegio de San Gregorio es una de las maravilla del gótico final en Castilla. De la colección permanente me impresionó Alonso Berruguete y Gregorio Fernández, pero el conjunto escultórico del Santo Entierro de Juni es soberbio.

      También destacar la obra de uno de mis escultores dieciochescos favoritos: Luis Salvador Carmona.

      Un saludo.

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    21. Recomiendo a todo el que lea tu entrada a visitar el Museo Nacional de Escultura de Valladolid porque es magnífico para entender la escultura castellana de la Edad Moderna. Ya lo he visitado unas tres veces y cada vez que voy a Valladolid vuelvo a repetir. Impresiona sobre todo el Entierro de Juan de Juni por su expresividad y el tamaño de sus figuras.

      Saludos

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    22. Hola Paco...

      Ya te extrañaba, no he podido venir antes el trabajo me tiene atada...

      Que maravilla, conozco Valladolid y me resulta fascinante, sin embargo ahora que he leído tu entrada, me parece algo estelar... gracias amigo por compartir estas maravillas...

      Quería desearte solo buenas noches, esperando que esta noche sea una noche de bellos sueños.

      Besitos

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    23. Hola Paco, soy Laura Merchán :)
      Que sepas que me estoy acordando un montón de ti y de tus clases jajaja porque es que resulta que estoy en Valladolid durante unos diítas y estoy viendo todos estos museos y obras de Gregorio Fernández,Berruguete etc.
      Y la verdad que me están gustando mucho!
      Asi que nada,espero que disfrutes mucho en tu matalascañas querida y en mas sitios si es posible,que ya nos veremos en Septiembre por desgracia!
      Un beso anda,FELIZ VERANO :)

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    Deja tu opinión; me es muy válida. Gracias.