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martes, 27 de abril de 2010

LA PINTURA ROMÁNTICA

E. Delacroix. La libertad guiando al pueblo. Óleo sobre lienzo (259 x 352). 1830.
Museo del Louvre. París.

El Romanticismo fue un movimiento ideológico iniciado en torno a 1830 que afectó a todos los ámbitos de la sociedad europea. Aspiraba a plasmar a través de todas las artes (literatura, música, pintura, etc.) los principios revolucionarios que en 1815 quedaron soterrados. El origen está en el prerromanticismo del siglo XVIII. El triunfo del Neoclasicismo en la segunda mitad del XVIII y principios del XIX mantuvo al naciente romanticismo en una situación embrionaria durante décadas. La caída de Napoleón marcó el momento de eclosión del Romanticismo. La Europa surgida del Congreso de Viena, pretendida restauradora del Antiguo Régimen, estaba lejos de los ideales románticos. En consecuencia, el Romanticismo no se configura como una estética identificada con el poder establecido, como lo fue el Neoclasicismo, sino que lo hace con un carácter de rebeldía.
En el romanticismo hay una identificación  del arte con el nacionalio y lo q ue ést e representa en cuanto al resurgir de las tradiciones y de los valores propios de cada pueblo. Es una reacción contra el arte severo, rígido y frío del Neoclasicismo: el artista romántico va a proclamar su libertad frente a las directrices académicas. Ahora aparece un hombre nuevo, cuyas espíritu de rebeldía le llevará a las más arriesgadas empresas políticas (revoluciones) y personales (amores apasionados, aventuras, viajes exóticos, suicidio...). Sus características básicas son: Individualismo, ya que se antepone el sentimiento a la razón rechazando el racionalismo de la Ilustración; gusto por los gestos teatrales capaces de llamar la atención del espectador; Concepto subjetivo de la belleza. Nacionalismo, exaltación del pueblo y su heroísmo. Gusto por lo tormentoso y nocturno, gusto por paisajes costumbristas o por lo exótico y lejano (Próximo Oriente), así como el mundo de la locura, el sueño y la muerte.
En  cuanto  a la pintura , se aprecia  la primacía del color frente al dibu jo y la línea: colores brillantes y luz vibrante que destruye la forma. Composiciones dinámicas: el movimiento llega a ser convulsivo y los gestos dramáticos y aparatosos. Se usa una pincelada suelta, vibrante, para dar más expresividad a los cuadros. Los temas son muy variados: históricos: medievales, contemporáneos, con un carácter político o fatalista; temas orientales, por su exotismo; paisajes: su interpretación subjetiva es un excelente medio para manifestar los estados de ánimo; retratos: representan a los personajes con un aire melancólico, de tristeza o soledad; religiosos: con un gran valor simbólico.
Francia

T. Gericalul. La balsa de la Medusa. Óleo sobre lienzo (491 x 717). 1819. Museo del Louvre. París.

El primer pintor romántico francés es THÉODORE GERICAULT (1791-1824), uno de los grandes pintores románticos, muerto prematuramente. Su mejor obra es La balsa de la Medusa donde narra un acontecimiento real y trágico como el naufragio de un barco francés "Medusa" que procedía de África, lo cual dió lugar a un áspero debate político. Ciento cincuenta personas fueron abandonadas sobre un balsa, de las que sólo se salvaron quince, después de días de pesadilla y terror, de muerte y canibalismo. Gericault escoge un momento dramático y tal vez el más angustioso, en el que exhaustos y con algunos hombres ya muertos, los supervivientes agitan telas y brazos para hacerse ver un barco que se atisba en el horizonte. La heroicidad está en esta gente cualquiera, cuya hazaña consistió en sobrevivir. Realizó tal obra de forma piramidal y desde un punto de vista cercano al espectador. Otras obras suyas fueron Derby de Epson, Coracero herido, La carga del Húsar, El loco asesino...
EUGÉNE DELACROIX (1798-1863) es el pintor romántico más importante. Su formación es neoclásica, muy sólida en literatura y música,  pero sus preferencias se dirigen hacia Rubens y los venecianos (se le ha definido como "barroco romántico"). Prefirió siempre la imaginación a la realidad y fue admirador de Gericalult. Es el prototipo de hombre romántico, bohemio, apasionado, seguro de sí mismo y partidario de la mancha de color en detrimento de la rígida preceptiva del dibujo. Abandona los colores terrosos y utiliza colores intensos, puros, luminosos, con contrastes violentos de color. Emplea el color con total libertad, de un modo arbitrario, sin ajustarse a la objetividad de la naturaleza. Mediante el color subraya la composición y da un aspecto escultórico, de relieves, a la pintura. Sus pinceladas son sueltas y vibrantes que acrecientan la sensación de movimiento. Sus temas más comunes son los históricos, literarios, simbólicos y fantásticos. En los temas históricos se interesan tanto por los temas medievales como por los contemporáneos usando una gran libertad en los temas. Introduce los temas orientales en el romanticismo a partir de un viaje a Marruecos: le interesan estos temas no sólo por su iconografía sino por la luminosidad del colorido.

E. Delacroix. Dante y Virgilio en los infiernos. Óleo sobre lienzo (189 x 241 cm.). 1822. Museo del Louvre. París.
E. Delacroix. La matanza de Quíos. Óleo sobre lienzo (417 x 354 cm.). 1824. Museo del Louvre. París.

Entre sus obras destacamos Dante y Virgilio en los infiernos (1822), donde Dante y Virgilio bajan a los infiernos, pero el terror y la confusión son imaginarios, póéticos, melancólicos, literarios y tópicamente románticos, frente al infierno terrenal de Gericault; Matanza de Quíos (1824), donde rinde homenaje a los colonos griegos de esta isla que trataron de independizarse de los turcos. La composición aparentemente desordenada, con un insólito vacío central que, en realidad, constituye  un desolador paisaje, casi el protagnisto objetivo del cuadro, es decir, la tierra oprimida se ve acompañada a ambos lados por la triste y dramática suerte de sus habitantes. El color es deslumbrante; Muerte de Sardanápalo (1827), que representa el momento en el que el sátrapa ordena a sus eunucos que maten a sus seres queridos, incluido su caballo; se trata de un tema oriental dominado por la violencia barroca de la escena con una técnica suelta donde destaca el color vibrante de Rubens y por la visión romántica de la tragedia, donde la emoción por el acontecimiento se desborda en los gestos y en la composición caótica, así como por el color desbordante.
Su obra más comprometida y política, además de la más célebre, es La Libertad guiando al pueblo (1830), donde exalta la revolución parisina de 1830 que facilitó la llegada al poder de la burguesía liberal. En ella se aprecia el símbolo de la revolución, una mujer con los pechos al descubierto y que enarbola la bandera francesa, acompañado por representantes de todas las categorías sociales, que avanzan en las jornadas de lucha de julio contra el Antiguo Régimen, con las barricadas humeantes. El espectador sólo tiene dos posibilidades, el unirse a la masa, o el ser arrasado por ella. El pueblo es la unión de clases: se representa al burgués con su sombrero de copa y empuñando el fusil, al lado un andrajoso y un herido que pide clemencia a Francia. Al fondo aparecen brumas y humos de la batalla que diluyen un barrio francés bastante realista. A los pies de la Libertad un moribundo la mira fijamente indicándonos que ha valido la pena morir por ella. Aquí el pintor, aunque nunca fue un revolucionario activo, demuestra su idea literaria y romántica de la libertad.
Otra obra suya es Mujeres de Argel (1834), realizada tras un viaje a Marruecos y Argelia, que le hace incorporar a su pintura un vago y genérico exotismo oriental. En dicha obra es donde aparece la sensibilidad oriental y el espíritu aventurero del pintor, auténtica revolución del color. Otras obras de espíritu romántico son La caza del leónHamlet y Horacio en el cementerio.





E. Delacroix. Muerte de Sardanápalo. Óleo sobre lienzo (392 x496 cm.). 1827. Museo del Louvre. París.
E. Delacroix. Mujeres de Argel. Óleo sobre lienzo (180 x 229 cm.). 1834. Museo del Louvre. París.

Alemania

El Romanticismo es un concepto indisolublemente unido al renacimiento cultural de los territorios germánicos del siglo XVIII y comienzos del XIX. Beethoven, Goethe, Schiller o Hegel personifican este momento de auge creativo. El país donde primero se asentó el romanticismo como doctrina estética fue AlemaniaLa pintura también vivió un periodo de esplendor como movimientos como la Hermandad de Los Nazarenos (donde el mejor pintor ere Peter von Cornelius), defensores de una vuelta a una estética pura de primitivismo religioso, que quieren restaurar la Edad Media, pintando al fresco, como los florentinos, en busca de toda clase de perdidas ingenuidades. Pero la personalidad más importante de la pintura alemana es la de CASPAR DAVID FRIEDRICH (1774-1840), autor de una extensa obre en la que se aporta una nueva visión del hombre y su relación con la naturaleza, es decir, el drama del paisaje romántico. Pinta paisajes, de dramática inmensidad, donde la presencia humana, siempre vuelta de espalda, es poco más que una constatación de su propia insignificancia. Los verdaderos protagonistas son el cielo, el mar, las nubes y, sobre todo, la soledad y el misterio; también tumbas observadas en la soledad nocturna, naufragios, restos arquitectónicos inquietantes... Los paisajes de este pintor no son serenos, arcádicos o heroicos, sino abruptos, ausentes de sosiego, con frecuencia poco placenteros, imágenes de presagios, de abismos, de soledades, de hombres que se enfrentan abrumados al poder de la naturaleza. Friedrich tiene por objetivo pintar lo que se ve, pero también lo que "el pintor ve en el interior de sí mismo". En su obra El monje junto al mar (1808-10) hay una religiosidad sin imágenes, donde una diminuta figura aislada contempla la inmensidad de una mar vacío, de una inquietante ambigüedad y rara belleza. Ej: Dos hombres contemplando la luna (1819); El naufragio de la esperanza (1823-24) o Viajero sobre un mar de niebla (1818).










C.D. Friedrich. Monje junto al mar. Óleo sobre lienzo (110 x 172 cm.). 1808-10. Palacio de Charlottenburg. Berlín.
C.D. Friedrich. Dos hombres contemplando la luna. Óleo sobre lienzo (35 x 44 cm.). 1819. Gemäldegalerie. Dresde.

Inglaterra

Ni Winckelmann, ni la Antigüedad, ni el clasicismo parecieron inquietar a los pintores británicos del XVIII. Sin emabaro, los placeres de la imaginación, la atención a las asimetrías naturales, a la variedad y efectos de luz y los colores, así como la delectación en lo sorprendente, incluso en lo terrible, se convirtieron en categorías recurrentes en el ámbito de la pintura y de los jardines. Pero fueron dos contemporáneos de Goya, los que de forma más deslumbrante van a introducirse en el lado oscuro del Siglo de las Luces, en el lado de la noche y de la pesadilla, del terror y la imaginación, y son los claros precedentes del Romanticismo británico. El primero es J. Heinrich Füssli (suizo de nacimiento), quien hace cuadros de sueños terroríficos y eróticos, con imágenes sorprendentes y próximas a lo irracional, a la deformación de la pesadilla, pero de una afectada e inquietante elegancia (La pesadilla o El Íncubo, Titania y Botton...). El otro es William Blake, quien era fundamentalmente un ilustrador. Usó de las fuentes literarias y la Biblia, crando un prodigioso mundo de imágenes de símbolos y alegorías que mostraban su distanciamiento del mundo, o mejor, su rechazo. Lo hace con líneas de contornos bien definidas y colores irreales y transparentes, dotando a sus imágenes de un movimiento tan espectacular como difícil de controlar (Nabuconodosor, El anciano de los días, La escalera de Jacob...).


J. H. Füssli. La pesadilla. Óleo sobre lienzo (101 x 127 cm.). 1871. Institute of Arts. Detroit.
W. Blake. El anciano de los días. Óleo sobre lienzo (23 x 17 cm.). 1794. British Museum. Londres.

La pintura paisajista del siglo XIX constituye el momento de máximo esplendor de la pintura inglesa y su mayor aportación a la historia de la pintura. Se interesan por captar las impresiones fugaces de luces y colores; los ambientes melancólicos, brumosos o crepusculares. Característicos del paisaje inglés son el rico colorido y los efectos lumínicos. Constable y Turner son considerados como precedentes de los pintores franceses del impresionismo y herederos de la rica tradición paisajista del XVIII (Reynolds, Gainsbourough...).
JOHN CONSTABLE (1776-1837). Practicó la pintura al aire libre. No pretendió la modernidad ni la trascendencia en sus paisajes, sino que detuvo el tiempo de la naturaleza para que nunca se borrora de la memoria lo que es irrepetible y por eso mismo fue tan minuciosamente descriptivo, para atrapar la vida de una hierba o la luz reflejada sobre un pétalo o sobre un torrente. Capta la luz en el cuadro: en un momento determinado representa los reflejos y movimientos de la luz. Presta especial atención a los cielos nublados, a las sombras de las nubes en el suelo, a la lluvia y al viento. En cuanto a su técnica, aplica el color con gran soltura para conseguir más intensos efectos de luz. ("Para mí, pintar no es sino un sinónimo de sentir" llegó a decir). Obras suyas son La catedral de Salisbury o El carro de heno.


J. Constable. La catedral de Salisbury. Óleo sobre lienzo (34 x 44 cm.). 1828. Staatliche Museen. Berlín.
J. Constable. El carro de heno. Óleo sobre lienzo (130 x 185 cm.). 1821. National Gallery. Londres

JOSEPH MALLORD WILLIAM TURNER (1775-1851) realizó un romanticismo mucho más turbulento. Evolucionó hacia una mayor libertad en la interpretación, en el colorido y en la técnica. En sus paisajes la naturaleza pierde forma y gana luz: las formas se disuelven en medio de una luz coloreada, que casi alcanzan la abstracción. Concede más importancia a los efectos atmosféricos como la lluvia, la tempestad, la niebla, en el fondo lo que le gusta es una naturaleza tempestuosa de incendios y tormentas reales donde los efectos de luz crean una atmósfera cambiante. Su técnica de disolución de la materia pictórica, que parecía llevarse consigo incluso la solidez de las imágenes, le llevará a abrir un camino decisivo para la pintura moderna. Se anticipa a la pintura impresionista, como se aprecia en Lluvia, vapor y velocidad. El gran ferrocarril del oeste (1844), deforma incluso la realidad, hasta el punto que es díficil observar nada figurativo; es la primera pintura en la que aparece el ferrocarril, símbolo de los nuevos tiempos. Recurre a una luz muy intensa que transmite más la emoción que la realidad objetiva. Así logra crear la atmósfera que pretende, más que ofrecer una representación verídica. A través de empastes se logra reflejar el humo del ferrocarril y el aire mismo. Los elementos sólidos (el tren, el puente) apenas están insinuados, desaparecen en la atmósfera neblinosa e irreal del cuadro. Se difuminan y mezclan la neblina que exhala el agua, la lluvia que pone un velo ante el cielo y el vapor de la locomotora.Otras obras son La tempestad, El temerario remolcado a dique seco, Vista del Gran Canal de Venecia...



W. Turner. LLuvia, vapor y velocidad. Óleo sobre lienzo (91 x 122 cm.). 1844. National Gallery. Londres.
W. Turner. La tempestad. Óleo sobre lienzo (92 x 122 cm.). 1842. Tate Modern Gallery. Londres.

España

La pintura romántica tuvo un gran desarrollo, pero se mantiene la influencia goyesca. Surgen corrientes donde destaca tanto el retrato como la pintura de paisaje y la costumbrista.
Entre los Retratistas tenemos a ANTONIO MARÍA ESQUIVEL (1806-1857). Es el mejor retratista, pero su estilo no se libera nunca del gusto academicista. Ej.: Reunión de literatos en el estudio del pintor con lectura de Zorrilla.
Como Paisajistas está JENARO PÉREZ VILLAAMIL (1807-1854). Mezcla el paisaje con los temas de arquitectura medieval, con interiores góticos. Ej. Interior de la Catedral de Toledo.
Como Costumbristas destaca LEONARDO ALENZA (1807-1845). Refleja la España Negra, satirizando las costumbres en dibujos y grabados. Entre sus temas destacan las escenas populares, las fiestas de toros...Ej. El suicidio.



Antonio M. Esquivel. Reunión de literatos en el estudio del pintor, con lectura poética de Zorrilla. Óleo sobre lienzo (144 x 217 cm.). 1846. Museo del Prado. Madrid.
Leonardo Alenza. El suicidio. Óleo sobre lienzo (36 x 28 cm.). 1830. Museo del Romanticismo. Madrid.

También está EUGENIO LUCAS (1824-1870), quien también practica un costumbrismo pesimista: procesiones, cárceles, ajusticiados. Confiere a la representación un ambiente misterioso, con personajes populares, toreros, bandoleros y corridas de toros, aquelarres y procesiones de la Inquisición: Revolución de 1854 en la Puerta del Sol, Condenado por la Inquisición...
VALERIANO DOMÍNGUEZ BÉCQUER (1834-1870). Hermano del poeta, su costumbrismo es alegre y optimista. Es un pintor de escenas regionales, especialmente andaluzas. Ej.: Fuente de la érmita de Sónsoles; Retrato de Gustavo Adolfo Bécquer.





Eugenio Lucas. Condenado por la Inquisición. Óleo sobre lienzo (52 x 41 cm.). 1862. Museo del Prado. Madrid.
Valeriano D. Bécquer. Retrato de Gustavo A. Bécquer. Óleo sobre lienzo. 1862. Museo de Bellas Artes. Sevilla.

14 comentarios:

  1. Interesante y exhaustiva entrada Paco, como siempre. Estos cuadros son realmente bellos, evocadores y capaces de llevar al espectador al interior de los mismos. Hermosos los cuadros del Louvre que he podido contemplar en vivo en un par de ocasiones...en cuanto a los ingleses y alemanes no conozco tanto. En Espana, el Museo del Prado ha dedicado desde hace poco tiempo una serie de salas al siglo XIX, incluida la pintura romàntica, donde por le que he podido observar se ensalzan los momentos històricos que pudieron ser y no sieron, como en Francia, las revueltas contra el francès (Batalla de Bailèn) y las luchas liberales contra el absolutismo fernandino...

    Un saludo.

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  2. Una estupenda y completa entrada sobre la pintura romántica, con ese broche final tan recurrente en la vida y en la obra de muchos románticos: el suicidio.
    Has seleccionado algunos cuadros que me encantan, como "La balsa de medusa de Gericault", donde no falta ningún ingrediente de la estéticaa romántica: el decorado, la agitación, la luz... También el magnífico Delacroix.
    Te invito a que te pases por mi blog y eches un vistazo a una entrada que hice hace tiempo donde intentaba unificar, dentro de la estética romántica, la pintura, la poesía, la música y el tema de los piratas, tan de Espronceda. Era una actividad para los alumnos que acaban la secundaria.

    http://latinajadediogenes.blogspot.com/search/label/Piratas%20y%20rom%C3%A1nticos

    Un saludo y gracias por las presentaciones que me envías de cuando en cuando.

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  3. Desde siempre me he sentido muy atraido por dos pintores tan diferentes como Turner y Blake, incluso contrapuestos. Me ha llamado mucho la atención Fussli, al que no conocía.
    Saludos

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  4. Creo que dentro de unos meses en el Museo Thyssen tendremos la inmensa suerte de poder contemplar la obra de uno de los grandes de la pintura: Turner. Habrá que hacer una visita porque me parece imprescindible para conocer la pintura del siglo XIX y XX. Aunque, todo hay que decirlo, no hay que olvidar al desconocido Fredrich, ¿no te parece?

    Un besito

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  5. Que bien describe usted a Delacroix, monsieur!
    Bueno, a todos en general, pero me ha gustado mucho lo que ha puesto sobre Delacroix. "Es el prototipo de hombre romántico, bohemio, apasionado, seguro de sí mismo y partidario de la mancha de color en detrimento de la rígida preceptiva del dibujo", y luego cuando describe usted sus colores y habla de ese contraste violento. Ha pintado usted su autorretrato con palabras!

    Feliz dia, monsieur

    Bisous

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  6. Completísimo y brillante como siempre. Un saludo.

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  7. Paco en mi blog tienes un premio para ti, enhorabuena.

    Un saludo.

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  8. Hola Paco!!Qué bien lo definiste amigo: el artista romántico va a proclamar su libertad frente a las directrices académicas. Me gusta John Constable con su característica de pintura al aire libre y una naturaleza cuidada en cada detalle. Muy completo y apasiomnate.
    Besosssssss

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. Contemplo aqui uma maravilhosa aula sobre este estilo fantástico que é o Romantismo. Texto claro, dados corretos, ilustrações adequadas, tudo perfeito. Destaco Delacroix e W. Turner, dois grandes pintores que muito influenciaram minha pintura. Grande abraço pra ti! Besos de tua 'aluna' Blogueira e brasileira! :D

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  11. Muy denso tu blog. Gracias por pasar por el mío. Cuenta con mis visitas cuando mi escaso tiempo me lo permita.
    Saludos "hermano" caballero del Toisón

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  12. Exhaustivo, detallado, bello. Definitivamente otra entrada llena de sabiduría y belleza.
    El Romanticismo en pintura me ha hecho pensar en la Literatura: dos tendencias un Romanticismo exaltado lleno de gritos y otro intismista, soñador...
    Bellísima exposición.
    Besazos.

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  13. Me he enamorado de esta página. Muchas gracias por toda esta información y enhorabuena.

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Deja tu opinión; me es muy válida. Gracias.