Páginas

domingo, 25 de abril de 2010

LA ARQUITECTURA DEL XIX. DEL NEOCLASICISMO AL MODERNISMO

Anibal González. Pabellón Mudejar de la Exposición de 1929 de Sevilla (actual Museo de
Artes y Costumbres populares). 1914.

En esta entrada sólo quiero dejar un esbozo de las características principales y las obras claves del siglo XIX, hasta la eclosión del modernismo arquitectónico, basándonos principalmente en la arquitectura historicista y en la arquitectura del hierro y cristal.

El Siglo XIX es un siglo de cambios, en todos los aspectos de la vida:


* Ideológicos: desarrollo del liberalismo.
* Económicos: revolución industrial y ampliación del capitalismo.
* Políticos: aplicación del liberalismo: paulatina sustitución de las monarquías absolutas por sistemas constitucionales y repúblicas, desarrollo del nacionalismo, expansión colonial.
* Sociales: definitiva sustitución de la sociedad estamental por la de clases. Desarrollo de la burguesía. Formación del proletariado: la "cuestión social" y los movimientos obreros.
* Culturales: avances científicos. Aplicación de principios racionalistas y experimentales, así como el desarrollo de una cultura más de masas.


Un aspecto fundamental de este siglo es la gran fuerza que presentan los cambios políticos, ideológicos, económicos y sociales y su enorme repercusión en el mundo artístico. Se desarrollan un gran número de movimientos artísticos que responden a la rápida evolución de la situación política, económica y social. En todos estos movimientos se aprecia una rebeldía contra la razón y el academicismo del siglo anterior. También se producen avances científicos muy numerosos que influyen en los diferentes movimientos artísticos. Por otro lado, El hombre del siglo XIX descubre las civilizaciones desconocidas o mal estudiadas: viaje de CHAMPOLLION a Egipto, investigaciones en el Próximo Oriente, inicio de los estudios sobre Prehistoria por BOUCHER DE PERTHES, triunfo de la arqueología iniciada en el siglo XVIII con los descubrimientos de Pompeya y Herculano, etc. Además, El nacionalismo favorece el gusto por el folklore, por lo costumbrista, especialmente durante el Romanticismo.

Paul Abadie. Basílica de Sacre Coeur. Paris. 1875-1914.
Carlos Garnier. Palacio de la Ópera de París. 1875.

ARQUITECTURA


En este sigo deja de haber correspondencia entre la arquitectura con el resto de artes, escultura y pintura. Algunas características muy generales de la arquitectura son:

° La arquitectura se ve afectada por los profundos cambios sociales operados por la Revolución Industrial. Las consecuencias de dicha revolución van a afectar a las propias condiciones de producción de la arquitectura, tanto desde el punto de vista de la construcción (nuevos materiales y técnicas), como desde el de las tipologías a desarrollar en función de las nuevas necesidades económicas y de equipamientos sociales.
° La arquitectura deberá dar respuesta a las nuevas exigencias de la sociedad. El desarrollo económico y comercial plantea la necesidad de construir una nueva tipología de edificios acordes con las nuevas exigencias: puentes y obras públicas, museos, bibliotecas, cárceles, mercados, pabellones para exposiciones internacionales... Además,  el aumento demográfico en las ciudades provoca grandes problemas urbanísticos.
° El siglo XIX se presenta como algo contradictorio en el campo de la arquitectura: a la estética de la forma se opone la estética de la función. A lo largo del siglo, dos grandes líneas de acción definirán el quehacer de la arquitectura: la arquitectura-arte frente a la arquitectura-ingeniería. Algunos arquitectos intentarán unir las dos tendencias buscando en el recuerdo de estilos pasados el medio de investigar nuevos materiales como el hierro (VIOLLET LE DUC), O bien, preocupándose por las posibilidades puramente estéticas de la ingeniería (EIFFEL).
° La arquitectura se verá favorecida por movimientos como el romanticismo y el colonialismo: se toman como modelos los edificios medievales y los de otras culturas exóticas, por tanto, triunfa el gusto por lo exótico y lo extraño o alejado culturalmente.
° Juega un papel muy destacado en el desarrollo de la arquitectura la aparición de nuevos materiales. Algunos de ellos, como el hierro, ya se conocían en la antigüedad, pero su empleo fundamental es a partir del siglo XIX. Como complemento se usa el vidrio. El cemento no hará su aparición hasta fines del siglo XIX por lo que alcanzará su auténtica importancia ya en el siglo XX.
° El principal problema con que se encuentra la arquitectura es el de encontrar un nuevo estilo ya que se pone en duda el valor artístico del Neoclasicismo. La consecuencia que se deriva de esta búsqueda es la aparición del "Eclecticismo" o “Historicismos”: se copia a otros estilos anteriores, principalmente el gótico, pero no se crea un nuevo lenguaje arquitectónico.

La Arquitectura historicista


También es conocida como época de los “revivals (recuperaciones de estilos anteriores). Es, en esencia, un movimiento de carácter romántico que pretende resucitar e imitar las formas constructivas y estilos del pasado, especialmente los medievales. Además, la construcción de nuevos espacios amplios para la explosión demográfica (estaciones de ferrocarril, bibliotecas, teatros, mercados...) que tienen un valor simbólico, debe acompañarle un nuevo estilo, lo que le dará una patente cultural.
Varios factores contribuyeron a su implantación: en primer lugar, la reacción romántica contra el frío neoclasicismo. También el ansia de encontrar en el pasado las raíces de la propia personalidad en una época de profundo desequilibrio histórico, el rechazo de la nueva técnica deshumanizadora, y motivos políticos de exaltación nacionalista, que pretendían buscar y resucitar los orígenes de la propia civilización.
Existen notables diferencias entre la arquitectura historicista en  las distintas naciones: su importancia no alcanzó la misma dimensión en todas ellas, ni tampoco resucitaron los mismos estilos. En general, los más empleados fueron los de origen medieval, especialmente el gótico, y el neomudéjar en España, pero también se levantan construcciones neoegipcias, neoclásicas, neohindúes, neochinas, etc.

Barry y Pugin. Parlamento de Londres. 1840-60.
John Nash. Pabellón Real de Brighton. 1815-22. 

Por otro lado, esta arquitectura historicista no se aleja de la arquitectura de los nuevos materiales: hubo construcciones que utilizaron el hierro y el vidrio con formas arquitectónicas del pasado, Y, por otra parte, hubo arquitectos historicistas que con sus investigaciones prepararon el camino de la arquitectura moderna. Por eso su carácter es de arquitectura contradictoria, ecléctica.

Pero los revivals más antiguos surgen en pleno siglo XVIII; así, podemos entender casi toda la arquitectura neoclásica como un intento de resucitar la noble y severa grnadeza de la  arquitectura griega y de la romana. La colonización británica también influye mucho en este estilo. El estilo Neoindio es, en Inglaterra, una consecuencia de la aventura colonial de este país en el subcontinente indio, aunque pocas veces aparece en estado puro. Por otro lado, el estilo Neochino se usará para pequeños pabellones (kioskos y pagodas) que invadían los jardines "a la inglesa". Sus formas se mezclan a veces con las góticas y éstas con los Neoárabes, dando lugar a curiosos híbridos arquitectónicos. A fines de siglo, los distintos modelos están tan divulgados que ningún estilo adquiere preeminencia sobre los otros. La elección depende, pues, de un juego más o menos codificado de asociaciones simbólicas: las plazas de toros y sinagogas son neoárabes o neomudéjares; las iglesias neogóticas o neorrománicas; los bancos neoclásicos; las viviendas neorrenacentistas... De esta forma, los arquitectos logran desmitificar las tradiciones arquitectónicas, y a la vez se acostumbran a pensar en la forma como algo subordinado a la función: la arquitectura contemporánea está a punto de nacer.

Francia


EUGENIO VIOLLET LE DUC (1814-1879). Gran estudioso del estilo gótico, es el impulsor y propagandista de la arquitectura historicista Neogótica. Analiza matemáticamente la teoría constructiva gótica, que estima perfecta. Recomienda la utilización del hierro en estructuras góticas muy aptas, según él, para los nuevos edificios necesarios para la sociedad industrial. Es el restaurador de edificios medievales: catedrales de Amiens, Vezelay, Santa Capilla de París, etc. Con él, el gótico adquirió la nobleza y trascendencia que había tenido en el siglo XIII, dejando de ser el arte bárbaro tal y como había sido entendido desde Vasari.
También se construyen en Francia edificios en estilo Neobizantino como el Sacre Coeur de París. La basílica tiene forma de cruz griega, adornada con cuatro cúpulas y gran linterna.
Paralelamente a todas las corrientes innovadoras y a los revivals históricos, se mantiene una arquitectura que permanece fiel al pasado clásico. Esto era inevitable en los países mediterráneos con pasado romano. Ejemplo de Neoclasicismo es el Palacio de la Ópera de Paris, obra de CARLOS GARNIER. Es un edificio muy vistoso, su estilo es monumental, opulentamente decorado con frisos multicolores elaborados en mármol, columnas y lujosas estatuas, muchas de ellas representando a deidades de la mitología griega.

Inglaterra.


Fue donde más aceptación tuvo el Neogótico que fue considerado como estilo nacional: en 1818 se llegó a promulgar una ley sobre la obligatoriedad de utilizar el gótico perpendicular para todas las nuevas iglesias que se construyeran. JOHN RUSKIN (1818-1900) es el gran teórico del neogoticismo, con su obra "Las siete lámparas de la arquitectura''. Ruskin sueña con un mundo hermoso en el que ni el paisaje ni la vida humana sean degradados por las máquinas de la civilización industrial. Sin emabargo, elabora una teoría funcional que no se diferencia mucha de los que defendían los nuevos materiales: se construía con mentalidad moderna y se recubría con gusto gótico. La obra más destacada la hacen BARRY  y PUGIN: Reconstrucción del Parlamento de Londres. Es la gran interpretación del gótico perpendicular; con dicho edificio el espíritu gótico que da marcado por la acusada verticalidad de pilares y molduras al servicio de una armonía espacial acorde con las nuevas necesidades.
También se construyen edificios neohindúes como ejemplo de la influencia colonial destacando entre ellos el Pabellón Real de Brighton (1818) por J. NASH (1752-1835), utilizando columnas, vigas y barandillas de hierro colado, mezclándolo incluso con el gótico, con un interior con decoración china e india.
También está presente el estilo Neoegipcio Gran Bretaña y Estados Unidos; las pirámides se escogerán como modelos funerarios, construyéndose muchos cementerios en este estilo. El carácter eterno de la justicia llevó a J. HAVILLAND a construir el Palacio de Justicia de Nueva York, a semejanza de los templos y mastabas egipcias.


España.


En esta época en España se produce una total desorientación arquitectónica: se combinan formas clásicas con elementos medievales y renacentistas. Se resucitan principalmente el plateresco, mudéjar y gótico.


Rodríguez Ayuso y Álvarez Capra. Plaza de toros de las Ventas de Madrid. 1874.
E. Rodríguez Ayuso. Escuelas Aguirre de Madrid. 1881-86.

 Un estilo típicamente español es el Neomudéjar. El nuevo estilo se asoció especialmente a construcciones de carácter festivo y de ocio, como salones de fumar, casinos, estaciones de tren, plazas de toros o saunas. En España el estilo neomudéjar fue reivindicado como estilo nacional, por estar basado en un estilo propiamente hispánico. Sin embargo, lo que la historiografía ha considerado tradicionalmente como neomudéjar, son en muchos casos obras de estilo neoárabe, puesto que utilizan elementos califales, almohades y nazaríes, siendo el único aspecto mudéjar el uso del ladrillo visto. Por todo el país se hicieron edificios con arcos de herradura y ladrillo, de las más variadas tipologías: fábricas, iglesias, casinos, teatros (Teatro Falla de Cádiz), hoteles, pero especialmente plazas de toros y estaciones ferroviarias. Destaca La Plaza de Toros de las Ventas en Madrid, obra de RODRÍGUEZ AYUSO y ÁLVAREZ CAPRA y las Escuelas Aguirre, obra de RODRÍGUEZ AYUSO, donde el ladrillo es el elemento estructural; aportó novedades muy interesantes para su época, como gimnasio, biblioteca, museo escolar, patio de recreo, sala de música y observatorio meteorológico. Otros edificios pueden ser la Estación de Plaza de Armas de Sevilla, la Estación de Jerez de la Frontera, el Ayuntamiento de Jaén, la Fábrica de cervezas El Águila de Madrid o la Plaza de toros de la Malagueta de Málaga y el Pabellón Mudejar de la Exposición de 1929 de Sevilla (hoy Museo de artes y costumbres populares).De estilo Neorrenacentista puede considerarse el Banco de España de Madrid de E. ADARO. También de estilo Neoclásico puede citarse la Catedral de La Almudena de Madrid, Iniciada por el MARQUÉS DE CUBAS y continuada CHUECA GOITIA o la Iglesia de San Jerónimo el Real de  Madrid, obra de NARCISO PASCUAL Y COLOMER.
Sin embargo, el estilo Neorrománico está presente en la Colegiata de Covadonga, (Basílica de Santa María la Real), obra de FEDERICO APARICI. La basílica está dispuesta sobre una gran terraza, tiene tres naves con un transepto de por medio y en la cabecera tres ábsides escalonados, las naves están cubiertas con bóvedas de aristas. Su fachada principal tiene un pórtico con tres arcadas que dan paso a las puertas, esta fachada está marcada dentro de dos esbeltas torres terminadas en agujas. El edificio se destaca por tener un volumen muy macizo. Tiene una tonalidad rosácea por el tipo de piedra caliza que resalta con el verde del paisaje.


Federico Aparici. Colegiata de Covadonga (Asturias). 1874.

La arquitectura del hierro y cristal

La utilización de nuevos materiales no va acompañada de la creación de un nuevo lenguaje arquitectónico: se sigue haciendo uso de las soluciones y elementos de épocas anteriores. Se producirá un enfrentamiento entre arquitectos e ingenieros: los primeros se consideran creadores de belleza sin conectar con las nuevas necesidades de la sociedad industrial; los segundos buscan ante todo la solución de problemas, la utilidad, dejando a un lado los aspectos estéticos. Como consecuencia de lo anterior las obras van a ser confiadas a unos u otros según el carácter de las mismas.
La llegada de la Segunda Revolución Industrial en el último tercio del siglo, coincide con una gran expansión de la construcción, como consecuencia del crecimiento productivo y demográfico. Se construyen miles de kilómetros de canales, carreteras y ferrocarriles que exigen gran cantidad de puentes. Todo ello exigen ingentes cantidades de hierro, además de nuevas tecnologías: hierro y cristal. Las ventajas de la utilización de estos nuevos materiales son muchas: hasta la utilización de los nuevos materiales la arquitectura se fundaba en la elevación de muros mediante la yuxtaposición de elementos sólidos. Los nuevos materiales cambian esta situación haciendo recaer el peso de la edificación y el equilibrio sobre una armadura cuyos huecos se rellenan después de otros materiales. La invención de vigas, arcos y soportes, tanto metálicos como de hormigón, permiten un espaciamiento de los puntos de apoyo de la construcción y ordenar mucho más perfectamente los empujes. La eliminación de los muros como elementos sustentantes y la reducción de la estructura vertical sustentante posibilita la libertad de composición y distribución de las amplias superficies cubiertas. Se pueden levantar bóvedas de gran amplitud y superponer varios pisos aprovechando al máximo el espacio edificable.
Por tanto, los nuevos materiales permiten realizaciones más rápidas y baratas. En consecuencia, la altura del edificio, el aumento de la superficie cubierta y la amplitud de los volúmenes originados, todo ello crea una auténtica revolución en el mundo de la arquitectura.
Durante la primera mitad del siglo XIX, el hierro sólo es empleado por razones utilitarias, sin finalidad estética; a partir de la segunda mitad del siglo se empiezan a alzar voces en defensa del valor estético del hierro.
Veámos el proceso evolutivo de esta arquitectura, desde los primeros edificios aislados hasta la grandes Exposiciones universales y el empleo sistemático en edificios de grandes ciudades.


T.F. Pritchard y J. Wilkinson. Puente Coalbrookdale sobre el Severn (Inglaterra). 1779.

 Puentes


Los primeros puentes de hierro datan del siglo XVIII. Se realizan adaptando el hierro a métodos procedentes de la construcción en piedra.
En el primer cuarto del siglo XIX ya se realizan puentes colgantes. Ej.: Puente Coalbrookdale sobre el río Severn (Inglaterra) de T.F. PRITCHARD y J. WILKINSON (1779);  Puente de Sunderland en Inglaterra (1793); Pont des Arts de París (1801-1803) o  Puente de Austerlitz de París (1806).

Edificios


Son de tipología muy variada, acordes a las nuevas necesidades de la población urbana: factorías, estaciones de ferrocarril, grandes almacenes, mercados, galerías comerciales, hospitales, bibliotecas, etc.
A fines del siglo XVIII se empezaron a utilizar soportes de hierro en los interiores de los edificios. Los muros seguían siendo de materiales tradicionales (ladrillo, piedra, etc.). Posteriormente es toda la estructura la que se hace de hierro, aunque en un principio sólo se aplica en los interiores. Los muros se convierten exclusivamente en elementos de cerramiento. Se aplicará a los exteriores cuando se combine con el vidrio. El vidrio fue también muy utilizado para determinadas construcciones como galerías comerciales, invernaderos, etc.
En general los nuevos materiales se emplean para la construcción de edificios de carácter industrial; por razones de tipo estético se excluyen de las construcciones de tipo tradicional y, cuando se emplea la estructura de hierro, ésta se enmascara con mampostería mediante el uso de formas arquitectónicas tradicionales.
HECHOR HOREAU (1801-1872). Defendió el uso de nuevos materiales sin ocultarlos, pero no pudo llevar a la práctica sus proyectos. Ej.: Proyecto para Les Halles Centralles de París.
HENRI LABROUSTE (1801-1875). Fue uno de los pioneros en demostrar las posibilidades estéticas de la fundición. Utiliza el hierro y el vidrio y se manifiesta en su obra un deseo racionalista por encontrar la forma arquitectónica derivada de la función. Su obra clave es Biblioteca Nacional de París (1868-1878). En la Gran Sala de Lectura, 16 ligeras columnas de fundición sostienen a nueve metros de altura bóvedas esféricas cuya abertura permite el paso de la luz.







H. Labrouste. Sala de lectura de la Biblioteca Central de Paris. 1862-68.
V. Baltard. Les Halles Centrales de Paris. 1852-72.

V. BALTARD construyó Les Halles Centralles de Paris, inaugurando una serie de mercados de hierro, como los barceloneses de San Antoni (A. Rovira) o el de Born (Fontserré y Cornet)
G. MENGONI hizo la Galería Vittorio Emanuelle de Milán.

El cristal va a permitir construir amplias superficies de techos y paredes transparentes y grandes lucernarios en numerosos edificios.

JAMES BOGARDUS (1800-1874) es un arquitecto americano que tiene la idea de sustituir las paredes exteriores de los edificios por fachadas de hierro colado, combinadas con cristal.
PERCIER Y FONTAINE en 1829 cubrieron con vidrio la Galería de Orleáns del Palacio Real de París.
RICARDO VELÁZQUEZ BOSCO hace el Palacio de Cristal en el Parque del Retiro de Madrid, levantado en 1887, con motivo de la Exposición de las Islas Filipinas.


R. Velázquez Bosco. Palacio de cristal del Retiro de Madrid. 1887.

Exposiciones Internacionales

Se desarrollan a partir de la segunda mitad del, siglo XIX como signo del avance industrial y comercial de la economía liberal capitalista, para mostrar ese progreso económico. El edificio destinado a albergar tal celebración debería expresar las conquistas de la industria moderna y poseer gran diafanidad y amplitud. Los pabellones son construidos a base de elementos de hierro prefabricados que pueden montarse y desmontarse según las necesidades. Esto es la causa de que muchos de estos pabellones no se conserven en la actualidad.

La primera exposición data del año 1851 y se celebró en Londres; otras importantes fueron las de París de 1855 y 188

El gran edificio de la Exposición de Londres de 1851 fue el Palacio de Cristal de Londres, obra de JOHN PAXTON (1801-1865), hecho con hierro, vidrio y elementos prefabricados, tomando la idea de los invernaderos. Cubría una superficie de 7000 m. y fue construido con elementos prefabricados y de forma modular: abaratamiento en la construcción. Fue desmontado posteriormente.



John Paxton. Palacio de Cristal de Londres. 1851.

De la Exposición de París de 1855 destaca el Palacio de la Industria, realizado por CENDRIER y BARRAULT. Supera en luz (anchura interna de la nave) al de Paxton.
En la Exposición Internacional de París de 1889 (que conmemora el Centenario de la Revolución francesa) destaca dos obras: la Galería de las Máquinas, enorme espacio interior anchísimo, cubierto sin columnas intermedias, con un solo arco construido por dos medias parábolas articuladas en su unión, muy admirada en la época, y la Torre Eiffel.

GUSTAVO ALEJANDRO EIFFEL (1832-1923) era un ingeniero que ya había hecho la estructura metálica que sostiene la Estatuta de la Libertad de Nueva York o las Esclusas del Canal de Panamá. Para conmemorar el centenario de la Revolución, recibe el encargo de hacer un monumento en forma de torre, y el hace la famosa Torre Eiffel de París, una torre de más de 300 metros (307), concebida sólo como una estructura de hierro. Fue muy criticada ya que los arquitectos de la época creían que se derrumbaría; ha pasado a ser el símbolo de París, y de toda Francia. Otras obras importantes de Eiffel son el Puente sobre los río Garabit en Francia (cuyo arco tenía la mayor luz constuida hasta el momento, 165 metros), y el Puente María Píasobre el Duero cerca de Oporto (está constituido por un doble arco que sostiene la vía única de ferrocarril por medio de pilares que refuerzan todo el puente).




















Gustave Eiffe. Torre Eiffel de París. 1887-89.



Gustave Eiffel. Puente María Pía sobre el Duero en Oporto. 1876-77.
Gustave Eiffel. Viaducto sobre el Garabit en Truyere (Francia). 1881-84.

La Escuela de Chicago

A mediados del siglo XIX se produce en EE.UU un fuerte impulso arquitectónico. Factores que favorecen este desarrollo son: el sentido práctico americano, la existencia de nuevas necesidades urbanas o el gran desarrollo de la técnica. Parten de la herencia europea, pero planean ciudades con grandes avenidas y edificios de altura muy superior a la de los edificios europeos. El punto de partida es el incendio de Chicago en 1871, ciudad industrial importantísima, nudo de comunicaciones y centro del comercio de cereales y la carne, pero muy vieja, con edificios de madera que ardieron vorazmente. Se quiere reconstruir la ciudad con materiales incombustibles: hierro y hormigón armado y cerámica refractaria para las fachadas. En el terreno artístico, subordinan el espacio a la función, es decir, predominará el racionalismo constructivo, prescindiendo casi totalmente de la decoración. Además, por primera vez fueron los arquitectos quienes emprendieron la renovación, y no los ingenieros u otros científicos. Se empieza a construir en altura, desarrollándose los rascacielos favorecidos por:
-- La necesidad de aprovechar al máximo los solares, dado su elevado precio.
-- El descubrimiento del ascensor y del teléfono, así como el desarrollo de la energía eléctrica.
-- La utilización de armaduras metálicas que permiten superponer numerosas plantas.
-- La racionalización de la vida burocrática y social concentrando en una misma zona los diversos servicios (edificios con oficinas, viviendas, almacenes, hoteles...).
La Escuela de Chicago impuso una nueva estética que cambió la fisonomía de las ciudades.

WILLIAM LE BARON JENNEY (1832-1907) es el iniciador de la escuela, el primer constructor de rascacielos. Sustituye los muros exteriores por estructuras metálicas de hierro, lo que permite abrir grandes ventanas. Estuvo más preocupado por la funcionalidad que por la estética. Equilibra verticales y horizontales con un cierto sentido academicista. Ej.: Home Insurance de Chicago (1883-1885). Fue el primer rascacielo construido en el mundo por el uso de acero estructural y vigas de hierro forjado; sólo tenía 10 pisos y 42 metros del mundo (demolido en 1931). Hace, también, el Leiter II Building de Chicago.


William Le Baron Jenney. Home Insurance Building. Chicago. 1883-85.

BURHAM Y ROOT formaron una alianza de arquitectos que construyeron numerosos encargos y rascacielos en Chicago, destacando algunos como el Monadnock Building o el Reliance Building.

Burham y Root. Reliance Building de Chicago. 1890. 


Pero el gran maestro de esta escuela es LOUIS SULLIVAN (1856-1924), también el arquitecto más imaginativo. Puso las bases del funcionalismo de la arquitectura moderna. Se le atribuye la frase: "La forma sigue a la función", fundamento de nuestra arquitectura racionalista y funcional. Creó el tipo de ventana apaisada de tanto éxito en el siglo XX (ventana a lo Chicago). Se asoció con ADLER e hicieron importantes edificios: Ej.: Auditorium de Chicago (1887-1889), cuya torre no desentona con la rica decoración interior. Es un edificio de complejo programa, destinado a funciones de teatro de la ópera, para seis mil espectadores, hotel y oficinas. Los primeros pisos son de granito en rústica mientras que los altos, de arenisca, se engloban en una serie de arcuaciones, sobre las que cabalgan los pisos del remate. El resultado es la estratificación compensada en sentido vertical y horizontal, y la comprensión del edificio como un todo íntegro y no como la simple multiplicación de plantas que eran los protorrascacielos al uso. También hicieron  los Almacenes Carson, Pirie y Scout (1899-1904), donde la estructura y la ornamentación aparecen escindidas. Sólo el entresuelo y la primera planta están revestidos de ornamentación naturalista, plana y de trazo fluido, hojas de acanto lobuladas y espinosas y bandas espirales de hierro forjado y terracota. En el resto el revestimento de planchas lisas y en el ritmo uniforme de las ventanas horizontales encontraremos el tratamiento geométrico de fachada característico de sus contrucciones, al estar hecha la estructura de acero y hormigón. El exterior es el predominio de la línea recta y las espaciosas y luminosas ventanas apaisadas, tan típicas de la Escuela de Chicago. Una de sus primeras obras es  el Wainwright Building en Saint Louis (1891), de formas muy severas y racionales.

Sullivan y Adler. Almacenes Carson, Pirie, Scott and company. Chicago. 1899-94.









Sullivan y Adler. Auditorium de Chicago (exterior e interior). 1887-89



12 comentarios:

  1. Veo que traes hoy a gente muy interesante como el señor Aníbal González, de tan grata memoria para los sevillanos, con su Plaza de España en el Parque de María Luisa. Creo que este arquitecto también diseñó la plaza de toros de las Ventas en Madrid.
    Y luego, el otro estilo más frío y vanguardista, el del hierro y el cristal, con esa moda de los Palacios de Cristal, y el señor Eiffel con su torre y algún discípulo suyo trabajando en la estación de Atocha.
    Un saludo y feliz domingo.

    ResponderEliminar
  2. Monsieur, cuantos edificios familiares hoy por aqui! Mi querido sacre coeur y mi basilica de Covadonga, ademas de los maravillosos parlamento ingles y palacio de cristal.
    La influencia de los descubrimientos arqueologicos es patente en la arquitectura de la epoca. Tuvo que ser todo un boom, una fiesta colectiva, y la verdad que no es para menos.

    Feliz domingo, monsieur

    Bisous

    ResponderEliminar
  3. Paco en primer lugar, y como te decía en mi blog, mil gracias por tu dedicatoria de la segunda parte de los grabados de Goya, para mi constituye un honor porque esas series de los desastres de la guerra se cuentan entre mis obras favoritas, por su profundidad y significado, pero también, porque son las primeras obras artísticas que trasladan al observador y de una manera atroz los horrores y el sufrimiento de la guerra hasta el punto de que te hacen sentir un algo por dentro que te deja aturdido...el Coloso, mi favorito, por siu profundidad, significado, y misterio....actualmente en el Prado, a la salida de las pinturas negras, tienen expuesto, el otro Coloso, supuestamente goyesco, explicando las dudad sobre su autoría y los paralelismos con la litografía de que citas...

    ...Con respecto al tema de hoy, nunca fui un gran admirador de este movimiento, quizás por desconocimiento, pero es apasionante como lo narras...yo me quedo con dos monumentos patrios, uno por razones sentimentales que es el Palacio de Cristal del parque de El Retiro en Madrid, y otro por ser recientemenre descubierto, de hecho hace pocos días en una visita que realicé a Toledo, y es la estación de ferrocarril de la ciudad imperial que data del s.XIX pero con un estilo neo-mudéjar realmente hermoso, siempre había ido a Toledo en coche, pero esta vez me decidí a hacerlo en tren y me llevé esta grata sorpresa nada más bajar del tren.

    Un real saludo.

    ResponderEliminar
  4. Uffff. Qué período tan difícil para comentar. Desde la hermosura técnica de la arquitectura del hierro o la noveddosa Esculea de Chicago hasta la no muy valorada en la actualidad arquitectura historicista... Gracias por la lección, maestro.

    ResponderEliminar
  5. Una entrada pero que muy muy interesante, además que muy completa, no se puede resumir mejor los grandes cambios del siglo XIX, quizás uno de los periodos más difíciles para el estudio de la arquitectura para los chicos de historia del arte. Un saludo!

    ResponderEliminar
  6. Primero que nada , un gran saludo para ti. Un saludo lleno de agradecimientos ya que como te dije por ahí ... soy tu asidua alumna. Disculpa mi manera de escribir ... acabo de releer lo anterior y perece que escribo en hyperbaton.( el castellano lo uso muy poco). Bueno, lo importante es que me instruyo con cada una de tus entradas. Feliz me paseo por tus lares.
    Paco, te deseo una linda semana.

    ResponderEliminar
  7. Hola Paco!! Qué increible recorrida por la arquitectura, arte, arquitectos y edificios de los distintos países. Son increibles obras de arte con rasgos de distintos estilos.La Basílica de Santa María la Real me parece hermosa, realmaente construida para embellecer aún más el paisaje. El uso del cristal me fascinó. Un post completísimo amigo.
    besosssssssss

    ResponderEliminar
  8. Gracias a todos por vuestras opiniones y vuestras apreciaciones. Estos comentarios son los que hacen que uno se esfuerce más y siga con ganas de trabajar.

    ResponderEliminar
  9. Aquí has ido a dar en el centro de lo que será después la arquitectura moderna. No sé con quién quedarme, aunque si te digo la verdad con todos los movimientos que mencionas: con la arquitectura del hierro y el cristal por su belleza, con la historicista por la recuperación de los valores perdidos, con la ecléctica por saber conjugar valores estéticos tan diferentes, con la regionalista por saber sacar la esencia de de los edificios carácterísticos de cada zona, y con la Escuela de Chicago por aportar a la arquitectura el concepto de rascacielos.

    Un besazo

    ResponderEliminar
  10. Ah, un post fantástico, me ha encantado todo, pero destaco el apartado de metal y cristal, h aprendido mucho de nuevo.
    Saludos y felíz semana.

    ResponderEliminar
  11. Querido Paco:

    Fascinante tu exposición sobre la arquitectura del S. XIX hasta llegar al Modernismo. Sin duda, un siglo convulso, en el que se gestan y en el que se apuntan cambios venideros. Interesa la amplitud y el funcionalismo, por otro lado el Modernismo apunta un gusto compartido con las formas más allá de lo funcional.

    Un estudio muy completo en el espacio y en el tiempo. Me ha encantado el estudio del contexto histórico que nos lleva al porqué de las construcciones.

    Preciosa entrada.
    Besazos.

    ResponderEliminar
  12. Gracias también a Carmen, Julia y Elena por vuestras aportaciones. En general, el siglo XIX en arquitectura es un tiempo complejo, sin un estilo definido y con varias aportaciones que recurren al pasado, pero que utilizan los adelantes, técnicas y materiales de la revolución industrial. Un saludo cordial a todos y todas.

    ResponderEliminar

Deja tu opinión; me es muy válida. Gracias.