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jueves, 4 de febrero de 2010

DONATELLO Y LA ESCULTURA DEL SIGLO XV EN FLORENCIA

DONATELLO AND XV CENTURY SCULPTURE IN FLORENCE
David. Museo Bargello. Florencia
El recuerdo de la escultura clásica había llegado a Europa antes que la arquitectura, y el clasicismo será una lenta evolución que empieza en el siglo XIII y desemboca en el Quattrocento italiano. La auténtica revolución empieza, como en otras artes, en Florencia y la mayor parte de escultores del siglo XV serán florentinos.
La escultura del Renacimiento no es más que el resultado de una evolución desde el Gótico y por eso encontramos una cierta fusión entre los dos estilos: del Gótico hay un predominio por las formas esbeltas, esa elegancia curvilínea y una tendencia al gusto narrativo, es decir, a contar cosas mediante el arte. A estas características se suman novedades esenciales como el concepto de composición y orden, la tendencia a la visión unitaria, es decir, contar cosas con la escultura pero de una vez, sin viñetas o pisos, racionalmente. Hay también un nuevo gusto por lo expresivo, por el movimiento suave y clásico, por el realismo a la hora de enfrentarse con la figura humana y desde luego un mejor tratamiento del desnudo.
Se trabaja sobre todo en mármol porque se busca la perfección ideal con el material más noble. También se trabaja a menudo el bronce, mucho menos la cerámica polícroma o vidriada y casi nada la madera.  Las técnicas son de bulto redondo y en relieve. En cuanto a la temática se trata sobre todo la religiosa y dentro de ella la funeraria que va a cobrar mucha relevancia, pero también se empieza a dar la estatuilla profana, alegórica y mitológica, resucitando el retrato ecuestre.
Estatua de Donatello en exterior de la Galería de los Uffizi. Florencia


Las técnicas son de bulto redondo y en relieve. Se inició antes el relieve, que centró la atención de los escultores en lo referente al problema de la profundidad y la perspectiva. En esto destacó Lorenzo Ghiberti, autor de las segundas y terceras puertas del baptisterio del Duomo de Florencia, y Luca della Robbia. La escultura de bulto redondo atrajo toda su atención en lo relativo al hecho escultórico mismo, la idea del modelo clásico y el problema de la proporción. Grandes escultores florentinos fueron  Jacopo della Quercia o Andrea Verrochios, sin embargo, fue Donatello, el artista que acometió con más resolución y coherencia el problema de la escultura exenta, teniendo que superar las soluciones del Gótico Internacional y experimentar la creación del nuevo clasicismo.
San Marcos y San Jorge para la Capilla de Or San Michelle (Museo Bargello)

Donato di Niccolo (1386-1466), llamado cariñosamente Donatello, fue el escultor más influyente del siglo XV. Sus contemporáneos le consideraban un genio y la crítica posterior le equipara a Miguel Ángel y Bernini. Pronto hizo amistad con Brunelleschi y por él empez6 a trabajar en el taller de Ghiberti, aprendiendo allí la técnica del bronce que sería a la larga su especialidad, aunque dominó todas las técnicas y formas. Su estilo es el reflejo de su temperamento apasionado, moviéndose entre lo real y lo expresivo. Cuando quiso hizo el mejor clasicismo del Quatroccento, pero también fue el escultor de la fuerza expresiva, sobretodo en los últimos diez años de su vida, donde se precipitó en un delirio religioso y expresionista. Sus temas fundamentales son: el hombre, la figura humana como concepto ideal, el hombre como emisor de sensaciones, es decir, el hombre perfecto, ideal y clásico y el hombre desesperado, agotado o melancólico. Ello le llevará a representar al hombre en todas las edades de la vida, desde la infancia hasta la vejez. Por tanto,  su escultura oscila entre el equilibrio clásico y la bellezza y el cultivo del expresionismo y el dramatismo.
Sus primeros trabajos en Florencia son estudios psicológicos destinados a decorar los principales edificios góticos de la ciudad. En la Capilla de Or San Michele realiza la escultura del evangelista San Marcos, representándolo como el ideal del ser humano, serio, honesto y responsable, ejemplo de monumentalidad clásica. En la misma capilla realiza el enérgico San Jorge, que desprende una gran vitalidad, destacando la potencia expresiva de la cabeza y la postura militar de la imagen, que revela belleza, juventud, valor militar, una vivacidad orgullosa y una actitud de movimiento dentro de la armadura. Es la representación de la madurez juvenil, del hombre firme y seguro.
En el Profeta Habauc, también llamado “Il zuccone”, o sea el calvo, Donatello alcanza un realismo expresionista, con esa mirada fija y profunda, con esa extrema delgadez, con plegados amplios y expresivos, esa torsión de ángulos que crean fuertes contrastes de sombra y luz. La cabeza es extraordinariamente expresiva, llena de fuerza y austeridad, es casi la visión de un loco. El salto desde lo gótico es muy fuerte porque también se separa del clasicismo típico, basándose ahora en el retrato realista de la Roma republicana.
El contrapunto es la escultura de David. Realizada en bronce como la anterior, pero aquí Donatello demuestra un conocimiento perfecto de la anatomía humana y de la técnica del bronce. Constituye el primer desnudo masculino del arte europeo moderno. La forma y la curva es praxiteliana, la pose elegante, la cadera sacada hacia un lado, el tipo es de atleta adolescente, con el típico sombrero toscano. Donatello cambia el sentido iconográfico de la figura poniendo un David joven, sin impresión de fuerza, incluso con un porte afeminado como ganador de su lucha contra Goliat. El equilibrio de belleza reside en la mezcla entre los dos sexos, el cuerpo hermoso de un hombre con la elegancia y la belleza de lo femenino. El concepto de arte es total, hermafrodita. Pero representa el triunfo de la juventud, del hombre joven y valeroso de aspecto delicado. En cambio, en el San Juan Evangelista aparece la vejez, el hombre anciano y cansado, sentado, pero aún de una fuerza considerable.
 





















El profeta Habacuc y San Juan Evangelista. Museo dell´Opera del Duomo

Se asocia con el arquitecto Michelozzo Michelozzi, componiendo un equipo artístico que dará forma a la tumba y al púlpito. El tipo de monumento funerario responde a un esquema simple: consiste en adosar a la pared una arco de triunfo romano y superponer en su interior, de abajo a arriba, el sarcófago sostenido por virtudes, la inscripción conmemorativa que alude a la fama del difunto, y un tondo con la imagen de la virgen. Su plenitud la alcanza con el Sepulcro del Cardenal Bracacci en la iglesia de Sant´Angelo a Nilo de Nápoles. Ambos artistas realizaran también el Púlpito de la Catedral de Prato, en la esquina sur de la fachada, donde se expuso también la principal reliquia del templo, el cinturón de la Virgen. Los púlpitos callejeros empezaban a ser necesarios para las predicaciones las ordenes mendicantes (franciscanos y dominicos). Dos son las novedades que presenta este púlpito: la plataforma está colgada en la pared en lugar de apoyarse en una columna y la baranda o antepecho se decora con niños danzantes, los típicos tutti, que con su aspecto alegre y caprichoso, será un motivo imprescindible del vocabulario ornamental renacentista. Ya sin Michelozzo, Donatello volverá a utilizar la arquitectura suspendida y la ternura infantil en su obra más dinámica, la Cantoría de la Catedral de Florencia, para los niños cantores, donde muestra en sus relieves la gracia y el dinamismo de la infancia.

Púlpito del Duomo de Prato y Cantoría del Duomo de Florencia


A continuación se centra en el altar de piedra o bronce, que va a sustituir en el arte italiano, al retablo de madera policromada. En 1440 realizaba la Anunciación del tabernáculo de la Capilla Cavalcanti en la iglesia de la Santa Croce de Florencia, donde la Virgen, sobrecogida por la aparición del ángel, inclina la cabeza con humildad y dulzura, volviéndose con gracia al ángel. Donatello demostró en los ropajes de la Virgen y del ángel, magistralmente plegados y enrollados, lo bien buscado que está el desnudo en las figuras, muestra de la búsqueda de la belleza ideal clásica.


Anunciación de la Capilla Cavalcanti en la Iglesia de la Santa Croce de Florencia

El Condottiero Gattamelata de Padua es su única estatua ecuestre pero esta es un género híbrido, puede ser un retrato, un monumento conmemorativo o un monumento funerario Representa al jefe militar de Padua, representado sobre un caballo al paso sereno. Es la primera estatua ecuestre del mundo moderno. El jinete está muy bien sentado y sereno también, con indumentaria romana clásica y con el bastón de mariscal y jefe de los ejércitos. Su gesto es sereno, no violento porque quiere pasar a la fama, como gobernante civil. Le interesa la propaganda como hombre cívico, encubriendo su origen militar y que subió al poder por las armas; no tiene nada que ver con el Condotiero Colleoni en Venecia de Verrochios, superior en fuerza, orgullo y tensión. La estatua ecuestre sólo estaba reservada para los emperadores romanos y, de hecho, Donatello se inspiró en la de Marco Aurelio. Es una escultura muy grande que requiere cierta técnica. Esta fundida por piezas en bronce y luego ensambladas. La perfección que logra en los detalles y en el acabado general es de suma delicadeza y cuidado.
Condotiero Gattamelata en la Plaza del Santo de Padua

Los últimos años de Donatello transcurren otra vez en Florencia, donde sufre una crisis religiosa espiritual, anti-humanista (curiosamente propia en otros grandes maestros como Botticelli, Miguel Ángel o Bernini), promovida por el arzobispo de Florencia, quien en su deseo de recordar al pueblo los primitivos valores del cristianismo, caminaba por la ciudad vestido de harapos, exhortando a sus habitantes para que abandonaran la riqueza y las costumbres licenciosas. Así, Donatello hará su Magdalena penitente, en madera policromada, demacrada y temblorosa, enflaquecida por el ayuno y la penitencia, sumamente expresiva, vestida con ropa raída, ajada  y harapos. Aquí el escultor no rechaza la representación de lo feo y lo deforme, que parece la negación de la belleza renacentista, anticipando con obras como ésta la angustia y la terribilitá de Miguel Ángel.

Magdalena penitente. Palacio dell´Opera del Duomo de Florencia

Terminamos con uno de los epitafios que le dedicaron al maestro en su muerte:

"Lo que con mano docta, en escultura
otros hicieron, así hizo Donato:
puso vida y amor en la figura;
si el mármol llega a hablar, vence natura".

Todas las imágenes reproducidas están tomadas de Wikipedia.

8 comentarios:

  1. Son interesantes estos rasgos de Donatello que describes, ese estudio tan minucioso de la anatomía, de la psicología, del material que utilizaba... Parece que era un escultor que rompía esquemas, muy creativo.
    Me ha impresionado la escultura de la Magdalena penitente y la crisis religioso-humanística del escultor. Gracias por el post, pues apenas sabía nada de Donatello. Saludos afectuosos.

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  2. Hola.. muchas gracias por pasar por casa. Muy interesante tu entrada y preciosas fotogradías.

    Donatello, estelar, uno de los creadores del estilo renacentista y uno de los artistas más grandes del Renacimiento.

    Un saludo de buenas noches.

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  3. Estimado Paco (si tu apellido Hidalgo, tal vez seamos de la familia!!) vengo especialmente a agradecerte tu visita a mi blog.
    El tuyo es para hacer un largo y dedicado paseo. Es maravilloso aprender de arte de historia o de historia del arte en su caso. Con lo que me gusta estudiar!!!
    Así que aquí estoy y estaré, encantada de acompañar a tus alumnos.
    Un abrazo.

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  4. Muchas gracias a las tres por vuestras opiniones. Desde luego, Donatello fue uno de los más grandes artistas y un gran renovador de la escultura

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  5. Hola Paco, la escultura de Donatello está bien. Esa foto no la vimos en clase, no? Bueno pero la que no me gusta nada es la de la Magdalena.
    Adios.

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  6. Es una agradabilísima sorpresa descubrir tu blog y tu admirable visión, no sólo pedagógica (que ya sería mucho), del arte. Como persona formada en Italia, me identifico plenamente con el humanismo que allí se dio con el Renacimiento y con la cultura que, en términos generales, se generó en aquel país ya antes de aquella época.
    Vinculo tu blog a mi bitácora TRANSEÚNTE EN POS DEL NORTE para que otros tengan la oportunidad de conocerlo.
    Saludos cordiales desde Barcelona.

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  7. Gracias Albert. Yo también me considero un humanista impertinente. Un abrazo.

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  8. Hola lindo Paco, mago arreglador de calas.
    Asistí a tú clase de Donatello y la disfruté, que impactante la Magdalena, impactante porque muestra el umbral de un hallazgo, una transformación interior que se traspasa al estilo.
    Florencia es lo máximo!
    Muchos besos!

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