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miércoles, 20 de enero de 2010

LA PINTURA GÓTICA ESPAÑOLA

SPANISH GOTHIC PAINTING
 

El rasgo más importante de las artes plásticas en el gótico va a ser el creciente realismo, es decir, intentar que la obra de arte refleje lo más fielmente posible toda la realidad que rodea al hombre.
Es precisamente la pintura la manifestación artística que mejor refleja durante la etapa del gótico el cambio de actitud del hombre para con su entorno, ya que cuenta con mejores recursos para llevarlo a cabo. Las imágenes ya no serán informaciones expresionistas, sino que tratarán de comunicarnos sentimientos y sensaciones. La pintura se presta mejor para representar al hombre y al espacio que le rodea, de ahí que tienda a buscar el detalle visual, ordenar el espacio pictórico, elegir  una escala de proporciones que refleje la realidad, transmitir la noción de espacio tridimensional y como consecuencia la perspectiva y la gradación de color.
Estas nuevas preocupaciones traen la aparición de nuevos temas pictóricos, tales como el paisaje, el retrato o las naturalezas muertas.
La pintura gótica contribuyó a la decoración de los templos. A medida que la superficie de las ventanas aumenta, pierde importancia la pintura mural, a la vez que se desarrollan vidrieras coloreadas, miniaturas en manuscritos, y la pintura sobre tabla que tiene un gran auge. Se potencia el retablo, pintura sobre madera, que se hace monumental y cuya superficie se divide en tablas pequeñas, organizándose con un cuerpo inferior sobre el que se levanta el resto, dividido vertical ( calles) y horizontalmente (cuerpos). Al principio se hacen los retablos en las capillas laterales del altar y solían ser donaciones de particulares que compraban la capilla. Así asistimos al nacimiento de un arte realmente burgués que impondría sus condiciones, entre las cuales estaría la atención al detalle y a las anécdotas. Ello se puede realizar gracias al procedimiento pictórico del temple, que utiliza como aglutinante el huevo, además de las colas, lo que da a la pintura la conveniente ductilidad para ser manejada por pinceles muy finos, con colores más brillantes que apenas pierden vivacidad al secarse.

Por otro lado, el hecho de que la arquitectura gótica signifique el triunfo del vano sobre el muro fue uno de los argumentos que hizo que la pintura mural disminuyese en importancia y número.
En Europa aparecen cuatro estilos distintos que van a tener repercusiones en España, son los siguientes:

1) Estilo franco-gótico o gótico lineal.
Siglo XIII y bien entrado el siglo XIV.





















En España las formas del gótico lineal se funden en ocasiones con las de un renovado bizantinismo que procede de Italia. En la pintura mural sobresalen dos conjuntos: las pinturas de la Sala Capitular de Sigena y el de la Capilla de San Martín en la catedral vieja de Salamanca, obra de Antón Sánchez de Segovia, y se organiza como retablo o vidriera con encuadramientos arquitectónicos, representando ángeles, profetas y los padres de la virgen.
En la pintura sobre tabla tenemos los frontales catalanes y aragoneses que siguen las estructuras románicas pero que ya acusan las formas del gótico lineal, tanto en la técnica como en la iconografía. En este período se hacen los primeros retablos en los que se dedica la calle central al santo o tema de la advocación correspondiente y escenas relativas a su historia en las calles laterales. Reseñables son el Frontal de Aviá (Museo de Cataluña) y el de San Millán de la Cogolla (Logroño).
La miniatura alcanzó un gran esplendor gracias a Alfonso X el Sabio, quién creó en Toledo un importante centro de traducción en el que también se miniaron algunos textos.En la miniatura sobresalen las dos Biblias de Pamplona, pero la obra maestra es la del Códice de El Escorial de las Cantigas, por su carácter narrativo, por la fidelidad en la representación de los ambientes y por la belleza de su dibujo y cromatismo, que sitúa a estos códices entre las obras más bellas del arte medieval. En las Cantigas, hojas divididas en seis escenas, donde predominan el rojo y el azul, se narran los milagros de la virgen y es una buena fuente para conocer los ambientes, ropas, mobiliario o instrumentos musicales.
En esta etapa podría meterse también las vidrieras de la Catedral de León.







2) Estilo italo-gótico.
Se desarrolla entre los siglos XIII (Ducento) y XIV (Trecento).
La repercusión de esta escuela fue muy grande, bien por obras importadas, bien por pintores italianos, como Gerardo Starnina, que trabajan en España. En la Corona de Aragón predomina la influencia sienesa, mientras en Castilla la florentina.
En Cataluña los pintores que siguieron este estilo fueron:

Ferrer Bassa es el iniciador y mejor representante del estilo. En su pintura resulta evidente la influencia italiana, tanto la sienesa de Duccio (figuras alargadas, belleza idealizada, actitudes delicadas y dulces), como la florentina de Giotto (corporeidad de las figuras e interés por la representación espacial y paisajística).  De su obra destacan las pinturas en la capilla de San Miguel del Monasterio de  Pedralbes (Barcelona), de influencia sienesa, con escenas de la infancia y pasiónde Cristo. Otro gran pintor fue Ramón Destorrents, autor de la Santa Ana del retablo de la Almudaina de Palma. Los hermanos Jaime y Pedro Serra, compiten en fama con Destorrents. Prodigan los tipos menudos, estilizados, de ojos rasgados y boca pequeña, de cierto aire oriental. Difunden el estilo por el reino de Aragón y entre sus obras destaca el Retablo de Sigena, obra de Jaime Serra. Pedro Serra es quién creó el Retablo del Espíritu Santo de la Seo de Manresa.
En Castilla cabe destacar la labor del italiano Gerardo Starnina y el Maestro del retablo de Don Sancho de Rojas (Museo del Prado), que acusa la influencia florentina.





3) Estilo internacional.
Este estilo, llamado así porque se impuso en toda Europa sin apenas diferencia, se sitúa entre el último 1/3 XIV y 1ª ½ del siglo XV.
Supone la fusión del estilo de la miniatura francesa con las conquistas formales italianas, especialmente sienesa. El Gótico Internacional no descartó la utilización de los dorados y la suntuosidad, la viveza cromática, los pliegues angulosos, artificiosos y acartonados, y la acentuación del sentido narrativo. Tiene un acentuado carácter cortesano, que se aprecia en el gusto por los detalles y su exquisito refinamiento. España tiene importantes representantes en este estilo desde finales del siglo XIV, destacando particularmente en el Corona de Aragón. Podemos resaltar a los siguientes pintores:

Cataluña: Luis Borrassá, discípulo de los Serra, aunque más expresivo, dramático y colorista, contó con una amplísima clientela; realiza el Retablo de Santa Clara del Museo de Vich. Bernardo Martorell, con un estilo elegante y delicado, más cercano al estilo flamenco; su obra más importante es la Transfiguración de la Catedral de Barcelona. Otra gran obra es el Retablo de San Jorge (hoy en Chicago). Reúne todas las características del Gótico Internacional: elegancia, delicadeza, amaneramiento, carácter cortesano y un cierto interés por el escenario en que transcurre la acción.



Valencia: sobresalen Lorenzo Zaragoza (que es el introductor del estilo), Pedro Nicolau y Marzal de Sax, autor del gran Retablo de San Jorge (hoy en Londres), con escenas fuertemente expresivas del martirio.
Castilla: Nicolás Francés destaca por la riqueza cromática y por su afán anecdótico (Retablo de La Bañeza del Prado), y los Hermanos Delli (de origen florentino), que trabajan en la bóveda y retablo de la catedral vieja de Salamanca, obra de cincuenta y tres tablas.






4) Estilo Flamenco.
  • Nace en Flandes en el 1º 1/3 del siglo XV y se difunde por Europa durante la segunda mitad del siglo.
El estilo flamenco alcanzó un amplio desarrollo en nuestro país, debido a las intensas relaciones entre Castilla y Flandes. La mayor difusión tuvo lugar en la segunda mitad del XV y comienzos del XVI. Los verdaderos cambios no serán temáticos, sino técnicos, puesto que se difundirá la utilización del óleo.

- Cataluña: Es la región donde primero se manifiesta este nuevo estilo. Destacan:
Luis Dalmau, introductor del estilo hispano-flamenco (viajó a Flandes y conoció la pintura de Jan van Eyck), quién pinta la Virgen de les Concellers, inspirada en las obras de los Van Eyck, con una composición y tipos absolutamente flamencos. Destaca el gusto por los detalles y la arquitectura gótica como paisaje de fondo.
Jaime Huguet, pinta cuadros siguiendo fielmente el realismo y el detalle de los flamencos. Es el autor más representativo de este estilo. Su estilo combina el detallismo flamenco con la elegancia italiana, en composiciones sosegadas cuyas figuras denotan cierto ensimismamiento espiritual. En sus cuadros aparecen figuras elegantes, equilibradas y solemnes y de sentimiento melancólico, con abundante empleo del oro. Obra representativa es el Retablo de los santos Abdón y Senén en Santa María de Tarrasa.



Bartolomé Bermejo, cordobés pero representante de la escuela aragonesa, pinta siguiendo el estilo de Huguet. Destaca entre sus obras Santo Domingo de Silos del Prado. El santo entronizado refleja la severidad propia de su cargo, y en su trono e indumentaria se demuestra la gran capacidad técnica del autor y la absoluta fidelidad a los detalles.  Bermejo utiliza aquí recursos medievales (casi bizantinos) como los fondos dorados, con relieves y estofados, y especialmente el hieratismo y la frontalidad. También hizo la Piedad del Canónigo Desplá. Sus obras se caracterizan por sus formas recias, casi escultóricas, con una impresión de gran monumentalidad a la que añada un sentido de la elegancia.



• En Valencia sobresale Jacomart y en Baleares, Pedro Nisart, muy influido por Van Eyck, según se advierte en el San Jorge, con una bellísima vista de Palma al fondo.
- Castilla: La influencia flamenca, muy tardía en Castilla, la introduce Jorge Inglés, destacando el realismo burgués (autor del Retrato del Marqués de Santillana). Destaca sobretodo, Fernando Gallego, formado en contacto directo con la pintura flamenca. Su estilo es duro, su carácter trágico con acusando sentido plástico; representa telas angulosas y retratos con tendencia a la caricatura y la observación extrema, así como temas mitológicos que anuncian el susto renacentista. Su obra más destacada es la Piedad del Prado. Importante es, también, el Retablo de San Ildefonso de la Catedral de Zamora y las Bóvedas de la Biblioteca de la Universidad de Salamanca.




5 comentarios:

  1. Muy buena entrada Paco. Veo que este blog va creciendo a pasos agigantados y por muy buen camino. Enhorabuena. Un saludo, Gonzalo

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  2. Gracias Gonzalo. Todavía me queda mucho para que sea un buen y útil blog, pero todo se andará. De nuevo, gracias por tus palabras de ánimo. Saludos

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  3. Superexahustivo. Un gran esfuerzo. Lástima que en Extremadura la pintura gótica española haya sido una de las sacrificadas del temario...En fin, gracias por tus amables palabras sobre el Giotto y gracias por esta entrada. Voy a anexar tu blog a la lista que tengo en el mio.
    Saludos.

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  4. esta entrada del gotico me a gustado muxo y he estado viendo los detalles del matrimonio arnolfini. esta muy bien explicado.
    ami el blog se me ve bien no se relentiza.

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  5. Hola.

    Felicidades por el blog, muy interesante!

    Tambien decir que a mi si me va un poco lento, incluso despues de que las imagenes esten cargadas.

    Saludos.

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