El espíritu práctico y utilitario del pueblo romano se impone en las obras arquitectónicas, ya que lo que interesa a los romanos es hacer obras útiles conforme a unos principios establecidos; todo ello contribuye a la uniformidad de los modelos arquitectónicos en cualquier lugar del mundo romanizado. Esta arquitectura debe responder, además, al espíritu de grandiosidad, orden y permanencia que rige la gobernación política romana.
En arquitectura los romanos ganan en dinamismo. Del estatismo de la arquitectura adintelada griega se pasa al movimiento del arco, la bóveda y la cúpula. Ellos son, además, los primeros que combinan en una sola fachada los dos sistemas, creando el sistema mixto. También es una arquitectura más funcional. Se acabaron los caprichos artísticos. Ahora los edificios deben ser bellos, pero ante todo deben servir al Estado. Ellos innovan muchísimo, crean el eje de simetría horizontal en el edificio (por partes o bandas), crean la planta basilical, el ábside que prolonga la nave central.
Frente a una arquitectura abrumadoramente religiosa como era la griega, la romana es mucho más civil y militar. Si los griegos son urbanistas más que arquitectos, los romanos más que arquitectos son ingenieros.
Se utilizarán diversos materiales de construcción, pero emplean los materiales más baratos y sólidos: el ladrillo cocido, el mortero, el sillar cuando hace falta, etc. El hormigón o mortero lo fabricaban con cal como base de unión y cantos rodados o grava. Muy característico es el “opus caementicium”, mezcla de ladrillos machacados y piedras pequeñas con una lechada de cal. El resultado era un material fuerte y barato. El exterior de estos muros podía ir revestido con placas de piedra o mármol para darle más vistosidad. Así el mármol sólo ocupa un lugar importante en los revestimientos. Cuando utilizan los sillares de piedras, lo harán conforme a cuatro sistemas de aparejo a los cuales les dieron nombres:
·1.- Opus reticulatum: es sólo revestimiento a base de teselas escuadradas
·2.- Opus Testaceum o latericium: son ladrillos a soga y tizón
·3.- Opus incertum: bloques de piedra irregulares con sillar sólo en las esquinas
·4.- Opus cuadratum: bloques paralelepípedos unidos con mortero.
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El orden toscano es de origen etrusco, los cuales lo habían copiado de los dorios, por eso no es más que una simplificación del Dórico. La columna tiene basa simple y el fuste es liso y un poco más largo. Lo demás es igual. El orden compuesto es una mezcla de los órdenes jónico y corintio griegos.
Debido a la gran amplitud geográfica y cronológica del arte romano, es difícil ver la coetaneidad y evolución cronológica, siendo preferible el estudio de la arquitectura romana por la tipología y funcionalidad de los edificios.
El hombre griego siente el espacio como algo exterior. Sin embargo, el romano concibe el espacio como algo interno, como algo en lo que él se siente inmerso. El característico sentido práctico de los romanos hará de estos espacios cerrados algo verdaderamente adecuado al hombre, aún el precio de renunciar a los modelos de la plástica griega. El romano sabrá desarrollar una arquitectura en la que lo importante será la creación del espacio interior.
En gran parte de los territorios conquistados, el dominio romano marcó el paso de la aldea a la ciudad. Los romanos son urbanos, creen en la ciudad como unidad administrativa, militar y económica. Ellos divinizan a una ciudad y todo el Imperio llevaba su nombre. Este pasado convierte a los romanos en urbanistas convencidos, pero más prácticos que los griegos. Las primeras comunidades itálicas tenían, naturalmente, carácter agrario y por ello sus primeras ciudades se pliegan a la orografía sin un plan determinado. Se origina así un entramado de calles que resisten mal las necesidades de una ciudad grande. Es lo que sucede con la Roma originaria. Con el paso del tiempo y las conquistas territoriales, cambia el modelo de ciudad y ésta pasa a estar planificada. En las ciudades nuevas, sin embargo, los romanos adoptan el sistema de cuadrícula que ya había impuesto Hipodamos de Mileto en Grecia en el siglo IV a.C., porque ofrece soluciones rápidas y claras. Este sistema es mucho más notorio en aquellas ciudades originadas en un campamento militar.
El modelo lo toman de la ciudad helenística alejandrina: un recinto de planta rectangular o cuadrada, dotado de puertas en cada uno de sus cuatro lados. Dos arterias principales forman una cruz dentro del recinto: el Cardus Máximus, de Norte a Sur y el Decúmanus Mayor, de Este a Oeste. En la intersección de ambas se sitúa el FORO o plaza mayor, también con funciones políticas como el ágora griega. Este espacio abierto, rodeado de tiendas, funcionó como el lugar de reunión de los ciudadanos romanos. Era el centro urbano, religioso, político y comercial. Alrededor de él se encontraban los templos, las basílicas, el Senado, las tiendas, las bibliotecas. También solía estar allí el edificio de la Curia, generalmente de planta cuadrada con torres en los ángulos, donde impartía la gobernación el pretorio. Normalmente era una plaza enlosada, rodeada de pórticos y decorada con efigies de emperadores. Era el centro cívico puesto que era lugar frecuente de reunión, allí se situaban los predicadores, los oradores que se dirigían al público desde una tribuna, etc. El primitivo foro romano o Forum Magnum de Roma se quedó pequeño para las necesidades de una ciudad que llegó a tener un millón de habitantes, por lo que se construyeron otros: el Foro de Cesar, el de Augusto, Domiciano, Nerva y el de Trajano (los llamados Foros Imperiales).
De estas dos calles principales nacen otras calles secundarias que van articulando la ciudad pero ninguna se decora como las dos principales, con pórticos y columnatas.
Roma contó con 17 foros a lo largo de su historia urbana, pues cada emperador se esmeró en construir el suyo propio. Esta operación requería costosas expropiaciones de fincas particulares, que sólo podían acometerse con el botín de una guerra victoriosa. En la época republicana se acometieron dos, contando con el de Julio César. Augusto acometió el primero de los foros imperiales, siendo el Foro de Trajano el más monumental.
La gran mayoría de las calles estaban pavimentadas. Había calles que sólo eran peatonales como el caso de la Vía Augusta. Las aceras estaban a unos 20-25 ctms. de altura sobre la calzada. Las calles estaban enlosadas y había unas elevaciones para facilitar el paso de una acera a otra, fácilmente superables por los carros. También suelen tener una especie de canal para que discurra el agua.
Reconstrucción de un Foro ideal. Restos del Foro Magnum de Roma y plano de los
Foros romanos.
El Pomerium es la línea sagrada que rodea a la ciudad, la cual podía ser una muralla según las necesidades defensivas y, tras ella, estaban las necrópolis, siempre extramuros. Un ejemplo excepcional lo tenemos en la ciudad de Timgad (Argelia), fundada sobre una colonia militar de Trajano. Así, las ciudades abiertas en un principio se rodean de murallas a partir del siglo III d.C., según vemos en las Murallas de León, Lugo, Zaragoza y Barcelona, con torres cuadradas y redondas, y puertas encuadradas por torres.
El diseño urbano se convertía así en un confortable damero que se proyectaba en el subsuelo a través de un sistema de CLOACAS con el fin de canalizar las aguas residuales hasta verterlas en los campos o en los ríos cercanos. El rigor geométrico de las ciudades nuevas se aplicó también en la transformación de las ciudades viejas, en aquellas que habían crecido desordenadamente.
En la Hispania romana se ha descubierto, gracias a diferentes excavaciones y a los vestigios arqueológicos, la planificación de algunas de las más importantes ciudades hispanorromanas, como Baelo Claudia en Cádiz, Itálica cerca de Sevilla (fundada por Publio Cornelio Escipión el año 206 a.C.), Emerita Augusta (Mérida), Caesar Augusta (Zaragoza) o Tarraco (Tarragona).
Restos de murallas romanas de Barcelona y Tarragona.
OBRAS DE INGIENERÍA
Entre los diversos proyectos de construcciones públicas de los romanos, la red de puentes y calzadas que facilitaron la comunicación a través de todo el imperio y los acueductos que traían el agua a las ciudades desde los manantiales cercanos, son los más extraordinarios
LAS CALZADAS eran la mejor obra de ingeniería, de una técnica superior y la prueba está
en que aún se conservan casi todas. La gran empresa colonial de los romanos requería excelentes vías de comunicación, ya que sin ellas no se podía mantener el imperio. Estas calzadas estaban jalonadas por miliarios, piedras cilíndricas con inscripciones indicativas de distancias. En sección tiene varias partes: una solera de tierra fina y pisada, sobre ella bloques más o menos regulares y sobre ellos una capa de piedras redondeadas de río y unidas con argamasa. Después el sistema evoluciona: solera de piedra más o menos regular, después barro o tierra bien apretada, después una capa de piedras redondeadas o cantos de río y después una capa de argamasa para cubrir los huecos entre piedra y piedra. Estas calzadas salvarán grandes obstáculos gracias a lo que será la clave del éxito de la ingeniería constructiva romana: el arco, instrumento de creación plástica que el arquitecto romano manejará hasta límites increíbles. Lo había tomado de los etruscos, pero ellos lo emplearon con una audacia jamás conocida, especialmente en la construcción de puentes y acueductos. Las vías más importantes eran la Vía Appia que recorría Italia de Norte a Sur, la Vía Aemilia que iba hacia el Noroeste por el sur de Francia y la Vía Flaminia hacia el Noreste y el Danubio. En España la más importante era la Vía Augusta que, pasando por Tárraco, iba en diagonal hasta Eméritas.
Esquemas constructivos de calzadas romanas y vista de la Vía Appia de Roma.
Pero los romanos, mas ingenieros que artistas, serán creadores de importantes obras de ingeniería de carácter público: puentes, acueductos, pantanos y puertos.
LOS PUENTES son el resultado de construir una calzada sobre un puente. Las calzadas atravesaban todo el Imperio y cuando éstas debían atravesar un río, los romanos no dudaban en construir puentes enormes que a la vez que obras de ingeniería son también obras de arte. El Puente de Alcántara (Cáceres) puede ser considerado como una gran obra de ingeniería, gracias a la combinación del arco y la bóveda. fue mandado construir por Trajano en el 105 d.C. sobre el río Tajo y tiene un templo y un arco de triunfo en su parte central. Importante también en España es Puente romano de Mérida (Badajoz), de tiempos de Augusto.
Alzado del Puente romano de Alcántara (Cáceres).
Puente Romano de Córdoba.
LOS ACUEDUCTOS salvaban los desniveles en la transmisión de aguas, construyendo varias arquerías, colocando arriba del todo al descubierto canales que llevarían el agua desde los pantanos a la ciudad en cuestión. Tanto en puentes como en acueductos sobre ríos, procuraban que los cimientos no cayeran dentro del lecho para evitar la erosión de los pilares y si no había más remedio, estos pilares se remataban en vértice para hacer menos resistencia al agua. Los puentes romanos casi siempre eran de calzada recta, mientras que los puentes con “chepa” suelen ser medievales.
De los mejor conservados es el Acueducto de Segovia, construido en el siglo I a.C., en tiempos de Augusto. Tenía 728 m. de longitud y está formado por dos series de arquerías (118 arcos en su totalidad), siendo la superior más alta, realizadas a base de sillares perfectamente tallados y sin argamasa, con robustos pilares de granito. Su altura total es de 30 metros. Destacable es el Acueducto de los Milagros en Mérida (Badajoz), también de tiempos de Augusto, de triple arquería, donde se produce una alternancia de piedra y ladrillo, motivo que inspirará el doble colorido de los arcos de la Mezquita de Córdoba. Es también importante en España el Acueducto de las Ferreras en Tarragona.
El Puente sobre el río Gard en Provenza (Francia) se levantó en el año 19 d.C. Se trata de un puente-acueducto de doble arquería con 50 metros de altura. La primera serie de arcos soporta la calzada por donde pasaba la vía gala y, sobre ella, se alza una segunda serie de arcos que soportan un acueducto de agua por encima. Así una sola obra tenía una doble función.
Alzado de pilares y secciones del Acueducto de Segovia y vista del Acueducto de los
Milagros de Mérida.
En España puede admirarse aún el Pantano de Proserpina en Mérida, que es uno de los pantanos que suministraba agua a la ciudad a través del Acueducto de los Milagros.
Otras obras de ingeniería interesantes son el Puerto de Ampurias en Gerona y el Faro conocido como la Torre de Hércules en La Coruña.
Planos de la Torre de Hércules de La Coruña, del siglo XVII.
Terminamos con tres videos sobre edificaciones romanas, el primero un recorrido por la ciudad romana, el segundo, una reconstrucción en 3D del foro romano, y el tercero, un documental sobre las calzadas romanas en Hispania:
Soy una de las admiradoras del arte romano. Me admira ver que aún sus construccuiones siguen en piue depués de tantos siglos.
ResponderEliminarUn repaso exhaustivo. Gracias porl clase Maestro.
Un abrazo y feliz semana
Casi, casi, pedimos que nos trasladen a la época imperial, no?. Por cierto, en INICIARTE, tienes más información sobre la Torre de Hércules: http://artenoafonsox.blogspot.com/search/label/Torre%20de%20H%C3%A9rcules.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Paco, me ha encantado conocer como se construyo el románico, los distintos estilos griegos. En el monasterio de Toro, hay un claustro Dórico y un artesonado morisco. Es una belleza lo que tienen la MM Dominicas
ResponderEliminarCon ternura
Sor.Cecilia
Lo de las calzadas me lo sabía jejeje, pero lo de los "cuatro sistemas de aparejo" ni la más remota idea.
ResponderEliminarContigo aprendiendo siempre, Paco.
Hola Paco!! Me encanta el arte romano y tu lo explicas y describes maravillosamente. Tenían una dedicación increíble, minuciosos, cuidaban cada detalle. Magnífico
ResponderEliminarUn abrazo
Todos los caminos conducen a Roma y más cuando uno aprende de esta forma
ResponderEliminarSaludos Paco
Hoy nos has dado una buena lección de gran intereses, la verdad que los romanos fueron muy prácticos en la construcción y todas las ciudades tendrían que ser así: sistema de cuadrícula, de tal forma aburridas pero nos encontraríamos fácilmente en ellas.
ResponderEliminarAbrazos
Paco, quedo fascinada con este posteo! La citta eterna nos maravillara eternamente! Un imperio basicamente urbano, bien diseñado, amplias calzadas, templos, monumentos, edificios publicos, teatros, anfiteatros, circos... y un sistema hidrico de eficaz ingenieria! Es un festin. Un abrazo.
ResponderEliminarAdmirable, Paco. Si volviera a nacer me gustaría dedicarme a la docencia, pero de una calidad y entrega similar a la tuya.
ResponderEliminarEstupenda selección de imágenes y de textos. Los romanos eran insuperables como arquitectos y urbanistas. Un pueblo que apreciaba lo práctico, lo útil sin echar en saco roto lo estético. Muy bien traído el tema de la pavimentación, de la construcción de las calzadas, tan necesarias para un pueblo que se expande en todas direcciones.
ResponderEliminarUn saludo.
Poco que añadir a tan magnífico artículo. Qué distinto sería este mundo de no haber existido. Un saludo.
ResponderEliminarAquí es donde sobresale el genio romano, en el urbanismo y, sobre todo, en la ingeniería, en esas obras imponentes de puentes, acueductos, edificios para espectáculos y todo lo demas.
ResponderEliminarUn fantástico artículo.
Saludos!!
Chicos y chicas: esta lección teneis que saberla como el padrenuestro, pues a partir de la arquitectura romana surgen todos los demás estilos.
ResponderEliminarSaludos
Gran e interesante entrada. Un cordial saludo desde Mundo de Babel
ResponderEliminarEchaba de menos sus clases profe.
ResponderEliminarYa he vuelto me pongo al día y más de una forma tan interesante
Un saludo