Páginas

lunes, 8 de noviembre de 2010

EL RELIEVE HISTÓRICO ROMANO


Ara Pacis de Augusto. Detalle. Mármol. 11 x 10 x 4,60 m. 13-9 a.C. Roma

Los romanos, en el campo escultórico, más que creadores, fueron conocedores y coleccionistas de arte griego; van a copiar en mármol, muchas de las esculturas griegas, pero también van a realizar escultura originales, basándose en la precedente estatuaria etrusca, y desarrollando el retrato que van a llevar a la perfección. Utilizan como materiales el cobre, el barro cocido y el mármol. La escultura romana no estaba relacionada con la arquitectura, con la construcción, como ocurría en Egipto, pues sólo servía como decoración.
Para el romano las artes figurativas, la escultura y la pintura, tuvieron siempre un marcado carácter realista. Y ésta es una de las constantes que perviven, hasta nuestros días, en la cultura mediterránea. La razón primaria de lo nos es desconocida, pero es bien cierto que ya los etruscos son fieles al realismo en los retratos funerarios o en las pinturas de sus tumbas. Es muy probable que ese sentido práctico que caracteriza al pueblo romano le llevara a una plástica en la que las personas y las cosas se reconocieran como tales. Pero la cultura romana no puede sustraerse, en absoluto, del influjo griego, y lo helénico tiende más hacia la abstracción y hacia el idealismo. Por ello se dan dos corrientes paralelas en Roma, una popular y realista, y la otra aristocrática e idealista. Así, habrá una tendencia que evoluciona desde el idealismo helenístico al hieratismo, rigidez y realismo etrusco, para luego idealizarse otra vez en el imperio, en especial con los retratos de emperadores y temas religiosos.
Dos son los tipos principales de obras escultóricas: el relieve histórico y el retrato. Más tarde aparecerán los relieves en sepulcros. Centrémonos en la gran aportación del pueblo romano a la escultura: el relieve histórico.

Es en los relieves donde el romano irá alcanzando una trascendencia y una personalidad definitiva en la escultura. El relieve alcanza con Roma una gran perfección, desarrollando tanto alto como bajos relieves, en los que se aprecia ya un dominio de la perspectiva, colocando paisajes como fondo de los relieves. Roma, siempre generosa con los vencedores, dio la bienvenida a sus emperadores victoriosos con altares propiciatorios, arcos triunfales y columnas honoríficas, exultantemente decorados con relieves propagandísticos. Allí encontramos relieves históricos,  en los arcos de triunfo, en las columnas e incluso decorando los muros de ciertas construcciones (mausoleos, templos, altares...). Se conjuga la idealización de los temas religiosos con el realismo de los temas históricos. El fin de los relieves es cantar las grandes gestas y hazañas del pueblo romano e inmortalizarlas para la historia.

Ara Pacis

En época republicana casi no se da pero en el Imperio adquiere mucha importancia el relieve histórico. Al término de la República se generaliza un tipo de relieve de origen helenístico en el que se recurre a efectos pictóricos como la perspectiva y otros efectos de profundidad. Es un medio más propicio que el tridimensional o exento para la representación de escenas complejas, anecdóticas o realistas. Los temas casi siempre son históricos y se desarrollan de forma narrativa y continua, representando campañas militares, hechos conmemorativos y ceremonias religiosas. Surge el gusto por el paisaje y proliferan los ríos, colinas, árboles y plantas, guirnaldas de flores, etc.

La obra capital del relieve histórico es el Ara Pacis de Augusto, realizado entre el 13 y el 9 a.C. Se trata de una pequeña construcción rectangular en mármol abierta por el techo y que encierra un altar, que permitía abundante decoración es sus paredes. Esta construcción la manda edificar Augusto para conmemorar su victoria en Hispania, pacificando los pueblos del norte, astures y cántabros. Al monumento se accede por dos puertas: la anterior, con escaleras para el oficiante; y la posterior para las víctimas.

Detalle del Ara Pacis.

Su importancia histórica reside en los relieves que decoran sus paredes, tanto al exterior como al interior. Es un bajorrelieve en piedra caliza. Dentro, un friso con bucráneos y guirnaldas decoran el ara; por fuera, aparece un zócalo o friso bajo con roleos de acanto y otros motivos vegetales, así como cuatro alegorías flanqueando las entradas. En los frisos superiores se representa la procesión del pueblo romano para el sacrificio anual en favor de aquella victoria y la ofrenda por la paz creada por el emperador. Encabeza del desfile aparece Augusto, seguido de su familia, amigos y colaboradores, después avanza rítmica y pausadamente todo el aparato del estado: magistrados, senadores, pontífices, flámines, augures, alineados en doble fila y vestidos con la toga. Está hecho por artistas griegos, quienes se adaptan al orden severo y a la jerarquía romana en el cortejo procesional. Se diferencia del Friso de las Panateneas, porque aquí caminan las figuras con naturalidad, éstas son más realistas y menos idealizadas, aunque con orden y majestad imperial.

Pero la forma habitual de recibir Roma al César y a las legiones fue levantando  un arco a la entrada del foro, bajo el que pasaban los héroes de la romanización camino del Senado mientras el pueblo les vitoreaba. En el año 75 d.C. se hacen los dos relieves del Arco de Tito, arco de un solo vano y en el interior se desarrollan los relieves que narran el triunfo sobre Judea, mostrando el estilo ilusionista de la época flavia. En los relieves el tratamiento plástico que da ilusión de profundidad es más acusado que en el Ara Pacis, siendo otra de las obras cumbres del arte romano.


Arco de Tito y detalle de los relieves. Mármol. 2,40 x 3,80 m. 75 d.C. Roma.

Se ve al emperador conduciendo la cuádriga, mientras la victoria lo corona de leurel. Luego viene el desfile de las tropas, que llevan a hombros los despojos del Templo de Jerusalén, como botín de guerra: el candelabro de los siete brazos, el altar de los panes, las trompetas de plata... Los vencidos van delante con las manos atrás.
El carácter pictórico e ilusionista de estos relieves se observa también en los Relieves del Arco de Septimio Severo (203 d.C.), de tres vanos, uno principal y otros dos más pequeños a los lados. Sus relieves son alusivos al sometimiento de los pueblos partos, árabes y mesopotámicos, por parte de Septimio Severo y sus hijos, Geta y Caracalla.

Arco de Septimio Severo. Mármol. 203 d.C. Roma.

Los Relieves del Arco de Constantino (312-316 d.C.), de tres vanos, son un escaparate del relieve histórico romano, al tener empotradas lastras y medallones pertenecientes a otros monumentos de los siglos I y II d.C., junto a los frisos que se labraron expresamente para esta ocasión; celebra la victoria de Constantino sobre Majencio en el Puente Milvio y los diez años triunfales de su reinado. En las enjutas aparecen figuras alegóricas. Se ve arriba al emperador ante su ejército, también escenas de cacerías en discos y escenas de la batalla del Puente Milvio.


Arco de Constantino y detalle de la zona sur. Mármol. 21 m. de alto. 312-316 d.C. Roma.

Otro modelo de saludar las glorias imperiales fue la columna honorífica, además de resultar un hecho de gran singularidad el integrar los relieves en una columna. El primer ejemplo de éstas es la Columna Trajana (al parecer diseñada por el constructor de puentes Apolodoro de Damasco), del año 113 d.C., en mármol, de 30 metros de altura en el Foro Trajano de Roma, que conmemora el triunfo de este emperador frente a los Dacios. Los relieves de la Columna Trajana ascienden de forma continua en espiral ocupando todo el fuste de la misma. Es un bajorrelieve con más de 2550 figuras en 155 escenas, con una profusión enorme de elementos, humanos y de paisaje, apretados y apiñados. Se simulan grandes construcciones al fondo pero con grandes defectos de perspectiva. Parece un libro en piedra, al relatar las fortificaciones de los ingenieros, las construcciones de los zapadores romanos en las orillas del Danubio, el asalto a las ciudades, el incendio de aldeas, el ajusticiamiento de prisioneros, la deportación de las tribus bárbaras y el llanto de este pueblo ante el cadáver de su jefe. El porpio emperador Trajano aparece representado medio centenar de veces, rodeados por su estado mayor, arengando al ejército y ofreciendo sacrificios a los dioses.Aparte de su originalidad, la Columna resulta capital por el tratamiento plástico de la escultura, de un inusitado matiz impresionista y de una comprosición y representación de tipos realista y popular, alejada del idealismo helénico.



 Columna Trajana. Marmol. 30 m. de altura y 3,83 m. de diámetro. 113 d.C. Roma.

 Ninguna novedad aporta la Columna de Marco Aurelio, del último cuarto del siglo II d.C. que parodia servilmente la soberbia columna trajana. Conmemora las guerras marcomanas y sarmáticas. En ella, los relieves son más acusados, olvidadndo todo vestigio de aquel relieve pictórico del siglo I d.C.

Se podría citar aquí también Disco de Teodosio de la Real Academia de la Historia de Madrid, del 390 d.C., donde en el basamento aparece el emperador Teodosio con su familia y guardias y senadores, mientras más abajo los bárbaros le entregan ofrendas.


Disco de Teodosio. Plata. 74 cm. de diámetro. 390 d.C. Real Academia de la Historia. Madrid.


Os dejamos con dos videos, uno del Ara Pacis y el siguiente de la Columna Trajana.







11 comentarios:

  1. En tiempos estudié con bastante detalle la forma narrativa de la columna de Trajano. Es una maravilla.
    Abrazos, Paco

    ResponderEliminar
  2. Pues vaya dedicacion y tiempo debe llevar estudiarla con bastante detalle, porque mire usted que para rellenar todo esto ya estuvieron entretenidos un rato. Asi que para estudiarlo con detalle tambien debe de ser tela marinera.

    Buenas noches, monsieur

    Bisous

    ResponderEliminar
  3. Buena entrada.
    En tiempos en los que no habia ni prensa ni televisión, el arte se convierte en una fuente de información, además de propaganda del poder, adquiriendo ese carácter marcadamente narrativo.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. El Ara Pacis me ha parecido desde siempre un escándalo de bonito. El vídeo genia, Paco.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Menos mal que la publicidad ya existía en ese entonces y nos dejó mejores cosas que si de hoy se tratara...
    Un abrazo, profesor.

    ResponderEliminar
  6. Impresionante entrada. El Ara Pacis lo he visto en vivo y en directo cuatro veces y siempre me he quedado embobado ante él. Me encanta el relieve romano. Me perece de una elegancia sublime.
    Este verano que estuve en Berlín, tuve la oportunidad de alucinar con los trabajos de los ancestros de estos grandes artistas en el Altar de Pérgamo.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. que interesante.

    Hoy en dìa, este tipo de trabajo, nos parece imposible.

    que tiempos.

    un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Para mi la columna de Trajano es una de las obras de la arquitectura y escultura romana más fascinantes que nos han llegado hasta nosotros, y en buenas condiciones de conservación además (cosa de la que no pueden presumir otras muchas construcciones).

    Un saludo

    ResponderEliminar
  9. Qué grandes y mágníficos monumentos nos han llegado, y eso que es una mínima parte de lo que hicieron. Estupendo artículo. Un Saludo.

    ResponderEliminar
  10. Madame Minuet, increíble y coincidencialmente, ha quitado las palabras de mi boca, o de mis manos, porque pensaba hablarte del gran trabajo que haces de investigar, seleccionar las imágenes y luego edificar los trabajos, el trabajo de investigación a mi me seduce,crea adcción y te va llevando de un camino a otro sobre el mismo tema, es apasionante, pero admito que es agotador.

    Felicidades amigo, estas entradas son un verdadero deleite para los amantes de este tipo de temas.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  11. cabe resaltar que la página en la cual estamosa inmersos, porque no se puede decir de otra manera, es de suma utilidad para todo aquel historiador y estudioso del arte romano; felicitaciones por tan bello aporte para la humanidad contemporánea a partir de referentes históricos...

    ResponderEliminar

Deja tu opinión; me es muy válida. Gracias.