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lunes, 1 de noviembre de 2010

COMENTARIO DEL PANTEÓN DE AGRIPA



ENCUADRE:

Obra: Templo del Panteón de todos los dioses (Panteón de Agripa). Roma.
Autor: se desconoce, aunque se atribuye a Apolodoro de Damasco. 
Estilo: Arte romano.
Género: Arquitectura religiosa.
Cronología: Siglo II d.C. (123-126 d.C., siendo emperador Adriano. Se reconstruye sobre un templo anterior de época de Augusto (año 27 a.C.), encargado por su lugarteniente, Marco Agripa.
Otras obras: Otros templos romanos fueron el Templo de la Fortuna Viril en Roma, la Maison Carrée en Nimes (Francia), o el Templo circular de Vesta en Roma.


ANÁLISIS:

El material  fundamental es el Opus Caementicium, es decir,  hormigón de cal con cascotes -más pesados en el muro que en la cubierta-, y ladrillo (Opus Laetericium), utilizado en los arcos y revestimiento interior. La columnata exterior, cornisas, pavimiento y, en general, el interior, llevará piedra noble (mármoles).
El Panteón tiene dos partes muy diferenciadas: en primer lugar, a modo de pronaos, un pórtico octástilo de columnas corintias con frontón triangular sin relieves; el pórtico se divide en tres naves separadas por columnas. A continuación un enorme espacio circular, la naos o cella del templo, cubierta por una gran cúpula de media naranja.  El muro exterior circular  es muy grueso, aunque no macizo ni continuo, carece de vanos, a excepción de las puertas y en él están insertados ocho grandes machones (grandes pilares), poco apreciables a primera vista y que son los soportes reales de la cúpula. Están disimulados en el espesor del muro, por lo que parece que son las delgadas columnas adosadas a las hornacinas las que hacen la función sustentante, cuando en verdad son más decorativas que estructurales.
En el interior se alternan espacios arquitrabados (capillas rectangulares) con otras abovedadas (capillas semicirculares), que se corresponden con los arcos de descarga exteriores, lanzando todo el peso a los grandes machones que se encuentran entre las capillas.  Los arcos de medio punto tienen un papel fundamental en la cubrición, pero apenas son visibles. Las cubiertas son de diversos tipos: armadura de madera en el pórtico, bóveda de cañón en el pequeño tramo de la entrada y cúpula semiesférica en el cuerpo principal, que es la más interesante.
La gran cúpula que cierra el espacio circula se apoya en un tambor cilíndrico o muro que soporta todo el peso. Este tambor que descansa sobre las columnas corintias está articulado con macizos y vanos alternados, arranca de una cornisa a la mitad de la altura total, y acaba en un óculo redondo de iluminación. La cúpula tiene un gran diámetro (43,50 m). exactamente idéntica a la altura de la misma;  se adelgaza y aligera al elevarse por el material menos pesado utilizado (hormigón, ladrillo y piedra pómez)  y por los casetones reticulados, que van decreciendo hasta llegar a la cúpula. Esto hace que rebajar la cúpula y darle  un efecto de pespectiva. En el interior, estos materiales pobres se recubren con placas de mármol y estuco. En la cúspide de la cúpula,  nos encontramos un orificio u óculo de 9 metros de diámetro, que servía para dar luz y para la salida de humos, incluso para la recogida del agua de lluvia. El espacio tan amplio y diáfano de la cella y la luz que penetra por el óculo es uno de los grandes logros de los espacios interiores de la arquitectura romana.

Alzado del Panteón


Los elementos decorativos tienen mas interés en los interiores que en el exterior. Ahora perdida, la decoración era bastante más ostentosa de lo que vemos. Había esculturas en su frontón, los fustes de las columnas tenían colores fuertes atenuados ahora por el paso de años, pavimento de colores vivos y formas geométricas, etc. El muro está ornamentado con elementos arquitectónicos: columnas, entablamentos, frontones, etc, realizados en materias nobles, en especial mármoles de colores. La cúpula se decora con casetones, que acentúan su forma esférica y su concavidad pues en cada círculo son de menor tamaño y resaltan el efecto de la perspectiva. En la parte superior, se ha dejado liso el casquete y el óculo se enfatiza con un anillo. Los casetones de la cúpula, probablemente, estarían decorados con estuco dorado sobre los que se enmarcarían grandes rosetas metálicas. El exterior es muy simple en la decoración, que se reduce a tres cornisas en el muro de la rotonda y a la fachada clásica de orden corintio. Ello era así porque gran parte del edificio estaría tapado con los edificios colindantes, hoy desaparecidos. Además, la plaza alargada y estrecha que había frente al edificio proporcionaba una visión frontal del pórtico. Sólo la parte superior de la cúpula quedaría a la vista, y estaba recubierta por tejas de bronce dorado.Los valores plásticos están muy cuidados. Existe simetría axial gracias al pórtico que transforma la polisimetría típica de una forma circular, a la vez que marca la frontalidad del edificio. Es un espacio estático y grandioso. El pórtico de la entrada origina una dirección longitudinal hacia el ábside del fondo.


COMENTARIO:

Todos estos rasgos nos llevan al arte romano, ya maduro, del Alto Imperio, S. II de nuestra era. Su forma pura y simple, basada en la esfera y el cilindro, y su complejidad constructiva tienen un carácter excepcional y permiten identificarla de forma concreta: el Panteón de Roma.
Se trata de un edificio religioso, un templo dedicado a diferentes divinidades cuyas estatuas estarían colocadas en los siete nichos que se alternan en la parte inferior del muro, y se ha dispuesto una forma circular para que ninguno sobresalga respecto a los demás. La cella se concibió como una representación de lo terrestre y lo divino (cúpula), siguiendo la idea de Aristóteles.  Así en los siete ábsides de los lados estaría las siete divinidades celestes de la mitología romana: el Sol y la Luna, además de los cinco planetas: Júpiter, Saturno, Mercurio, Venus y Marte.


El templo originario, construido en tiempos de Augusto por orden de su amigo y general Agripa era distinto, pero guardaba semejanzas con el actual, construido en época de Adriano.  Lo que hoy es un pórtico de entrada fue originalmente la fachada de un templo períptero. La primitiva entrada se efectuaba por el lado opuesto, hacia el sur, ya que en la rotonda actual había una plaza circular porticada.
El primer templo era rectangular, con la cella dispuesta transversalmente, al igual que en el templo de la Concordia del Foro romano, o en el pequeño templo de Veiove en la colina del Campidoglio. Estaba construido con bloques de travertino y forrado en mármol. También se sabe que los capiteles eran de bronce y que la decoración incluía cariátides y estatuas frontales. En el interior del pronaos había sendas estatuas de Augusto y Agripa.

Por Dión Casio sabemos que la denominación de Panteón no era la oficial del edificio, y que la intención de Agrippa era la de crear un culto dinástico, probablemente dedicado a los protectores de la gens Julia. El edificio sufrió daños por un incendio en el año 80, de los que fue reparado por Domiciano, aunque sufrió una nueva destrucción en tiempos de Trajano, en al año 110.

En tiempos de Adriano el edificio fue enteramente reconstruido. Su nombre no aparece en las inscripciones debido al rechazo de este emperador a que su nombre figurase en las obras llevadas a cabo bajo su mandato. Se cambió la orientación respecto del panteón precedente, ya que se colocó la fachada principal hacia el norte. El edificio quedó compuesto por una columnata a modo de pronaos, una amplia cella redonda y una estructura prismática intermedia. Delante del templo se edificó una plaza porticada en tres de sus lados y pavimentada con lajas de travertino.



Sin duda, estamos no sólo ante el templo mejor conservado de la Antigüedad, debido a su uso constante, primero como templo pagano y, posteriormente, como cristiano, sino ante uno de los edificios más imponentes del arte romano. En él se aunan sistemas constructivos novedosos como la enorme cúpula y presenta la originalidad de conjugar en un mismo edificio las formas tradicionales con las más novedosas. Los romanos parten de la influencia griega, si bien inmediatamente supieron ajustar dicho estilo a sus propias necesidades e intereses. Así este templo se caracteriza por la excepcionalidad de aunar en un mismo edificio dos plantas que hasta ese momento eran antagónicas: la planta rectangular y la circular.
La diferencia con otros templos romanos, tomados de la tradición griega y la etrusca: los templos clásicos romanos eran rectangulares, se levantaban sobre un podium y sólo se accedía por una escalinata en su frente principal; nunca eran perípteros y llevaban columnas en su fachada principal (próstilos), además de carecer de opistodomos. Así, tenemos los ejemplos del Templo de la Fortuna Viril en Roma o la Maison Carrée en Nimes (Francia).
La inserción de una amplia sala redonda adosada al pórtico de un templo clásico es una innovación en la arquitectura romana. El modelo de espacio circular cubierto por una bóveda se había utilizado por la misma época en las grandes salas termales, pero era una novedad usarlo en un templo.


El arte romano se caracterizará por el sincretismo, recogiendo influencias anteriores como el uso del arco y la bóveda etrusca, el modelo de templo y el uso de los órdenes de la cultura griega, o el monumentalismo típico de las culturas egipcias y helenísticas, y el pragmatismo, frente a la concepción estética griega.


Por otra parte, el edificio supone la definitiva implantación del hormigón (opus caementicium) como material básico de la arquitectura imperial que terminará por desplazar a la piedra. Su gran resistencia a las tensiones, la rapidez de su realización y su precio le harán el favorito de los constructores de la época para grandes edificios como termas (Caracalla), teatros (Marcello), basílicas (Majencio)..., que luego pueden ser recubiertos con mármoles al exterior y pinturas y estucos al interior.
Y es que el Panteón significa, además, uno de los momentos culminantes de la nueva arquitectura que se realizará en el Imperio. En él se dejará definitivamente la arquitectura exterior, tal y como egipcios y griegos realizaban, con edificios hechos para verse desde fuera (con valores escultóricos) y con un escaso espacio interno libre debido a la técnica arquitrabada, que necesitaba de múltiples columnas para sujetar los techos planos, como podría ser el Partenón o los templos egipcios. En vez de eso se valorará, sobre todo, el espacio interno, cuanto más amplio y diáfano, mejor. Para conseguirlo se recurre a la resistencia del hormigón y a la técnica abovedada que será utilizada en todas sus posibilidades a través de un calculado reparto de pesos y tensiones fruto de uno de los arquitectos más geniales de la Antigüedad, Apolodoro de Damasco, autor también de la columna Trajana o de los Mercados de Trajano.

En cuanto a la historia posterior, se sabe de una reparación realizada por Antonino Pío. Por otra parte, una inscripción de menores dimensiones recuerda otra restauración a cargo de Septimio Severo en 202. El edificio se cerró al culto en el siglo IV d.C. y sufrió las invasiones bárbaras en en V d.C., salvándose de la destrucción al principio de la Edad Media, porque ya en 608 el emperador bizantino Focas lo donó al papa Bonifacio IV, que lo transformó en iglesia cristiana (Santa María de los Mártires). Es el primer caso de un templo pagano convertido al culto cristiano. Por esta razón fue el único edificio de la Antigua Roma que permaneció intacto y en uso ininterrumpido.
 En 1435 se lleva a cabo la demolición de las construcciones medievales anexas. A partir del Renacimiento el panteón es utilizado como sede de la Academia de los Virtuosos de Roma, sirviendo de sepulcro a grandes artistas italianos como Rafael o Vignola. Hoy sigue siendo una iglesia en la que se celebran misas y sobre todo bodas, y en él están enterrados el rey Victor Manuel II y su hijo Humberto I.



El Panteón ha tenido una enorme trascendencia en la arquitectura occidental. Sú cúpula influirá en todas las construcciónes centrales de la Edad Media, como Santa Sofía de Constantinopla, el Mausoleo de Santa Constanza o San Esteban Rotondo. Durante el Renacimiento, los artistas y arquitectos que volvieron los ojos hacia la antigüedad clásica no podían pasar por alto uno de los edificios más bellos y mejor conservados de toda Roma. Brunelleschi estudió el Panteón para la construcción de la cúpula del Duomo de Florencia, punto de partida de la arquitectura renacentista. Bramante y Miguel Ángel lo recrearon en obras como el Templete de San Pietro in Montorio o la Basílica de San Pedro. Sigue siendo la cúpula de mayor diámetro construida en la historia (La cúpula de la Basílica de San Pedro fue construida un poco más pequeña por respeto a ésta).
Su influencia se deja notar en el Neoclasicismo de Inglaterra y Améric a del Norte, especialmente, sobre todo gracias a Andrea Palladio, que fue muy imitado hasta el siglo XIX. Muchas salas cívicas, universidades y bibliotecas, museos e, incluso, tribunales de justicia tienen la forma mixta del Panteón.
Del Panteón dijo Miguel Ángel que "era un diseño angélico y no humano", mientras Stendhal comentó que "el más bello recuerdo de la antigüedad romana es sin duda el Panteón. Este templo ha sufrido tan poco, que aparenta estar igual que en la época de los romanos".

CONTEXTO HISTÓRICO:

El arte romano representa la culminación del proceso evolutivo de las culturas mediterráneas. Profundamente enraizado en la cultura griega, de la que es su más directo heredero, incorpora a ella múltiples elementos de las más diversas culturas mediterráneas, con un sincretismo sumamente característico. Este aspecto de fusionar formas, técnicas y aspectos del arte de las culturas anteriores es esencial, al mismo tiempo que la extensión del Imperio romano, desde la India a los límites de Escocia e Irlanda y desde los bosques centroeuropeos al desierto africano, ha de constituir el principal fundamento para la homogeneidad de la cultura occidental. Factores que harán más fácil su desarrollo por este vasto espacio serán un idioma común como el latín, el derecho romano, las calzadas que facilitaban el tránsito de ideas y de técnicas, así como ser un arte al servicio del estado.
Si los griegos eran artistas por capricho estético los romanos son ingenieros que hacen obras de arte. Ahora no se busca al hombre como parte del cosmos sino como un individuo concreto. El individualismo romano lo observamos en el artista, cuya personalidad se ve en la obra y en la temática: los relieves narrativos son de hechos concretos, los retratos son de personas con nombres y apellidos, muchas veces vivas.
Resumiendo, pragmatismo y utilitarismo, realismo y servicio al estado son consignas que se repiten uniformemente durante toda la historia del arte romano. Así eran los romanos y así quedará reflejado en sus concepciones estéticas.



 
Para terminar, dos interesantes videos sobre las características del Panteón:







12 comentarios:

  1. Me encantó este monumento cuando visité Roma. Es imponente con esos casetones y el óculo que perfora la cúpula.
    Un saludo.

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  2. Menos mal que su conversion en iglesia cristiana lo preservó intacto hasta nuestros dias. Da escalofrios pensar que hasta sigue en uso, igual que el primer dia. Esas piedras han contemplado los milenios.

    Feliz dia, monsieur

    Bisous

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  3. El Panteón de Agripa. Todo un bellezón y así de bien explicadito, mucho más.

    Un abrazo

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  4. Así da gusto. Yo, que aún no he podido visitar Roma, voy a contar una gran ventaja cuando tenga la ocasión de ir gracias a estos reportajes sobre la Ciudad Eterna. Qué maravilla de edificio el Panteón. Un saludo y gracias por tu visita por mi sitio.

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  5. Aunque desde la terraza no ha tenido ocasión de ir a Roma, yo sí, y te puedo asegurar que es uno de las construcciones más impactantes de la Urbe. Quizás sea porque es la única que ha sobrevivido prácticamente intacta desde su edificación, gracias a que fue destinada a iglesia. Muchos otros monumentos no corrieron las misma suerte.

    Besos

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  6. Un edificio maravilloso. Historia "viva"
    Saludos, Paco

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  7. Una de mis obras favoritas de la arquitectura de todos los tiempos. Una auténtica joya.

    Un abrazo!!

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  8. Qué gusto leerte y profundizar el conocimiento de este gran monumento. Con una ventana abierta en un diccionario, voy leyendo y siguiendo tu relato. Me quedo con esa frase en que decis que los griegos eran artistas por capricho estético y los romanos ingenieros que hacían arte. Coincido con lo bueno que resultó que la Iglesia lo utilizara como templo y de esa forma salvarlo de su destrucción o deterioro.
    Es un disfrute total aprender a ver el arte contigo, y no me lo agradezcas,jajaj, lo digo de verdad: es así...
    un abrazo, Paco.

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  9. Grandísima entrada para un grandioso edificio. Enhorabuena. También dediqué una a él en mi blog.
    Un saludo.

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  10. Me parece excepcional el comentario del Panteón de Agripa. soy Chema Leal, colega tuyo en Vilagarcía de Arousa y quisiera pedirte permiso para publicarlo con tu nombre en mi página:
    www.didacticaypatrimonio.com
    mail: leal@edu.xunta.es

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  11. muy bbueno enserio con esto apruebo

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  12. Me parece una entrada muy buena. Este comentario me ha ayudado mucho para estudiar, está muy bien detallado. Mis felicitaciones ;)

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Deja tu opinión; me es muy válida. Gracias.