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viernes, 26 de noviembre de 2010

COMENTARIO DE LA MEZQUITA-ALJAMA DE CÓRDOBA

Sala de oración (Haram) de la Mezquita de Córdoba. S. VIII- X d.C.


Reproducimos un comentario de la Mezquita de Córdoba, ya publicado en este blog en el curso pasado. Sólo se le han añadido algunas fotos más y unos videos explicatorios de Artehistoria y otro con una reconstrucción en 3D, al final del comentario. Es un comentario simple y muy concreto, pero que les puede venir bien a los alumnos/as para el examen del próximo martes 30.


Encuadre:

Obra: Mezquita de Córdoba (planta y sala de oración).
Autor: Varios desconocidos. Chafar.
Género artístico: Arquitectura. Religiosa. Planta e interior.
Estilo: Arte islámico hispanomusulmán.
Cronología: Siglos VIII-X. Córdoba. Arte islámico en Al-Andalus. Período califal.
Otras obras: Palacio Medina Azahara. Córdoba.



Análisis:

Planta e imagen interior de una Mezquita, en este caso, la Mezquita-Aljama de la capital del Califato, Córdoba. Dos partes fundamentales se pueden señalar de esta arquitectura: el patio {sahn) descubierto, en el que se observa el emplazamiento del alminar de planta cuadrada (desde donde el almuédano invitaba a la plegaria) y la fuente (sahil) para las abluciones obligatorias antes de entrar en la gran sala de oración (iwan), cubierta y dividida por 18 hileras de columnas que forman 19 naves (haram), todas ellas orientadas perpendicularmente al muro de la quibla, en el que destaca como elemento sobresaliente el mirhab. El muro que rodea el edificio está horadado por 18 puertas en tres de sus cuatro lados (no hay en el testero). Vemos también unos pilares que indican sucesivas ampliaciones.
En la foto se aprecia el mármol de las columnas, la caliza y el ladrillo de las dovelas alternadas de los arcos. Parece un sistema adintelado pero con arcos (no aparecen bóvedas en planta) y por la delgadez de los soportes podría tener cubierta plana de madera. Los soportes van en un sistema doble: columnas sobre pilares y los arcos también: herradura sobre pilares y medio punto sobre columnas. Los de herradura son de entibo o tirantes para evitar la curvatura de los soportes, embutidos en los pilares, y los de medio punto para sostener directamente la cubierta.
Aparecen elementos decorativos en capiteles (relieve), transiciones de soportes con rollos de canetos y dovelas con alternancia cromática, rojo del ladrillo y blanco de la piedra. No hay decoración figurativa (iconoclastia). La superposición de arcos y la multitud de soportes producen el efecto bosque y muchas líneas de perspectiva. El espacio parece indiferenciado, es una sucesión de naves idénticas sin jerarquía ni localidad. No hay simbología en planta y es ideal para albergar grandes muchedumbres. Es un espacio oscuro por la falta de vanos, que se subsanaría por las lámparas típicas de las mezquitas musulmanas.

Entrada al Minhraba de la Mezquita de Córdoba. S. X d.C.

Comentario:

Se trata de la Mezquita Aljama de Córdoba, construida durante el Emirato y el Califato de Al Andalus. Servía para la oración, sin ritos ni liturgias y por eso no hay localidad. Sí hay una quibla para orientarse y en ella está el Mihrab con la Maxura delante, todo ello orientado erróneamente al Sur, mientras que en el resto del Islam, el muro de la quibla miraba al este, hacia La Meca.
Se puede seguir fácilmente la evolución que a lo largo de los siglos experimentó esta obra en sucesivas ampliaciones. La primitiva mezquita es obra de Abderramán I (756-788). Cuando Abd al-Rahman I entró en Al-Andalus y se instaló en Córdoba llamó a los cristianos y les pidió que le vendiesen la Iglesia visigoda de San Vicente situada en el mismo emplazamiento, compensándolos con la reconstrucción de las Iglesias que habían sido destruidas en los tiempos de la conquista. En el año 785 inició el derribo de la Iglesia y la construcción de la mezquita aljama, con 11 naves y un patio que formaban un cuadrado perfecto. Para ello, se utilizaron columnas y capitales reutilizados de edificios clásicos y visigodos anteriores. Abd al-Rahman II alargó el antiguo edificio en dirección sur derribando la quibla en el año 848 y alargando el haram. También ordenó derribar el alminar primitivo y construir uno nuevo. Abderramán III en el siglo X amplió el patio y rehizo el alminar, imponiéndose desde entonces en Al-Andalus la torre cuadrada como alminar. Comenzó Al-Hakam II su reinado con la ampliación de la mezquita el año 961. Se alargaron más las once naves hasta el Guadalquivir, se levantó la Maxura nueva y se construyó el Mihrab definitivo. Estuvo acabada en el 969. Ahora se utilizan columnas y capiteles nuevos, genuinamente cordobeses, imponiéndose los arcos de herradura, el capitel califal de avispero y la alternancia de colores en las dovelas de los arcos, tal como vemos en la imagen. Destaca además, la rica decoración que cubre las paredes, destacando la cerámica vidriada, los mosaicos, lacerías, yeserías, arcos polilobulados, etc. Algunos años después, Almanzor (978-1002), valido de Hixem II (976-1013), se decidió a ampliarla por el lado oriental, que era el único por el que se podía hacer. En el año 987 añadió 8 naves más con toda la largura de las anteriores (las 19 naves que tiene en la actualidad), ampliando también el patio.
Estos ensanches produjeron un resultado definitivo: la descentralización del minhrab y el alminar; se rompía así la articulación de su eje principal y con él la simetría guardada hasta la ampliación de Almanzor. La superposición de soportes para reaprovechar las columnas visigodas y para ganar altura, la superposición de arcos con función de entibo y soporte, todo ello son elementos copiados del Acueducto de los Milagros en Mérida, al igual que la alternancia de colores en las dovelas de los arcos (ladrillo de color rojizo y la piedra blanca). Sólidos muros delimitan el espacio arquitectónico exteriormente, robustecidos con contrafuertes que, en el muro de la quibla, coinciden con los ejes que separan las distintas naves. Sobre éstos reposan las cubiertas. La techumbre es plana de madera pero al exterior son 19 tejadillos de doble vertiente acabados en teja roja, cuyos canales de desagüe coinciden al interior con hileras de soportes. Planta y alzado (los muros se rematan exteriormente con almenas) sugieren en la mezquita la idea de fortaleza. Además se introducen novedades como las bóvedas de nervios o califales, montadas sobre trompas y con bóvedas gallonadas en el centro. Se introduce además el arco lobulado y entrecruzado, el arco califal excéntrico del Mihrab, la decoración de ataurique, lacerías y escritura cúfica, además del mosaico vidriado.
El edificio resume por sí solo el arte del Emirato y el esplendor del Califato hasta la llegada del periodo de Reinos Taifas. Sus ampliaciones van asociadas al crecimiento físico y demográfico, económico y cultural de la ciudad de Córdoba.

Exterior de la Mezquita de Córdoba.



Contexto histórico:  


Esta obra resume es espíritu y la mentalidad del arte islámico, como un estilo abierto a las influencias artísticas y culturales de civilizaciones anteriores (como la romana, visigoda, bizantina...). Se trata de una civilización del desierto que, en determinados lugares, se sienten atraídos por la vegetación, el agua, el paisaje y construyen edificios donde prima lo decorativo, el lujo y el disfrute de los cinco sentidos. El Islam es una cultura tremendamente religiosa, donde ese espíritu del Corán que enseñó Mahoma a sus discípulos, les hizo conquistar un inmenso imperio en muy poco espacio de tiempo, dominando todo el Asia Anterior, el Mar Negro y el Mar Mediterráneo. La religión lo preside todo, hasta el punto que el Califa no es sólo la máxima autoridad política, también es el “enviado de Alá”, el máximo jefe espiritual, siendo el régimen islámico una teocracia. La conquista de Hispania, que si inicia en el 711 en plena descomposición visigoda, hace que los musulmanes estén en nuestro país durante ocho siglos, con sucesivas etapas políticas y artísticas (destacando el Califato de Córdoba en el siglo X), hasta que son derrotados y expulsados por los Reyes Católicos en 1492.

Cúpula del Minhrab de la Mezquita de Córdoba. S. X d.C.










5 comentarios:

  1. Bonita y precisa entrada.
    En algún lugar leí que el muro de la quibla de la mezquita cordobesa está orientado al sur y no al este, indicando el camino por el que llegaron a Córdoba. Por eso, más que un error fue algo hecho a propósito, porque orientarse sabrían.
    Un saludo, monsieur Paco.

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  2. Uy, pues si monsieur el profe dice que les puede venir bien para el examen, yo prestaría mucha atención, no vaya a ser.
    No les puede dar el trabajo más hecho, eh? No se quejarán.

    Buenas noches, monsieur

    Bisous

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  3. Paco,sólo decirte gracias poe poder aprender tanto con tus entradas. Es muy hermosa- Pepe Oliver

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  4. Hola Paco gracias por pasar por mi blog y dejarme un comentario tan majo. Si en el mio se puede aprender en el tuyo no te digo. Yo solo plasmo experiencias y tu conocimientos.
    Me imagino que me habrás localizado por la Orden esa tan fantástica a la que pertenecemos.
    Un abrazo yo también te sigo.

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  5. me gusta mucho, es bastante interesante

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