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lunes, 16 de enero de 2012

NOTRE-DAME DE PARÍS


No es la primera catedral gótica, ni la más grande ni la más gótica, pero es la más famosa, la iglesia de París, aquella que bien valía una misa (en palabras de Victor Hugo). Tanto por su situación, en la Île de la Cité, en pleno corazón de París, como por las referencias culturales y literarias que ha generado, Notre-Dame es probablemente la catedral gótica más famosa del mundo.

En Francia, durante la primera mitad del siglo XII, la bóveda de crucería apareció esporádicamente en cierto número de iglesias. Sin embargo, la fase que iba a conducir a la construcción de las grandes catedrales francesas comenzó en 1137, con motivo de la construcción de la girola de la iglesia abacial de Saint-Denis, panteón real en las afueras de París. En el deambulatorio de Saint-Denis, las finas columnas que sustentan las bóvedas de crucería y la ausencia de muros divisorios entre las distintas capillas radiales proporcionó un nuevo sentido de espacio continuo, fluido, que anticipaba las creaciones posteriores. Saint-Denis fue el modelo para la primera de las grandes catedrales, siendo las primeras de este gótico temprano las catedrales de Laón, Noyon y Notre-Dame de París. Empezamos por el estudio de su contrucción, para luego pasar a su planta y estructura.


La Catedral de Notre-Dame de París fue comenzada hacia 1163 bajo el patrocinio del obispo Maurice de Sully, siguiendo la nueva la arquitectura surgida en la abadía de Saint-Denis, a las afueras de París, auténtico origen del arte gótico. En 1182 fue consagrada la cabecera, el presbiterio de la iglesia, pero ya hacía un tiempo que se había iniciado una segunda etapa constructiva a cargo de un arquitecto diferente, quién dirigió los trabajos de las naves entre 1178 y 1190. Hacia 1195, se realizaron reformas en los muros del edificio que modificaron el proyecto original, ampliando las ventanas de la zona alta y eliminando los cuatro niveles de articulación del muro interior (en un principio era las arcadas de las naves laterales, tribuna, triforio y ventanales), que fueron sustituidas por tres, al ser eliminado el óculo que se situaba entre las ventanas de la tribuna y las ventanas altas). La transformación del edificio original continuó durante buena parte del siglo XIII, debido a la construcción de diversas capillas en el espacio que quedaba entre los contrafuertes de la nave y de parte del deambulatorio.
 Por otro lado, la fachada occidental principal fue construida durante el obispado de los sucesores del obispo Mauricio, a lo largo de la primera mitad del siglo XIII, mientras que las fachadas norte y sur del transepto se realizaron hacia mediados del siglo XIII, por los arquitectos Pierre de Montreuil y Jean de Chelles.
Los daños sufridos con el paso de los siglos y a consecuencia de la Revolución Francesa motivaron la fuerte restauración del siglo XIX, realizada por Viollet-le-Duc, quien, además de reconstruir algunos de los contrafuertes y arbotantes destruidos, devolvió su aspecto original a una parte de los vanos del transepto, es decir, los cuatro niveles de articulación. También sustituyó al chapitel sobre el crucero, de 96 metros de altura, que también fue destruido durante la Revolución.



Notre-Dame de París es una de las iglesias más monumentales en cuanto al desarrollo de su planta, ya que posee cinco naves y en consecuencia un doble deambulatorio rodeando el coro. Como ocurría en otros edificios góticos, la longitud de la cabecera es casi igual que la de las naves situadas al oeste del transepto. Se trata de un edificio de una majestuosidad y elegancia acordes a la capital monárquica, cuya bóveda del coro, con una alutra de 33 metros, es la mayor de las construidas hasta la fecha. La catedral presenta aún la tendencia románica de ilustrar mediante la solidez y el volumen el poder divino que postulaba la institución religiosa.
En la disposición original de la cabecera de la iglesia no había capillas radiales, las cuales fueron añadidas al proyecto inicial en la primera mitad del siglo XIII. Por su parte, el transepto no está suficientemente destacado en planta, todo lo cual determina una planta muy compacta que se aleja de la disposición en cruz. Así, el transepto es muy corto, y no sobrepasa la alineación de la nave lateral extrema.

 
A los pies destaca el nartex o pórtico de acceso, que posee un tramo doble cubierto por bóveda sexpartita no sólo en el tramo central, sino también en los laterales. La fachada oeste principal se abre al exterior por tres puertas monumentales, puertas que también se realizaron, aunque más sencillas, en los dos extremos del transepto. En alzado, la zona de los pies de la iglesia estaba flanqueada por dos torres angulares, al modo de las que se habían realizado en algunos edificios del románico normando (como en San Esteban de Caen). En esta fachada se intenta equilibrar la verticalidad de las dos torres, que se corresponden con las dobles naves laterales del templo, con la horizontalidad de las bandas y las galerías decoradas. Toda la fachada subraya los valores horizontales de masa miediante una división proporcionada en diferentes sectores rectangulares. Así, dos bandas interrumpen enérgicamente la verticalidad: la galería de los reyes sobre el portal y la otra galería de columnas, en la base de las torres, que parece proseguir la tradición románica de las galerías ciegas. Como resultado, un equilibrio extraordinario, una serena estabilidad, nacida de una construcción que afirma su masa antes de elevarse al cielo.



En el interior de la iglesia hay algunos elementos que pueden conectarse con la tradición del románico normando. Así, las bóvedas sexpartitas de la nave central y los pies de la iglesia. Esta bóveda fue utilizada en los primeros proyectos góticos, mientras que cuando el nuevo estilo se afianzó los arquitectos góticos prefierieron las cuatripartitas, utilizadas también en este edificio para cubrir las naves laterales. Debido a la utilización de las bóvedas sexpartitas en la nave central, los tramos de esta nave son dobles, limitados por las columnas que recogen los nervios diagonales o nervios en los que descarga la bóveda y fragmentados por las columnas que reciben los nervios centrales, cuya función de soporte de los pesos no es tan clara. Si los empujes verticales e interiores de la bóveda se desvían hacia el suelo por este sistema de nervios y columnillas, en el exterior el empuje horizontal y externo de dicha bóveda se ve contrarrestado por los arbotantes.


Otro de los elementos, un tanto arcaizante, y que no se aprecia en la planta pero sí en el alzado, es la tribuna, que se mantuvo ubicada sobre las naves laterales. El nivel alto del muro de la nave central, dedicado a las ventanas, fue más novedoso al ser rehecho en el siglo XIII, presentando un amplio desarrollo de la superficie translúcida cubierta por vidriera, que contribuía mejor al carácter simbólico del edificio y a la idea de ligereza. Desde el punto de vista horizontal, el muro interior presentaba inicialmente una articulación en cuatro alturas separados por impostas e integradas por el nivel de las arcadas de comunicación con las naves laterales, el nivel de la tribuna, el tercer nivel a modo de triforio pero sin pasillo en su interior, con un óculo, y el nivel de las ventanas altas, de dimensiones relativamente contenidas. Sin embargo, dicha articulación fue rehecha en el siglo XIII, momento en que se sustituyeron los dos últimos pisos por uno único y más amplio nivel de ventanas, en la que la mayor parte del muro fue  sustituido por vidrieras; esto posibilitó el aumento de la entrada de luz natural al interior de la catedral.
Dada la altura de la nave central, la relativa delgadez de sus muros exigió la construcción de los contrafuertes exteriores qu se intercalan entre las vidrieras para contrarrestar el empuje lateral ejercido por la bóveda.
En cuanto a la decoración, el pórtico central de la fachada oeste está consagrado a Cristo, cuya figura aparece en el parteluz, rodeado en las jambas por los doce apóstoles. Cristo está representado en el tímpano y en el dintel el Juicio Final y la Resurrección.


En definitiva, la Catedral de París, dedicada a María, será el símbolo de toda la sociedad bajomedieval: allí se reunirán los gremios, allí se coronaban los reyes (allí también lo hizo Napoleón en 1804, en presencia del Papa), y se hacían todos los actos políticos y sociales de la monarquía francesa. Además de ser la cátedra del obispo de París, era el marco adecuado para celebrar todos los fastos reales (coronaciones, bautizos, bodas y funerales) y las reuniones civiles de las corporaciones gremiales y municipales. A ensalzar su aura y magnificencia también ha contribuido mucho la literatura y el cine, además de las leyendas. Durante el espíritu del Romanticismo, Víctor Hugo, escribió, en 1831, el romance Nuestra Señora de París. Situando los acontecimientos en la catedral durante la Edad Media, la historia trata de Quasimodo, que se enamora de una gitana de nombre Esmeralda. La ilustración poética del monumento abre puertas a un nuevo deseo de conocimiento de la arquitectura del pasado y, principalmente, de la Catedral de Notre-Dame de París. Por otro lado, en la torre sur era donde se encontraba la legendaria campana Enmanuel del siglo XV, que fue fundida y vuelta a vaciar en 1686, según cuenta la leyenda, con oro y piedras preciosas, de ahí la claridad de su tañido.  El misterio también acompaña con las imágenes de las gárgolas, elementos ornamentales esculpidos con figuras zoomorfas de monstruos o animales mitológicos, en los saledizos del sistema de desagüe de las aguas pluviales.



Os dejo, para terminar, con dos videos sobre Notre-Dame de París:




23 comentarios:

  1. ¡Me ha gustado mucho tu blog! Posiblemente aproveche algunos de tus enlaces para mis clases. Un saludo desde Granada.

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  2. El placer de paladear esta espléndida descripción de Nôtre Dame es similar al que experimentas tanto cuando la admiras exteriormente desde el Sena, como cuando te adentras en sus galerías del alma. Tiene magia, como todo el gótico francés.
    Deliciosa tu mirada a ese Quasimodo literario que casi lo he visto oculto tras la gárgola.
    Tus alumnos pueden considerarse afortunados.

    Un abrazo, Paco.

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  3. Qué belleza! Aparte de lo cual, gran parte de su atractivo radica en los acontecimientos que sucedieron en torno a la catedral y en los ecos literarios que evoca, como usted nos recuerda con Victor Hugo.

    Buenas noches

    Bisous

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  4. Notradame es para verla una y otra vez. Aún la recuerdo de noche haciendo el crucero por el Sena. Como siempre una inmejorable explicación.
    Bss

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  5. Como bien dices es la mas famosa, cuenta mucho su emplazamiento, en el centro de París de la que se la puede admirar desde muchos ángulos de la ciudad y siempre impresiona verla, y mas ahora que está toda limpia.
    Un abrazo

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  6. Extraordinaria descripción de esta joya gótica, querido Paco, y con más mérito el tuyo por venir el comentario de una gallega enamorada del románico y ¡cómo no! del Barroco(con mayúsculas) de estas tierras del noroeste; y es que Santiago de Compostela proyecta siempre su flamante sombra.
    Adoro esas enigmáticas gárgolas de piedra que desde su excepcional atalaya contemplan París.
    Como siempre, maestro, es un placer visitarte, leerte, contemplar tus imágenes y aprender contigo.
    Mil bicos.

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  7. Muy bella, la gárgola realmente asusta.
    Saludos.

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  8. Paco qué hermosa esta entrada.

    Feliz semana saludo desde…
    Abstracción textos y Reflexión.

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  9. Paco!!!me ha emocionado especialmente leer tu entrada, es que he podido en noviembre pisar esta magnífica catedral y leer tu post y nutrirme de tus conocimientos, hoy en particular me transporta a un momento de magia y maravilla, estar en Notre Dame!!!
    UN FUERTE ABRAZO Y MI AGRADECIMIENTO POR TODO ELLO.
    BESOS! CASS.

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  10. Es una preciosidad. Tan simétrica y proporcionada ella, con esas gárgolas de fantasía siempre vigilantes, con esas vistas que ya impresionan a los visitantes incluso desde "les bateaux mouches". Así la vi por primera vez cuando estuve por París, desde el Sena.
    Un saludo.

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  11. Tiene usted mucha razón, don Paco, otras artes vienen a encumbrar a la arquitectura cuando en sus textos o pinturas las inmortaliza. Como siempre, un placer y un aprendizaje.

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  12. Hermoso. Increìble.

    Pensar que los niños que vieron la pelicula del Jorobado, creen que todo termina en forma feliz.

    Delicias de Hollywood.


    Unabrazo.

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  13. Querido Paco, siempre es un enorme placer visitarte, tus entradas destilan el amor y la dedicación a tu trabajo, nos llevas de la mano hasta los mínimos detalles.

    Hace años una amiga viajó a Notre Dame y nos dijo que es una maravilla, llena de misterios, historia y valores arquitectónicos.

    Los videos sublimes!

    Gracias otra vez.

    Abrazos.

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  14. Desde luego, la catedral se ha convertido en eso que ahora se denomina un icono, reforzado por la literatura y esa enorme vulgarización de todo lo que puede ser rentable. Y sin embargo, a pesar de las multitudes que la frecuentan, nos sigue apabullando la arquitectura con ese toque sobrenatural. Y si antes de visitarla se lee a Fulcanelli, pues ya es una auténtica diversión.

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  15. Un templo espectacular. Las grandes catedrales con doble girola siempre me han impresionado. En España hay más de una, aunque no como ésta, importante como pocas como monumento y por lo que en ellas sucedió. Qué gran artículo el de hoy con esos retazos de la historia que tanto me gustan. Un abrazo.

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  16. Simplemente espectacular!!!

    La Catedral es un punto de referencia de la ciudad. Desde la gárgolas una vista genial

    Tengo tiempo que no voy a París...Habrá que repetir.

    Saludos

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  17. Un edificio magnífico que en la única visita que he tenido la oportunidad de hacer, hace ya unos años, lamentablemente tenía la fachada cubierta de andamios para su restauración, así que no la pude disfrutar como me hubiera gustado.

    Un abrazo!!

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  18. Paco es una entrada maravillosa, especialmente para aquellos que no estuvimos nunca en el lugar y a quienes el tiempo apura, no precisamente para llegar a Paris, saludos amigo

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  19. Un templo hermoso y lleno de historias y leyendas. Sólo hay que recordar al Jorobado de Notre Dame correteando por sus tejados. Aún con todo, recuerdo la frase de Gaudí de que la arquitectura gótica no es perfecta porque necesita muletas (contrafuertes y arbotantes) para poder mantenerse en pie.
    Saludos

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  20. Excelente la entrada y muy bien explicado..la catedral es una bella arquitectura con mucha historia
    un abrazo

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  21. Veo que llego en muy buen momento, por Dios! que locura de posteo, ay por favor, esta catedral me "enloquece", Paco! Estoy feliz de regresar por aqui. Besos.

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  22. Este tema de Notre Dame siempre me ha parecido interesante.

    Pd: Te invito a que visites mi blog de cine, ahí también publico cuentos míos.

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  23. hola! Creo que la planta que has publicado no es la de ND de París, si no la de la Catedral de Toledo(el transepto y las bóvedas de las girolas la delatan)
    Por lo demás un artículo estupendo!

    Saludos

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