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domingo, 16 de octubre de 2011

EL ARTE HELENÍSTICO


 Escuela de Alejandría. Alegoría del Río Nilo. S. II a.C. Museos Vaticanos. Roma

La época helenística en Grecia abarca desde la muerte de Alejandro Magno, en el 323 a.C., hasta el año 30 a.C., fecha en la que Grecia es incorporada como una provincia más dentro del Imperio romano.
A lo largo de todo este período, la  colonización  se  ha  paralizado  y  está  en franco retroceso.  Las diferencias surgidas entre las Polis, va a ser aprovechada por el reino de Macedonia (al norte de Grecia), para unificar y dominar toda la Hélade. Su rey, Alejandro Magno conquistará uno de los Imperios más importantes y extensos de la antigüedad, llegando sus fronteras hasta la India. Por  último,  la  cultura helena  se  universaliza, se extiende por el mundo gracias  al Imperio  de  Alejandro Magno, recibiendo influencias orientales. Eso es lo que se conoce por cultura helenística, la mezcla de la cultura griega con la oriental. A su muerte en el 323 a.C., el imperio se divide en distintos reinos por sus generales. Todo ello lleva a un empobrecimiento económico y cultural, así como a un cambio en los valores humanísticos anteriores.

ARQUITECTURA 

En el Helnismo, en arquitectura se persigue ante todo el afán propagandístico y colosal, para dar más gloria a sus gobernantes, y los proyectos urbanísticos son muy ambiciosos en cuanto a la arquitectura, especialmente en Asia Menor. Desaparece en esta época el orden dórico, se produce una mescolanza de órdenes, pero el capitel que triunfa es el corintio. Ya no  es un templo de proporciones humanas y en él se observa la grandilocuencia y la ostentación propia de los Imperios Orientales.

 Altar de Zeus en Pérgamo. S. II a.C. Staatlichee Museum. Berlín.


El edificio más importante de esta época es el Altar de Zeus en Pérgamo, del siglo II a.C. Se trata de un templo consagrado a Zeus y Atenea por el rey de Pérgamo, Eumenes II. Consiste en una plataforma de base cuadrada, cuyo zócalo está decorado con relieve que reproduce la Gigantomaquia (lucha de los dioses olímpicos contra los gigantes, hijos de Gea, la Tierra). Se accede a través de una escalera monumental en todo su frente. Encima del zócalo hay una columnata jónica que no posee mucha altura. La escala de este templo ya no es humana, estamos en otra época de colosalismo oriental. Otro ejemplo de arquitectura helenística es el templo  Olimpeion de Zeus en Atenas, dedicado a Zeus Olímpico. Es el templo de mayores dimensiones de todo el arte griego, y fue iniciado en el año 160 a.C., pero concluido en época romana por Cosucio. Es de orden corintio, y aunque actualmente no se aprecia, era octástilo y peristilo.

Otros edificios del período helenístico son el Pórtico de Atenas, de planta rectangular,  el Faro de Alejandría (S. III) y la Torre de los vientos de Atenas (S. I), de planta octogonal.

 Templo de Zeus en Olimpia.

ESCULTURA

A finales del siglo IV la escultura abandona ya definitivamente el equilibrio clásico y adopta otras características: tendencia hacia la orientalización, favorecida por las conquistas en el Próximo Oriente de Alejandro Magno, acentuación del movimiento, del patetismo y de la tensión, predilección por  los  temas  fantásticos  por  un  lado  y  de  la  vida  cotidiana  o  escenas anecdóticas por otro, desarrollo de los retratos realistas, sin idealización y que se recrean en los defectos físicos, en lo feo, en la vejez, etc. Así, el repertorio iconográfico se amplia  la nómina de los dioses es compatible con individuas de baja condición social, desde el príncipe al esclavo, en un proceso de secularización artística, además  de cultivarse las tres etapas de la vida (infancia, madurez y vejez) Ahora las estatuas pierden el punto de vista frontal a favor de su visibilidad desde todos los ángulos. Se resuelve también el problema de la torsión del cuerpo, con figuras girando en espiral, y surgen grupos complejos integrados por varios personajes.

Su último tramo se desarrolló en época romana. Existe un gran barroquismo que se manifiesta en:


§  Pérdida del equilibrio formal y psicológico, muy evidente. Se prefiere lo desequilibrado a lo equilibrado. No existe el ideal de armonía y medida de la Grecia clásica

§  Introducción del movimiento en el que predominan las diagonales.

§  Cuerpos que se retuercen pero sobre el equilibrio de los cuerpos.

§  Dramatismo en el rostro, que predomina sobre los rostros serenos del período clásico.

§  Atenuación del idealismo y tendencia a representar la naturaleza íntegra, aunque ésta resulte desagradable o deficiente (niños, ancianos, heridos, agonizantes...). Se prefiere la fealdad a la belleza ideal.

§  Triunfo de lo anecdótico, lo recargado y lo expresivo.

§  Triunfo de los talleres sobre el individualismo; los autores caen en el anonimato.

§  Se pierde la unidad de estilo al aparecer varios centros coetáneos y varias escuelas.

§  Se produce una mezcla entre los elementos griegos y los orientales.


 Escuela de Atenas. Retrato de Homero. S. II a.C. Museos Capitolinos. Roma.

Cuatro grandes escuelas alcanzan fama y prestigio en los reinos helenísticos: Atenas, Alejandría, Pérgamo y Rodas



La Esucela de Atenas. Atenas, agobiada por la crisis económica y la pérdida de su supremacía política, cultiva el retrato de los intelectuales: el orador Demóstenes, el dramaturgo Sófocles o el poeta Homero. En estos retratos como en el de Séneca observamos rostros realistas, que se recrean en los defectos físicos o las marcas del paso del tiempo (la vejez en Homero). Son rostros realistas, sinceros y con una buena carga de introspección, retratos psicológicos que intentan definir el carácter de los retratados.

Al mismo tiempo los seguidores de Praxíteles o Lisipo dan vida a la escuela neoática, caracterizada por copiar  rejuvenecer los modelos clásicos de los siglos V y IV. En este contexto se puede situar la célebre Venus de Milo, quizás la última obra de carácter clásico, que se da ya en plena época helenística. Se desconoce su taller de origen y su fecha, pero se cree que puede provenir de la escuela de Atenas, y datar del siglo II a.C. No obstante, la postura más generalizada es que procede de Antioquía. Vemos en la curvatura de su torso reminiscencias de la curva  praxiteliana  y  en  ella  aparece  la  idealización inexpresiva que buscaba la belleza ideal.

En el Niño de la espina, atribuido a Boetas, vemos esas escenas de la vida diaria y anecdóticas que tanto se alejan de los prototipos ideales. Posturas consideradas hasta entonces irreverentes, ausencia de elegancia formal pero hay un aporte de naturalismo, de sinceridad y de calidad muy notables. Otras obras de carácter realista son el Niño de la oca, la vieja borracha o las obras de Apolonio Nestoros, el Torso Belvedere y El púgil sentado.

 Escuela de Atenas. Niño de la oca. 150 a.C. Museo del Louvre. París.


 Escuela de Alejandría. Venus de Milo. 110 a.C. Museo del Louvre. París.


La Escuela de Alejandría. Esta escuela mostró predilección por los temas cotidianos y alegóricos. Situada en la desembocadura del Nilo, va a ser una escuela muy en contacto con el arte oriental y con la propia tradición artística egipcia. La obra cumbre de esta escuela es la Alegoría del Nilo, donde se representa a un río antropomórfico y como un dios griego. (ya sabemos que en la tradición religiosa egipcia se divinizaba al Nilo). El dios aparece como una figura poderosa pero en reposo, como un dios clásico. Aparece cansado, como un anciano recostado, que porta el cuerno de la abundancia y los símbolos de las tierras que sus aguas fertilizan. Está rodeado de niños que representan sus afluentes y contribuyen a darle grandiosidad.). Otra obra similar es la  Apoteosis de Homero, y, por último, destacar  varias figurillas de barro cocido, las Terracotas de Tanagras.



Otra escuela muy famosa durante la etapa helenística fue la Escuela de Pérgamo. Esta escuela se inclina por los temas patéticos y de sentimientos violentos. Realizó los Frisos del Altar de Zeus en la misma ciudad a petición de Eumenes II durante el siglo II a.C. Presenta la gigantomaquia y las hazañas de Telefo, el hijo de Hércules. En su imagen más conocida aparece la diosa Atenea agarrando la cabeza de un Gigante, mientras Gea los observa combatir. Presenta un gran dramatismo, que se percibe en el dinamismo, el barroquismo y la expresividad. Es un relieve con muchas diagonales y numerosos elementos anecdóticos (detalles de las alas, escamas de las serpientes, cabellos ondulados...). De esta escuela es también el grupo de la Lucha entre gálatas y asirios. Los habitantes de Pérgamo habían rechazado la invasión céltica de los gálatas en el 228 a.C. y el rey Atalo I decidió conmemorar esta victoria con seis esculturas que se mostrarían en una plaza pública. En el centro figuraba el Gálata Ludovisi, que acababa de matar a su mujer para librarla de la esclavitud, y mientras sujeta el cadáver, gira la cabeza hacia su enemigo, desafiándolo, mientras se suicida clavándose una daga. A su alrededor se situaban cuatro gálatas moribundos, tendidos en el suelo, con una anatomía ultrarrealista y de gran expresividad. Los bárbaros vencidos son tratados con gran dignidad para ensalzar aún más el triunfo local.


Escuela de Pérgamo. Gálata Ludovisi 225 a.C. Museo alle Terme. Roma.

 Escuela de Pérgamo. Galata moribundo. 225 a.C. Museos Capitolinos. Roma.
 

La Escuela de Rodas es la creadora de las esculturas más famosas de la etapa helenística. Es continuadora de la vertiente dramática de la de Pérgamo, profundizando en la emoción del sufrimiento y acentuando el dolor. Una de ellas es la Victoria de Samotracia, que se halla en el Louvre. Está realizada en mármol policromado y representa a una Niké alada. Se encontró en el Santuario de Cabiros (Samotracia), y conmemora la victoria naval rodense sobre el rey Antíoco de Siria. Presenta un gran barroquismo formal del que participan todos los elementos escultóricos: cuerpo, alas, ropajes... En realidad era la proa de un barco y de ahí que sus ropas vayan hacia   atrás   como   azotadas   por   el viento.   El   dinamismo   y  la   fuerza expresiva de esta escultura la convierten en una obra maestra.  En ella hay muchísimos detalles, y presenta ciertas similitudes con la Niké de Painoios de Mendé.

 Escuela de Rodas. Victoria de Samotracia. 190 a.C.  Museo del Louvre. París.


Famosos son sus grupos escultóricos, como el de Laooconte y el del Toro Farnesio. El grupo del Laocoonte y sus hijos también procede de la Escuela de Rodas, pero se conocen sus autores: Agesandros, Polidoros y Atenodoros. Data del año 50 a.C., pero cabe la posibilidad de que sea una copia de otra estatua anterior. La iconografía es conocida: el sacerdote troyano Laocoonte y sus hijos en el momento en que son devorados por las serpientes marinas de Neptuno. En esta escultura se manifiesta con maestría el dolor físico y psicológico; es muy trágica. La composición es abierta, piramidal, con abundantes diagonales y un gran barroquismo en cuanto a la multitud de detalles y el dinamismo de los cuerpos, los cabellos, los paños, las serpientes...  Los rostros se descomponen, y la musculatura (hercúlea, hiperdesarrollada) se acentúa con el esfuerzo y la torsión. Es la figura de Laocoonte la que concentra la mayor parte de todas estas características. Esta obra es el mayor ejemplo del dolor físico por la tortura y dolor moral al contemplar cómo sus hijos están siendo víctimas del cruel destino que les espera. La importancia de esta obra es vital para la escultura posterior: se ocultó en Roma, y fue redescubierta  en el siglo XVI, causando un gran impacto. Miguel Ángel quedaría impresionado: esta figura repercutirá desde el momento de su aparición en sus creaciones posteriores, y supondrá una gran influencia hacia el manierismo que desarrollaría más tarde (la línea serpentinata nace de esta obra). También el Greco se sentiría atraído por el Laocoonte.

De Rodas es también el Toro Farnesio, así como el famoso y desaparecido Coloso de Rodas, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.


 Escuela de Rodas. Agesandro, Polydoro y Athenodoro. Grupo del Laocoonte. 50 d.C. 
Museos Vaticanos. Roma.


15 comentarios:

  1. Grandeza, ostentación, exageración, dramatismo, movimiento, propaganda... el fin de una época. Una etapa que parece repetirse siempre al final de un ciclo, plena de barroquismo. El grupo de Laocoonte es una de mis preferidas.
    Un saludo.

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  2. Cada vez que entro en tu espacio me surgen una infinidad de recuerdos y me haces completar y descubrir nuevos rincones de la historia del arte.
    Abrazos y feliz domingo

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  3. Soy incula en el tema
    pero, esta tecnologia me permite acercarme a tantas bellezas creadas en el tiempo.

    Realmente quedas embenezada de su fineza o...magestuisidad.

    Recuerdo mi primera ves eninternet, habian colocado en mi pc donde trabajaba y lo primero que busque fue el Museo del Louvre.

    Gracais por acercar tanta buen lectura y conocimiento, a quienes no lo tenemos.

    Cariños

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  4. Hola Paco, tanta belleza, tanta perfeccion ,son las obras de arte que siempre volvemos a admirar, estuve en el Louvre, he vuelto tres veces, y aqui en Roma, estoy totalmente deslumbrada y lo mas interesante es que siempre queda por ver.En las vacaciones de mi hijo, vamos a Egipto.
    Un abrazo

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  5. tanta belleza que hay en el mundo y muchos moriremos sin haberlas tocado, menos mal que tú nos guias, saludos querido Paco

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  6. Gracias Paco, me has hecho pasar un rato maravilloso, me fascina las obras de arte y siempre me he preguntado ¿Por qué se perdió una cultura tan rica?
    Con ternura
    Sor.cecilia

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  7. Arte helenístico que se funde tan decisivamente con los orígenes del arte romano (recordemos que desde el punto de vista artístico los romanos son deudores de muchos pueblos y que su genio se desarrolló sobre todo en la ingeniería), que es casi imposible establecer donde termina uno y empieza el otro si es que existe esa frontera.

    Un abrazo!!

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  8. Excelente.

    Eso sì, en mi escuela (religiosa, "Padres Capuchinos), a la "Alegorìa del Rio Nilo", le "tapaban" las partes nobles con cartelitos negros!! jajajajaja!!!

    Un abrazo.

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  9. Contemplando lo que hoy nos muestras, Paco, uno deja de preguntarse por qué el canon: lo clásico ocupa el lugar que le corresponde por decantación. Gracias por tus enseñanzas.

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  10. Los cánones de la arquitectura y escultura griegas han sido recreados una y otra vez a lo largo de la historia de Occidente.
    No conocía la escultura "El niño de la espina". la sensación de movimiento es de un realismo asombroso para la época.
    Muy interesante toda la información que nos has aportado.
    Un abrazo!!!

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  11. Hola Paco!! Que maravillas del arte nos muestras. Las esculturas tienen una perfección casi humana.
    Gracias por compartir estas entradas, hay tantos cosas que aprender...El arte es maravilloso y nos ayuda a comprender la cultura de imperios que se disolvieron.
    Un abrazo

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  12. SIn lugar a dudas el Laocoonte es una de las esculturas más impresionantes del Arte Griego. Se ha llegado a decir incluso que es una obra de Miguel Ángel a imitación de los grandes artistas de la antigüedad, pues la mayoría de estas obras han sido transmitidas a través de copias romanas.
    Saludos

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  13. Estas esculturas simepre me han apasionado.

    Especial interes he tenido siempre por la victoria de samotracia. A pesar de ser escuela distintas (rodas y alejandria por la venus de milo) simepre he pensado que la cabeza que le falta al escultura debe verse como la de la venus de milo

    Saludos

    Cómo simepre, aprendido me voy

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  14. La Victoria de Samotracia es una de mis favoritas. No sabía que fuera la proa de un barco. Un poco pesada para ese fin, pero debía ser impresionante. Un abrazo.

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  15. Lo correcto sería que dijese, que este blog me deja sin palabras, pero desde niña fui mas de letras que de palabras, soy mas bien de largos silencios y largas misivas, por eso cambio la frase escrita y digo que el blog de mi amigo Paco, me deja absorta, envuelta en el silencio y sin palabras escritas.
    Simplemente genial, una escuela donde siempre se aprende o recuerda algo aprendido que se había olvidado.
    Un cálido abrazo

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