Templo de Diana en Mérida.
El genio arquitectónico de Roma tendrá su más clara expresión en los monumentos públicos, de uso común por el pueblo, como las termas o las basílicas. La utilización de nuevos materiales como el mortero y el ladrillo cocido, les permitían una mayor flexibilidad y rapidez en sus obras.
LAS TERMAS eran los baños públicos romanos, que sirven también de lugar de reunión, conversación y ocio. Las ciudades grandes, como las pequeñas, tuvieran termas o baños públicos. Eran edificios abovedados o cubiertos con cúpulas. Eran unas instalaciones complejas, con salas de gimnasia, de vapor, de masajes, biblioteca, piscina de agua caliente o caldarium, calentada por conductos de aire caliente bajo el suelo, donde estaba la caldera o hipocaustum, piscina de agua templada o tepidarium, y de agua fría o frigidarium. Los vestuarios o apoditerium estaban alrededor de cada sala. De la época republicana se conservan las Termas de Pompeya, donde se aprecia el caldarium. Pompeya era una ciudad de esparcimiento y vacaciones, contando con numerosas termas. Bajo el imperio estas estructuras, comparativamente modestas, se volvieron progresivamente más grandiosas. Ejemplos posteriores, como las Termas de Caracalla (c. 217 d.C.) en Roma, tenían incluso bibliotecas, tiendas y enormes espacios públicos abovedados, decorados con estatuas, mosaicos, pinturas y estucos. Destacar también las Termas de Diocleciano en Roma, del siglo III d.C., y en España, las de Mérida, Itálica, Alange (Badajoz) y Caldas de Mombuy (Gerona).
Interior de una terma de Pompeya.
Plano de las Termas de Caracalla.
LA BASÍLICA es un edificio propiamente romano, destinado a asuntos judiciales, pero también a las transacciones comerciales. Será la sede de los magistrados y en ella se celebraban los juicios una vez a la semana, a la vez que servía de mercado el resto de días. Su planta es rectangular con tres naves, una central más alta y dos laterales separadas por columnas. En su cabecera, la nave central se termina en forma semicilíndrica o ábside, cubriéndose con una media cúpula; es el lugar donde se colocaban los jueces. Sólo se aboveda con bóveda de medio cañón y se ilumina la central, más alta. Las laterales llevan techo plano al interior. Al exterior la central lleva techumbre de doble vertiente y las laterales de una sola vertiente. Las naves laterales tienen un bajo techo abierto a la nave central que se denomina tribuna. Este esquema de planta basilical pasará íntegro a la primitiva basílica paleocristiana a partir del Edicto de Milán en el 313, pero ya con fines religiosos.
La mejor conservada es la Basílica de Magencio, realizada en tiempos de Constantino (Siglo IV d.C.), donde vemos los tres vanos que daban acceso a las tres naves que, en este caso, iban abovedadas las tres, iniciando así el esquema general de fachada de catedral cristiana. En el foro republicano de Roma estaban las Basílicas Iulia y Aemilia. En el Foro de Trajano se conservan restos de la Basílica Ulpia en Roma, del siglo I d.C.
Esquema de Basílica romana y vista de la Basílica de Majencio en Roma.
Quizás porque los grandes mitos griegos resultaban poco convincentes, notamos que los romanos se acercan más a dioses particulares o, incluso familiares. En cierto sentido la religiosidad romana tiene un carácter doméstico más que público. Así se explica que el templo romano no es el edificio más importante de la comunidad, ni tampoco que tenga un aspecto grandioso.
LOS TEMPLOS romanos toman lo esencial de los griegos, pero introducen serias modificaciones. Ante todo casi nunca serán perípteros, y las columnas sólo ofrecerán un pórtico a la entrada, no en la parte trasera, ya que no tienen opistodomos. Las columnas de los lados resultan siempre adosadas al muro. Además, todo el templo se asienta sobre un gran pedestal o podium, que se prolonga de modo característico, pero sólo se accede al interior del templo por la fachada principal, dándole al edificio una gran majestuosidad. Se suelen situar en el Foro o alrededores, y solían estar dedicados a la tríada capitolina formada por Júpiter, Juno y Minerva. La religión romana también estaba al servicio del Estado y era un elemento de cohesión. por eso el templo romano no tiene tanta carga estética como el griego. En él se hacen ritos y por eso parece más sobrio.
El templo de la Fortuna Viril de Roma es un templo jónico del siglo I a.C. Es tetrástilo y pseudoperíptero.
Planta y exterior de la Maison Carrée de Nimes (Francia).
La Maisón Carré de Nimes (Francia) o casa cuadrada es un templo romano del siglo I a. C. (de tiempos de Augusto) y es de orden corintio, hexástilo y pseudoperíptero. Fue consagrado al culto imperial. De tiempos de Adriano (s. II d.C.), destaca el Templo de Venus y Roma en el foro romano, ya que son dos templos unidos por la espalda.
Entre los templo de planta circular o Tholos, el más importante es el Templo de Vesta en el Forum Boario de Roma, del siglo I a.C.; es un templo períptero, corintio con claras influencias del Tholos de Marmaria. Presenta una cubierta cónica de teja y una sólo naos o cella de planta circular también.
Templo de Vesta en Roma.
Pero el templo más grandioso de todo el mundo romano es el Panteón de Agripa en Roma. Se le conoce como el templo de todos los dioses, ya que fue consagrado al panteón de todos los dioses romanos. Se trata de una mole gigantesca cupuliforme con muros muy macizos, de hasta seis metros de grosor. Presenta una pronaos octástila, como si fuera a ser un templo rectangular, pero cuando llegamos a la naos vemos que ésta es circular. Así, es un templo de planta circular pero fachada recta. La naos está cubierta por una gran cúpula semiesférica (de 43 metros y medio de altura, medida idéntica al diámetro de la base). Está realizada con materiales ligeros, piedra y ladrillo, para evitar peso y rebajada la cúpula con casetones. En su clave presenta un óculo o claraboya que hace más arriesgada su construcción, además de iluminar el interior. Esta cúpula es una demostración del dominio de pesos y contrapesos que tenían los romanos. Se sitúa sobre un tambor decorado con mosaicos y esculturas. Se empezó a construir a finales del siglo I a.C. por el lugarteniente de Augusto, Agripa, pero fue acabado por Adriano en el siglo I d.C. Hasta entonces, nunca el hombre se atrevió a realizar una cúpula de tales dimensiones.
En España subsisten algunos restos arqueológicos de templos de época romana en las ciudades de Barcelona, Mérida (dedicado a la diosa Diana), el Templo de Diana en Córdoba (columnas de la calle Claudio Marcelo) y Sevilla.
Planta e interior del Panteón de Agripa en Roma.
LAS TUMBAS fueron un tipo de construcción que casi siempre estaban emplazadas fuera de la urbe propiamente dicha, extramuros. Las tumbas romanas, levantadas generalmente junto a las calzadas principales de entrada a la ciudad, tuvieron una extraordinaria variedad formal porque reflejaron los gustos personales de sus promotores y porque su función, alojar los cuerpos o restos incinerados de los muertos, podía adecuarse a cualquier forma.
Los romanos utilizaron la incineración hasta el siglo II d.C., pero también la inhumación desde los primeros tiempos, siendo casi exclusiva desde el siglo III d.C., tras el triunfo del cristianismo.
El emperador Augusto construyó su propio mausoleo en Roma entre los años 28 y 23 a.C., un gigantesco tambor macizo coronado por un túmulo, recordando los sepulcros de tierra de la época etrusca. El emperador Adriano erigió en el otro lado del Tíber un Mausoleo de Adriano aún mayor, la gran mole adrianea, construido para él mismo y sus sucesores (135 d.C.-139 d.C.), que en el siglo V se transformó en el Castillo de Sant'Angelo. Un potentado contemporáneo a Augusto, Cayo Sestio, eligió hacia el año 15 a.C. una pirámide sepulcral, en honor a las pirámides egipcias, mientras que en la misma época un próspero panadero, Eurysaces, decoró su tumba en forma de horno, con un friso en el que se detallaban las diferentes fases de la cocción del pan. Las personas con menos recursos, los libertos en particular, fueron enterrados en tumbas comunales llamadas columbarios, en las que las cenizas de los fallecidos se depositaban en alguno de los innumerables nichos diferenciados por una simple inscripción.
Pirámide de Cayo Sextio y Tumba del panadero Eurysaces en Roma.
Se erigieron también grandes tumbas verticales, como la realizada en honor de la familia patricia de los Julios en Saint-Rémy de Provenza (Francia). Su mausoleo, construido hacia el 25 d.C., consiste en una gran base bajo un cuerpo de cuatro arcos y un pequeño templo circular rematado por dos estatuas. Los sepulcros también podían estar horadados en las laderas de las montañas, con portadas monumentales talladas en los taludes de piedra de las rocas, como en la Necrópolis romana de Petra (actual Jordania).
La denominada Tumba o Torre de los Escipiones (primera mitad del siglo I d.C.) constituye uno de los mejores sepulcros conservados en la Hispania romana. Localizado cercano a Tarragona, presenta un aspecto de torre con cuerpos superpuestos, en los que se colocaron esculturas del dios Atis y bajorrelieves que quizás representan a los difuntos para los que se realizó el monumento, supuestamente rematado por una pequeña pirámide. Digna de destacar también en España es la Necrópolis de Carmona.
Torre de los Escipiones en Tarragona.
Para terminar un video sobre las Termas de Caracalla y dos sobre los templos romanos, una recreación virtual de un templo y otro sobre el Panteón de Roma
Cuando estuve en Roma tuve el gusto de visitar entre otros monumentos el Panteón (impresionante recinto con el óculo y los casetones)y las Termas de Caracalla, en el quinto pino. Menudo palizón de andar. Merecieron la pena. Y eso que nos intentaron atracar unas gitanas de esas que van con periódicos y te rodean y te meten la mano en el bolsillo, pero nos dimos cuenta y aceleramos el paso aunque dijeran:¡signore!¡signore! Tienen o tenían mala fama esas mujeres.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Paco:
ResponderEliminarTengo muy cerca de mi casa ruinas romanas. Pertenecieron a un mercader romano. Sobreviven la casa (con sus mosaicos en el suelo, grandiosos) en la zona noble de la casa. También un mausoleo pequeño que aparentemente fue saqueado.
Y a pesar de no ser propiamente de esta entrada, el acueducto de segovia es mi favorito.
Saludos
Hola Paco, es cierto que el Panteón es uno de los edificios mejor conservado.
ResponderEliminarMe encanta todo el arte romano que nos vas dando a descubrir o a recordar en cada post de esta serie.
Abrazos y buen reportaje.
La arquitectura romana, es un poco pesada.
ResponderEliminarMe va mas lo gòtico.
Un abrazo.
La arquitectura romana es impresionante, nos han dejado un buen legado de monumentos, cuando fui a Roma me impresiono el Panteon en el centro de la cùpula tiene un agujero por él entra la luz y el agua de la lluvia; las termas son una pasada del saber vivir y no digamos su proeza tecnica para calentar el agua.
ResponderEliminarUna lectura muy enriquecedora
Un abrazo
Hola Paco!! Que post interesante. Me gustó lo que contaste de las Termas. Eran como los spa de ahora. Increíble.
ResponderEliminarUn abrazo
Aquí estoy, Paco, en el pupitre atento a cuanto cuentas y explicas, tratando de sacar el máximo provecho a tus lecciones. Saludos.
ResponderEliminarPara mí el Panteón de Agripa es uno de los edificios más impresionantes de la historia del Arte. Menos mal que fue convertido en iglesia, pues de lo contrario hubiera desaparecido por el paso del tiempo o derruido por voluntad de los hombres.
ResponderEliminarSaludos
Me encantó el Templo de Vesta, ¿ya no hay sacerdotisas del fuego eterno?, je,je,je.
ResponderEliminarUn saludo.
A mi me ha sorprendido muy agradablemente la tumba del panadero, en forma de horno. ¡Debieron irle bien las cosas!
ResponderEliminarMuy completa entrada, Paco, como ya nos tienes acostumbrados.
Abrazos
¡¡Qué repaso más completo!! No falta ni la arquitectura más "extraña" como la de la Piramide Céstia.
ResponderEliminarLo del Panteón es cosa aparte, aún sigue maravillando a arquitectos e ingenieros que se preguntan cómo se pudo llegar a hacer tal obra en aquellos tiempos cuando sería casi imposible conseguir una cúpula así en estos...
Un saludo!
Aparte del magnífico texto, como siempre, me ha gustado ver las fotografías de monumentos y tumbas que no conocía. Aún al morir, como hoy, aflora la vanidad de los ricachones romanos. Vaya panteones. Un abrazo.
ResponderEliminarQue obras más espectaculares, una ingeniería impresionante a pesar del tiempo. Realmente admirable haa! y muy buenas las fotografias, un saludo.
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