E.L. Kircher. Cartel de presentación del grupo "Die Brücke" en la Galería Arnold de Dresde. 1910.
En el XX los valores establecidos desde hacia siglos se alteran. El artista, inmerso en estos cambios, se sitúa en una nueva dimensión y la innovación en todos los campos de la expresión artística definen esta etapa. Es importante tener en cuenta la fecundidad del arte contemporáneo, que provoca la aparición de corrientes yuxtapuestas, a veces de efímera duración, reflejo de los cambios acontecidos y de la gran capacidad creadora del hombre.
El arte sufre la mayor transformación rompiendo con las convenciones establecidas desde el Renacimiento sobre la perspectiva y sobre la representación figurativa. El artista busca una forma diferente de expresar las realidades cambiantes, dan valores subjetivos al color e insisten en la velocidad y la simultaneidad como elementos condicionantes de la vida contemporánea.
Las tensiones sociales y políticas son graves durante la primera mitad de siglo, y tanto la guerra como el período en entreguerras provocan en los artistas su ira, su frustración ante lo absurdo, su necesidad de expresar la dureza del mundo que están viviendo, distanciándose de los lenguajes y de las formas tradicionales. Es importante tener en cuenta que muchos de los artistas de las primeras vanguardias se afilian o participan activamente en movimientos políticos de diferentes signos. La guerra afecta directa e indirectamente a los hombres y la presión psicológica y el testimonio de la catástrofe quedan presentes en la obra gráfica de los vanguardistas.
Con el término Expresionismo se debe entender un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX, que tuvo plasmación en un gran número de campos: artes plásticas, literatura, música, cine, teatro, danza, etc. Su primera plasmación se produce en la pintura, coincidiendo con el Fauvismo y el Cubismo, siendo estos movimientos los primeros exponentes de las vanguardias artísticas. en la que prima la expresión subjetiva sobre la representación de la objetividad. Este término engloba obras y autores de un amplio período y países, con distintas inclinaciones y diferentes formas de ver el arte, además de una formación diferente, aunque el país donde esta vanguardia alcanza mayor intensidad es en Alemania. Todos tienen en común su reacción contra el Impresionismo y el naturalismo de finales del XIX, propugnando una visión interior, el subjetivismo y la expresión frente a la plasmación de la realidad (impresión).
El Expresionismo plantea las angustias vitales del hombre y por esto tiene una carga dramática, pesimista y crítica. Surge en la Europa prebélica y continúa durante y tras el desarrollo de la Primera Guerra Mundial (1914-18), tratando de reflejar la expresión de dolor, frustración, soledad e incomunicación del hombre y de Europa tras 1917.
Eduard Munch. El grito. Primera versión. Óleo, pastel y temple sobre cartón (91 x 73 cm.). 1893. Galería nacional de Oslo.
Sus rasgos generales se acentúan en períodos de crisis. El valor fundamental es la libertad individual de expresión, pero con unos nexos comunes: El artista expresa emociones, queriendo reproducir en el espectador sus sentimientos. Los momentos de tensión, frustración, soledad, angustia y desgarramiento político provocan en la paleta de estos pintores la expresión de un grito de protesta. Los artistas expresionistas sienten la necesidad de cambiar la vida y renovar el lenguaje artístico (colores violentos, líneas muy marcadas, temática de amargura y soledad...). El expresionismo defendía la libertad individual, la primacía de la expresión subjetiva, el irracionalismo, el apasionamiento y los temas prohibidos –lo morboso, demoníaco, sexual, fantástico o pervertido–. Intentó reflejar una visión subjetiva, una deformación emocional de la realidad, a través del carácter expresivo de los medios plásticos, que cobraron una significación metafísica, abriendo los sentidos al mundo interior, del existencialismo más profundo.
Entendido de esta forma, el expresionismo es extrapolable a cualquier época y espacio geográfico. Así, a menudo se ha calificado de expresionista la obra de diversos autores como El Bosco, Grünewald, Pieter Brueghel el Viejo, El Greco, Francisco de Goya, pero también de Gauguin, Van Gogh o los nabi y simbolistas. Algunos historiadores, para distinguirlo, escriben “expresionismo” -en minúsculas– como término genérico y “Expresionismo” –en mayúsculas– para el movimiento alemán. Está claro que todos estos y otros autores influyeron grandemente en la formación del movimiento expresionista.
En Alemania, las ciudades de Dresde, Munich y Berlín son los centros culturales y de contactos artísticos, junto con París, donde surgen agrupaciones de artistas que perfilan el expresionismo. Este grupo no tiene una línea programática preestablecida; cada artista o grupo trabaja de forma independiente, aunque todos insisten en la libertad individual, el irracionalismo, la primacía del yo, el apasionamiento, la aplicación violenta de los colores, la recurrencia a lo prohibido o morboso y a las figuras carcomidas o deformadas.
Para hacer un estudio de la pintura expresionista, lo haremos divideindo a los pintores en grupos:
1) Precursores o primeros expresionistas
Edward Munch (1863-1944). Cuando expone por primera vez en Berlín, en 1892, este pintor noruego escandaliza y su exposición es clausurada. Munch se consagra al estudio de los problemas psicológicos de la sociedad moderna, por ellos enfermedad y muerte se convierten en una constante en su obra (su madre y su hermana murieron de tuberculosis y él estuvo muy enfermo). Su interior torturado expulsa temas obsesivos como el sexo, la enfermada y la muerte. La forma nace con la participación subjetiva en el objeto del cuadro, objeto que en primer lugar es el hombre con sus sentimientos y sus sensaciones, elementos que hasta entonces han estado vedados. Sus obras se caracterizan por las curvas sinuosas, el colorido arbitrario o la sensación opresiva. El grito, su obra más conocida, la describe el autor como expresión de soledad, angustia y miedo al sentir la fría, vasta e infinita naturaleza, con colores irreales, violentos, que enlazan el paisaje y sitúan en el centro la persona en situación desesperada. Esta obra es el símbolo de la soledad y la incomuncación, además de la impotencia. La naturaleza oscila, se curva y se transforma al mismo ritmo que el personaje del primer plano; éste no expresa ya una soledad remediable, sino la angustia absoluta, la soledad del hombre ante la vida y la muerte. Otras obras son La niña enferma, La danza de la vida, Atardecer en Karl Johan o Ansiedad.
J. Ensor. Entrada de Cristo en Jerusalen. Óleo sobre lienzo. 1889.
Museo Real de Bellas Artes de Bruselas
Jamas Ensor (1860-1949). Belga, hereda de su país lagran tradición pictórica flamenca por lo anecdótico y lo burlesco; su técnica es de colores vivos y textura fina o compacta. Le gusta lo burlesco y lo absurdo o brutal (esqueletos, vagabundos, borrachos, máscaras...). Sus temas son populares, traduciéndolo en escenas enigmáticas e irreverentes, de carácter absurdo y burlesco, con un sentido del humor ácido y corrosivo.Las máscaras, presentes en sus obras, son grotescas hasta llegar a lo macabro. Su obra más conocida es Entrada de Cristo en Bruselas, donde representa la Pasión de Jesús en medio de un desfile de carnaval, obra que causó un gran escándalo en su momento. Otras obras son Vieja con máscara, Esqueletos disputándose el cuerpo de un ahorcado o Autorretrato con máscaras.
Georges Rouault (1871-1954), francés, tiene preocupaciones morales y religiosas; utiliza un colorido oscuro, con líneas gruesas que subrayan los perfiles (como una vidriera), siendo uno de los expresionistas más clásicos.Hace muchas caricaturas despiadadas de jueces y políticos (revela cierta influencia de Daumier), y más tiernas de payasos. Más adelante presta más atención a la temática religiosa, con un colorido más intenso que resalta entre los gruesos perfiles negros. Algunas obras son Clown, El viejo rey, La pasión...
G. Rouault. Clown trágico. Óleo y gouache sobre papel y madera (38 x 27 cm.). 1911.
Colección privada.
G. Rouault. El viejo rey. Óleo sobre lienzo (77 x 54 cm.). 1937. Carnegie Institute. Pittsburg.
2) Die Brücke (El punte)
Es el grupo de pintores alemanes fundado en Dresde en 1905. Inicialmente lo constituyen unos estudiantes de arquitectura que desean ejercer conjuntamente actividades artísticas. Kirchner, Heckel, schmidt-Rottluff y Bleyl. El programa que preconizan no es demasiado coherente y se basa en la devoción a Van Gogh y en el rechazo al arte de su tiempo, así como la exaltación de un cierto romanticismo artesanal.Tienen en común algunas técnicas y propósitos, como el uso de colores planos y arbitrarios, los tonos oscuros con inclusión del negro, el alargamiento de las figuras, las coincidencias temáticas (desnudos, animales, bailarinas,...), los contornos negros y muy marcados y la fuerza de la línea. El grupo desaparece como asociación en 1913. Destacan dentro de este grupo Kirchner, Nolde y más tarde Max Pechstein y Erich Heckel .
Ernst Ludwig Kirchner (1880-1938) es considerado el jefe de este grupo; destaca por sus formas angulosas y la deformación de los cuerpos (inspiradas en la deformación cubista o en el diseño de los grabados xilográficos), que no facilitan las líneas finas ni las incurvaciones, así como por su paleta estridente y los temas que sacan fuera los oscuros deseos que laten en el fondo de los seres humanos. Recupera la xilografía y los grabados medievales, muy influido por las vidrieras góticas y sus imágenes fragmentadas. Los temas que trata son generalmente escabrosos, en sintonía con la forma de mostrarlos: prostitución, locales nocturnos de dudosa reputación, calles angostas con personajes trajeados: La calle, Calle con buscona de rojo, Danza negra, Calles de Dresde...
E.L. Kirchner. La calle. Óleo sobre lienzo (121 x 91 cm.). 1913. Museum Modern Art. Nueva York
E.L. Kircher. Calle con buscona de rojo. Óleo sobre lienzo (120 x 90 cm.). 1914.
Museo Thyssen-Bornemisza. Madrid.
Emil Nolde (1867-1956). Su crispado manejo del pincel, la utilización de colores vivos y estridentes y las figuras de rostros a modo de máscaras pretendían provocar en el espectador un shock visual y emocional. Es un hombre inquieto e independiente y sus telas violentas y tumultuosas son lo mejor de su obraSus paisajes siempre son inquietantes y amaenazadores y los rostros de sus personajes son como una máscara grotesca que siempre revela con crudeza emociones básicas. Más tarde hace obras místicas donde traduce el lenguaje expresionista al tema bíblico, con colores arremolinados en manchas estridentes y la brutal sensualidad en los rostros. Ejemplo son La última cena, Susana y los viejos y Pentecostés.
Emil Nolde. La última cena. Óleo sobre lienzo (86 x 107 cm.). 1909. Statens Museum
for Kunst. Copenhague.
3) Der Blaue Reiter (El jinete azul)
Este es el nombre de este grupo surgido en Munich en 1911, representando la segunda oleada expresionista. El nombre lo adoptan Kandinsky y Marc en un cafe charlando sobre su gusto por los caballos y el color azul. Las características comunes de este grupo son el dinamismo y el simbolismo en el uso del color y la tendencia a la abstracción, así como la libertad creadora del artista y la expresión personal y subjetiva de sus obras. Estos artistas han hecho dos aportaciones especiales al expresionismo: por una parte han dado consistencia teórica al movimiento y por otra han hecho evolucionar a la pintura desde la representación hasta la abstracción total.
Destaca dentro de este grupo el pintor ruso Vasili Kandinsky (1866-1944), considerado como uno de los más brillantes teóricos del siglo y precursor del arte abstracto del siglo XX. Cree que la forma y el color pueden ser libre de todo contenido simbólico y que las formas pueden dar expresión a una necesidad interior. Sus obras se basan en la improvisación, en la velocidad de trazado y valores intuitivos, en el espíritu y en la necesidad interior. En su libro "De lo espiritual en el arte" sostiene que todo arte auténtico es la expresión exterior de una necesidad interior, y por lo tanto a una época angustiada debe corresponder un arte angustiado. Con su concepción de la pintura como expresión mediante colores, de las emociones, el arte pictórico se aproxima a la música, que plasma no imágenes ni formas sino sencillamente emociones mediante el lenguaje de los sonidos. Kandinsky postula así la evasión de la objetividad y se sumerge en una pintura de ritmo rotativo, salpicada de manchas de color y de signos gráficos de valor emocional para explicar su mundo interior. El camino de la abstracción estaba abierto. Destacan su Primera acuarela abstracta, Improvisaciones, Amarillo-rojo-azul...
V. Kandinsky. Primera acuarela abstracta. Óleo sobre lienzo (50 x 65 cm.). 1912. Centro Georges Pompidou. París.
V. Kandinsky. Amarillo, rojo, azul. Óleo sobre lienzo (127 x 200 cm.). 1925.
Centro Georges Pompidou. París.
Centro Georges Pompidou. París.
Franc Marc (1880-1916) es, junto a Kandinsky, el otro fundador del grupo. Imbuido de un gran misticismo (fue estudiante de teología), se consideraba un pintor “expresivo”, intentando expresar su yo interior. Su obra fue bastante monotemática, dedicándose principalmente a los animales, especialmente los caballos. Pese a ello, sus tratamientos eran muy variados, con contrastes muy violentos de color, sin perspectiva lineal. El tema es la fuerza vital de la naturaleza, el bien, la belleza y la verdad del animal que el autor no ve en el hombre, al cual no representa. Marc intenta representar el mundo tal como lo ve el animal, mediante la simplificación formal y cromática de las cosas. Cuando se cansó de este tema, cada vez se acercó más al Futurismo y al Cubismo. Su obra evolucionará con el tiempo hacia una mayor abstracción y sobriedad, hasta culminar en la abstracción expresiva. Su obra más conocida es Los caballos azules. Otras obras son Vaca amarilla, Pequeños caballos azules...
En esta misma línea pueden situarse muchas composiciones geométricas y simbólicas de Paul Klee (1879-1940). Suizo de nacimiento, de formación musical, se pasó a la pintura, denotando como Kandinski un sentido pictórico de evanescencia musical, tendente a la abstracción, y con un aire onírico que le llevaría al surrealismo. Parte de la visión del color como elemento dinamizador del cuadro, que sería la base de sus composiciones, donde perdura la forma figurativa combinada con una cierta atmósfera abstracta, en curiosas combinaciones que serían uno de sus sellos estilísticos más reconocibles. Klee recreó en su obra un mundo fantástico e irónico, cercano al de los niños o los locos. Obras suyas son Lugar golpeado, Pequeño abeto o Ad Parnassum.
Frnac Marc. Los grandes caballos azules. Óleo sobre lienzo (105 x 181 cm.). 1911. Walker Art Center. Minneapolis (USA).
August Macke (1887-1914) fue un pintor que evolucionó desde el expresionismo, con influencias de Rembrandt, hasta el fauvismo y el cubismo, llegando a la abstracción por influencia de Kandinsky y Delauny, hacía una abstracción racional, geométrica, con manchas lineales de color y composiciones basadas en planos geométricos coloreados. Como Marc, murió muy pronto en el frente de la 1ª Guerra Mundial. Obras suyas son Muchachas bajo los árboles o Vista de una calle.
Aunque no propiamente del grupo del Jinete azul y más unido a la llamada Escuela de Paris, el ruso Chaim Soutine (1894-1943) tiene una pincelada deformada con figuras corroídas y arrugadas y naturalezas muertas repulsivas, totalmente antigastronómicas. Todo ello es fruto de su personalidad violenta y autodestructiva, que le llevó a romper muchas de sus propias obras y a pintar con una pincelada aparentemente incontrolada. (El buey en canal, Botones...).
A. Macke. Muchachas bajo los árboles. Óleo sobre lienzo (120 x 159 cm.). 1914. Neue Pinakothek. Munich.
Ch. Soutine. El buey en canal. Óleo sobre lienzo (140 x 107cm.). 1926. Colección particular.
4) El Grupo de Viena
Durante la guerra algunos pintores necesitan expresar su dolor ante la irracionalidad y la destrucción de la guerra. En Austria, los expresionistas recibieron la influencia del modernismo alemán y austríaco, así como del simbolista Gustav Klimt. El expresionismo austríaco destacó por la tensión de la composición gráfica, deformando la realidad de forma subjetiva, con una temática principalmente erótica (Schiele) o psicológica (representada por Kokoschka). En contraposición al impresionismo y el arte académico decimonónico preponderante en la Austria del cambio de siglo, los jóvenes artistas austríacos siguieron la estela de Klimt en busca de una mayor expresividad, reflejando en sus obras una temática existencial de gran trasfondo filosófico y psicológico, centrado en la vida y la muerte, la enfermedad y el dolor, el sexo y el amor.
El checo Oscar Kokoschka (1886-1980) expresará el asco y la repugnancia por la degradación a la que ha llegado la humanidad, convirtiéndose en el guía de los pintores jóvenes, reivindicando el amor y la inocencia frente al horror colectivo; utiliza trazos gruesos y manchas de color como torbellinos, que no abandona durante toda su vida. Hace composiciones donde el espacio cobra gran protagonismo, un espacio denso, sinuoso, donde se ven sumergidas las figuras, que flotan en él inmersas en una corriente centrífuga que produce un movimiento espiral. Su temática solía ser el amor, la sexualidad y la muerte, dedicándose también a veces al retrato y el paisaje. Destacan La Novia del viento, Los paganos y La Tempestad.
Egon Schiele (1890-1918) fue discípulo de Klimt; su obra giró en torno a una temática basada en la sexualidad, la soledad y la incomunicación, con cierto aire de voyeurismo, con obras muy explícitas por las que incluso estuvo preso, acusado de pornografía. Dedicado principalmente al dibujo, otorgó un papel esencial a la línea, con la que basó sus composiciones, con figuras estilizadas inmersas en un espacio opresivo, tenso. Recreó una tipología humana reiterativa, con un canon alargado, esquemático, alejado del naturalismo, con colores vivos, exaltados, destacando el carácter lineal, el contorno. Obras suyas son Pareja de mujeres, Desnudo femenino sentado, desnudo con medias rojas, sus autorretratos...
O. Kokoschka. La novia del viento. Óleo sobre lienzo (181 x 220 cm.). 1914.
Kunstmuseum de Basilea
Egon Schiele (1890-1918) fue discípulo de Klimt; su obra giró en torno a una temática basada en la sexualidad, la soledad y la incomunicación, con cierto aire de voyeurismo, con obras muy explícitas por las que incluso estuvo preso, acusado de pornografía. Dedicado principalmente al dibujo, otorgó un papel esencial a la línea, con la que basó sus composiciones, con figuras estilizadas inmersas en un espacio opresivo, tenso. Recreó una tipología humana reiterativa, con un canon alargado, esquemático, alejado del naturalismo, con colores vivos, exaltados, destacando el carácter lineal, el contorno. Obras suyas son Pareja de mujeres, Desnudo femenino sentado, desnudo con medias rojas, sus autorretratos...
E. Schiele. Autorretrato con vasija negra. Óleo sobre madera (27,5 x 34 cm). 1911.
Historisches Museum der Stadt. Viena.
E. Schiele. Desnudo femenino sentado. Tinta y acuarela sobre papel (48 x 32 cm.). 1914. Graphische Sammlung der Albertina. Viena
5) La Nueva Objetividad alemana
El grupo Neue Sachlichkeit (Nueva Objetividad) surgió tras la Primera Guerra Mundial como un movimiento de reacción frente al expresionismo, retornando a la figuración realista y a la plasmación objetiva de la realidad circundante, con un marcado componente social y reivindicativo. Desapareció en 1933 con la llegada del Nazismo. El ambiente de pesimismo que trajo la posguerra propició el abandono por parte de algunos artistas del expresionismo más espiritual y subjetivo, de búsqueda de nuevos lenguajes artísticos, por un arte más comprometido, más realista y objetivo, duro, directo, útil para el desarrollo de la sociedad, un arte revolucionario en su temática, si bien no en la forma. Los artistas se separaron de la abstracción, reflexionando sobre el arte figurativo y rechazando toda actividad que no atendiese a los problemas de la acuciante realidad de la posguerra.
Los principales exponentes de la Nueva Objetividad fueron:
George Grosz (1893-1959) procedente del dadaísmo, estaba interesado por el arte popular. Mostró desde joven en su obra un intenso disgusto por la vida, que se convirtió tras la guerra en indignación. En su obra analizó fría y metódicamente la sociedad de su tiempo, desmitificando a las clases dirigentes para mostrar su lado más cruel y despótico. Cargó especialmente contra el ejército, la burguesía y el clero, en series como El rostro de la clase dominante o Ecce Homo, en escenas donde predomina la violencia y el sexo. Sus personajes suelen ser mutilados de guerra, asesinos, suicidas, burgueses ricos y rechonchos, prostitutas, vagabundos, etc., en figuras escuetas, silueteadas en pocos trazos, como muñecos. Técnicamente, empleó recursos de otros estilos, como el espacio geometrizante del cubismo o la captación del movimiento del futurismo. Otras obras son Cuento de navidad o Día gris.
Otto Dix (1891-1969), iniciado en el realismo tradicional, con influencia de Cranach y Durero, en Dix la temática social, patética, directa y macabra de la Nueva Objetividad quedaba enfatizada por la representación realista y minuciosa, casi diáfana, de sus escenas urbanas, pobladas por el mismo tipo de personajes que retrataba Grosz: asesinos, lisiados, prostitutas, burgueses y mendigos. Expuso de manera fría y metódica los horrores de la guerra, las carnicerías y matanzas que presenció como soldado: así, en la serie La Guerra se inspiró en los grabados de Goya y de Callot. Obras suyas son El salón, Retrato de Helen Von Herden o Hugo Erfuth con perro.
G. Grosz. Metrópolis. Óleo sobre lienzo (100 x 102 cm.). 1917. Museo Thyssen-Bornemiza. Madrid.
O. Dix. Retrato de Silvia Von Herden. Óleo y témpera en madera (121 x 89 cm.). 1927. Centro Georges Pompidour. París.
Max Beckmann: de formación académica e inicios cercanos al impresionismo, el horror de la guerra le llevó como a sus compañeros a plasmar de forma cruda la realidad que lo envolvía. Acusó entonces la influencia de antiguos maestros como Grünewald, Brueghel y El Bosco, junto a nuevas aportaciones como el cubismo, del que tomó su concepto de espacio, que se vuelve en su obra un espacio agobiante, casi claustrofóbico, donde las figuras tienen un aspecto de solidez escultórica, con contornos muy delimitados. En su serie El infierno hizo un retrato dramático del Berlín de posguerra, con escenas de gran violencia, con personajes torturados, que gritan y se retuercen de dolor. Destacan su Quappi con suéter rosa, Chicas jugando con perros...
6) El Expresionismo en España
La primera generación expresionista podría estar representada en España por artistas como Isidro Nonell y Ramón Casas. Isidro Nonell (1873-1911) refleja los bajos fondos barceloneses de principios de siglo. Partiendo del Impresionismo y de una pintura alegre, deriva hacia una temática social, reflejando la miseria y la angustira de los pobres y los marginados (Gitanas, Cola de pobres, Esperando la sopa...). Ramón Casas (1866-1932) utiliza una paleta más clara y menos patética, pero los temas que elige son plenamente expresionistas, de alegatos contra la vilencia represiva de la autoridad: La Carga o Garrote vil.
Isidro Nonell. Pobres esperando la sopa. Óleo sobre cartón (51 x 65,5 cm.). 1899.
Museo de Montserrat. Barcelona.
Más adelante, ya bien entrado el siglo XX, una línea tremendista, de crítica social, arraiga en pintores de múltiples tendencias y de diversa calidad. El mejor de todos es José Gutiérrez Solana (1886-1945), que denuncia situaciones más abstractas y generales, ligadas a fenómenos antropológicos y culturales seculares. Es el pintor español más cercano al Expresionismo europeo. Pinta, con una paleta sombría y oscura, disfraces poulares, desfiles, personajes de los bajos fondos y procesiones siniestras: La visita del obispo, La España negra...
Otro pintor español cercano al Expresionismo es Ignacio Zuloaga (1870-1945), quien conserva los rasgos costumbristas de Gutiérrez Solana, pero su paleta es más brillante, y su visión de los tipos y costumbres populares menos dramática y desgarrada (El retablo de maese Pedro, Morenita con chal blanco... ).
J. Gutiérrez Solana. La visita del obispo. Óleo sobre lienzo (161 x 211 cm.). 1926. Museo Español de Arte contemporáneo. Madrid.
Una de mis etapas preferidas. Y, mira, lo que más desconocía era la representación española.
ResponderEliminarSaludos
Hola Paco!! Muy completo como siempre amigo. Desde mi humilde visión me gustó Ernst Ludwig Kirchner, Los grandes caballos azules de Franc Marc y las acuarelas abstractas de V. Kandinsky. El post me encantó.
ResponderEliminarBesossss
gracias por este post! fantastico adoro!
ResponderEliminarSe busca un comentario perdido. Hice uno sobre esta entrada tuya y no sé donde lo he metido. A lo mejor aparece en otro sitio descolocado. Bueno, decía más o menos que el Expresionismo fue testigo de los problemas del periodo de entreguerras y que muchos de sus artistas fueron consideradas personas "non gratas" por el fascismo emergente. Creo que algunos de los de "El puente" tuvieron problemas con los nazis.
ResponderEliminarTambién te comentaba que un referente de este movimiento aquí en España fueron los esperpentos de Valle Inclán, a quien también le tocó vivir la misma época, en este caso bajo la dictadura de Primo de Rivera, colega de los fascistas europeos.
También comentaba que una buena entrada la tuya, como las que sueles poner en este sitio.
Un saludo.
¡oh!
ResponderEliminar-Me ha encantado esta publicación (mucho, mucho)
Una época que favorecía el expresionismo, aunque fuese mal visto por los nuevos regímenes totalitarios.
ResponderEliminarTan completo como siempre.
¡Salud!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuerido Paco:
ResponderEliminarMe encanta el Expresionismo, y también el expresionismo, como explicas con tanta claridad. El expresionismo existe en la creación artística sin atender a periodos históricos ni movimientos culturales.
El Expresionismo como expresión de una época prebélica, se deja llevar en diversas oleadas y en autores fantásticos por unas premisas comunes.
Me encantan estas oleadas y los autores que nos presentas, especialmente me tocan: Munch, Kirchner, Nolde, Schiele, y Grosz mi favorito... No sigo, porque ya ves que es difícil renunciar a ninguno de estos grandes.
Por otro lado, me parece fascinante hacer una comparación de la expresión pictórica con la literaria, así Valle-Inclán me parece un representante tan genuino como personal del Expresionismo: el esperpento.
En el esperpento la tragedia se mezcla con la burla cómica, la caricatura dando lugar a lo grotesco. Valle-Inclán deforma las situaciones, los sufrimientos, las debilidades humanas, sus enfermedades, sus taras, sus carencias, sus necesidades, tanto como sus rostros, sus cuerpos y sus expresiones. Es muy habitual en él "animalizar" o "cosificar" a los personajes, y abunda profusamente en el tema en las poéticas acotaciones de sus obras teatrales. De la misma manera se deforma la vida española y se vienen abajo muchas personas valiosas, pero minusvaloras o nunca reconocidas por la sociedad, que viene representadas en los extraños personajes a los que da vida.
He aquí la definición del esperpento, ¿no es acaso expresionismo en estado puro?
Veámos el diálogo entre Max Estrella y don Latino, extraído de "Luces de bohemia":
DON LATINO.- ¡Estas completamente curda!
MAX.- Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el esperpento. El sentido trágico de la vida española solo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO.- ¡Miau! ¡Te estas contagiando!
MAX.- España es una deformación grotesca de la civilización europea.
DON LATINO.- ¡Pudiera! Yo me inhibo.
MAX.- Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO.- Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
MAX.- Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta. Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas..
DON LATINO.- ¿Y dónde está el espejo?
MAX.- En el fondo del vaso.
DON LATINO.-¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!
MAX.- Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España.
Podemos encontrar la misma deformación en otras obras del dramaturgo, narrador, poeta:
"Martes de carnaval", formado por "Las galas del difunto", "Los cuernos de don Friolera" y "La hija del capitán". " Divinas palabras". "La rosa de papel", "La cabeza del bautista", "Sacrilegio" "Ligazón".
Me encanta disfrutar del arte desde la pintura y la literatura a la vez, y por supuesto desde todas las expresiones artísticas.
Me ha gustado mucho la entrada y también la visión sobre los arrebatados movimientos vanguardistas que se van a ir sucediendo desde finales del siglo XIX y en el XX.
Besazos, Paco.
Paco, has entrado de lleno en la etapa del arte que menos me gusta, no sé por que. Dicen que soy academicista, un poco despectivamente, que no entiendo la pintura de vanguardias, yo qué sé. Y es que no es que no la entienda, sino que simplemente mi gusto estético no se inclina hacia esos estilos artísiticos. Cuando hace tiempo decía que no me gustaban por su alejamineto del clasicismo, siempre me decían que nunca se apartan de los clásicos, y es verdad. Ahora en que el arte no se sabe qué es, que no tiene por qué ser bello, que cada uno lo puede interpretar como quiere, pero siempre se vuelve una y otra vez a las experiencias de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, me pregunto si el Arte se habrá vuelto o loco o soy yo.
ResponderEliminarBesitos
Un movimiento muy interesante el del Expresionismo/expresionismo. Tienen muchas cosas que comunicarnos y es evidente que con las vivencias que tuvieron, surgiera esa manera tan especial de pintar, con toda la fuerza en sus pinturas, en sus pinceles, en sus lienzos. La guerra rompe todos los esquemas, es el mayor disparate de la humanidad. Gracias por ete post tan didáctico y completo. Saludos afectuosos.
ResponderEliminarH Hola Manolo,¡me encanta esta etapa de la
ResponderEliminarhistoria de la pintura occidental!, es
sorprendente como a partir de los precursores y de manera tan vertiginosa se suceden
t transformaciones plásticas y estilísticas tan
considerables... un veloz camino hacia la
abstracción. Un fragmento de la historia
plagado de grandes maestros innovadores
¡Todos me gustan!
Con tu post aproveché de saber sobre
Expresionismo en España, no tenía referencia
alguna.
Muchos besos Manolo!
En www.antoniofuentes.org puede ver la obra y documentos biográficos de Antonio Fuentes ( Tánger, 1905 - 1995 ), miembro destacado de la Escuela de París - La Grande Chaumière, 1928 - y el único gran maestro español nacido y muerto en Tánger, donde realiza toda su obra, aplicando el expresionismo adquirido en París a la temática costumbrista marroquí.
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