Portada Santa María Ripoll. S. XII.
Después de expulsados los musulmanes, hubo una verdadera fiebre de reconstrucción en Cataluña desde el Pirineo al Llobregat. Esta primera etapa constructiva se renovó después, en el siglo XI, dando lugar al Primer Románico Catalán. En el siglo IX hallamos en la Marca Hispánica un arte que nada conserva de lo visigóticos, y se puede calificar como de carolingio rezagado. Sólo quedan algunos restos en las llamadas "iglesias románicas de Terrassa y algo en Sant Feliu de Guixols.
La mezcla de tradición carolingia e influencia mozárabe es visible en la gran basílica abovedada de San Pere de Roda. Se trata de un edificio de tres ábsides, de planta cruciforme, con ábside mayor de trazado parabólico y deambulatorio a modo de girola. El templo fue consagrado en 1022 y su elevadísima bóveda de cañón, construida sobre arcos perpiaños, se apoya en cuatro pares de gruesos pilares, los cuales contrarrestan dos estrechas naves laterales, con bóvedas de cuarto de cañón. Otro edificio que refleja en el siglo XII con intensidad la influencia francesa es San Juan de las Abadesas, que consta de deambulatorio y capillas radiales.
Cabecera de San Juan de las Abadesas. S. XII.
Al empezar la época románica, esto es, del año 1000 en adelante, el país catalán se desentiende de todo lo que podía conservar de tradición carolingia y lo mozárabe se va relegando a los distritos rurales, quedando sólo algunas reminiscencias en los valles del Pirineo. Toda la vida catalana medieval, especialmente en el siglo XI, está orientada hacia Italia, mientras en los reinos de León y Castilla se notan los efectos de un intercambio cultural con la Francia románica. Las obras importantes ejecutadas en el país catalán después del año 1000 tienen las características del estilo lombardo: paredes lisas subdivididas por pilastras de refuerzo poco salientes y decoración de arquillos ciegos y puertas con molduras.
Monasterio de San Pere de Rodas. S. XI.
En los templos de esta variante lombarda del románico, que sólo en los casos de importancia adoptan la forma basilical (Catedral de la Seu d´Urgell, San Vicente de Cardona, etc.), los muros son construidos con piedra labrada de pequeñas dimensiones; las paredes son lisas, subdivididas por pilastras de refuerzo poco salientes, las tradicionales bandas lombardas. La decoración exterior consiste en listeles dentados y arquerías ciegas, de las que con regularidad, penden aquellas lisas bandas verticales que se dirigen a la base del edificio; las puertas, robustamente molduradas, carecen de adorno esulpido. Nos encontramos ante un estilo elegante en su sólida sencillez y que fue difundido gracias a equipos de constructores y canteros trashumantes (los lombardi), que trabajaban a sueldo, según contrato. Probablemente estos maestros no llevaban artistas para esculpir. Quizás, a lo sumo, les acompañó un pintor decorador, por la asociación, a todas luces indudable, que este estilo ofrece con la decoración interna por la técnica de la pintura mural, según se ha demostrado.
A veces, en las iglesias de zonas montañosas los campanarios son cilíndricos o bien prismas altísimos, de esbeltísima delgadez; en cambio, en los cenobios importantes el campanario toma el aspecto de robusta torre cuadrada y almenada, como si fuese la de una fortaleza, con sus pares superpuestos de huecos cilíndricos y generalmente ajimezados. Pueden ser torres exentas, aunque de ordinario conjugan con la planta del edificio, y aún las hay que coronan cimborrios.
En los claustros hay columnas pareadas y arcadas cuya serie interrumpen, algunas veces, macizos pilares. Las arcadas son semicirculares y poco molduradas. Son, pues, claustros idénticos a los de Lombardía y Provenza.
La actividad de esos equipos de edificadores hubo de iniciarse en Cataluña entre el primero y el segundo cuarto del siglo XI, pero el estilo arraigó en el país, y de acuerdo con sus módulos siguió construyéndose allí hasta la transición al gótico. Este estilo como presta poca atención al exorno externo, son muy escasas las portadas esculpidas. La regla general fue que la importancia que se pretendía dar a la portada era basada en sus cualidades lineales.
Cabecera de Santa María de Ripoll. S. XII.
La famosa portada de la iglesia del Monasterio de Santa María de Ripoll constituye la gran excepción. Es del primer cuarto del siglo XII, pero su aspecto es muy arcaico. Se trata de un gran cuerpo o paño de labores escultóricas que se esparcen, en ordenado reparto, a ambos lados del único hueco central, en medio de cuyas columnas laterales se yerguen las estatuas, hoy mutiladas, de San Pedro y San Pablo. La admirable decoración simétrica dispuesta en siete zonas o fajas superpuestas incluye escenas bíblicas, que van acompañadas de leyendas, figuras humanas y de animales reales o fabulososs, así como relieves con representación de los meeses del año. Entremedio se intercalan motivos florales y diseños geométricos. El interior del monasterio está muy reconstruido. Se inció en el siglo XII, pero sólo el claustro y la nave más próxima a la iglesia son de esa época, mientras que las tres restantes y la galeria superior datan del período gótico. En planta destaca los siete ábsides del testero, la grandeza del crucero y cimborrio y la magnitud de la torre que guarnece la fachada.
Más original es la impronta lombarda en los valles pirenaicos, sobre todo en el valle de Boí. Este románico de montaña se destaca por la solemnidad de su torre cuadrada como campanario (donde se abren ventanas geminadas cada vez mayores para disminuir el peso progresivamente) decoradas por arcos lombardos, su paramento de sillarejo, sus cubiertas de madera y la gracia de sus ábsides semicirculares. Ejemplos son la iglesia de San Clemente de Tahull , Santa María de Tahull y la Catedral de la Seu de Urgell. La iglesia de San Clemente de Taúll fue consagrada en 1123 y acusa la influencia lombarda que da, precisamente, unidad al románico catalán. Su belleza radica en la sencillez y claridad de su estructura: las tres naves culminan en tres ábsides y contrastan con la verticalidad del campanario.
San clemente de Taúll. S. XII.
Terminamos con dos videos: uno de Artehistoria sobre el Románico catalán y aragonés y otro sobre San Pere de Rodas.
¡Hola Paco!
ResponderEliminarMe gustaría poder viajar más y así contemplar con detenimiento toda esta belleza de iglesias y monasterios que nos presentas hoy en tu post.
No los tengo muy lejos, pero me resulta difícil desplazarme por circunstancias. Los he conocido -estos edificios- pero no les he dedicado el tiempo necesario, como en tantas cosas que vamos acelerados y de paso.
Gracias por esta entrada que refleja una parte importante de Catalunya en relación a su historia y sus edificios románicos.
Un saludo afectuoso.
Ciertamente, que bueno serìa ver esto en persona.
ResponderEliminarAlguna vez lo harè.
Un abrazo.
Son joyas estas iglesias del pirineo catalán, he tenido la ocasión de contemplarlas más de una vez en mis tiempos de juventud cuando haciamos excursiones por allí.
ResponderEliminarEl primer vidéo es muy interesante como información general.
Gracias por todo ello, un abrazo
Son verdaderas maravillas las construcciones romànicas, no solo la arquetectura, la escultura no se queda atràs, si se tiene encuenta los medios de los que disponian los constructores de aquellos tiempos. Me ha encantado el Monasterio de San Pere de Rodas, es digno de admirar tanto desde fuera como desde el interior el paisaje es estupendo.
ResponderEliminarUn abrazo
No he viajado por Cataluña, pero gracias a ti tengo la oportunidad de ver y disfrutar de este estilo tan bello y tan diferente.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy bien sintetizado, es una magnífica guía para conocer el románico de estas tierras. Por cierto, los videos son la guinda de la explicación.
ResponderEliminarMe temo que es una de mis asignaturas pendientes, conocer de primera mano el románico catalán desde el punto de vista arquitectónico. Por lo emnos desde el pictórico y escultórico puedo decir que he visto algo en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
ResponderEliminarSaludos
Bellísima ruta románica, como todas tus lecciones.
ResponderEliminarEl monasterio de San Pere de Rodas me obsesiona desde que vi una foto de él envuelto en la niebla. Parecía una estampa puramente medieval, como si el tiempo se hubiera detenido allí. Resulta de lo más inspirador.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Que preciosidades esta iglesias del románico catalán.
ResponderEliminarUn saludo.
Es un viaje que tengo pendiente este del románico catalán. Son magníficos esos edificios...
ResponderEliminarConozco algunos de los monumentos pero otros no así que me apunto la ruta
ResponderEliminarGracias profe
Un besote
El románico es el estilo que más me gusta. Pero tengo que confesar que no conozco nada personalmente. Solo en fotos. Ya he aprendido algo más.
ResponderEliminarBss
Un conjunto de iglesias de una gran belleza y un gran valor artístico. Precisamente este fin de semana espero poder visitar una iglesia con orígenes en el siglo XII aquí en Asturias.
ResponderEliminarUn abrazo!!
La Biblia en piedra la llaman (a la portada de Santa María de Ripoll)
ResponderEliminarY sobre las torres lombardas cilíndricas, ninguna como la de Santa Coloma de Andorra. Una maravilla. (http://s916.photobucket.com/albums/ad1/desdelaterraza/ANDORRA/?albumview=slideshow)
Un abrazo.
Yo también me apunto la ruta para algún día. San Pere de Rodas me ha dejado sin aliento :)
ResponderEliminarUna entrada de cuentos, un estilo precioso, como de fabula. Me imagino paseando por esos paisajes de ensueño... =)
ResponderEliminarBesos.
Por fortuna he conocido de primera mano el románico catalán y es realmente impresionante.
ResponderEliminarSaludos
Tiene el encanto de lo primitivo, sencillo y rural. Un arte campesino, muy medieval.
ResponderEliminarYa veo que te has ido hasta Tahull.
Un saludo.
Recuerdo con agrado, hace muuuucho tiempo a San Clemente de Tahull. Simplemente, maravillosa, y con un encanto mágico, y en su momento, con montañas nevadas al fondo.
ResponderEliminarUn abrazo¡¡¡
Paco fabulosa ruta románica
ResponderEliminarGracias por su visita feliz fin de semana
saludos de José Ramón desde
Creatividad e imaginación fotos de José Ramón
Hola Paco:
ResponderEliminarHe quedado extasiado con San Pere de Roda.
Una ruta histórica que además se hace amena con estas descripciones.
Saludos Paco
Magnifica exposición de arte y que me lleva a pensar como cambian los tiempos. Ahora es suficiente con entrar en páginas como la tuya para contemplar estas maravillas y en mis tiempos de estudiante de arte tenía que ir cada tarde a la biblioteca de la facultad para ilustrarme con algún tomo del Summa Artis.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Muy buen post amigo Hidalgo Me alegro te haya haya gustado.
ResponderEliminarMuchas gracias
Te dejo mi ternura
Sor.Cecilia
La portada de Santa María de Ripoll deja sin aire hasta al más entendido en arte. ¡Qué maravilloso este románico catalán! ¡Cómo se nota esa influencia mezclada que lo hace especial!
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